2/08/2020

Vindictas, una reivindicación de la escritura de mujeres



María Teresa Priego

En su introducción a la novela "El lugar donde crece la hieba" de la narradora y dramaturga Luisa Josefina Hernández, la escritora Ave Barrera cuenta cómo surgió la colección Vindictas, un proyecto de la Dirección General de Publicaciones y Fomento Editorial (Libros UNAM), que dirige Socorro Venegas, también escritora. En un taller, la dramaturga Verónica Bujeiro le sugirió a Ave la lectura de Luisa Josefina. Apenas comienzo el primer párrafo y ya la narración incluye cuatro mujeres. Estamos al borde de un festín de escrituras femeninas. Ave se tardó en encontrar el libro, hasta que apareció "en el fondo reservado de una biblioteca con la ficha de préstamo en blanco". Una edición de 1956. Ave escribe "la curiosidad se convirtió en tristeza y la tristeza en un afán justiciero".
Cuatro escritoras más fueron invitadas. La idea: crear una colección que recuperara el nombre y la obra de las escritoras de habla hispana relegadas, a pesar de su talento y la calidad de su producción. A pesar del lugar que ocuparon en los espacios culturales y de los reconocimientos que ganaron. Cada una de las invitadas debía a su vez, convocar a otra: elegir a una escritora cuya obra admirara y que no hubiera sido reeditada en los últimos 20 años. El título de la colección Vindictas, toma un doble sentido: el de la "venganza" y el de la reivindicación. Hay "venganzas" más que nobles, sobre todo las que permiten que la creatividad -desplazada- tome el espacio.
Ni más ni menos que lo que corresponde. Lo que es justo. "Autoras que apostaron su vida para escribir, que mantienen una vigencia asombrosa y, aun así, quedaron olvidadas por un canon literario masculino que las invisibilizó. Buscamos que estas voces vuelvan a ser escuchadas, tender un puente entre generaciones", explica la escritora Socorro Venegas. El "afán justiciero" despegó (en lo público) en diciembre pasado con la presentación de la colección en la Feria del Libro de Guadalajara.
Una conversación intergeneracional. Publicadas cinco novelas de autoras nacidas en los primeros cuarenta años del siglo XX, prologadas por cinco escritoras nacidas a finales del siglo. Las portadas son diseños de Clarisa Moura. En palabras de Ave Barrera, Coordinadora de la colección (Entrevista Milenio TV): "Tenemos una deuda muy grande con la literatura escrita por mujeres en español y en todos los idiomas... ese deseo de conocer a estas escritoras que nos abrieron camino... ¿Por qué no están a disposición de los lectores?... que las escritoras de ahora dialoguen con nuestras madres literarias".
Están ya en librerías a un costo bastante accesible: "Minotauromaquia. Crónica de un desencuentro" de Tita Valencia (Premio Xavier Villaurrutia), Introducción de Claudina Domingo. "De Ausencia" de María Luisa "La China" Mendoza, introducción de Jazmina Barrera. "En estado de memoria" de Tununa Mercado, introducción de Nora de la Cruz. "La cripta del espejo" de Marcela del Río, introducción de Lola Horner. "El lugar donde crece la hierba" de Josefina Hernández (Premio Xavier Villaurrutia por "Apocalipsis cum figuris") introducción de Ave Barrera.

Paola Velasco y Lola Horner

En entrevista en TVUNAM: Paola (coordinadora de Comunicación y Enlace de Publicaciones y Fomento Editorial) "¿Vindictas? Venganza, no es el sentido que queremos darle, reivindicación, un acto de justicia.... Podemos encontrar historias muy duras, muy dramáticas, otras muy irreverentes, jocosas. Un ejercicio de introspección - también- muy profundo en las autoras".
Lola: "Una palabra que nos remitiera a este sentido de recuperación... en el sentido de algo que vuelve a su justo lugar... el tema de la equidad, de la justicia. Buscábamos una palabra que sonara combativa... libros que hasta hace poco eran inaccesibles... Como escritora, mi papel ha tenido también que ver con redescubrir un pasado literario. Para saber quién eres... es importante voltear a ver... ¿Qué estaban haciendo estas mujeres antes? ¿por qué su trabajo se perdió?

Tanta historia por rescatar

Marcela del Río "La cripta del espejo" (en Entrevista. UNAM Global). "La UNAM es la casa de estudios donde yo me formé, donde recibí mi licenciatura en literatura, me dio la oportunidad de estudiar tantos años después. A los 17 años, tuve que ponerme a trabajar por la muerte de mi madre. Reanudé mis estudios a los 52 años, la universidad me dio esa oportunidad... "La cripta del Espejo" forma parte de un programa de la UNAM de rescate de la literatura femenina. Hay investigadores de la literatura mexicana que nada más toman en cuenta la literatura masculina... rescatar novelas, poesía, cuento de las escritoras mujeres es muy importante... Mi madre fue parte del Ateneo de mujeres, muy discutido en esa época porque los hombres no estaban de acuerdo en que las mujeres escribieran... un rechazo total a que la mujer participara en la literatura... Las del Ateneo crearon una editorial "Mi Mundo", que ahora nadie conoce, una revista, se llamaba "Ideas", que nadie conoce, se formó en la universidad".
Es un clásico la expresión "las locas del desván", para referirnos a cómo fueron consideradas, por siglos, las mujeres que escribían. Esos talentos que por "pudor", había que disimular. El valor de la toma de la palabra desde las femineidades. La reivindicación de nuestras genealogías. Marcela del Río narra en su entrevista, cómo el esposo de una de las mujeres del Ateneo, arrojó la máquina por la ventana cuando la encontró escribiendo. Los tiempos han cambiado. Es cierto. ¿Qué tanto? Pienso en Vindictas y me imagino en el futuro una colección (¿una editorial, algún día?) que signifique en México, lo que las Éditions des Femmes han significado en Francia.
Y, seguro vendrán esas críticas: "¿por qué sólo publican a mujeres?" "¿por qué son tan 'excluyentes'? " "No es verdad que se ha relegado la escritura de las mujeres, Safo, por ejemplo, ¿a ver? Allí está Safo". Esos nombres de mujeres convertidos en "coartadas", para ocultar, lo que se considera que tiene que permanecer oculto. La "loca del desván" ha escrito, escribe, porque no le queda de otra. Con su nombre. Con un pseudónimo. Con un nombre masculino. Y desde las femineidades, creo, como Hélène Cixous, que tenemos tanto por indagar. Las singularidades. Las diferencias. Larga vida y mucho éxito para la colección Vindictas.


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