3/16/2020

Columnas y opinión del periódico La Jornada


Histeria: compras de pánico
Ha causado más muertes la narcoguerra que el virus
Estados Unidos baja su tasa de interés a cero
“Hoy me avisaron de otros 2. Son ya 18 conocidos míos confirmados positivos de #Covid-19; si yo tengo 18 conocidos, en México debe haber cientos o ya miles. Porfa, porfa, porfa, exageren en sus medidas de cuidado. Sobre todo el no asistir con mucha gente”. Para que un personaje como Arturo Elías Ayub, encargado de comunicación social de Grupo Slim, escriba semejante mensaje en Twitter, es que la histeria se ha apoderado de buena parte de la población que se ha volcado en los supermercados a hacer compras de pánico. Empujadas por el pánico, hoy que abran las bolsas de valores del mundo podrían irse otra vez a pique, lo que costaría una fortuna a su suegro, Carlos Slim. Llegó a ser el hombre más rico del mundo, ya cayó al lugar número 17 del índice Bloomberg de billonarios. El fin de semana el tamaño de su fortuna se redujo a 47.8 mil millones de dólares, ha perdido 12.4 mil millones en los tres meses del año. ¿Cuál es la realidad en México? Según el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, hasta ayer sólo había 53 personas infectadas y ni un solo muerto. Definitivamente el borolavirus ha sido más letal: de diciembre de 2006, cuando Felipe Calderón declaró su guerra al narco, a la fecha, han muerto 300 mil personas, según algunas estimaciones. Y nadie se ha apanicado.

Tasa de interés cero
Para algunos economistas, el mundo ya está en recesión. Adelantándose a la nueva situación, Estados Unidos redujo por sorpresa el principal tipo de interés a 0 por ciento, después de que lo pusiera a 1 el pasado 3 de marzo. Es decir, los préstamos bancarios no causan interés, al menos en teoría. La Reserva Federal se anticipó a lo que venga y en una reunión de urgencia se tomaron medidas de gran tonelaje para proteger la economía. Ha anunciado compras de deuda por 700 mil millones de dólares en bonos públicos y también privados respaldados por hipotecas. Bancos centrales de otros países secundarán la baja de interés. ¿Y México? El BM quedó entre la espada y la pared: si baja mucho su tasa de 7 por ciento actual puede agudizar la devaluación del peso, y si no lo hace no ayudará a que la economía salga del estancamiento. Por otro lado, con tasas de interés cero en otras naciones seguirá floreciendo el carry trade que ha convertido al BM en una mina de oro para los especuladores: traer a México dinero barato y ganar aquí 7 por ciento (y más).
El tratamiento chino-cubano
Aunque por el momento no existe en el mundo una vacuna preventiva o tratamiento específico para el nuevo coronavirus, la industria farmacéutica cubana garantiza la producción de fármacos ya probados y con alta eficacia como el Interferón Alfa 2B humano recombinante, además de otro grupo de medicamentos que forman parte del protocolo para atender a pacientes y las complicaciones que pudieran derivarse. Según informó el director de BioCubaFarma, doctor Eduardo Martínez Díaz, se recomienda como primer medicamento el Interferón. Cuba lo suministra y se produce con tecnología de ese país en la empresa mixta Changchun Heber Biological Technology, de Jilin, China.
El petróleo
Arabia Saudita y los Emiratos Árabes han declarado una guerra de precios contra los productores de petróleo shale de Estados Unidos. Amenazan con inundar al mercado de crudo barato a partir de abril para sacarlos del negocio. Como respuesta, el gobierno de Donald Trump tiene la intención de comprar decenas de millones de barriles con el fin de equilibrar los precios. Los usará para aumentar su reserva estratégica, el depósito secreto que tiene en cavernas de Texas y Lousiana.

AMLO: coronavirus y fe
Momento crucial
Golpeteo aumentado
Salud del Presidente
Andrés Manuel López Obrador es un hombre voluntarista. Él se ha definido como terco (sucedió recientemente en un accidentado mitin en su tierra natal, Macuspana, Tabasco) y de manera constante utiliza en sus discursos tiempos verbales que dan por hecho lo que es proyecto o deseo. Así ha caminado en el difícil mundo de la política y así ha acumulado un poder que va más allá de la mera silla presidencial, con todo y lo potente que ésta es por sí misma.
Por varias razones, el poderío del relevante tabasqueño está hoy en un momento crucial. Como no había sucedido, ante la irrupción de la causa feminista perdió la iniciativa política y el fijamiento de la agenda diaria. Luego llegó el terremoto mundial denominado coronavirus y la Presidencia de la República, mediante su subsecretario mediático de Salud, ha ido dosificando los tiempos de reacción, en una apuesta estratégica cuyo desenlace está cada vez más cerca.
Todo con el imponente telón de fondo de los problemas económicos nativos, más los que han llegado como consecuencia del Covid-19 y que podrían determinar el rumbo práctico de lo que resta del sexenio, carente la administración obradorista del cúmulo de recursos que suponía (aunque en la retórica placera se diga que con los ahorros del combate a la corrupción se puedan remediar las nuevas carencias) y condicionada su conducta política futura por la necesidad de no alejar ni contrapuntear a la élite empresarial ahora tan necesaria para enfrentar los escenarios brumosos.
Al considerar que López Obrador está en un mal momento, o que su fuerza no es tanta como en otros momentos de su estancia en Palacio Nacional, los opositores han subido de tono e intensidad los ataques. La fotografía de un beso circunstancial a una pequeña, acompañada de su padre, en el marco tumultuoso de una gira, fue transformado arteramente por sus adversarios en un presunto acto inmoral. En las redes sociales, el golpeteo faccioso contra AMLO ha sido de una intensidad que delata el pautado.
Otro flanco ha sido el relacionado con el manejo de las fases, y sus correspondientes acciones oficiales en el tema del coronavirus. Aún cuando el número de casos es reducido, en comparación con las estadísticas de otros países, México podría parecer rezagado a la luz de las experiencias de esos otros lugares donde hoy se viven momentos críticos (ya con fuerzas militares controlando la movilidad social en España, por ejemplo, y con propuestas similares en Reino Unido) o donde se están imponiendo restricciones fuertes a las concentraciones masivas y al arribo de vuelos provenientes del extranjero y en especial de lugares con alta incidencia del virus mencionado. Y ayer, en un acto realizado en Guerrero, López Obrador hizo pronunciamientos que dan parque a sus opositores: Tengo fe de que vamos a sacar a nuestro querido México adelante. No nos van a hacer nada los infortunios, las pandemias, nada de eso. Vamos a sacar adelante a nuestro país, porque cuando no hay corrupción el presupuesto rinde, alcanza; cuando hay corrupción no alcanza para nada.
Paranoia, sicosis y otras calamidades
En la avalancha de información, desinformación, estadísticas y caricaturas sobre la pandemia del virus que asola al mundo entero, así como de la irresponsabilidad de algunos gobiernos en no haberle prestado la debida atención a este gravísimo problema, trato aquí de evadir tan perniciosa realidad. Por tanto, me atrevo a trivializar un poco en torno a otro tipo de calamidad: el teléfono celular.
Están frescos los tiempos en los que era posible sostener una conversación con cualquier persona, fuera un familiar, un amigo o compañero de trabajo, sin ceñir la plática a la forma telegráfica que las sistemáticas interrupciones que el teléfono celular propio o ajeno impone actualmente; el mundo sigue su curso. La sal y la pimienta, habitual en las mesas, han sido suplantadas por el celular. No es extraño que en una mesa en la que departen dos o más personas lo primero que se interpone, antes del ritual de los saludos, son los teléfonos celulares. Salir a comer, o simplemente tomar un café, era una forma de abrir un paréntesis en la rutinaria comunicación propia del centro de trabajo. Eso se terminó, al menos para aquellos que consideran que el mundo no puede privarse un minuto de su atención. En el colmo de la telefonitis, hay ocasiones en que dos, tres o más comensales conversan en el teléfono celular al mismo tiempo, haciendo caso omiso de sus compañeros de mesa.
A esa pésima costumbre se añade la de quienes usan el aparato como micrófono, lo que obliga a todos en derredor a escuchar su conversación. El asunto suele no ser diferente en casa cuando alguno de los miembros de la familia, particularmente los de menor edad, suelen conversar en la mesa con amigos a la distancia ignorando a quienes están a su lado.
No se trata de refrendar algunos de los anticuados consejos del Manual de Carreño sobre la educación y las buenas costumbres, más bien de reflexionar sobre la creciente irrupción de esos ubicuos aparatos. No en balde, en algunos sitios públicos, entre ellos restaurantes, han prohibido su uso. Tampoco se trata de suprimirlos, dada la urgencia que en algunas situaciones requiere de su uso, mucho menos en estos momentos en los que es preferible conversar de lejecitos.
8+9=10
Unidas en lo esencial: su vida y el derecho de vivirla a su manera
El honor excepcional de ser
No hay duda: el comportamiento femenino del domingo 8 y el lunes 9 de marzo se merece, sin titubeos ni mezquindades, un cerrado y redondo 10.
Las razones para este despropósito aritmético son evidentes: si bien es cierto que por una parte: 8 + 9 suman lo mismo que 9 + 8, o séase: 17, lo que nos corrobora la petulante, pero incontrovertible afirmación del mentado Pitágoras (fácilmente ubicado por medio de su waze en la colonia Narvarte): El orden de los factores, no altera el producto. Por la otra, si aplicamos un axioma de igual valor: no se vale comparar peras con manzanas, podemos llegar a una crónica un poco más objetiva de nuestra confusa realidad. Pero peor resulta no intentar razonar. A continuación, vayan algunas opiniones absolutamente objetivas, pero cuidado con quien las contradiga. Detesto, como el Papa, toda opinión contraria cuando hablo ex cátedra, que es como suelo hablar.
Estoy convencido de que la manifestación del domingo 8 fue un éxito sin paralelepípedo. Me ufano en ser doctorado en mítines relámpago en las mesas del Sanborns de los Azulejos, o el de Álvaro Obregón, en un matrimonio en el Club Asturiano, o un bautizo en la Iglesia del Carmen. Por supuesto, en todos los camiones, trolebuses y tranvías (para la actualidad, medios de transporte desconocidos). En las salidas de las fábricas y sus comederos y bebederos. En la manifestación por las mujeres muertas de Ciudad Juárez que filmé acuciosamente hace muchos años y de la que, extrañamente, pocos recuerdos se hicieron en estos días. Y de muchísimas otras en las que fui zarandeado, macaneado gaseado y remitido a diversas delegaciones y aún poco amigables crujías. Mi, digamos, agitado pasado, me permite una opinión no ajena a la experiencia, aunque también un tanto menguada no tanto por la amistad con el doctor Alzheimer, como por el trato con dos italianos de mi afecto y cercanía (el varón barón di Musacchio y su contemporáneo don Franco de´Terorio). Pese a lo cual, insisto: asistí puntualmente a las manifestaciones de Cuauhtémoc Cárdenas, ya ex candidato legalmente perdidoso aunque nunca cabalmente, en defensa del petróleo. ¡Qué cosas tiene la vida Mariana! Allí, con experiencia priísta en abrirse paso a codazos hasta un lugar en primera fila, don Manuel Bartlett, en medio de una llovizna pertinaz, llegó hasta el Zócalo como el más aguerrido de los militantes y el más desbocado de los porristas. Reclamaba un puesto no de batalla, sino de reflectores ¿Qué piensa de todo esto la columneta? Manuel Bartlett, él solito, merece varias columnetas, no lo voy a malbaratar ahora en un párrafo. Ya hablaremos.

México. Ocupación y Empleo 2019
Con cifras promedio de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) que trimestralmente levanta el INEGI, para 2019 se establece una población total de 126 millones de habitantes, de los cuales 95 millones (75.3%) están en edad laboral (15 años o más). De éstos últimos (según nuestra clasificación UNITÉ) (Gráfico 1), 63 millones (66.2%) integran la Población Económicamente Activa (PEA), y 32 m (33.8%) la no económicamente activa.
De la PEA (63 m), 55 millones se ocupan en todo tipo de actividades con ingreso (tasa de ocupación de 87.6%), y casi 8 millones no (tasa de desempleo de 12.4%).
De la población ocupada (55 m) sólo 35.4 m (64.4%) son asalariados pero únicamente 20.6 m (37.4%) cuentan con empleo formal con acceso a instituciones de salud. Esto significa grosso modo que se requiere una cobertura de salud gratuita (con el nuevo Instituto de Salud y el Bienestar) para 35 millones de personas hoy ocupadas sin ese servicio, más sus dependientes sin ingreso; y ello careciendo aun de acceso a una pensión o a una vivienda.
Es por ello que la mejor política social empieza y termina con el empleo justamente remunerado (subordinado o por cuenta propia) y con éste el acceso franco a salud, vivienda y pensión.

Tipo de cambio y petroprecio
Rumbo a la sociedad virtual
El coronavirus y la guerra entre las potencias petroleras han pegado, y fuerte, en cuando menos dos variables relevantes de la economía mexicana: el tipo de cambio y el precio del barril de exportación, cuyos indicadores retroceden a niveles no observados en varios años.
Ante tal panorama, el Centro de Estudios de las Finanzas Públicas (CEFP) de la Cámara de Diputados resume lo sucedido en ambos casos durante los últimos días. Así, en la segunda semana de marzo, el tipo de cambio cerró en 21.93 pesos por dólar, el mayor nivel del año. En ese periodo la cotización Fix pasó de 20.16 a 21.93 por uno, depreciación de 8.76 por ciento en demérito de la moneda nacional, con lo que acumula una racha de cuatro semanas consecutivas a la baja y el tipo de cambio alcanzó un máximo histórico (22.15).
Aun así, en lo que va de 2020 el tipo de cambio registra un valor medio de 19.17 pesos por dólar, nivel inferior a los promedios alcanzados en 2018 y 2019 (19.24 y 19.26, respectivamente). Por lo que toca al cierre de 2019, el peso acumula una depreciación de 3.06 pesos (16.25 por ciento).
La semana que recién concluyó se caracterizó por una elevada incertidumbre y volatilidad en los mercados financieros globales. El lunes 9 comenzó la caída del peso mexicano y los mercados bursátiles, luego de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) catalogara el Covid-19 como pandemia, lo que elevó la percepción de riesgo en los mercados e incrementó la demanda de activos considerados de refugio, en detrimento de divisas de países emergentes consideradas riesgosas.
Aunado a esto, los precios internacionales del petróleo se desplomaron, luego de que Arabia Saudita anunció un aumento de su producción tras el colapso del acuerdo de recorte de bombeo de Rusia con la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) para estabilizar los mercados petroleros.
Para atenuar el impacto del Covid-19 en la economía global, algunos gobiernos y bancos centrales anunciaron medidas de estímulo económico y recortes de las tasas de interés. En Inglaterra, el banco central recortó su tasa de referencia en medio punto porcentual, en línea con la Reserva Federal de Estados Unidos (FED) y los bancos de Australia y Canadá.Estados Unidos propuso al Congreso de aquel país un plan de estímulo que incluye rebajas fiscales y medidas de apoyo a algunos de los sectores más afectados, como el turístico o el de transporte.
En el caso mexicano, la Comisión de Cambios –Banco de México y Secretaría de Hacienda– implementó un programa de coberturas cambiarias por un monto de 2 mil millones de dólares, con el objetivo de amortiguar la caída de la moneda nacional. Así, la cotización de la moneda nacional continuará presionada por un ambiente de mayor estrés en los mercados financieros.
Por lo que toca al denominado oro negro, el CEFP detalla que el 13 de marzo el precio promedio ponderado de la mezcla mexicana de exportación se situó en 24.19 dólares por barril, baja de 32.34 por ciento respecto del cierre semanal anterior.
Plagas políticas
El legendario periodista I.F. Stone repetía que todo estudiante de periodismo sólo necesitaba entender tres palabras: "todo gobierno miente". Pero esas mentiras se pueden volver criminales cuando las consecuencias son vidas humanas, como es el caso en casi todas las guerras, las represiones masivas, las justificaciones de la inacción sobre el cambio climático, y por supuesto en crisis de salud pública.

Ver el manejo de la pandemia del coronavirus en el país más rico y poderoso del planeta en el régimen Trump es como ser testigo de un crimen masivo. Desde que se detectó el primer caso en enero, hasta la fecha, Trump y su gente han mentido sobre este fenómeno, buscando engañar a personas vulnerables dentro y fuera de Estados Unidos, todo guiado por la siempre peligrosa mezcla explosiva de ignorancia y arrogancia, el manejo caótico de su equipo y sus familiares, el desprecio a las ciencias, y sobre todo el propósito supremo de evadir costos políticos. O sea, ha puesto en riesgo a millones por sus intereses personales y políticos.

El coronavirus es tal vez el primer fenómeno con que se ha topado Trump durante su presidencia, que es inmune a sus ataques por tuit, sus engaños, sus intentos para evadir responsabilidad y acusar a otros. Lo ha intentado: primero insistiendo en que el coronavirus era sólo otro tipo de influenza, acusó a los demócratas y a los medios de inflar el temor para golpear su presidencia, aseguró que todo estaba "bajo control" y se elogió por sus medidas y por su inteligencia para entender el fenómeno, repitió falsamente que habían suficientes pruebas disponibles, que el número de casos ya se estaba reduciendo, acusó al llamado Covid-19 de ser un "virus extranjero", y culpó a China y los países europeos del problema. Y aunque esta última semana fue obligado a declarar una "emergencia nacional", y comprometerse a distribuir suficientes pruebas, las mentiras continúan.
¿Qué hago con mi pérdida?
La ingenua arrogancia que impide pensar en nuestra condición de mortales nos hace angustiarnos ante un virus supuestamente letal, tema enfadoso y peor manejado por un sistema que insiste en atemorizar, en vez de hacernos pensar que en cualquier momento podemos morir o perder a un ser querido. Nos parece que comentarlo es por demás sin antes haberlo vivido. Pero reconocer la ausencia del ruido que dejó de hacer al marcharse ese ser querido al que nunca le dijimos lo suficiente cuánto lo amábamos, es una experiencia que cuesta trabajo superar.
Elaborar un duelo es, toda proporción guardada, como una dieta para librarse del sobrepeso y toxinas contraproducentes. Ello se puede lograr a través de un equipo de profesionales que ayuda a dejar ir y a ya no cargar ese sobrepeso emocional. Nos sumimos en la tristeza por quien se ha ido, aunque en realidad nadie muera de congoja con tal de seguirlo. Si tememos la muerte, propia y ajena, más debemos saber amar la vida, no sólo sobrevivir.
Comenzar de Nuevo es una agrupación que ofrece sencillos y prácticos retiros para centrar la atención sobre todo en nuestra naturaleza espiritual y comprobar que podemos vivir plenamente, dejando agobios, dolores, temores e impotencia si tenemos presente que somos algo más que seres físicos, capaces de enfrentar cualquier tipo de pérdidas: un ser querido, un divorcio, un empleo, relación tóxica o codependiente.
Editorial
La Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) disminuyó sus tasas de interés a cero (un máximo de 0.25 por ciento) a fin de apoyar la reactivación de la economía global, la cual está ya severamente afectada por la paralización de actividades derivada de las medidas para enfrentar la pandemia de coronavirus que se extiende por el mundo. Asimismo, la Fed lanzó un programa de recompra de bonos por un total de 700 mil millones de dólares para las próximas semanas. Medidas similares adoptaron los bancos centrales de Europa, Canadá, Gran Bretaña, Japón y Suiza, con el propósito de facilitar a entidades financieras el acceso a dólares.

Felicita por artículo sobre Giacomo Leopardi
Para Marco Antonio Campos.

El panorama global cambió radicalmente a partir de dos factores: la decisión de Arabia Saudita de presionar el mercado de hidrocarburos sobre la base de su producción y liquidez y la evolución del Covid-19 o coronavirus de epidemia en China a pandemia mundial. El efecto combinado de ambas ha sido brutal para los mercados globales, México incluido. Los mercados perciben –con razón– la amenaza más inmediata de una recesión, de la interrupción de las cadenas de abasto, de un menor flujo comercial y de un severo golpe al empleo. Las bolsas más importantes han tenido la peor semana desde la crisis financiera de 2008 y la volatilidad ha pegado al peso a niveles no vistos desde la llegada de Donald Trump al poder o la citada crisis financiera global.

Es el funcionario invisible de la administración pública federal. Se desconocen sus opiniones sobre los trabajos de la secretaría que preside: la de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu). Como cuando se discuten proyectos como el Tren Maya, el Corredor Transístmico. O la ocupación de la franja costera y el crecimiento armónico de los centros de población. Mucho menos para anunciar medidas que ayuden a elevar la calidad de vida del medio rural.
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, y el de Estados Unidos, Donald Trump, se reunieron esta semana en Miami. Entre los temas principales tratados estaba la situación actual de Venezuela y firma de un acuerdo de cooperación en el sector de la industria militar, llamado Acuerdo de Investigación, Desarrollo, Prueba y Evaluación de Defensa (RDT&E, por sus siglas en inglés). El mandatario brasileño también mantuvo encuentro con el líder del Comando Sur de la Marina de Estados Unidos, el almirante Craig Feller.
Claro está que la marcha de las mujeres el domingo 8 de marzo contra la violencia (machista) sigue siendo el tópico reciente más comentado. Algunos dirán que es el coronavirus, y podrán tener razón, salvo que se trata de dos universos diferentes. Este último es un problema de salud que se hace mundial y sobre el cual habrá que seguir puntualmente el consejo de los expertos. El otro, el de la violencia machista contra las mujeres, tampoco es una cuestión exclusiva de nuestro país, ni mucho menos, pero las condiciones del fenómeno seguramente varían inmensamente de una nación a otra, de un continente a otro, incluso de una región a otra. Es decir, se trata de una cuestión eminentemente social y cultural en la que existen innumerables diferencias y matices, y esto también se ha hecho evidente en la variedad de comentarios que han suscitado ambos fenómenos.
Quizá debiera estar en plural el título de esta colaboración; en singular es un concepto universal, el sustantivo así, precedido por el artículo la, indica una idea sin contorno, sin relación con tal o cual persona del género femenino, es una abstracción; abarca a todas las que han existido y aun aquellas que sólo han sido imaginadas. La mujer es también el título de un libro de finales del siglo XIX de don Severo Catalina que, con el criterio que sobre el género femenino se tenía entonces, comparte sus reflexiones sobre las que llama hijas de Eva; algunas de sus disertaciones son superficiales, otras agudas, pero todas adecuadas al pensamiento que hoy parecería conservador y sin duda en choque frontal con las corrientes feministas que prevalecen y que a una distancia de unos pocos días, con las marchas y el paro generalizado, nos obligan a reflexionar.
Según la regla en que se basan los epidemiólogos para referirse a la infección que provoca el nuevo coronavirus en la población, 80 por ciento de las personas no van a enfermar gravemente o tendrán un cuadro asintomático; 15 por ciento tendrán un cuadro más intenso, parecido a la influenza, y tampoco enfermarán gravemente, y 5 por ciento sí necesitará tratamiento intensivo en los hospitales.
Uno de los misterios más insondables de la mente humana es la estupidez. Todos podemos ser estúpidos, o actuar estúpidamente, llegado el momento, pero uno de sus rasgos más graves reside en el empecinamiento; el estúpido no da su brazo a torcer con facilidad, si lo hiciera dejaría de serlo. En su conferencia Sobre la estupidez (Viena, 1937), Robert Musil explora los posibles antídotos y concluye que el último y más importante remedio es la modestia. Con frecuencia es pedir demasiado, toda vez que la vanidad es el abono de los estúpidos, que tienen la perturbadora inclinación a dar por estúpidos a los demás.

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