8/10/2011

A las puertas del encuentro mundial de las Mujeres de Negro



Sergio Ferrari
Colaborador de Adital en Suiza. Colaboración E-CHANGER
Adital

Mujeres colombianas convocan a organizaciones del mundo entero

·Contra la guerra y la violencia machista
·Por una salida político-negociada en Colombia

Una treintena de países son escenarios en la actualidad de conflictos armados, 19 de los cuales perduran desde hace más de veinte años. Colombia, atravesada por una confrontación de casi cinco décadas, ha engendrado numerosos movimientos sociales de todo tipo, incluyendo de mujeres, que apuestan a una salida político-negociada. Del 15 al 20 de agosto la Ruta Pacífica convoca al XV Encuentro internacional de Mujeres de Negro (MdN), red mundial de organizaciones que se oponen a la guerra. Será el primer evento de esta plataforma que se realiza en Latinoamérica. "Convocatoria histórica” al decir de la abogada colombiana Marina Gallego Zapata, coordinadora nacional de la Ruta Pacífica y pieza clave en la organización del encuentro a realizarse en la capital colombiana. Entrevista.

P: ¿Podría presentarnos a su organización, la anfitriona del encuentro internacional?

Marina Gallego Zapata (MGZ): Desde su fundación en 1996 la Ruta Pacífica de las Mujeres constituye un espacio político y programático. Es una propuesta política feminista, que propugna por la defensa, protección y restitución de los derechos humanos de las mujeres. Se bate a favor del fortalecimiento de la democracia y de la negociación política del conflicto armado. Hace parte del creciente movimiento ciudadano por la paz, que desde la sociedad civil ha dicho no a la guerra. Trabajamos para que las mujeres no sólo se visibilicen y se expresen como sobrevivientes de la guerra, sino también en tanto actoras sociales y políticas del proceso de negociación y de construcción de la paz. Vivimos en un contexto de violencia desde hace más de 50 años, y en este contexto de guerra que se enmarca Colombia, los actores armados violan mujeres, prohíben la movilización y la organización y condicionan sus formas de vida, bajo la amenaza de convertirlas en objetivo militar. También las asesinan por los nexos familiares y afectivos que puedan tener con cualquiera de los actores armados. Las mujeres estamos cansadas de todo esto y por eso, las organizaciones que participamos en la Ruta, construimos nuevos lenguajes, un nuevo simbolismo para tratar de contrarrestar la guerra. Y de ahí, las marchas, los encuentros, las movilizaciones, los plantones, es decir las más diversas formas para mostrarle a la sociedad colombiana y a la comunidad internacional nuevas formas de resistencia y de lenguajes de paz.

La Ruta Pacífica de las Mujeres la integran aproximadamente 300 organizaciones y grupos de mujeres que irradian su accionar directamente a más de 3000 mujeres y a través de ellas a cerca de 10.000. ¡Y cada vez somos más! Convencidas que la única manera de conseguir la paz en Colombia es a través de la salida negociada, con la bandera de la paz y rechazando cualquier tipo violencia contra nosotras.

P: ¿Y el origen de las Mujeres de Negro (MdN)?

MGZ: Nace en 1988, cuando las israelíes protestaron en contra de su gobierno oponiéndose a su política de ocupación de los territorios palestinos. Posteriormente se sumaron las mujeres de la ex Yugoslavia. Y también las italianas, las españolas, y así, distintas organizaciones del mundo se fueron identificando con estos ideales, con estas posturas que hoy son el estandarte de todas las organizaciones de mujeres que hacemos parte de la red en todo el planeta.

P: ¿Cómo se integró la Ruta en esta red internacional?

MGZ: En el 2001, la Ruta Pacífica recibió el premio "Milenium de Paz para las Mujeres”, reconocimiento compartido con Mujeres de Negro y con tres mujeres a título individual. Este galardón propició un reconocimiento mutuo de posturas con respecto al feminismo, al antimilitarismo, al pacifismo y conllevó a la incorporación de la Ruta en la Red Internacional de Mujeres de Negro contra la Guerra. Desde entonces nosotras, en las distintas regionales, el último jueves de cada mes hacemos los plantones de las MdN, en contra de la guerra.

P: Y el Encuentro a punto de comenzar en Bogotá...

MGZ: Las MdN, de manera regular, se reúnen para compartir, discutir sobre las nuevas formas de violencia contra las mujeres, solidarizarnos unas con otras y poner nuestra voz en rechazo a las guerras. En esta oportunidad hemos decidido reunirnos en Colombia por primera vez en América. Lo que nos llena de alegría no sólo por ser las anfitrionas del evento sino porque se da en un momento de gran tensión política y social en mi país. Y la presencia de todas nosotras juntas nos permitirá darle visibilidad y denunciar ante la opinión pública nacional e internacional las diferentes formas de violencias que ha generado la guerra y la militarización de la sociedad contra las mujeres. Además, vamos a formular agendas de trabajo, desde el movimiento internacional de mujeres, para el logro de la paz y el respeto a los derechos de las mujeres, a nivel mundial. Ese es el objetivo del Encuentro y estoy segura que lo vamos a alcanzar.

P: ¿Y quiénes participarán?

MGZ: Vendrán delegadas del mundo entero. Junto con varias decenas de representantes de la Ruta y de otras organizaciones colombianas de todo el país. Igualmente, esperamos la asistencia de representantes de organismos internacionales que respaldan esta iniciativa, por citar solo algunos nombres: Suippcol y E-CHANGER, de Suiza, Cooperacció e Intermon Oxfam, de España, la GIZ alemana, ONU Mujer, Global Found for Women, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Holanda, la Consejería en Proyectos (PCS), Diakonia, entre otros. Ese apoyo internacional cosntituye también una manera de protección del encuentro.

P: ¿Qué repercusión efectiva puede tener este evento en la vida misma de la Ruta?

MGZ: Para la Ruta significará una renovación de compromisos, un auto-reconocernos con las MdN de otros países, de solidarizarnos unas con otras, de intercambiar y aprender con y de otras mujeres provenientes de otros países que sufren de manera directa o indirecta las atrocidades de la guerra. Este Encuentro significa juntarnos solidariamente como mujeres en contra de la guerra. Para nosotras cobra mucha importancia porque significa, también, insistir en el tema de la negociación, de la urgente necesidad de la salida política negociada del conflicto armado en Colombia. Así mismo, hay otro elemento muy importante para resaltar: el reconocimiento público nacional y de la comunidad internacional de un Encuentro de este carácter. Porque esto nos genera un espacio de protección, tanto para el Encuentro como para la misma Ruta Pacífica especialmente en estos momentos en que nuestra organización ha recibido amenazas.

P: ¿Habrá una presencia o representación de la Marcha Mundial de Mujeres? ¿Cuál es hoy la relación entre la Ruta y la Marcha?

MGZ: Para nosotras sería interesante poder también compartir con ellas en este o en otros escenarios. La Ruta no hace parte de la Marcha, pero conocemos de su trabajo a favor de las mujeres con miras a eliminar las causas que fomentan la pobreza y las violencias contra ellas. Somos todas luchadoras, somos mujeres que queremos un mundo mejor para todas y todos.

-fin-

[* Sergio Ferrari, en colaboración con Shima Pardo, un aporte de prensa E-CHANGER, ONG suiza de cooperación solidaria, coparte de la Ruta Pacífica].

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Radiografía de Marina Gallego

Marina Gallego es abogada recibida en la Universidad de Antioquia y en la actualidad está concluyendo una maestría en "Defensa de los Derechos Humanos y el Derecho Internacional Humanitario ante organismos, Cortes y Tribunales Internacionales”. Se define como "feminista activa y trabajadora incansable en la promoción y defensa de los derechos Humanos de las Mujeres y derecho internacional humanitario desde una perspectiva feminista”. Apuesta por "la salida negociada del conflicto armado desde una perspectiva de las mujeres”. En un país donde el conflicto armado lleva más de 50 años, "estoy convencida de que la única manera de lograr la paz es a través de la negociación política. Ni la guerra, ni las armas son o serán una opción y nosotras apostamos y trabajamos por ello”, enfatiza.

En 1996, junto con otras mujeres representantes de diferentes organizaciones, fue una de las fundadoras del movimiento Ruta Pacífica de la Mujeres. "Hicimos nuestro rito de iniciación en Mutatá, Urabá – Antioqueño, hasta donde llegó la gran Primera Movilización de la Ruta en la que participamos más de 5 mil mujeres”, recuerda. La Ruta fue, desde sus inicios, "distinta a los movimientos tradicionales que las mujeres conocían. Las mujeres que asisten a las movilizaciones y participan en la Ruta lo hacen de manera autónoma y consciente, con una preparación previa y en un ejercicio de soberanía individual y colectiva, con una postura clara desde el feminismo y el pacifismo”, explica.

Actualmente, Marina Gallego es la Coordinadora Nacional de este movimiento nacional. Dirige el Plan Estratégico a nivel nacional y regional; gestiona las acciones políticas y de incidencia; realiza los proyectos que aseguran la gestión económica para lograr los objetivos propuestos. Se desempeña también como responsable de las relaciones nacionales e internacionales de la Ruta, actividad que la relaciona con los movimientos de mujeres, de derechos humanos y de movimientos por la paz. Para realizar ese conjunto de tareas cuenta con el apoyo de las coordinadoras regionales y de las representantes de las tres organizaciones que constituyen la Plataforma de la Ruta. (Sergio Ferrari).

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Ejes temáticos

El XV Encuentro de las Mujeres de Negro a realizarse del 15 al 20 de agosto en Bogotá, ha previsto seis ejes temáticos. Tal como lo explica Marina Gallegos en su entrevista:

"1.- La oposición a la militarización de la seguridad nacional e internacional. Análisis feminista del actual sistema de la política de seguridad militarizada, incluyendo el análisis de cómo los conflictos armados en el Sur son impulsados por las industrias de las armas y los intereses económicos del Norte; aprender de acciones feministas prácticas para atribuir poderes a la mujer y protegerla.

2. Perspectivas feministas de los conflictos y guerras actuales. Mirar los conflictos actuales a través de una perspectiva feminista. Analizando el nacionalismo, la intolerancia religiosa, la xenofobia, el terrorismo y las milicias armadas, el sexismo, el tráfico transnacional de armas, drogas, mujeres y gente vulnerable.

3. Praxis transformativa de la mujer ante las dificultades. Alternativas feministas en el análisis de la seguridad humana y acción práctica para empoderar y comprometer a las mujeres en el desarrollo de las prácticas para la seguridad colectiva y compartida.

4. La violencia y la opresión sexual. Las experiencias y la resistencia a la opresión y la violencia contra la mujer, lo que incluye: la violación como un crimen de guerra y del área domestica; la esclavitud sexual y el tráfico de la mujer; la prostitución; el odio y la violencia contra las lesbianas.

5. Enjuiciar a los responsables de crímenes de guerra y de crímenes contra la mujer. Discusión sobre los tribunales específicos, con especial atención de los casos ante la Corte Penal Internacional.

6. Los desafíos para las Mujeres de Negro: ¿Cómo nos vemos y cómo respondemos? Nuestro pasado, presente y futuro. Mientras los grupos de MdN se desarrollan alrededor del mundo, ¿cómo podemos fortalecer nuestros vínculos internacionales y nuestra comunicación como activistas relevantes al nivel local en un movimiento internacional? Debatir cómo aprender de nuestros errores y debilidades y desarrollarnos de una manera más efectiva sin perder nuestras virtudes esenciales feministas, descentralizadas y anti-militaristas”. (Sergio Ferrari)

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