1/12/2016

Los periodistas pal café...



La eventual valía testimonial de una fragorosa videograbación del día en que El Chapo fue devuelto a sus dominios de El Altiplano fue depreciada por las autoridades responsables de esa filmación y de su posterior filtración, al convertirla en material propagandístico entregado a la casa televisiva dominante, Televisa, con propósitos facciosos y no institucionales, necesitado el régimen de diluir la percepción de que la recaída de Joaquín Guzmán Loera fuese producto de acuerdos expresos o de una determinación circunstancial (el editorial de The New York Times, la publicación en puerta de la entrevista con Rolling Stone y, sobre todo, la creciente presión del gobierno estadunidense para obtener más cesiones del gobierno peñista) que hubiera obligado a los siempre conocedores del destino de El Chapo a forzar dicha recaptura.
La Operación Cisne Negro terminó así en Operación Cine Negro, como si el peñismo estuviera empeñado en convertir a muchos mexicanos en detectives aficionados y forenses de ocasión a partir de los datos oficiales disponibles respecto de la extraña detención de un sinaloense con aspiraciones de estrellato cinematográfico mundial. Gael García Bernal y Alejandro G. Iñárritu recibían Globos de Oro en una ceremonia en Estados Unidos (a la que no asistió Sean Penn, aunque sus andanzas en México fueron mencionadas en son de broma), mientras Los Pinos Productions daba a conocer en exclusiva en Televisa las imágenes tomadas con una cámara Go Pro inserta en el casco de uno de los partícipes en la fogosa acometida contra la casa de Los Mochis donde El Chapo pasaba la noche.
Además, para redondear el estilo del film noir, se acentuaba el papel de la mujer fatal, la productora e intérprete Kate del Castillo, a la que el gobierno mexicano intenta convertir en distractor motivo de escándalo, como si ella y Penn tuvieran en sus actuaciones más responsabilidad al llegar con fines periodísticos a un prófugo que el elenco estelar del peñismo que (cuando menos) permitió la salida de prisión del nativo de Badiraguato.
Operación Cine Negro en 15 minutos intensos, con el traqueteo constante de las armas poderosas usadas por cada uno de los bandos, el gubernamental, dirigido por una voz de contraste calmo, apenas alterada en ciertas ocasiones al dar instrucciones muy genéricas al comando de élite que cualquiera supondría movido mediante claves, identificaciones y estrategias más sofisticadas. Alguien podría incluso extrañarse ante el hecho de que las indicaciones del mando fuera de cuadro carecieran de destinatario preciso, algún nombre o apellido, algún código numeral o un seudónimo, salvo al final (Puma de roble, parece decirse), cuando se rinde un primer parte de la refriega de la que lograron escapar mediante el acostumbrado sistema subterráneo el máximo jefe narco no gubernamental (aunque sigue intocado El Mayo Zambada, sin los reflectores de El Chapo pero con los hilos en la mano desde siempre, acostumbrado a mantener el buen funcionamiento del negocio esté libre o no el otro socio, el famoso Joaquín) y su jefe de seguridad.
No está de más, imbuidos ya del espíritu de creatividad cinematográfica impulsado por Los Pinos, imaginar la impactante escena, según las versiones oficiales, del par de agentes de la Policía Federal que de repente se toparon con dos personas que a bordo de un automóvil rojo robado se abstuvieron de disparar contra dichos policías, y eliminarlos (el escolta llevaba una pistola, según esas versiones), y prefirieron tratar de intimidarlos haciéndoles saber de palabra quiénes eran y los riesgos que correrían tales federales si se atrevían a aprehenderlos, cosa que finalmente sucedió, conforme al relato gubernamental.
Ésas y otras hazañas, en las que servidores públicos pertenecientes a la Marina, el Ejército o las policías hubiesen arriesgado la vida y hubiesen cumplido extraordinariamente con su deber, han sido depreciadas, como se apuntaba líneas arriba, debido al torpe manejo informativo gubernamental. Entregar a Televisa, por ejemplo, el video del ataque a la casa de El Chapo hace recordar (tal vez de manera injusta respecto a lo sucedido ahora) que los mismos destinatarios privilegiados de ese material filmado (Televisa y el periodista Carlos Loret de Mola) participaron años atrás de un montaje realizado por el entonces secretario de seguridad pública, Genaro García Luna, para recrear, también con fines propagandísticos, los también fragorosos momentos de la irrupción en un inmueble para liberar a secuestrados y aprehender en vivo y en directo al mexicano Israel Vallarta y su pareja, la francesa Florence Cassez, que años después fue puesta en libertad no necesariamente porque fuera inocente, sino por el telemontaje que violó el debido proceso pena correspondiente.
Así que por sus excesos los conoceréis: el júbilo incontenido, teatral, casi forzado, al dar a conocer la recuperación de El Chapo, fue directamente proporcional al tamaño de la vergüenza y el descrédito sufridos seis meses atrás, en el episodio de mala comedia de enredos que la administración peñista escenificó con una alcantarilla y un túnel como símbolos gráficos de la podredumbre extrema de un sistema de gobierno (y sus vertientes específicas de gobernación, seguridad pública y nacional y sistema penitenciario).
Nada ha cambiado para bien en el escenario nacional, salvo (si acaso) la reaprehensión de un personaje cuya movilidad y operatividad siempre ha estado sujeta a vaivenes y entendimientos con gobiernos, políticos y corporaciones armadas de todos niveles. Esa nueva captura pretende ser celebrada como magno acontecimiento nacional, una suerte de reivindicación personal del mismo que antes tan gravemente falló, no sólo el jefe máximo del funcionamiento institucional, Peña Nieto, sino el secretario de gobernación que ahora promueve la versión de su presunta rehabilitación como precandidato presidencial. Cine negro, en sala en penumbras, con poco blanco y mucho oscuro, libretos exagerados y papeles sobreactuados. ¡Hasta mañana! Twitter: @julioastillero, Facebook: Julio Astillerojuliohdz@jornada.com.mx


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Cuando se defiende el gobierno argumentando que no es responsable de la caída del precio del petróleo dice la verdad. De lo que sí es responsable es de no haber creado un fondo como el de Noruega para resistirla. Los mayores ingresos se registraron en el sexenio de Felipe Calderón. ¿Dónde está ese capital? Y ahora quiere volver bajo el rebozo de Margarita. También es responsable de impedir la construcción de refinerías. Y todavía está asumiendo otra culpa muy grave: no detener la enajenación de los yacimientos de petróleo y gas que permitió el Pacto por México. Mientras, nada parece detener el desplome del antiguo superpeso. ¡El “efecto Chapo” está diluyéndose rápidamente y el Papa que no llega!
El dólar le pega al petróleo
¿Qué está sucediendo? Al exceso de producción –la Organización de Países Exportadores de Petróleo, encabezada por Arabia Saudita, va ganando la batalla a los productores estadunidenses del fracking– se suma la influencia del superdólar. Algunos bancos, como Goldman Sachs, han señalado que es el exceso de producción lo que provoca que el petróleo siga a la baja, lo cual es cierto, pero Morgan Stanley le da más importancia al factor dólar. Y es que el crudo está denominado en esta divisa, por lo que la apreciación del billete verde hace relativamente más caro el petróleo para países que no tienen dólares, lo que a su vez origina una baja en la demanda. Aspectos muy sutiles que de pronto se escapan al análisis, pero son verdades. El barril de Pemex cayó ayer a 22.07 dólares –abajo del costo de producción de 26.19– mientras el dólar se mantuvo caro: 18.34 pesos en ventanillas de bancos. La tormenta perfecta.
Quiebran taxis frente a Uber
Uber estuvo en los encabezados de prensa del fin de semana cuando la mayor compañía de taxis de San Francisco, California (Yellow Cab), se declaró en quiebra culpándola de haberle quitado un significativo porcentaje de su clientela. No se descarta que otras más vayan a la bancarrota. Para algunas ciudades, éste es el tercer año consecutivo que Uber disminuye las tarifas en la temporada posdecembrina. En más de 100 ciudades estadunidenses y canadienses desde el sábado pasado la empresa redujo los precios, de acuerdo con un comunicado publicado por el diario USA Today. La decisión de qué ciudades, qué descuento varía, dependiendo del comportamiento, circunstancia económica, regulaciones y competencia. ¿Y también harán una rebaja en México? Su oficina de relaciones públicas no contestó a una pregunta que le enviamos por correo electrónico.
@VoxPopuli



¡Qué lástima! La captura de El Chapo no fue suficiente para contener el desplome del precio petrolero ni para dar por concluida la volatilidad pasajera (Videgaray-Carstens dixit) en el mercado cambiario, la cual, un día sí y el siguiente también, tumba al esquelético pesito mexicano o (versión optimista) robustece el dólar.
Apenas en lo que va del recién parido 2016 el precio del barril petrolero de exportación registra una caída cercana a 20 por ciento, y ayer su precio se ubicó en 22.07 dólares, no registrado desde 2003, en pleno sexenio del cambio.
Lo anterior parece un simple seguimiento del precio petrolero, un reporte más del desplome en esta materia. Sin embargo, va mucho más allá, porque Petróleos Mexicanos y el erario nacional, a partir de ya, comienzan a registrar pérdidas reales, es decir, no es que ganen menos, poquito o salgan tablas, sino que registran quebrantos desde la producción misma de crudo. En síntesis, cuesta más producirlo que el dinero obtenido por su venta.
Justo un año atrás, el director general de la ahora empresa productiva del Estado, Emilio Lozoya, reconoció, en entrevista con El Financiero, que a Pemex le cuesta 23 dólares cada barril de petróleo, monto que es de los más competitivos a escala mundial, lo que permite que el crudo siga siendo rentable. El costo total de producción de petróleo es de 23 dólares.
Por aquello ayeres, cuando Lozoya aseguraba que exportar crudo aún era rentable para el erario, el barril mexicano de exportación se vendía por arriba de 40 dólares (arrancó 2015 en 45.44 billetes verdes y cerró enero en 40.44). Cada barril, pues, dejaba una ganancia cercana a 20 dólares, de acuerdo con las cifras del director general de Pemex.
Pero un año después, en lo que va de enero de 2016, el precio del barril está ya no en el suelo, sino por debajo de él, y con el registrado ayer el costo total de producción se encuentra 93 centavos de dólar por debajo del precio de exportación. Y en apenas 11 días calendario el precio de exportación pasó de 27.37 a 22.07 dólares, 5.30 billetes verdes menos, o si se prefiere una caída cercana a 20 por ciento.
Lozoya no ha actualizado el costo total de producción de un barril de crudo mexicano. Lo más probable es que el de enero de 2016 sea mayor al por él divulgado en igual mes de 2015. Pero aun si en este renglón no hubiera cambios, es un hecho la pérdida real por barril exportado, o lo que es lo mismo México paga por exportar crudo, ergo, ya no es rentable como decía el director de la empresa productiva del Estado.
De acuerdo con la propia explicación de Pemex, el costo total de producción incluye todos los costos directos e indirectos incurridos en la producción de petróleo, crudo y gas, y considera todos los gastos asociados con la operación y mantenimiento de pozos, equipos e instalaciones, mano de obra, materiales, insumos y combustible consumido, incluyendo el gas para bombeo neumático, nitrógeno y otros productos químicos, gastos de reparación y mantenimiento no capitalizables y otros costos, tales como honorarios, servicios generales, reserva para beneficio a los empleados asociada al personal activo, servicios corporativos y gastos indirectos de administración. Excluye gastos que no se hacen en efectivo, como amortización de inversión, gastos capitalizables en los pozos y la depreciación de activos fijos, así como los gastos asociados a distribución y manejo de hidrocarburos y otros gastos e inversiones relacionados con las actividades de exploración y perforación.
Ahora que tanto presume de que las finanzas públicas están despetrolizadas (ni la burla perdona, porque ha sido a fuerza, por decirlo suave, y no porque otra fuente de ingresos cómodamente supla al proveniente del oro negro), el gobierno mexicano podría reconsiderar la exportación de petróleo, pues al hacerlo sólo obtendría pérdidas, las cuales, de por sí, abundan en la empresa productiva del Estado.
En el Olimpo tecnocrático obviamente dirán que no se detendrá la exportación de crudo, porque pase lo que pase (versión oficial) las coberturas petroleras contratadas por la Secretaría de Hacienda garantizan el ingreso previsto para todo 2016. Sin embargo, tales coberturas no alcanzan, pues sólo incluyen 53.3 por ciento de las ventas foráneas previstas.
De acuerdo con la información de Hacienda, en el presente año las mencionadas coberturas amparan 212 millones de barriles de crudo a un precio de 49 dólares cada uno. Sin embargo, esa misma dependencia del Ejecutivo (o al revés) considera exportar (algo que aprobó el Legislativo) cerca de 398 millones de barriles, de tal suerte que en el mejor de los casos (y sin descontar los mil millones de dólares que se pagaron por la multicitadas coberturas) México recibiría poco más de la mitad de lo presupuestado en materia de ingreso petrolero. El resto, a saber de dónde.



En septiembre de 2015, Felipe Muñoz Vázquez se incorporó a la Procuraduría General de la República (PGR) como titular de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (Seido). Sólo duró tres meses en el cargo, pues cuando intentó saltar al Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, el Senado lo vetó.
Hace unos días corrió fuerte el rumor de que el ex procurador se integraría, de nuevo, al gabinete de Carlos Lozano de la Torre, ahora al frente de la Secretaría de Gobierno. Si bien el gobernador desestimó los rumores, insistió en que hay cercanía amistosa, mas no laboral.
No se puede hacer a un lado que este año Aguascalientes está en proceso electoral y que todos los movimientos parecieran estar condicionados por los comicios, y tampoco la influencia que esta amistosa comunicación pueda tener en la designación de candidatos de todos los partidos. Antes de partir a su aventura en la PGR, Muñoz Vázquez dejó pendientes diversas averiguaciones relacionadas con actores de la política que podrían estar ligados al crimen organizado.
No sólo eso: el ex gobernador Luis Armando Reynoso Femat (recientemente sentenciado por vender terrenos públicos a un precio muy inferior al real) ha acusado a Muñoz Vázquez de encabezar una supuesta persecución política en su contra. Si bien el panista sólo busca desviar la atención de las corruptelas cometidas en su gobierno, la acusación permite entrever el papel que juega la administración de justicia en la designación de candidatos a la gubernatura.
Más allá del afán suspicaz, resulta inevitable atar cabos y considerar una medida de presión que el gobernador muestre, justo ahora, la carta de la amistad con quien tuvo en sus manos los expedientes de quienes aspiran a sucederlo, incluso de aquellos que hoy, en el Congreso, están facultados para sancionarlo por su deplorable conducta durante las elecciones recientes, que ocasionó que se anulara la elección.



Si bien el Nuevo cocinero mexicano en forma de diccionario aconseja dejar reposar la leche para que haga nata, como una manera de refinar su gusto, la leche que se adquiere hoy en las ciudades no la produce; su composición ha variado. Se trata de leches reconstituidas a partir de leche en polvo homogeneizado.
Hay, sin embargo, establecimientos que la ofrecen en litros y medios litros. El restaurante El Cardenal sirve para el desayuno nata elaborada con leche de la mejor calidad, que en conchas o bolillos nos hace viajar a la infancia. Quienes viven en estados lecheros, cerca de un establo o tienen una o dos vacas, todavía pueden darse ese gusto. En el diccionario se aconseja apartar la nata para luego batirla, lo que la vuelve delgada, tenue y de fácil digestión. Se le llama entonces crema azotada o batida.




A tres días de su publicación por la revista The Rolling Stone, la entrevista efectuada por el actor estadunidense Sean Penn a Joaquín Guzmán Loera, El Chapo, ha adquirido una notoriedad equiparable a la propia captura del narcotraficante, efectuada el pasado viernes en Los Mochis, Sinaloa.

Último mensaje para Gerardo Unzueta
Gerardo, adonde quiera que estés llegando contarás muchas cosas de los años difíciles, pero no tan oscuros como estos de hoy. No te olvides de la Comuna Carlos Marx que, dentro de Lecumberri, organizamos en aquellos tiempos del 68 y de Tlatelolco: todos, guevaristas, comunistas, trotskistas, anarquistas, guerrilleros, todos. Estaba allá Rolf Meiners, que se fue hace poco y ya andará diciendo. Contra todos los vientos y con las familias y los compañeros de afuera, mantuvimos la solidaridad, la igualdad, la fraternidad y el humor. Y tú, Gerardo, siempre reías. Buen viaje, compañero.

En su más reciente colaboración en este medio, Abel Barrera nos compartió las duras y valientes reflexiones de Nestora Salgado sobre el significado de su lucha como comandanta de la policía comunitaria en Olinalá, Guerrero, como parte de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias (CRAC) y acerca del costo que el Estado le hace pagar por la misma. Y señaló al Estado conscientemente, no sólo al gobierno federal, estatal o municipal, sino también al Poder Judicial, artífice, a los poderes Legislativo federal y estatal cómplices. Con acusadores y supuestos testigos, así como supuestas víctimas que no dan la cara, mientras Nestora Salgado aparece en medio de una madeja judicial de inocultable olor a consigna.

El 14 de abril de 1975, Luis Echeverría increpó con esa frase a quienes rechazaban su presencia en la UNAM y le exigían cuentas por las matanzas del 2 de octubre y el 10 de junio. Con esa frase, resumía una concepción del mundo basada en la paranoia, que inventaba conspiraciones contra México. Paranoia que define su política –y la de su antecesor– frente a la oposición y la crítica.

El presidente Enrique Peña Nieto (EPN) dijo que el año pasado México tuvo la inflación más baja en la historia, al alcanzar 2.13 por ciento, en beneficio de las familias mexicanas, ya que el pre­cio de los principales productos y servicios prácticamente no está ­aumentando.

Está en marcha una execrable campaña de calumnias contra Ángela María Buitrago. Su objetivo no es sólo difamarla en lo personal, sino desacreditar la labor del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI).

En el debate sobre la regulación y el uso de la mariguana en México, que se inicia en los próximos días (según las convocatorias separadas del Poder Legislativo y del Ejecutivo), son varios los aspectos en los que pueden lograrse acuerdos. Uno de ellos es la eliminación de todos los obstáculos para la investigación científica, haciendo a un lado las ambigüedades. En la actualidad vivimos una contradicción indeseable, pues si bien la Ley General de Salud determina que el empleo de la cannabis con fines médicos y de investigación puede realizarse contando con la autorización previa de la Secretaría de Salud (artículo 235 fracción VI), en la práctica esto no ocurre, pues es la propia dependencia federal la que impide que sea una realidad.

El código Frieda, obra del sacerdote católico (ahora emérito como párroco) Rubén García Badillo, con cuyo trabajo escritural volví a toparme porque encontré de casualidad que le había escrito una carta al papa Francisco, además de varias alocuciones escriturales y auditivas propias de un auténtico predicador, con no escasas entradas en Youtube, de modo que el padre García Badillo es un personaje destacable en las redes sociales (y verdaderamente lo es, casi de colección), que no sólo debe ser considerado un erudito de raras facultades mentales, sino ejemplar, de una condición que se caracteriza por encontrarse poseída por objetos internos, según la acepción kleiniana de Richard Wollheim.

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