Arte y tiempo
Raúl Díaz
La sociedad moderna permite
que, sin maledicencias, tres mujeres solteras de edad madura puedan
vivir juntas en un departamento que, a su vez, les renta una cuarta,
igualmente sin pareja, pero cinco minutos más joven que sus inquilinas.
De la necesidad que estas mujeres sienten por tener una pareja trata la
¿comedia? Maduras, Solteras y Desesperadas de Óscar Rubí, montada en el
Teatro Xola Julio Prieto.
El tema pudiera no ser banal puesto que el ritmo y condiciones de la
vida actual produce fenómenos que antes se desconocían, uno de estos es
la permisividad y facilidad del divorcio, y la autosuficiencia lograda
por las mujeres, lo que les permite realizar su vida por sí mismas y no
tener que permanecer sujetas a un matrimonio no deseado. Cantidad de
mujeres maduras, solteras y autosuficientes (inteligentes hay que
agregar), para nada están desesperadas y, si bien es cierto que desean
un compañero, lo eligen cuidadosamente y para nada tiene que ser el
primero que llega a la puer-ta o se les atraviesa en el camino.
Este segmento femenino de solteras es real, existe y no es tan
pequeño como alguien pudiera pensar. El tomarlo, entonces, para hacer
sobre él una obra de teatro, pudiera resultar muy interesante e
ilustrativo. La cuestión, pues, es el tratamiento que al tema se le dé.
En este caso, el autor optó por la frivolidad y su narración va
encaminada hacia la justificación del título, sus mujeres no sólo son
maduras y solteras sino que están desesperadas por, literalmente,
conseguir un hombre, un macho de la especie, un semental.
No dudo que este tipo de mujer exista, como también su equivalente
masculino, sin embargo, también existe el otro y creo que es
mayoritario, el de las mujeres que, con criterio e inteligencia labran
su propio camino y cuyo objetivo central en la vida no es apresar un
semental.
Pero éstas no son consideraciones que preocupen al autor, el va a lo
primario, a la epidermis, a la conquista (lo que consigue, hay que
admitirlo) de la risa fácil, del chiste predecible y el albur blando.
Aunado a esto el autor, que es también el director y productor, se permite en un par de momentos lanzar mensajes
de reflexión y profundidadcomo, palabras más o menos,
no estamos solas, nos tenemos las unas a las otras,
lo más valioso es la amistad.
La puesta en escena es correspondiente al texto y en ella participan
las muy experimentadas Luz María Aguilar, Norma Lazareno, quien logra el
mejor momento de todo el montaje al bailar mambo, y Raquel Pankowsky, a
las cuales confieso tenía tiempo de no ver sobre el escenario, y la
cinco minutos menos experimentada en teatro, Maribel Fernández. El
galanazo objeto de los deseos de las tres desesperadas es Rafael Nieves,
a quien no recuerdo de nada anterior.
Estas féminas con las que algunas otras se sentirán identificadas
pero creo que la mayoría no, exponen sus deseos de jueves a domingo en
los horarios de costumbre.
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