9/07/2020

No todos son ciudadanos, Calderón y miles de políticos ladrones y asesinos, son de ciudad oscura


Pedro Echeverría V.

1. El mismo López Obrador repite: “no todos somos iguales”, tratando de separar a políticos ladrones, asesinos, tramposos, de los que no tienen historias funestas de actuar contra los intereses del pueblo. Políticos y empresarios que evidentemente se han burlado y engañado con hechos, han perdido todos sus derechos ciudadanos de por vida. Esto ayudaría a que ningún político más participe en fraudes o desfalcos de siempre. Lo que ha sucedido es que el presidente “perdonador” es tan insulso que no le importa declarar que “Felipe Calderón es como cualquier ciudadano con todos los derechos” o el PRI es cualquier partido. Le responderían a AMLO: “no manches, no todos somos iguales”.

2. Lean a Olga Wornat y a otros investigador@s serias como Anabel, Lidia, Ana Laura y otras como éstas que por años le han entrado a estas tareas con el fin de ayudar al desarrollo de la conciencia de la población. En sus estudios se pueden ver a los personajes principales y secundarios que han perdido su calidad de ciudadanos (o seres humanos) por los enormes fraudes y robos que han perpetrado contra el presupuesto público endeudando al país, entregando riquezas al extranjero y organizando negocios condenables. Todos esos personajes hace décadas que deberían estar en la cárcel; pero en el capitalismo las prisiones son para pobres que se roban una cartera o un pan para comer.

3. Ciudadano es el que vive en la ciudad trabajando siempre de manera honrada y viviendo con mucha dignidad, es decir, que puede levantar la cabeza sin que esté avergonzado de pasadas fechorías. ¿Cómo se explica que a varios políticos los han obligado a salir de un teatro, un cine, un restaurant, un trasporte o del estrado de un acto público, porque los ciudadanos decentes no soportaron su permanencia en ese espacio? ¿Les podrán exigir a los ciudadanos decentes que prueben con documentos sus odios o molestias a esos políticos o millonarios o respetarán a los amotinados por sus evidencias en pasado comportamientos? Esos personajes incluso no podrán andar públicamente sin una máscara.

4. Hace unos 35 años, siguiendo los ideales anarquistas federacionistas, escribí que los problemas de esos grandes hurtos, saqueos, robos, eran peores en los grandes países, Estados y ciudades. Siguiendo a Luis Racionero en su libro “Del paro al ocio” (1983), planteaba entonces gobiernos y administraciones independientes y pequeñas por colonias, barrios o secciones delimitadas con servicios de educación, salud y centros de trabajo concentrados. El objetivo es que no necesiten transitar por toda la ciudad contaminando con autobuses o automóviles el medio ambiente, que todos los vecinos se conozcan, se saluden y organicen en comunidades con cooperativas de ayuda mutua. Se llegaría a ello dividiendo las grandes ciudades.

5. Obviamente, aquel planteamiento sólo era una reforma dentro del capitalismo, pero puede ser una propuesta para una sociedad futura. Para que exista una ciudadanía honrada y buena onda, que no se dedique a saquear al país despojándolos de trabajo e ingresos, quizá necesitamos deshacernos de las grandes concentraciones para construir pequeñas ciudades habitables. Conozco muchas poblaciones con alrededor de cinco mil habitantes en las que todos sus pobladores se conocen y sus gobiernos tienen pocas oportunidades de cometer saqueos y fraudes, además porque sus economías no son grandes. Entonces todos son ciudadanos con todos sus derechos y obligaciones. (5/IX/20)


No hay comentarios.:

Publicar un comentario