1/22/2013

Los periodistas pal cafe....


En el IFE avanza la pretensión de cerrar algunos expedientes molestos y, finiquitadas ya las discusiones de fondo sobre la compra de Los Pinos en 2012, dejar el escenario listo para que los ocupantes del poder adquirido mercantilmente puedan dedicarse tranquilamente a la confección de escenarios alegres, optimistas y propositivos como el Pacto por México, la Cruzada Nacional contra el Hambre y los que habrán de venir.
En una especie de lavado de imagen, se pretende minimizar, mediante la recalificación de infracciones, algunas de las graves y muy trascendentes violaciones a la equidad electoral sucedidas en los comicios recientes (Monex no fue delictivo en sí; nomás rebasó topes de campaña y, en función de esta irregularidad menor, todo podría quedar blanqueado con el pago de alguna multa; igual puede suceder con el tema de la cascada ofensiva de anuncios llamados espectaculares). La culpa, en todo caso, sería del desalmado abuelo PRI, lleno de mañas, y no del cándido candidato mexiquense al que ahora le tocaría ver de lejos cómo castigan a quien le llevó al poder de manera absolutamente irregular (cuán suave expresión ha salido de las teclas de este astillador, que parece no saber cómo se designa en los códigos penales ese tipo de irregularidades).
Intento de conjura exprés contra el fantasma histórico de la compra de Los Pinos el año pasado. Imposible como es el ocultamiento de las maniobras mercantiles que desembocaron en el triunfo aritmético formal de Enrique Peña Nieto, el Instituto Federal Electoral (IFE) ha desempolvado algunos de los expedientes oscuros y prepara propuestas de resoluciones que, de ser aprobadas en su consejo general, podrían significar castigos económicos para el Partido Revolucionario Institucional, específicamente en los ya mencionados rubros de los anuncios espectaculares y del uso de las tarjetas Monex para pagar a operadores de la pasada campaña presidencial (no por el uso de éstas, pero sí por el rebase de los límites de gastos, que se verían incrementados al considerar el manejo de las citadas tarjetas en el rubro de la campaña y no en el gasto corriente, como ha pretendido el PRI).
Lo que el IFE está proponiendo podría quedar en mero desahogo procesal e incluso en sublime elogio del cinismo si se extingue con la relatoría de los abusos cometidos por el partido de tres colores en sus campañas del año pasado y si, además, se reduce a un mero asunto pecuniario, a un burocrático pago de multas (parte de la sabiduría priísta acumulada señala que siempre será barato en política todo aquello que se pueda comprar con dinero).
Infrinja ahora, pague después, sería la lección cívica del momento. Gaste lo que quiera y como quiera en hacerse de una Presidencia de la República y después pague unos millones de pesos para acallar a algunos inconformes, ya con el beneficiario de esas truculencias redituablemente instalado en el poder comprado, podría ser la moraleja. Habrá de verse, en todo caso, lo que sucederá este miércoles en el consejo general del IFE y durante la comparecencia, te- ñida de morbo político, del nuevo presidente de la Condusef, Mario di Costanzo, ante la comisión de San Lázaro que estudia el asunto de las tarjetas Monex.
Pero, como es sabido, el show debe continuar. Así que en Las Margaritas fue presentado el programa PeSaR (Peña, Salinas y Robles) contra el hambre. No ayuda a las presuntas intenciones modernizadoras del adquirente de Los Pinos la restauración de viejos modelos escenográficos como el que ayer hizo viajar a todos los gobernadores y a todos los miembros del gabinete a la cabecera de un municipio chiapaneco para escuchar discursos bastante prescindibles y presenciar el arranque de un programa contra la pobreza.
No hubo en la retoma de Las Margaritas nada que justificara ese despliegue faraónico. Un gobernador Manuel Velasco mostrándose inmaduro, más que joven, con un discurso de elogios fáciles al jefe en turno, envejecidamente insustancial su retórica a la que el tono de la voz no ayuda mucho. Una Rosario Robles rápidamente instalada en su nueva faceta de tecnocracia institucional, en busca de complacer al jefe formal inmediato, pero con dedicatoria para el máximo jefe solidarista. RR: ni sombra de lo que fue, ominoso anuncio de lo que es y será. Luego, el gobernador de Chihuahua, Javier Duarte, candil de la Conago y oscuridad de su entidad, donde madres de desaparecidas marchan entre el frío y el abandono mientras el mandatario jocundo pronuncia sentidas piezas oratorias frente a Peña Nieto, quien cerró la tanda asegurando que la famosa cruzada contra el hambre no es asistencialismo.
En otros ámbitos institucionales, lo infausto continúa. El consejero del Instituto Federal de Acceso a la Información y Protección de Datos (Ifai) Ángel Trinidad Zaldívar (hijo del periodista Ángel Trinidad Ferreira) hizo saber las razones por las cuales le fue imposible votar a favor de Gerardo Felipe Laveaga Rendón para presidente de ese instituto. Según la descripción hecha por alguien que ha conocido directamente los entretelones del asunto, Laveaga es un intelectual perezoso, distante de la talacha relacionada con la rendición de cuentas, deseoso de fórmulas fáciles y de comodidades con cargo al erario, displicente y cínico, con la vista puesta más en acercarse al ideal de un aristócrata inglés que al de un funcionario mexicano encargado de dar transparencia a asuntos de poder que son del interés de ciudadanos de a pie.
Más allá de las razones profundas de esos pleitos internos ahora hechos públicos, y del contexto específico en que han sido develados, es decir, en la lucha por la sucesión en la presidencia de ese organismo, la personalidad y el desempeño profesional de Laveaga han generado críticas profundas que ahora se potencian. Estando en el centro del interés del priísmo nuevamente gobernante el bajar el perfil de la transparencia informativa, el arribo de un personaje ampliamente cuestionado ayuda a restar fuerza y a entretener en conflictos colaterales. ¡Hasta mañana!
Twitter: @julioastillero
Facebook: Julio Astillero
Sin dar a conocer con cuánto presupuesto arranca y de dónde saldrán los recursos, ayer fue presentado en sociedad otro programa gubernamental contra la pobreza (enfocado éste a combatir el hambre que padecen millones de mexicanos), el cual, como tantos otros, lo primero que cancela es la posibilidad de que los propios beneficiarios cuenten con empleo e infraestructura productiva para que por sí mismos salgan adelante y de forma sostenible.
Con la puesta en marcha de la Cruzada Nacional contra el Hambre todo apunta al resurgimiento de Solidaridad, programa social insignia del salinato, y por mucho que desde el gobierno peñanietista lo nieguen, el nuevo programa es eminentemente asistencialista (el inquilino de Los Pinos asegura que se trata de un cambio estructural en materia de combate a la pobreza). Lamentablemente, en el pomposo acto, realizado en Las Margaritas, Chiapas (en el que tres oradores –Rosario Robles, Manuel Velasco y Javier Duarte– lanzaron sus más floridos piropos al inquilino de Los Pinos), nadie tuvo tiempo de explicar cómo se financiarán la alfabetización, desayunos escolares, cocinas comunitarias, los programas de agricultura familiar, la generación de ingresos, la creación de empleos, el incremento en la producción sustentable, la cultura de una alimentación saludable, la creación de los bancos de alimentos, la integración de los pequeños productores a los mercados locales y el fortalecimiento de las redes de protección social, entre otros, enunciados, aunque sí se dio a conocer que por medio de un decreto se establece el Sistema Nacional Contra el Hambre, sin Hambre (sic) y la creación de un consejo nacional que estaría atento al desarrollo de la Cruzada Nacional contra el Hambre.
Tampoco, de dónde saldrán los recursos para una alimentación y nutrición adecuada de las personas en pobreza multidimensional extrema y carencia de acceso a la alimentación; eliminación de la desnutrición infantil aguda y mejoramiento de los indicadores de peso y talla de la niñez; aumento de la producción de alimentos y del ingreso de los campesinos y pequeños productores agrícolas; reducción de las pérdidas post cosecha y de alimentos durante su almacenamiento, transporte, distribución y comercialización; e impulso a la participación comunitaria y la movilización popular para la erradicación del hambre. Lo anterior se escucha muy bonito y nadie estaría en desacuerdo de alcanzar tan preciados objetivos, pero de que cuestan, cuestan.
De entrada, el nuevo Solidaridad atenderá parcialmente las ingentes necesidades de millones de mexicanos. De acuerdo con lo anunciado ayer, los hambrientos de este país, que son muchos, recibieron la noticia de que sólo 400 municipios recibirán ayuda, es decir, 16 por ciento del total, sin incluir a las 16 delegaciones del Distrito Federal, y tendrán cobertura 7.4 millones de mexicanos, o lo que es lo mismo, 25 por ciento de los 28 millones que padecen pobreza alimentaria. Se trata, de acuerdo con el discurso de ayer, de atender a aquellos que padecen una doble condición: de pobreza extrema y de carencia alimentaria severa.
Algo similar se comprometió a la hora de anunciar otros programas de combate a la pobreza, incluido Solidaridad, instituidos a lo largo de los años. Supongamos que en todo esto existe buena voluntad, un deseo real de que millones de mexicanos abandonen la pobreza, mejoren su calidad de vida y su expectativa. Pero eso no es suficiente, porque el actual número total de pobres en el país es similar al registrado 16 años atrás, lapso en el que oficialmente se han canalizado multimillonarios presupuestos a tal combate sin mayores resultados.
Es imposible erradicar la pobreza con programas que de entrada no atacan la raíz del problema y se limitan a ofrecer paquetes de ayuda. En 1992, por ejemplo, la numeralia oficial reconocía la existencia de poco más de 46 millones de mexicanos pobres; dos décadas después, el saldo se aproxima a 60 millones, y de ellos 28 millones registran pobreza alimentaria, la cual ahora será combatida, quién sabe con qué recursos, sólo al 25 por ciento.
De acuerdo con Enrique Peña Nieto, en la Cruzada Nacional contra el Hambre la gran protagonista será la sociedad mexicana en movimiento, las mujeres y los jóvenes serán el ejército que la movilizará, con acciones enfocadas a la alimentación y nutrición, pero, también, con brigadas para mejorar viviendas y servicios en las localidades, con comités de alfabetización y trabajo comunitario. La sociedad, pues, pero la secretaria de Desarrollo Social, Rosario Robles, aseguró que no, que en realidad de lo que se trata es de una estrategia de política pública para combatir el hambre y contribuir a la seguridad alimentaria y nutricional de la población más vulnerable del país. Y como diría el clásico, no es lo mismo que lo mesmo.
En otra parte de sus discursos tampoco se pusieron de acuerdo: el inquilino de Los Pinos dijo que el nuevo programa tiene cuatro objetivos (amplia convocatoria social, organizar los bancos de alimentos y de donaciones, establecer un fondo de trabajo solidario para aquellos que quieran destinar parte de su tiempo a esta gran cruzada, y trabajar con especialistas en alimentación, nutrición y pobreza, a fin de asegurar que esta cruzada esté alineada, también, al Programa Hambre Cero, al que ha convocado Naciones Unidas.
Pero Rosario Robles dijo que no, que en realidad son cinco. Y a su entender los enumeró: Cero Hambre a partir de una alimentación y nutrición adecuada de las personas en pobreza multidimensional extrema y carencia de acceso a la alimentación. Eliminación de la desnutrición infantil aguda y mejoramiento de los indicadores de peso y talla de la niñez. Aumento de la producción de alimentos y del ingreso de los campesinos y pequeños productores agrícolas. Reducción de las pérdidas post cosecha y de alimentos durante su almacenamiento, transporte, distribución y comercialización. Y el impulso a la participación comunitaria y la movilización popular para la erradicación del hambre.
Y mientras ellos se ponen de acuerdo y encuentran recursos para financiar el nuevo Solidaridad, 60 millones de mexicanos, y contando, sobreviven en la pobreza.
Las rebanadas del pastel
¡Milagro! Como por arte de magia, el Inegi anuncia que la tasa oficial de desocupación abierta y la que mide la informalidad en el país se redujeron en diciembre de 2012, primer mes del gobierno peñanietista, por mucho que en ese mes se reconozca una pérdida cercana a 240 mil plazas laborales. ¿Qué tal?

De las muchas plantas que domesticaron, así como otras, cuyos frutos se han recolectado por milenios, las culturas originarias de México aprovecharon las semillas que por sus contenidos nutritivos tienen un lugar importante en la alimentación y forman parte de las cocinas regionales.
Hay semillas que utilizamos diariamente; las del maíz se comen tiernas en los elotes; ya maduras se cuecen con cal y se muelen para hacer masa para tortillas. En el caso del frijol comemos las semillas maduras cocidas o sus vainas tiernas, los ejotes. En el Recetario nahua del norte de Veracruz hay una receta de etlatoli que, como indica su nombre, es un nutritivo atole de frijol.


Indispensable, un pacto para el rescate de la nación
Al Ejército Zapatista de Liberación Nacional, a las bases de apoyo y simpatizantes del EZLN y a los pueblos de México:

Está en curso una estrategia gubernamental disfrazada de discurso benévoloque entraña una virtual manzana envenenada dirigida al Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN). Dos elementos la expresan de manera diáfana: el llamado cambio de nombre de la comisión para el diálogo y la decisión de arrancar su campaña nacional contra el hambre precisamente en Las Margaritas, territorio en que murió el comandante Pedro, segundo al mando en el alzamiento zapatista del 1º de enero de 1994.

Después de una apacible y bella noche estrellada, o de una interminablemente larga, negra de tono espanto, el crepúsculo matutino irremediablemente termina por asomarse en el confín del horizonte, con su sonrisa anaranjada, anunciando que el sol está por salir. Una aurora como esa comienza a prefigurarse precisamente en la tierra del sol naciente, al tiempo que puede llegar a término el túnel que artificialmente fue creado por los dioses infernales de la finanza internacional. Artificial porque fue producto de artificios, no era una necesidad histórica.

El día 25 de octubre de 1875, Ignacio Ramírez, El Nigromante, preocupado por la desigualdad social imperante en el país, escribió a Carlos Olaguibel, gobernador del estado de México, una carta en la que preguntaba ¿qué hacemos con los pobres?, que en los tiempos en que la cuestión se formulaba resultaban sinónimo de indios. Casi siglo y medio después la pregunta sigue teniendo vigencia, entre otras cosas porque –a pesar de las políticas elaboradas desde el Estado para su desaparición y los programas económicos del sector privado con los mismos fines– los pueblos indígenas siguen existiendo, luchan contra las políticas colonialistas ejercidas en su contra, reclaman una verdadera reforma del Estado para que se les incluya en la nación mexicana, se reconozcan sus derechos colectivos y se creen los mecanismos para hacerlos efectivos.

El tamaulipeco José Ángel Gurría, secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), tiene dotes de astrólogo. Entusiasmado por la aprobación de las reformas laboral y educativa a finales de 2012 y por las que están en puerta, declaró a la prensa: Al menos en los últimos 15 años, no habían estado los astros tan alineados como ahora para aprobar un buen número de reformas estructurales, y eso hay que aprovecharlo.

Se cumplen 70 años de la aparición del libro de Georges Canguilhem Lo normal y lo patológico, que es, a mi juicio, una de las obras más importantes del siglo XX no sólo para la medicina, sino además para la filosofía. En la introducción a la primera edición, aparecida en 1943, el autor toca, así sea de paso, un tema inquietante: el estudio de las monstruosidades como medio para entender la normalidad.

En esta sección, a partir del lunes 14 de enero Mónica Mateos-Vega dio a conocer el veredicto de los especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia acerca del contenido de las urnas que resguardaban remanentes óseos depositados en la Columna de la Independencia, exhumados y exhibidos durante las festividades del bicentenario de la Independencia. Su reportaje se ilustra con fotografías.

Una de las preguntas que me hacen en cada uno de mis regresos a México es por qué vivo en París, por qué dejé mi ciudad. La formulación varía según las causas de la curiosidad: ¿cómo se puede vivir lejos?, y el colmo, en un país distinto al nuestro; ¿qué puede llevar a salir de las fronteras mexicanas cuando no se está obligado?; uno, cinco años incluso, puede comprenderse, pero, ¿más de 30…? ¡Una vida! ¿Y no valen más dos, tres vidas, a falta de eternidad, vidas semejantes y diferentes? La tentación del viaje hace soñar. Se me pregunta, en el fondo, cuáles son los oscuros motivos de ese autoexilio. Insinuación, festejo, insidia, sueño, espejismo, la cuestión contiene la respuesta. Método socrático utilizado en busca, si no de la inalcanzable verdad, al menos de la reflexión sobre la existencia. Método de los inquisidores de todos los tiempos para obligar a confesar incluso lo no cometido. Las respuestas varían: se acuerdan, como un instrumento musical, al tono que vibra con la auténtica curiosidad, a la incontrolable nota aguda del reproche, al sonido monocorde de la indiferencia que amuebla el vacío.


No hay comentarios.:

Publicar un comentario