8/22/2013

Los periodistas pal café . . . .



A la hora de cerrar esta columna (19 horas), con los diputados federales rumbo al Senado para tratar de instalar allí un periodo extraordinario de sesiones y con los profesores no oficialistas en vigorosa resistencia, lo único claro era el abismo creciente entre el formalismo institucional y las protestas populares.
A lo largo del día, el único sindicalismo magisterial combativo –el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación se mantiene replegado, con sus líderes bajo amenaza de cárcel al estilo Gordillo ante cualquier suspiro ínfimamente rebelde, esperanzados esos oficialistas en lo que hagan los profesores independientes– mantuvo cercadas las instalaciones de la Cámara de Diputados para impedir que avanzara el proceso de aprobación de la ley relacionada con el servicio docente, con sus aristas específicas respecto a evaluaciones, que fue incluida en maniobra tramposa y sorpresiva en el paquete de iniciativas asignadas al periodo extraordinario.
A sabiendas de que no habría retorno posible si permitían el curso normal del proceso legislativo que habría de dar visto bueno a las leyes secundarias que dan forma a la reforma laboral educativa, impulsada por Peña Nieto y negociada en el Pacto por México, los profesores en lucha impidieron que se realizara la reunión de cámaras que con carácter plenario daría inicio al periodo extraordinario. La dura oposición de los maestros a la aprobación por consigna de esas leyes provocó indignación extrema en algunos comentaristas y conductores de programas de radio y televisión (más de uno parecía a punto del infarto, dando voces de extrema molestia, llamando a las autoridades a hacer algo y no permitir tales agravios criminales contra la democracia, el estado de derecho y otras divinidades etéreas).
Para salvar el principio de autoridad, los directivos de San Lázaro ofrecieron a los profesores un arreglo sin sustancia real, mero artificio para ganar tiempo, agudizar campañas de linchamiento mediático contra las minorías violentas y aprobar en dos o tres semanas, en periodo ordinario, lo que de otra manera habrían de hacer en el extraordinario. Todo a cambio de que fueran desahogados los caminos de acceso a la Cámara de Diputados y ésta pudiera sesionar con aparente normalidad. Si los opositores no aceptaban la ganga, entonces el congreso soberano se sentiría en libertad de aprobar la ley del servicio docente este mismo periodo extraordinario. La tomas o la dejas.
Finalmente, los diputados fueron llevados en autobuses a la sede del Senado para realizar su sesión conjunta, dar por iniciado el periodo extraordinario y quedar en condiciones de aprobar la ley polémica. Al momento de dar estos teclazos no se tenía reporte de la reacción de los profesores. En estrictos términos jurídicos y procesales, el Poder Legislativo estaría listo para funcionar. Pero en términos políticos y sociales esa presunta representación popular y republicana actúa como simple correa de transmisión de órdenes superiores, en este caso Los Pinos y su coartada pluripartidista, el Pacto por México.
Están en crisis la mayoría de las instituciones públicas, en especial las integradas en procesos electorales impugnados, salpicados de corrupción y abusos. No hay legitimidad, sino una funcionalidad cada vez más distante de los intereses de las mayorías del país. Frente a esa maquinaria sin respetabilidad no son viables las formas tradicionales de búsqueda de atención y diálogo. Las bancadas legislativas del partido dominante y de los presuntamente opositores han sido desplazadas por el Pacto por México, de tal manera que el ejercicio en las cámaras es simplemente de convalidación de lo decidido externamente.
En otro tema: continúa el carnaval de la impunidad. El cura salesiano José Carlos Contreras obtuvo su inmediata libertad conforme a una resolución de la primera sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), con cuatro votos a favor y uno en contra, del ministro José Ramón Cossío.
Contreras fue acusado de la violación y el asesinato de Itzachel Shantal González López, de 16 años, alumna del Instituto Salesiano Carlos Gómez, en cuyo salón de usos múltiples fue encontrado el cuerpo sin vida el 22 de octubre de 2007, con el panista Marcelo de los Santos como gobernador, personaje particularmente cercano a la élite clerical potosina. El sacerdote Contreras fue inicialmente defendido por el abogado Cándido Ochoa, quien luego se convirtió en la parte oficialmente contraria al ser nombrado procurador de justicia en la administración del siguiente gobernador, el priísta Fernando Toranzo, quien en sus primeras acciones llamativas ordenó cumplir con la orden de aprehensión que el mandatario saliente, De los Santos, retenía para favorecer al cura. Actualmente, Ochoa es el secretario general de gobierno.
A pesar de tan constantes puntos de contacto con el poder político, desde el que se suelen fabricar expedientes penales a los opositores, diluir o degradar los de los cercanos a los afectos de los poderosos, los rigurosamente letristas ministros de la SCJN encontraron que los cargos contra el religioso eran carentes de sentido común y estaban fuera de lógica, según resumió Arturo Zaldívar Lelo de Larrea.
Ex policía con una larga y polémica trayectoria, ahora dedicado a investigaciones criminalísticas relacionadas con asuntos de marcado abuso de poder, Julio Ceballos Alonso señaló ayer en la capital potosina que la liberación del salesiano se debió a la conjunción de los poderes del clero y la derecha. Ceballos escribió el libro Shantal, asesinato en el Salesiano y ha señalado de manera implacable al cura Contreras como responsable de los delitos de los que ahora ha sido exonerado. El investigador asegura que las pruebas de la violación y el asesinato fueron maquilladas por órdenes del entonces gobernador Marcelo de los Santos, y que el cura no recibió una declaración de inocencia sino de insuficiencia de pruebas en su contra.
Y, mientras el PRD promueve su consulta sobre energéticos con el actor Héctor Suárez, ¡hasta mañana!
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El Congreso no se doblega ante nadie y ante nada, dijo el coordinador de los senadores del PRD, Miguel Barbosa, pero a pesar de que su expresión era compartida por otros muchos legisladores, en la práctica parece haber triunfado el magisterio disidente encabezado por la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), al detener la segunda fase de la reforma educativa.
El propio Barbosa y el coordinador del PAN en el Senado, Ernesto Cordero, informaron que sus bancadas acordaron no incluir ni respaldar en el periodo extraordinario la ratificación de candidatos a comisionados del Instituto Federal de Telecomunicaciones y de la Comisión Federal de Competencias, así como tampoco las reformas en materia de transparencia ni la Ley del Servicio Profesional Docente. El coordinador de los diputados del PRI, Manlio Fabio Beltrones, recordó que esta última ley no fue incluida para su discusión en el periodo extraordinario, por no haber consenso entre los grupos parlamentarios.
Aunque oficialmente no hubo acuerdo con los maestros disidentes y se mantuvieron sus protestas, se abrió una vía para que los legisladores pudieran llegar para la ceremonia de instalación del Congreso en el Senado.



El presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), Juan Pablo Castañón, dice que con la baja en la estimación de crecimiento económico que dio a conocer Hacienda para este año, a 1.8 por ciento, difícilmente se generarán 400 mil empleos. ‘‘Con este crecimiento económico difícilmente podrán llegar a los 400 mil empleos’’, asegura. ¿Y las inversiones prometidas por el sector privado? En julio pasado los integrantes del Consejo Mexicano de Hombres de Negocios, por conducto de su presidente Claudio X. González, anunciaron que destinarían 27 mil millones de dólares a inversiones y la adquisición de activos fijos en el país durante este año. Son 39 empresas las que se comprometieron, según González. ‘‘Hay reformas muy importantes que se han concretado en los últimos meses, empezando por la reforma laboral y pasando por la educativa y telecomunicaciones, además de las que están a punto de salir’’, dijo. ‘‘Por ello, las empresas del CMHN habrán de invertir la cantidad sin precedentes de 27 mil millones de dólares por la confianza en el país y lo que auguramos en el futuro’’. Claudio X. González no dio el nombre de las empresas ni la cuantía de la inversión que haría cada una, pero mencionó que el sector que más inversión llevará será la minería, seguido por las telecomunicaciones, luego productos al consumidor, productos químicos y tiendas con ventas a detalle. También mencionó que la inversión se distribuiría en el estado de México, Nuevo León y el Bajío, y, para el caso de la minería, en el noroeste del país. La desaceleración de la economía se combate con inversión pública y privada. Es el momento de que las 39 empresas que comprometió el presidente del CMHN aceleren sus planes para salvar el bache. ¿O sólo fueron palabras?
Líder kleenex
Romero Deschamps está dispuesto a todo con tal de no hacerle compañía a su colega Elba Esther Gordillo. ¿Saldrán los trabajadores petroleros a protestar a las calles contra el reformón energético? Desde luego que no. Aunque los pobresores de la CNTE están llevando a cabo ruidosas manifestaciones, ‘‘nosotros no vamos a hacer ese tipo de señalamientos. Tenemos la posibilidad de diálogo y lo haremos como siempre lo hemos hecho. Ustedes se fijaron, ahora revisamos el contrato y no hubo aspavientos ni nada’’. ¿Y si echan a los representantes del consejo de administración de Pemex? Tampoco. ‘‘Vamos a esperar a que se discutan las iniciativas’’. Lo que no sabe es que se parece mucho a un kleenex. Cuando ya no lo necesiten será material desechable.
La resurrección de Kodak
Muchos jóvenes aprendieron a tomar fotografias con su celular y tal vez no están familiarizados con una marca que por décadas fue la número uno en el mercado de la fotografía: Kodak. Las cámaras Kodak trabajaban con película. Después de tomar las fotos había que llevar el rollo al laboratorio para revelarlo e imprimir en papel las fotografías. No supo adaptarse Kodak a la era digital, bajaron sus ventas y tuvo que irse a la quiebra, al amparo de la ley de bancarrotas de Estados Unidos. Parecía que ahí había terminado una historia de más de 100 años. Hay buenas noticias. Un juez autorizó a Kodak a salir del esquema de la ley de quiebras. Volverá al mercado, pero ya no con las viejas camaritas, sino con otros productos. Hizo muchos cambios internos, entre ellos un ajuste mayúsculo de personal. Una parte de las acciones de la compañía era propiedad de fondos de pensiones y ha lllegado a un acuerdo con ellos para reintegrarles sus ahorros.



Más allá del pirotécnico discurso –oficial y oficioso– y el bombardeo propagandístico en torno a las virtudes e innegables beneficios de la reforma energética peñanietista, el quid de la propuesta del inquilino de Los Pinos está en el intento de modificar los artículos 27 y 28 constitucionales, con el fin de reordenar el marco jurídico para que la industria petrolera nacional deje de ser clasificada como área estratégica y pase a ser simple área prioritaria o, lo que es lo mismo, seguir la ruta por la que transitaron no pocos sectores y empresas otrora propiedad del Estado.
En el centro del debate (si es que finalmente se da) está lo que muchos mortales pudieran considerar un simple juego de palabras (estratégico o prioritario) en los referidos artículos, pero que en la concepción constitucional no sólo marca una diferencia de fondo sino una puntual delimitación entre lo público y lo privado, entre la propiedad del Estado y la participación del capital privado.
Como en este espacio se ha mencionado en otras ocasiones, la Constitución no dejar lugar a duda sobre la nada sutil diferencia entre áreas estratégicas y prioritarias: en las primeras la participación del Estado es exclusiva (como en la petrolera, la petroquímica básica y la eléctrica), mientras que en las segundas es legal y permitida la participación del Estado, el capital privado y eso que algún día se llamó sector social (al que, para que no existiera duda, también se desmanteló).
Desde tiempos de Miguel de la Madrid la ruta seguida para que las áreas estratégicas se conviertan en áreas prioritarias fue la reclasificación de productos y/o sectores, y la modificación de las leyes secundarias. Sin embargo, ahora que tenemos un gobierno muy moderno la pretensión es erradicar cualquier posibilidad de duda o laguna legal (dar certeza jurídica a los inversionistas, decía Felipe Calderón) para que el capital privado finalmente clave de lleno sus colmillos en las dos últimas áreas estratégicas que quedan vivas (existen otras, pero están muertas, como correos y telégrafos) tras cinco gerentes de Los Pinos y tres décadas de venta de garaje (ya no hay más qué vender).
Por ejemplo, por la vía de la reclasificación se desmanteló la industria petroquímica del Estado (orgullosamente nacional, presumía Adolfo López Mateos, su promotor). De básicos a secundarios (léase de estratégicos a prioritarios) se reclasificó a la mayoría de los productos petroquímicos, y por lo mismo pasaron al control privado, pero como los empresarios no supieron cómo, no les interesó o de plano no obtuvieron las utilidades deseadas, entonces la petroquímica secundaria en el país se fue al caño, mientras la importación de estos productos se incrementó año tras año.
Por la vía de la modificación constitucional, la banca pasó de ser área estratégica (al final de su gobierno López Portillo la incluyó en el artículo 28) a simple área prioritaria. Así, Carlos Salinas privatizó las 18 sociedades nacionales de crédito (sin olvidar el negociazo que De la Madrid le dio al capital privado por medio de los llamados certificados de aportación patrimonial de las propias instituciones). En su mayoría fueron entregadas a los especuladores bursátiles (muy amigos del régimen), quienes las exprimieron y las reventaron, sólo para que el erario las rescatara, las saneara y las extranjerizara. Todo en menos de cuatro años, y los mexicanos siguen pagando la factura.
En esos 30 años toda propiedad del Estado desapareció (en realidad cambió de manos), siempre con la promesa de obtener a cambio crecimiento, empleo, salarios creciente, bienestar infinito y cada día menos pobres, es decir, totalmente lo contrario a lo que sucedió y sucede. A estas alturas, como áreas estratégicas constitucionalmente reservadas al Estado sólo quedan correos, telégrafos y radiotelegrafía, petróleo y los demás hidrocarburos, petroquímica básica (no más de ocho productos, de los más de 64 que originalmente se incluían), minerales radioactivos y generación de energía nuclear (el cadáver lo encuentran en Laguna Verde) y electricidad (ahora con cerca de 40 por ciento de participación privada).
Por la vía de una nueva ley, en 1992 Carlos Salinas de Gortari privatizó al 100 por ciento la minería. El Estado se deshizo o, de plano, regaló (como la Compañía Minera de Cananea) a un selecto grupo de empresarios todas las paraestatales del sector, y a estas alturas del partido cerca de 30 por ciento del territorio nacional, y contando, está bajo control y usufructo de un grupúsculo de consorcios nacionales y extranjeros. A cambio, el erario recibe la fabulosa cantidad de 5 pesos (el precio de una caja de chicles) por cada nueva hectárea concesionada.
Ernesto Zedillo desincorporó al sector ferrocarrilero por la vía de la reclasificación: de ser clasificado como estratégico en el artículo 28 constitucional, simplemente pasó a ser prioritario, con lo que dos magnates (que ya se habían quedado con gruesa rebanada de bienes propiedad de la nación, como Larrea con Minera Cananea) acapararon los más de 11 mil kilómetros de vías férreas y todo lo que por arriba de ellas circulaba. Cinco lustros después no han construido un metro adicional, pero sus alforjas están rebosantes.
Recapitulando, con la ayuda del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, la nada sutil diferencia que algunos considerarían simple juego de palabras es la siguiente:
Áreas estratégicas: conjunto de actividades económicas (producción y distribución de bienes y servicios) que exclusivamente realiza el gobierno federal a través de organismos públicos descentralizados, y unidades de la administración pública, por imperativos de seguridad nacional (el subrayado es mío), interés general o beneficio social básico para el desarrollo nacional.
Áreas prioritarias: conjunto de actividades económicas (producción y distribución de bienes y servicios) que el gobierno federal, mediante las empresas públicas, realiza por sí o en concurrencia con los sectores social y privado, a fin de impulsarlas y organizarlas con antelación a otras, por razones circunstanciales (ídem) e imperativos de interés general, proveyendo de esta forma al desarrollo nacional.
He allí el interés real de la reforma propuesta por el actual inquilino de Los Pinos.
Las rebanadas del pastel
¿Y los beneficios de la reforma laboral? Grandiosos: 68 mil empleos formales en ocho meses (hasta julio pasado), es decir, 8 mil 500 empleos mensuales en promedio, cuando se requieren alrededor de 100 mil cada 30 días. Rotundamente exitosa, sin duda.
Twitter: @cafevega



Vaya berrinche que protagonizaron los de siempre. Esos que pretenden hacer creer a quien pueden que el DF es nada más Paseo de la Reforma y que aquí no hay espacios para la protesta.
Definida por sus gobernantes como un espacio de libertades, la ciudad de México es testigo desde hace ya varios días, pero principalmente ayer, de la protesta de los maestros de varias entidades del país contra la posibilidad de que diputados y senadores aprueben una ley contraria a sus intereses.
Sí, es verdad, entre los habitantes del DF hay irritación, aun entre los más tolerantes, que se contaminaron con una parte de la información que se comulga casi por todos lados y que acusa a los profesores de vándalos, así nada más, como si los más de 20 mil que estaban en las calles no tuvieran otra razón que conflictuar la vida de los capitalinos.



Y una vez que hubieron vendido las líneas aéreas, los complejos metalúrgicos, los ferrocarriles, las telecomunicaciones y los ingenios; cuando ya habían concesionado a particulares los yacimientos minerales, los puertos y aeropuertos, las autopistas, las vías urbanas, las cárceles y la vigilancia policial en puntos estratégicos; concretada la abdicación al dominio exclusivo del sector energético, y establecido el mercado del agua potable, empezaron a pelear entre ellos por los contratos, los mercados, las comisiones y las mordidas.
El problema se resolvió en el corto plazo porque aún era posible entregar en concesión la explotación de los sitios arqueológicos y los monumentos nacionales. Pero aquellas medidas no fueron suficientes. Al cabo de unos pocos años los hombres del poder volvieron a las recriminaciones mutuas porque la economía se había estancado, el crecimiento resultaba insuficiente y la inversión privada no encontraba alicientes para fluir al país.
Un secretario de Estado –no me acuerdo si fue el de Agricultura o el de Energía– tuvo la idea genial: tras estudiar cuidadosamente las leyes y comprobar que no existía una prohibición expresa para llevarla a cabo, eliminó todas las plazas de la dependencia que le había sido encomendada, menos la suya, y contrató a una empresa en calidad de proveedor de servicios: la compañía se haría cargo de todas las tareas, desde las decisiones que antes tomaban los subsecretarios hasta la asistencia de oficina, pasando por la conformación de un consejo de asesores, la venta de de los bienes muebles e inmuebles de la secretaría (ya innecesarios), la operación de ventanillas de atención al público, el sitio web y el suministro de comidas, material de oficina y papel de baño. A cambio, la proveedora de servicios cobraría un cheque anual equivalente al presupuesto aprobado para la dependencia.


 

Con una sentencia de 35 años de prisión culminó ayer el juicio militar contra el soldado Bradley Manning, acusado de filtrar a Wikileaks cientos de miles de documentos secretos del Pentágono y del Departamento de Estado que fueron posteriormente proporcionados a algunos medios informativos del mundo –este diario, entre ellos– para su elaboración periodística y difusión al público. El proceso estuvo plagado de arbitrariedades, incongruencias y paradojas.

Demandan a legisladores debate nacional sobre educación
Hacemos un llamado a los diputados y senadores para que actúen responsablemente y eviten un conflicto mayor en el sector educativo. Cuando violaron el proceso legislativo y aprobaron, de manera apresurada y sin consulta, los cambios a los artículos constitucionales 3 y 73 generaron inestabilidad en la educación básica.

Vista por un periodista del futuro, la fotografía que exhibe a la cúpula priísta, sus rostros adustos, tensos o preocupados, anunciando su apoyo total y absoluto a la reforma energética, será considerada como el símbolo gráfico de un fin de ciclo.

Lo que ocurre con la empresa Ternium, de capital extranjero, en el conflicto con los comuneros propietarios de las tierras ferríferas que esa compañía y sus antecesoras han explotado por más de 20 años en el municipio de Aquila, Michoacán, sin cumplir las justas demandas de los campesinos, es un síntoma de lo que sucede con muchas de las mineras del país, tanto de capital mexicano como extranjero. Éstas siempre están protegidas por los gobiernos federal y estatales, y por sus fuerzas públicas armadas, en sus apetitos de dominio de recursos del subsuelo, mediante concesiones. Nunca hasta ahora se ha registrado que las autoridades protejan y den la razón a los propietarios o usufructuarios originales de las tierras sometidas a concesión.

Vergonzosa, la unanimidad priísta sobre la reforma energética. La nueva divisa en el PRI: No pienso, y luego, existo, escribí en un tuit luego de ver en la televisión escenas de la reunión del consejo del instituto político sostenida el domingo pasado para dar apoyo mediático a su líder máximo en lo referente a la reforma energética propuesta. Vergonzosa y vergonzante, agregaría, al observar tantas caras que lamentaban no tener otra –aunque algunos tienen dos– para presentarla ante las cámaras.

Robert Fisk ha dejado en sus crónicas egipcias algo más que la descripción cruda del comienzo de una guerra civil en la que se anudan las motivaciones políticas con las religiosas: son la constancia de que allí donde la intolerancia se apodera de la conciencia y la voluntad de la gente sólo cabe esperar una tormenta de odio y violencia, el triunfo de Tánatos. Y que tras los muertos anónimos hay siempre intereses, hombres con nombre y apellido. La plaza Tahrir en El Cairo fue el símbolo de que el cambio era posible en ese país tan viejo como la civilización misma, según lo pregonaba el discurso modernizador de la juventud, expuesto a tiempo y hora con los deseos de las masas, de suyo desencantadas por el desempleo y la amenaza nada hipotética del hambre, es decir, por el fracaso de un Estado autoritario incapaz de afrontar la crisis contemporánea. Ganaron. Las grandes movilizaciones populares lograron la caída del odioso hombre fuerte, el fin del corrupto Mubarak. Y al vencer, los hechos ayudaron a crear la fantasía de que ya no eran necesarios los partidos ni las elecciones; tampoco un aparato armado paralelo, insurreccional, pues tenían de su lado al mando militar envejecido en sus laureles. La revuelta cívica, la acción individual, la resistencia de la mayoría bastaban para anular la respiración del adversario, obligándolo a ceder. Gracias a eso, la democracia directa fue reivindicada de nuevo como la alternativa para sacudirse del peso muerto de los políticos parasitarios y como solución al divorcio entre las instituciones del Estado y la gente corriente. Frente al poder paralizante de los medios la instantaneidad de las redes sociales; la cultura de la modernidad contra la solemne rigidez de las fabulaciones del poder decadente. Y detrás, la crisis de un orden incapaz de reciclarse sin ahondar los sufrimientos del pueblo.

Sin duda, la CNTE es hoy un actor poderoso, por ventura imposible de ignorar en el campo educativo y político del país. En estos meses ha adquirido renovada fuerza y ha sumado a sus demandas a amplios sectores del magisterio de entidades en las cuales hace unos meses no tenía presencia. Un factor determinante de este fortalecimiento han sido los graves errores de los gobiernos en materia educativa a lo largo de los recientes 20 años, la perversa campaña de la plutocracia mexicana en contra del magisterio (comandada por Televisa/Mexicanos Primero), y las maniobras para cercenar los derechos legítimos de este gremio. La CNTE no es una invención nueva, ni producto de la ocasión; más de 30 años de lucha constituyen la perspectiva desde la cual deben juzgarse su actuar y sus demandas. Incurrirían en un grave error quienes en este momento crítico del país pretendieran ignorar el movimiento de la coordinadora, o manipularlo o someterlo.

Antes era muy sencillo: el presidente de la República controlaba el Congreso, y a partir de Lázaro Cárdenas controlaba también a las principales organizaciones obreras y campesinas, además del llamado sector popular. Los gobernadores eran leales a la Presidencia, y si no, se les mandaba a su casa, como les ocurrió a los indisciplinados (desleales) al principio del cardenismo en los años 30, y en el salinismo medio siglo después.

El libro El Moncada: la respuesta necesaria, del historiador Mario Mencía (Cruces, Cuba, 1931), es un interesantísimo relato que se lee como una novela. Su estructura cinematográfica y la fluidez de su prosa facilitan la comprensión de este trascendental capítulo histórico. No sólo para Cuba pues existen semejanzas que inevitablemente evocan situaciones que hoy enfrentan los movimientos populares antineoliberales en América Latina y el Caribe. Esta entrega de la Oficina de Publicaciones del Consejo de Estado de Cuba, ampliada y modificada respecto a su homónima de 2006, confirma el irreductible compromiso del autor con los hechos históricos tal como se van revelando en sus acuciosas pesquisas, a la vez que la originalidad de sus interpretaciones.

En medio de titulares en Estados Unidos sobre el fin del monopolio estatal (artículos 27 , 28 y Pemex) o que ya era hora de que llegara la muerte, del monopolio de 75 años (en Forbes México se anunció que las petroleras... ya se frotan las manos), Enrique Ochoa, subsecretario de Energía, que parece cabildero de esas petroleras, confirmó a los reporteros extranjeros en la ciudad de México que, literal: (El plan de Peña Nieto) permite a firmas privadas como Exxon Mobil y Chevron extraer crudo por primera vez desde 1938, cambiando los artículos 27 y 28 de la Constitucion. Para calmar dudas de que el plan va en serio y, en efecto, aniquila la nacionalización petrolera, agregó que aunque el gobierno retiene la propiedad del petróleo, el plan es “suspender (lift) las restricciones para que las firmas registren el valor de sus contratos ante la Securities and Exchange Commission (SEC)”.

Verónica Musalem es una dramaturga talentosa que cuenta con algunos textos importantes –como Nueva York versus El Zapotito o Adela y Juana– y que gusta de experimentar con tiempos y espacios. Este último recurso se encuentra en su más reciente obra, Porque así son las cosas del mar, que no es de las más afortunadas al tratar de dar una visión contemporánea al mito de la ninfa Eurídice que llega al inframundo al ser mordida por una serpiente y de su enamorado Orfeo, el semidios de la música y la poesía que obtiene, gracias a su música, el permiso de buscarla en el Hades y la pierde por una imprudencia. Nada de esto es advertible en la obra ni en el montaje, excepto quizás por una referencia al largo tiempo que la protagonista Paulina ha esperado al músico Pedro y por el nombre de la tabernucha del rencuentro, El Hades. Pienso que se debe analizar el texto de Musalem y su escenificación respectiva olvidando un poco la mitología, como hacen gran parte del público y no pocos colegas y reporteros.

Sigo recordando aquellos tiempos de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) cuando aún se albergaba en el bello edificio churrigueresco conocido como Mascarones, en el barrio de San Cosme. Me acuerdo –y ya lo he contado en otras partes– del gran polígrafo don Agustín Millares Carlo que luego se fue a enseñar a Venezuela, del historiador hondureño don Heliodoro Valle, del dramaturgo Rodolfo Usigli. Hacían sus pininos Sergio Fernández y Ernesto Mejía Sánchez y ya estaba allí el muy joven y guapo José Luis Martínez, mi querido amigo, recientemente fallecido.



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