5/13/2015

Parada militar geoestratégica en Moscú: China e India, presentes; Occidente, ausente


Bajo la lupa
Alfredo Jalife-Rahme

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Fuegos artificiales sobre la Plaza Roja de Moscú, el pasado sábado, cuando Rusia celebró 70 años de la derrota nazi Foto Reuters

La impactante parada mi­litar del zar Vlady Putin en Moscú en el aniversario 70 del Día de la Victoria sobre el nazismo, con la notable presencia geoestratégica de China e India –dos potencias nucleares y geoeconómicas (respectivamente, primero y cuarto lugares del ranking global del PIB, medido por el poder adquisitivo, según la CIA)–, cimbró al planeta entero a grado tal que al día siguiente la canciller alemana, Angela Merkel, acudió precipitadamente a Moscú y, tres días más tarde, John Kerry, secretario de Estado de EU, visitó al supuestamente exorcizado mandatario ruso nada menos que en la ciudad de Sochi (Putin’s city).
Cuando los mandos militares suelen ocultar sus verdaderos arsenales hasta el tiempo de batalla, ¿qué armamento militar visible del renovado ejército ruso ­–má­xima superpotencia nuclear del planeta, aunque sea por una sola ojiva por encima de EU– habrá inquietado a Berlín y a Washington para intentar reconciliarse con el más maldecido por sus pueriles multimedia?
Mientras Gran Bretaña (GB) inicia su camino a la balcanización de sus cuatro naciones –Inglaterra, Escocia, Gales e Irlanda del Norte– con el resonante ascenso del Partido Nacional (sic) Escocés que reclama la secesión, mucho más notable que el triunfo artificial del Partido Conservador, favorecido por la engañosa redistritación decimonónica, que anhela su separación de la Unión Europea (UE).
Por arte de magia geoestratégica Kerry se reunió con el presidente Putin para trabajar en conjunto una solución política para el conflicto en Siria. Fue la primera visita de Kerry a Rusia desde el estallido de la crisis en Ucrania, en noviembre de 2013.
Michael Gordon, del New York Times, aduce que al mismo tiempo que Obama ha buscado aislar a Putin debido al contencioso de Ucrania, también ha buscado labrar áreas donde ambos lados puedan cooperar (sic), que van desde Irán pasando por Ucrania hasta Norcorea (http://goo.gl/1k1dcR).
¿Regresamos a las todavía indelebles esferas de influencia que tanto aborrecen Obama y Merkel sumergidos en la inviable unipolaridad de su globalización financierista?
Se trata de un enorme triunfo diplomático del aislado Putin frente a su aislador Obama.
En su discurso conmemorativo, Putin arremetió contra la unipolaridad americanocentrista y se pronunció por la multipolaridad de un sistema de seguridad global/regional sin bloques (http://goo.gl/6VLZ2W).
Hasta la BBC de Londres reconoce el poderío militar de Rusia a pesar de las sanciones, y coloca de relieve el tanque de la nueva generación Armata T-14, que ha causado conmoción como un vehículo revolucionario con una panoplia electrónica de ensueño (http://goo.gl/xfxCKF).
La BBC admite que una preocupación para los observadores occidentales de la modernización militar de Rusia es la frecuente referencia a las armas nucleares por los funcionarios rusos.
Sin subestimar la presencia de alrededor 30 mandatarios del mundo en la parada militar –entre quienes destacaron el general Sisi (Egipto), los presidentes Raúl Castro (Cuba) y Nicolás Maduro (Venezuela)–, a mi juicio, la relevancia geoestratégica radicó en la notable empatía del zar Putin y el mandarín Xi (http://goo.gl/nFyJFb).
No dejaría de lado la conspicua presencia del presidente de India, Pranab Mukherjee, lo cual consolida el triángulo geoestratégico del RIC (Rusia, India y China).
El diplomático de India M. K. Bhadrakumar –quien asistió al quinto Congreso Internacional de Vanguardia Científica patrocinado por la UAM, en el Palacio Legislativo de To­luca– exalta la autonomía estratégica de su país en la Plaza Roja: tomando en cuenta que EU prosigue una estrategia de contención que tiene como objetivo aislar y debilitar a Rusia, y sin viceversa, el no-alineamiento de India favorece a Rusia (http://goo.gl/wpUhgS).
A mi juicio, sobra y basta para que el triángulo RIC se pronuncie por la multipolaridad para que quede aislada la unipolaridad de EU cuando el aislador global acabó aislado.
El editorial del portal chino Global Times (http://goo.gl/ydV5Lk) considera que la asociación (sic) de Rusia y China reajusta (¡supersic!) el orden internacional cuando, un día después de la parada militar han conducido su primer ejercicio naval conjunto en el mar Mediterráneo (¡supersic!). ¡Todo está cronometrado!
Mientras el rotativo británico The Telegraph entró en páni­co es­cénico al señalar que el eje Rusia/China es la principal amenaza a la visión occidental de relaciones internacionales pacíficas (¡supersic!) y prósperas, el rotativo chino insiste en que Pekín y Moscú son solamente socios, no aliados. El matiz es crucial.
El editorial chino refiere que la asociación (sic) estratégica de China y Rusia es resultado de los tiempos (sic), pero es totalmente diferente a una alianza (sic) militar, como la que existe entre EU y Japón, y conmina a que Occidente debe preguntarse si hicieron algo (sic) molesto para que la cada vez más cercana relación entre Pekín y Moscú los perturbe tanto.
¿Qué han hecho? Mejor dicho: ¡qué no han hecho!
Occidente suspiraba y aspiraba cambiar el régimen en Moscú por la vía de la trampa en Ucrania, al unísono de la contención a China.
La parada militar geoestratégica llega casi dos meses después del estremecedor lanzamiento del Ban­co de Desarrollo chino (AIIB, por sus siglas en inglés) –que siempre definí como un game changer (punto de inflexión http://goo.gl/qAJXA0)– que atrajo en su seno hasta a dos aliados otrora especiales de EU: GB e Israel, no se diga las principales potencias geoeconómicas de la UE.
Global Times juzga que, pese a diferencias culturales, Rusia y China, “a diferencia de los lazos del ‘maestro y el vasallo’ de EU y Japón, son igualitarias” y concluye que la asociación, no alianza, no puede ser desestabilizada simplemente por una discordia histórica o la oposición del mundo occidental, por lo que exhorta a la élite (sic) occidental a despojarse de su egoísmo y autocentrismo para ver con buenos ojos cómo la asociación de China y Rusia está redefiniendo (¡supersic!) el viejo sistema de las relaciones internacionales.
EU habrá podido expulsar a China del “México neoliberal itamita”, su nuevo vasallo integrado al esquema irredentista de Norteamérica, pero le está costando mucho trabajo balcanizar las dos nuevas rutas de la seda (terrestre y marítima) que han trazado los geoestrategas de Pekín y que se plasma con las tres visitas exitosas del mandarín Xi a Kazajistán, Rusia y Bielorrusia (http://goo.gl/k5kyct ).
En otro artículo, Global Times comenta que por motivos geopolíticos varios líderes occidentales, que declinaron la invitación de Moscú, tratan de exhibir el aislamiento (sic) de Rusia, lo cual ha sido una decepción (http://goo.gl/XJhH7P).
De nada sirvió el estéril boicot de Occidente a Rusia, salvo de haber acercado más a Moscú con Pekín. ¡Gravísimo error de EU!
Vienen en julio dos cumbres trascendentales en Ufa (Rusia) del BRICS, y el Grupo de Shanghái, que marcan la nueva pauta geoestratégica del nuevo orden tripolar que no se atreve a pronunciar su nombre: EU/Rusia/China.
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