9/29/2015

Proponen defensoría en derechos políticos de las mujeres


   Indígenas viven más violencia al aspirar al poder: Xóchitl Gálvez

La delegada electa en Miguel Hidalgo, en esta ciudad, Xóchitl Gálvez, aseguró que la violencia política más fuerte se da en las comunidades indígenas, donde las aspirantes a cargos públicos viven en condiciones de pobreza o carecen de asesoría jurídica, para exigir su derecho a participar.   

 
Durante el foro “Balance de la violencia política en el proceso electoral 2014-2015”, organizado por el Instituto Electoral del Distrito Federal (IEDF), Gálvez aseguró que se deben tomar medidas para defender los derechos de las mujeres, en particular de aquellas que viven en comunidades indígenas o rurales.
 
“Creo que un buen avance sería crear una especie de abogados de oficio, defensoría en derechos políticos de las mujeres, para que quienes no tienen los recursos económicos para contratar una abogada, lo pudieran tener”, aseguró.
 
En el proceso electoral de junio pasado, cuando en el Distrito Federal se eligieron 16 jefaturas delegacionales y se renovó la Asamblea Legislativa, Gálvez ganó en Miguel Hidalgo como abanderada por el Partido Acción Nacional (PAN).
 
“No milito en el PAN; yo soy una candidata externa, pero curiosamente, si la delegación Miguel Hidalgo hubiera sido una delegación ganadora para el PAN, creo que no me hubieran invitado”, reconoció.
 
En opinión de la delegada electa, en su experiencia hay dos tipos de violencia política, una que es general y que se da por el simple hecho de participar en la política, y otra que se da por ser mujer.
 
“El que hubieran entrado a mi casa de campaña a las cuatro de la mañana con policía, se hubieran llevado a la gente detenida y las computadoras, eso es una violencia política extrema, que no creo que me lo hicieron por ser mujer u hombre, me lo hicieron porque iba a ganar o no sé, y yo ahí no me victimizo”, explicó. 
 
“¿Dónde siento que sufrí violencia política por ser mujer? Pues en la Huasteca, en la sierra (en el estado de Hidalgo, de donde es originaria), donde los funcionarios iban, mandaban llamar a los delegados municipales, la mayoría indígenas; el presidente municipal se sentaba con los delegados y les decía: ‘¿Ustedes son hombres, verdad? ¿A poco les gustaría que una mujer los mandara en su casa?’”.
 
Xóchitl Gálvez señaló que hay formas más sutiles de violencia como el lenguaje: “Cuando me hacen la pregunta de si estoy preparada para gobernar Miguel Hidalgo, pero por supuesto que me sobra preparación para gobernar esta delegación; soy ingeniera, soy experta en tecnología, sé de planeación…”.
 
Más que leyes –acotó–, hay que empoderar a las mujeres, trabajar para que se animen a participar, y aprovechar la migración masculina en las comunidades para que haya más presencia femenina en puestos de decisión.   
  
Por: Anayeli García Martínez, Cimacnoticias | México, DF.-

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