4/05/2016

Los periodistas pal café. . . .




Hay dos rasgos notables en la porción mexicana del histórico conjunto documental conocido como Los Papeles de Panamá. Por principio de cuentas, con lo hasta ahora divulgado se afinan los trazos que permiten vislumbrar con datos la monumental distorsión del sistema tributario mexicano, que por política oficial no declarada, pero sí puntualmente practicada, permite a ciertos personajes, empresas y segmentos socioeconómicos la elusión y la evasión en materia fiscal, en criminal detrimento de la disponibilidad de recursos para que el Estado cumpla eficazmente con sus obligaciones, sobre todo en obras y servicios. Por otro lado, a diferencia de lo sucedido en otras partes del mundo afectado por las revelaciones periodísticas, es evidente la pasividad domesticada de la mayor parte de la sociedad mexicana, absorta en la batalla por la supervivencia diaria, atemorizada por el panorama presupuestal oscuro de este año y profundamente convencida de que los escándalos de corrupción, impunidad y cinismo simplemente engrosarán el expediente negro de la clase política mexicana, sin mayores consecuencias que el desahogo en las redes sociales o en ciertos medios formales de comunicación social.
Apenas unos días atrás, al participar en una serie de conferencias en Madrid, uno de los mexicanos involucrados en Los Papeles de Panamá había abundado en la defensa que viene haciendo del papel del empresariado en la construcción de la riqueza nacional y en su sedicente contribución a un reparto de ella que así terminaría cerrando un ciclo virtuoso de prosperidad compartida. Ricardo Salinas Pliego incluso habló de ese ‘‘héroe discreto’’ que sería el hipotético buen empresario. No le falta razón al dueño del Grupo Azteca, consorcio que incluye a Televisión Azteca, a la hora de promover y elogiar las virtudes del buen emprendedor respecto a la sociedad. Pero en el caso específico de México muchos de los grandes empresarios han fincado su éxito en el atropellamiento de reglas, en el aprovechamiento y promoción del esquema corrupto de asignación de contratos, y en el sostenimiento de un régimen político y económico (del que forman parte destacada, gemelar) que les permite tener ganancias desmedidas, injustas, y pagar poco, muy poco o incluso nada de lo que deberían aportar al régimen fiscal, valiéndose de procedimientos de excepción, marrullerías legaloides acordadas con funcionarios previamente ‘‘arreglados’’ y la utilización de paraísos fiscales, como ahora se ha demostrado.
La construcción de largos túneles para liberar a sus capitales del encarcelamiento fiscal mexicano (las alcantarillas de los chapos de cuello blanco) involucra de distinta manera a políticos y empresarios. Por ejemplo, al actual candidato panista a gobernador de Veracruz, Miguel Ángel Yunes Linares, de constante aparición en señalamientos respecto a una gran acumulación de riqueza, cuyo hijo Omar ha sido mencionado en trámites con la quemante firma de abogados panameños ahora tan negativamente famosa (otros hijos de este Yunes panista son, respectivamente, senador y presidente municipal de Boca del Río, en ese Veracruz donde este mismo grupo familiar blanquiazul había denunciado múltiples propiedades ostentosas del impresentable priísta Javier Duarte de Ochoa).
Y, en el flanco empresarial, Televisa con uno de sus vicepresidentes más importantes, Alonso de Angoitia, y uno de sus comisionados para asuntos futboleros, Guillermo Cañedo.
Y, sin embargo, Los Pinos, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público ocupada por Luis Videgaray Caso (otro agradecido beneficiario de la generosidad inmobiliaria de un contratista consentido, Juan Armando Hinojosa Cantú y su grupo Higa) y el Servicio de Administración Tributaria (dirigido por Aristóteles Sandoval, acomedido ayer para tender puentes de retorno a los fugitivos, con un ‘‘programa de retorno de capitales’’, una especie de blanqueo ante indiscreciones periodísticas), montan la rutina de las declaraciones limpiadoras, el barajeo de artículos legales, el chistorete de que la justicia se aplica por igual a todos, la promesa de las investigaciones a fondo y la espera del reparador paso del tiempo. Plop.
La simple relación comercial casera entre Videgaray e Hinojosa, a semanas de tomar posesión de la cantada secretaría de los dineros públicos, debería llevar al alto funcionario a algo más que un silencio desdeñoso respecto al movimiento de dinero revelado en los documentos panameños. Emilio Lozoya, director de Pemex hasta hace semanas, también es beneficiado con la exculpación en automático, a pesar de que la recurrencia (aunque no se hubiera consumado en un contrato específico) a las habilidades de ocultamiento de capitales de la firma centroamericana de abogados Mosack Fonseca debería llevar a indagar un probable enriquecimiento ilícito en el manejo desastroso (para la empresa, pero no para los directivos) de Petróleos Mexicanos.
Pero nada se mueve de más en el entendimiento político dominante de México. El escándalo será usado como material discursivo y de presión en términos electorales por partidos políticos, dirigentes y candidatos de oposición, inmersos todos en la pelea por el más allá, el de las urnas y el reparto de las rebanadas de poder.
Los principales medios de comunicación irán orillando a la orilla el ribete específico de México (hubo diarios de circulación nacional que ni siquiera tocaron el tema en su portada) y se centrarán en los escándalos de corte internacional, sobre todo lo deportivo o farandulero, con especial dedicatoria al nuevo villano fiscal, Vladimir Putin, golpeado en seco el ruso expansivo mientras empresarios y políticos estadunidenses no aparecen por ningún lado como usuarios de los paraísos fiscales denunciados.
Y, mientras el titular de la secretaría de Educación Pública, Aurelio Nuño Mayer, sigue en guerra electoral contra el dirigente de Morena, Andrés Manuel López Obrador, acusándolo de pretender dar marcha atrás a la llamada ‘‘reforma educativa’’ (contra la cual ya se manifestaron también los diputados del Partido de la Revolución Democrática en Oaxaca), ¡hasta mañana!
Twitter: @julioastillero, Facebook: Julio Astillero, Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx



Los negocios son primero. En vísperas del arranque del Hoy no circula Plus, dos ciudadanas fueron golpeados ayer por oponerse a la tala de árboles en el llamado Deprimido Mixcoac, aparentemente por gente al servicio de las constructoras. Eran árboles frondosos de más de 1.20 metros de diámetro. Susana Kanahuati, enlace de la asociación Vecinos Unidos, dijo que es una incongruencia de las autoridades. Pero, como dijo el profe Hank, ‘‘sin obras no hay sobras’’.
Y hoy arranca…
Lo que ustedes deben saber acerca del Hoy no circula:
Todos los autos de todos los hologramas dejarán de circular a partir de hoy un día a la semana y un sábado de cada mes.
No se suspenderán: servicios de emergencia, seguridad pública, autos eléctricos, transporte de servicios urbanos, escolar y de personal, autos a base de gas natural o LP, servicios funerarios en cortejo, placas para personas con discapacidad, protección civil y transporte de residuos peligrosos.
El sistema de las fotomultas continuará operando. Su límite mínimo es de 5 mil infracciones al día, pero no hay máximo. Como habrá menos vehículos circulando, tendrán que aplicar más multas entre un número menor de automovilistas.
De acuerdo con cifras de la CAMe, dejarán de circular diariamente un millón ochenta mil vehículos. Si el promedio por auto es de 1.2 ocupantes, alrededor de un millón 300 mil personas serán bajadas de su automóvil y forzadas a usar transporte público. A menos de que tengan dos o más vehículos.
Guillermo Calderón, director general del Metrobús, dice que se mantendrá el flujo del servicio todo el día y se prolongarán los recorridos nocturnos. Se hará uso de todas las unidades de reserva con las que cuentan las 11 empresas prestadoras del servicio, de 60 a 80 unidades extras, que se programarán para cubrir la línea 1 (Insurgentes) y la línea 6 (San Juan de Aragón), que fueron las más demandadas en la contingencia anterior.
Trolebús y Tren Ligero serán gratuitos; el Metro y el Metrobús no.
Hacienda levanta la canasta
Simplemente no es posible atender la solicitud de Miguel Ángel Mancera de ¡5 mil millones de pesos para mejorar el transporte público! Fue muy claro Luis Videgaray. Tendrá que buscar el financiamiento por otro lado. ¿Por qué no cortan los gastos superfluos del gobierno capitalino, comenzando por la asamblea?
Obvio
En México no sucederá nada más allá de alguna declaración en el sentido de que le andan buscando el fondo al asunto. Pero en Islandia quieren correr al primer ministro Sigmundur David Gunnlaugsson. Hay una ola de indignación en su país y los ciudadanos piden su renuncia en manifestaciones afuera del Parlamento.
Ombudsman Social



En esta ocasión –la segunda en cerca de 14 meses– el Sistema de Administración Tributaria (el temido SAT) reaccionó mediáticamente a tiempo. No cabe duda que aprendió del mazazo recibido en febrero de 2015, cuando un grupo de acaudalados mexicanos (parte de las famiglias autóctonas de siempre) aparecieron como propietarios de jugosas cuentas bancarias en Suiza con fines de evasión fiscal, y el organismo dependiente de la Secretaría de Hacienda guardó sepulcral silencio.
Ahora, en abril de 2016 al SAT casi lo vuelven a agarrar con los dedos en la puerta, con el escándalo de los denominados Panama papers, una versión ampliada del Swissleak de febrero de 2015, donde la batuta la llevó el banco HSBC. Sin embargo, su jefe, Aristóteles Núñez, rápidamente tomó el micrófono y explicó que tres son las razones que llevan a los felices propietarios de cuantiosos recursos (bien o mal habidos, que es lo de menos) a depositarlos en paraísos fiscales: a) proteger sus activos; b) proteger su confidencialidad y c) evadir al fisco. Hasta allí todo más o menos bien, pero el jefe del SAT se fue de largo al decir que es común que los mexicanos tengan sus inversiones en el extranjero (¿en serio? ¿Los mexicanos, así nada más?).
Las dos primeras no son ilegales, dice Núñez, por lo que la tercera razón es la que fundamentaría el trasiego de dinero de México a los paraísos fiscales existentes en el planeta. Entonces, obvio es que si mantienen sus dineros allí es, precisamente, para evadir el pago de impuestos y borrar todo rastro de sus componendas.
Tras divulgarse los Papeles de Panamá y conocer que empresarios mexicanos forman parte del enjuague (entre ellos el favorito del inquilino de Los Pinos, Juan Armando Hinojosa, el de la Casa Blanca de EPN y La Gaviota y la de Videgaray en Malinalco) el jefe del SAT informó que el organismo a su cargo inició una investigación para dejar en claro quién sí y quién no evadió al fisco. Bien, pero el problema es que cuando estalló el escándalo por el Swissleak, en febrero de 2015, Aristóteles Núñez anunció una investigación para lo mismo, y es la hora en que no se conocen los resultados, amén de que ninguno de los involucrados ha sido tocado con el pétalo de un impuesto.
Entonces, ¿cuánto tardaría el SAT en encontrarle la cuadratura al círculo y documentar quién sí y quién no pagó los impuestos de ley? Este organismo forma parte de la estructura de la Secretaría de Hacienda, dependencia que entre sus áreas especializadas cuenta con la de Inteligencia Financiera, oficialmente responsable de seguir el camino del dinero y los negocios ilícitos. Sin embargo, no ha localizado un solo peso del crimen organizado. Cuando menos eso es lo que parece, porque el negocio del narcotráfico se mantiene boyante, al igual que el de otras actividades ilegales y Hacienda nunca encuentra un solo peso.
Bien lo denunció ayer una diputada: la señal de alarma se enciende en el SAT cuando un depósito en efectivo sobrepasa los 15 mil pesos o un cheque excede ciertos montos, pero en las narices de ese organismo y en la de Inteligencia Financiera se trasladan más de 100 millones de dólares de un solo empresario (Hinojosa), ¿y nadie lo registra? (versión oficial).
El excelente trabajo realizado por el periódico alemán Süddeutsche Zeitung y los integrantes del Consorcio Internacional del Periodistas de Investigación (ICIJ) embarró a mandatarios, políticos, empresarios, deportistas e integrantes de la farándula. Y su publicación de inmediato generó consenso, porque todos los denunciados y balconeados de inmediato se lavaron las manos y negaron la veracidad de la información (Salinas Pliego, Angoitia, Hinojosa, Emilio Lozoya; sólo falta Caro Quintero). Pero que tiemblen, porque el SAT investigará –como en el caso del Swissleak–, aunque después del niño ahogado, como siempre.
Año tras año los informes de la Auditoría Superior de la Federación están plagados de denuncias documentadas sobre evasión al fisco, cancelación de créditos fiscales a las empresas de siempre, voluminoso regreso de impuestos a los empresarios de siempre, entre otras tantas gracias asociadas a este tema, lo que confirma –por si hubiera duda– que uno de los grandes filones para amasar jugosas fortunas en el país es, precisamente, el asunto tributario. El otro, son los bienes de la nación.
Resultaría ocioso, porque encontrarían todos los nombres en todas las transas de cuando menos los últimos 30 años, pero revisen la historia de los rescates, los saneamientos (Fobaproa), los subsidios cambiarios (Ficorca), la privatización de empresas del Estado y demás, y siempre aparecerán, de una suerte u otra, los mismos empresarios y/o sus familiares que ahora aparecen en los Papeles de Panamá, Swissleak y los que se acumulen.



Horas antes de que se iniciaran formalmente las campañas en Aguascalientes, el Instituto Estatal Electoral sesionó de manera extraordinaria para atender la instrucción de la sala regional de Monterrey, Nuevo León, del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación para revisar los criterios con que los partidos eligieron candidatas. Se exigió que las mujeres no fueran registradas en municipios o distritos donde sus partidos hayan perdido en la elección pasada inmediata, pues esto les resta posibilidades de ganar.
Los partidos sufrieron para escoger mujeres que los representaran, obligados a cumplir la ley sobre paridad de género, pues consideran que no hay en sus filas mujeres dispuestas o capacitadas para buscar puestos de primer nivel. Es el resultado de un sistema hipócrita, que en las leyes simula ser de avanzada pero en la realidad sigue tratando a sus mujeres como damitas que requieren un hombre al lado.




La ciencia experimental no puede permanecer disociada de las ciencias sociales y de las humanidades; temas como la manipulación genética, la clonación, la energía nuclear, el cambio climático o los transgénicos así lo demandan. Es necesario el diálogo entre estos campos del conocimiento distintos sólo en apariencia. Esto plantea la editorial del reciente número de Ciencias, revista de difusión de la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional Autónoma de México, cuyo editor es César Carrillo Trueba. Los interesantes artículos que lo forman analizan bajo estas dos ópticas los temas del maíz y la miel en el país.
El mismo César Carrillo inicia con un artículo sobre el maíz ajo o maíz tunicado, que ha sabido conservar a través de tres generaciones el campesino Vicente Hernández de San Juan Ixtenco, Tlaxcala, población ñañú cercana a Huamantla, donde se siembran diversas variedades de maíz. El tunicado, cuya característica principal es que cada grano está cubierto –de ahí su nombre– se cultivó en el continente americano desde hace al menos 4 mil años. El investigador Efrén Hernández Xolocotzi hizo eco a la hipótesis de Paul C. Mangelsdorf, de que un maíz tunicado pueda ser el ancestro del maíz actual.



Opinión


Tras el conjunto de revelaciones mundiales sobre el uso de empresas fantasmas y triangulaciones de dinero por políticos, funcionarios, empresarios, delincuentes y personalidades del deporte y los espectáculos, las autoridades gubernamentales y los propios señalados han reaccionado con una asombrosa combinación de puerilidad y cinismo. Se investigará, es la respuesta generalizada en las dependencias fiscales de los países en los que residen los propietarios de los fondos trasegados y de las compañías de fachada. Se trata de calumnias, afirman varios involucrados en esas operaciones que, si no son abiertamente ilícitas, resultan al menos opacas e inescrupulosas, en tanto que otros admiten ser o haber sido propietarios de las empresas fantasmas, pero aseguran que no las han utilizado con fines delictivos, aunque omiten toda explicación de los motivos que los llevaron a poner sumas astronómicas a la sombra de los paraísos fiscales por medio de empresas off shore.

Endurecer el No Circula poco aportará a mejorar el aire
Durante la reciente contingencia ambiental fueron retirados de la circulación hasta 800 mil vehículos por día. Sin embargo, los reportes oficiales sobre calidad del aire mostraron muy poca o ninguna mejoría. Salimos de la contingencia por un providencial evento atmosférico que dispersó los contaminantes. Durante casi 30 años se ha dejado al automóvil pagar los platos rotos de los demás emisores de contaminantes.

Los abogados observamos con gran preocupación que existe una clara tendencia gubernamental hacia la minimización de la importancia de los derechos humanos y la abierta confrontación con las instancias internacionales competentes en la materia: el Alto Comisionado de Naciones Unidas en Materia de Derechos Humanos, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, el relator especial sobre la Tortura, el Comité contra las Desapariciones Forzadas y el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes.

Aquí y allá hay signos del desasosiego que vive esa isla social con forma de archipiélago –se distribuye por el mundo, aunque de manera desigual–, formado por el aparentemente invisible y ultrafamado uno por ciento de la sociedad mundial. Ese desasosiego es la peor amenaza para la humanidad, pues mantiene ejércitos de CEOS en sus empresas y sus think tanks, de naturaleza investigadora, cuya función es la reflexión intelectual sobre asuntos de política social, estrategia política, economía, estrategia militar, y tecnología, para mantener a toda costa su estatus actual a cualquier precio. Sus instrumentos son los gobiernos de los estados donde habitan; sus ejércitos, sus instituciones internacionales, con los que se gestiona y controla el desastre creciente que se ha vuelto el mundo.

¿Incendiar haciendas y ayuntamientos?, ¿quemar archivos, liberar presos?, ¿dilapidar la riqueza que se presenta en forma de cañaverales o minas?, ¿cortar cuellos? Estas conductas irracionales para las élites de 1810 (o 1911 o 2016) son el símbolo visible de la insurrección popular, del pueblo en armas. De la gente que decide sublevarse contra la opresión. Pero durante las décadas recientes, para los historiadores académicos de la Independencia el pueblo era una figura retórica del patriotismo: lo que había en realidad “era una multitud de grupos sociales… que vieron sin comprender la revolución política que sacudió al Caribe a partir de 1789 y al resto del continente a partir de 1808”. No fue el pueblo el que hizo la Independencia: si acaso, los pobres y marginados participaron como carne de cañón.

No hay palabras para de­finir las más recientes acciones del Es­tado mexicano en relación con el Grupo In­terdisciplinario de Expertos Inde­pendientes (GIEI) y, por ende, con el caso Ayotzinapa, y, a la vez, rechazar el informe de la CIDH sobre la grave crisis de derechos humanos en nuestro país.

Una chicana, según el diccionario de la Real Academia Española, es una artimaña, un procedimiento de mala fe. Una chicana fue, lisa y llanamente, lo que la Procuraduría General de la República (la PGR) hizo al dar a conocer de manera unilateral y sesgada los resultados preliminares del tercer peritaje sobre el basurero de Cocula.

Una vez destruida toda verosimilitud de la verdad histórica y puesta en evidencia la determinación del gobierno federal de urdir una mentira histórica para encubrir algo aún más truculento y sórdido que esa fábula, la Procuraduría General de la República (PGR) se concentra ahora en fabricar una incertidumbre definitiva sobre el destino de los 43 muchachos normalistas que fueron desaparecidos en Iguala el 26 de septiembre de 2014 por fuerzas del Estado. La construcción de la incertidumbre como lápida final para un crimen incómodo es un conocido recurso de autoexculpación del poder político. Claro que en términos de imagen lo más conveniente es ofrecer una explicación plausible que desvíe la atención de los culpables reales y la haga recaer en culpables inventados o que la constriña a unos autores o cómplices materiales de poca monta. Pero si eso no es posible, más vale pasar por ineptos que por criminales. ¿Quiénes ordenaron los asesinatos de los Kennedy? ¿El de Olof Palme? ¿El de Colosio? Misterio. Las pesquisas iniciales de esos delitos fueron inmundas, más pensadas para oscurecer que para aclarar; se dejó pasar el tiempo, se destruyeron pruebas, se ocultaron testimonios y se fabricaron otros, se sembraron pistas falsas, el enredo acabó por ser inexpugnable y los asesinos quedaron a salvo de la justicia.

Primero las malas: algunas autoridades sanitarias de nuestro país previeron que en la actual temporada invernal (que va de la semana 40 de 2015 a la 13 de 2016) habría muy pocos casos de influenza respecto de las temporadas anteriores. Todavía en los primeros meses de 2016 se aseguraba que el número de enfermos se mantenía por debajo de lo ocurrido el año previo, aunque en algunas de las principales ciudades de México lo que se percibía era algo muy distinto. A fin de cuentas, la realidad, terca como es, superó todas las expectativas. Los cálculos de esos epidemiólogos, acompañados por sus frases tranquilizadoras, se derrumbaron para dar paso a uno de los peores episodios de influenza que se han vivido en México en los últimos años.

Por fin uno de los protagonistas más destacados de la generación que siguió a la de la llamada Ruptura ocupa una de las salas, la primera a la izquierda, del Museo de Arte Moderno (MAM,) que siempre ha sido (aunque por periodos ha resultado inalcanzable) meta de exposición de artistas vigentes.

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