4/08/2010

Crisis, generales y políticos

John Saxe-Fernández

El auge militar en los altos círculos estatal-empresariales no es asunto nuevo en EU: desde los años 1950 fue advertido por sociólogos, economistas, presidentes y generales. El fenómeno cobra peso en la relación de EU con América Latina, como lo indica la primacía en la política hemisférica, junto al Banco Mundial, FMI y CIA, de los Comandos Norte (CN) y Sur del Departamento de Defensa (DdeD), por lo que importa revisar las secuelas domésticas y externas de la crisis económica sobre la ecuación civil/militar pues la militarización genera posiciones encontradas dentro y fuera del DdeD.

Fue Michael Mullen, jefe del Estado Mayor Conjunto, quien, en fechas cercanas al encuentro del Grupo de Alto Nivel (GAN) de seguridad realizado en México el 23 de marzo pasado, con asistencia de la plana mayor del gabinete de guerra de Obama y sus contrapartes de México, expresó a los medios su inquietud por la militarización de la política exterior de Estados Unidos y mencionó la enorme asimetría entre el gasto militar y de seguridad (que ya rebasa el billón –trillion– de dólares) con el del Departamento de Estado, de apenas unos 55 mil millones (mmdd).

Además de cuantitativa la cuestión es cualitativa, porque el manejo de estos recursos asignados por el Congreso entraña una simbiosis belico-industrial con el empresariado capitaneado por una cúpula monopólico-financiera cuyos intereses se protegen por encima de la población ante una crisis que, con el mega-rescate bancario/empresarial, acota al gasto público de manera drástica y selectiva: es visible el influjo militar y del aparato bancario/financiero y de seguridad, en la proyección de poder dentro y fuera del país, trátese de Goldman Sachs, Stanley Morgan o CitiGroup y de una treintena de poderosas firmas subsidiadas por el gasto militar, en cuyos cuerpos directivos y gerenciales hay creciente presencia militar: Lockheed Martin; Boeing; Northrop/Grumman; BR; General Dynamics; General Electric etcétera.

A ellas se agregan firmas de seguridad, verdaderos ejércitos mercenarios timoneados por exoficiales de inteligencia y de las fuerzas especiales que operan bajo el abrigo de una privatización de la política de seguridad interna y externa, parte del outsourcing de funciones logísticas, que desde Reagan-Bush se diversifican hacia operativos clandestinos y de provocación/represión. Cuentan además con un vasto cuerpo de cabilderos en el Congreso, vitales en tiempos de austeridad fiscal. Su éxito en mantener y aumentar privilegios bélico-industriales se refleja en el diseño presupuestal: mientras a los Departamentos de Agricultura, Vivienda y Desarrollo Urbano, Energía, Justicia, Salud y Servicios Humanos se asignan en su conjunto 250 mmdd, al aparato militar, de Homeland Security y a las guerras de agresión y ocupación en Afganistán e Irak se les adjudican más del billón: sólo el gasto militar de más de 700 mmdd, es mayor al del resto del mundo. El 70 por ciento va a esos contratistas. El manejo político-electoral de los contratos y de 4 mil bases desplegadas en Estados Unidos, se refleja en la militarización y para-militarización de políticas internas y externas de Texas a New York, de Colombia y México, a Irak y Afganistán, sea bajo el manto de la guerra anti-terrorista y su Ley Patriota, o de la guerra contra narcotráfico y crimen organizado y su estado de excepción.

En Estados Unidos y México la militarización se retroalimenta. El GAN desenfatizó lo policial-militar a favor de un enfoque integral en una guerra que desgarra población y territorio en México, no en Estados Unidos. Y mientras el jefe del CN dijo que el Pentágono comparte con el gobierno mexicano su experiencia en Irak y Afganistán, el secretario de Defensa de México pide facultades como las de la policía, lo que según la oposición legislativa llevaría a un estado de excepción. Esto ocurre mientras EU pone en marcha la primera oficina binacional para conducir la guerra anti-narco en territorio nacional.


Cuba
y los sinvergüenzas mediáticos

Ángel Guerra Cabrera

La mentalidad colonialista de los editores del diario español El País no conoce límites y revela descarnadamente la penosa decadencia intelectual de quienes tripulan los pulpos mediáticos. Raúl Castro se atrinchera contra el mundo, titula la nave insignia del Grupo Prisa, como si el mundo, la humanidad, se redujera a las elites gobernantes de Estados Unidos y Europa y sus sirvientes locales de los países en desarrollo. Los pueblos no cuentan y menos si son de color y se rebelan contra los desmanes civilizatorios del capital en América Latina, Asia y África.

El País se refiere al discurso de Raúl Castro en el Congreso de los jóvenes comunistas, donde el presidente cubano precisó que Cuba no cederá al chantaje de ningún país o conjunto de naciones, por poderosas que sean en alusión al farisaico apoyo de la Unión Europea y Estados Unidos a las fantasiosas e inaceptables demandas de los huelguistas de hambre opositores, presos o en libertad, y la desvergonzada actitud de inculpar a Cuba por la muerte o el deterioro físico de esos individuos. ¿Concedería España lo más mínimo, por muy justa que fuera la petición, a un preso vasco en huelga de hambre, este sí genuinamente político? La Thatcher dejó morir sin contemplaciones a los patriotas irlandeses encabezados por Bobby Sands sin que, por cierto, se inmutara esa misma prensa occidental que lleva a cabo la campaña de calumnias, mentiras e infundios contra Cuba. Estados Unidos mantiene en prisión a los cinco antiterroristas cubanos recurriendo a una farsa judicial grotesca que viola su propia Constitución y leyes y esa misma prensa guarda silencio ante una violación tan flagrante del Estado de derecho. Como ante todos los crímenes imperialistas siempre. Ni una sola palabra sobre el genocidio fascista en Hiroshima, Vietnam, o el que se comete en las actuales guerras coloniales de Washington contra Irak, Afganistán y Pakistán, apoyadas por la Unión Europea y en las que han perdido la vida centenares de miles de civiles muchas veces cobarde e impunemente asesinados o torturados por la soldadesca yanqui. Silencio sobre el genocidio en cámara lenta del pueblo palestino a manos de Israel y el despiadado bloqueo de Gaza. Silencio sobre los miles de millones de pobres y hambrientos en este planeta y la amenaza de extinción de la especie humana cuya única causa es el sistema capitalista. Claro, sería mucho pedir una condena del Parlamento Europeo a esos crímenes pues sólo le interesa denostar a los que desafían el orden establecido.

No puedo abstenerme de citar aquí una sentencia fulminante del cantautor Silvio Rodríguez: …a cada instante se habla peor de Cuba, la mayoría de las veces sin fundamentos, sólo porque lo desean… los dueños de la llamada Gran Prensa y del 90 por ciento de Internet; los mismos sinvergüenzas que hace 50 años nos tienen bloqueados de todo menos de su sacrosanta información… en el reciente curso escolar sólo se han podido admitir dos estudiantes de piano en cada conservatorio cubano. No hace mucho podía entrar una docena… He aquí una gloriosa hazaña de ese bloqueo…

Si la revolución Cubana ha logrado sostenerse victoriosa frente a la desenfrenada hostilidad y al férreo cerco de Estados Unidos y de la burguesía internacional por más de medio siglo se debe a dos razones principales. Una es el apoyo popular a su liderazgo, y la otra, que nunca ha cedido un milímetro en cuestiones de principio, como sería el caso si accediera a las peticiones de los huelguistas de hambre de la exigua contrarrevolución interna que no representa a ningún sector del pueblo cubano, además de contar con el rechazo o la indiferencia de este. De Cuba se pueden lograr los más generosos gestos con buena voluntad pero nada desde posiciones de fuerza.

Cuba, por demás, está muy bien acompañada por la solidaridad de los pueblos del mundo, de una América Latina con gobiernos progresistas que impulsan su unidad e integración, de muchos de los más destacados intelectuales, artistas y luchadores sociales de nuestra América, Europa y Estados Unidos, que han firmado la declaración En Defensa de Cuba lanzada desde México por la Red En Defensa de la Humanidad en rechazo a la actitud arrogante e injerencista del Parlamento Europeo y de todos cuantos atacan a la isla con doble rasero y tejado de vidrio desde el mendaz argumento de los derechos humanos.

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