4/06/2010

Novela histórica de Eugenio Aguirre

Isabel Moctezuma, la voz de una mujer tras la conquista

Por Laura Romero

México, DF, 5 abr 10 (CIMAC).- “Se me trataba como un trofeo de guerra, a disposición del mejor postor”, narra Tecuichpotzin Ichcaxóchitl, Flor de algodón, la hija predilecta de Moctezuma Ilhuicamina, al recordar los días aciagos del gran pueblo mexica, durante y después de la encarnizada conquista española, dirigida por Hernán Cortés.

Desde una perspectiva femenina, reivindicativa, pero que también pretende ser conciliadora con nuestra identidad mestiza, el escritor mexicano Eugenio Aguirre en su más reciente obra: Isabel Moctezuma, nos acerca al momento de la caída de la antigua México-Tenochtitlan, basado en la documentación histórica y la imaginación de lo ocurrido ante lo atroz.

A decir del autor, en su obra Isabel Moctezuma, reta de alguna manera la frase de la escritora Marguerite Yourcenar acerca de que: “la vida de una mujer es demasiado secreta como para intentar escribir sobre ella”.

En el libro, Isabel Moctezuma se convierte de alguna manera en la antítesis de Malintzin, víctima de la cobardía de su padre Motecuhzoma, y de la crueldad de Cortés, pero lo suficientemente inteligente para sobrevivir a la catástrofe de su pueblo y conservar sus privilegios de noble.

Eugenio Aguirre atrapa, conduce al lector a ver lo que se vivía entre los muros del centro ceremonial mexica: la vergüenza de Motecuhzoma y el respectivo desprecio de sus allegados, así como el cinismo de los extranjeros antes considerados dioses.

“La certeza de nuestra existencia se quebró el martes 8 de noviembre de 1519.. “(…) Sin embargo antes, siempre hay un antes, recuerdo que fuimos felices, que vivimos inmersos en el orden y en el devenir de muchos sucesos afortunados, cuya historia fue preservada por nuestros mayores en la sabiduría de los cantos, in xochitl in cuicatl, en la flor y canto de nuestra poesía”, se lee en la novela histórica Isabel Moctezuma.

Al igual que sus hermanas, Tecuichpo se convirtió en cacica tras la desgracia de su pueblo, no sin antes haber pasado la humillación de ser concubina de Hernán Cortés, con quien —ya casada con el afeminado Alonso de Grado— tuvo una hija: Leonor Cortés Motecuhzoma.

“Sentí que me partía en dos mitades. Ahí, entre mis senos, estaba (…) la hija del conquistador que había destruido mi mundo (…) y que, sin embargo, era sangre de mi sangre, una niña que llevaba en sí el linaje de Axayácatl, Netzahualcóyotl, Cuitláhuac y Cuauhtemoctzin”.

Isabel Moctezuma, novela histórica de la editorial MR (Martínez Roca) de Eugenio Aguirre, narra los primeros años tras la Conquista, en la voz y con la mirada de una mujer, heredera de un gobernante (tlatoani), una mexica que vio resquebrajarse su mundo y contribuyó a edificar otro.


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