2/05/2014

Los periodistas pal café . . .


 Lo más notable del teatro político montado ayer en Morelia fue la búsqueda temprana de lauros, aunque fueran autoimpuestos. El retorno de la matraca conceptual en los discursos deseosos de quedar bien con el jefe al que desde ahora ha de dibujarse retóricamente como estadista concebido sin el pecado de haber leído tres libros que lo marcaran, reformista enfilado fatalmente (la primera acepción de fatal es inevitable) a que su nombre sea escrito en letras de oro (o en acciones petroleras), prócer requete- bién cumplidor (a diferencia de otros, sobre todo si se llaman Felipe), pomada política sanadora que en 30 días comienza a dar resultados, aliento presupuestal que resucita a gobernadores convalecientes de trasplante de comisionado, pase automático al reino sonrosado de las ilusiones acompañadas de limón y aguacate, en un Michoacán convertido en un tris, gracias a la varita mágica mexiquense, en tierra de progreso, prosperidad y proyectos (si el lector desea agregar alguna característica que también empiece con pe, puede hacerlo por su cuenta, predispuesto a asumir su eventual autodefensa).
Evocaciones de echeverrismo aparatoso en las faenas ejecutoras de un Enrique Peña Nieto que lleva a su gabinete a la blindada capital del estado para que desde esa realidad acondicionada se comprometa a apoyar de manera enjundiosa al Michoacán que el comisionado golpista, Alfredo Castillo, ha soñado como una especie de Barcelona, el equipo líder de la liga nacional (condenando a los demás equipos-entidades federativas a pelear por la media tabla, con el riesgo del descenso, ¡San Carlos Vela del no a la selección mexicana los ampare!)
Así como el Héroe del 68 y del 10 de junio despachaba instrucciones que aparentaban ser resolutivas enérgicas o deslumbrantes, conforme los afectados le iban detallando sus cuitas en sesiones maratónicas, ahora el Prohombre de Atlacomulco ordena a sus secretarios de estado y directores relevantes que nombren altos funcionarios como representantes para coordinar acciones en Michoacán, y emplaza al encargado de Bucareli a que esté en la entidad cuando menos dos veces al mes, y desgrana cifras, datos, proyectos, inversiones, construcciones, obras y servicios mientras fuera de esos recintos militarmente amurallados la terca realidad apenas se da por enterada.
Los malabarismos presupuestales en Morelia (presentar de diversas maneras los mismos fondos, estirar expectativas, barajar las cartas hacendariamente marcadas) tienen como destino la recuperación de la paz social por la vía de las aplicaciones policiacas y militares, pero también de las políticas de desarrollo social, con la superviviente Rosario Robles como distribuidora a través de la secretaría del ramo (la ex presidenta del PRD tiene como jefe de su oficina, con gran poder y máxima confianza, a Ramón Sosamontes, náufrago también de las tempestades Ahumada). Discursos y planes van y vienen en la capital michoacana mientras unos 2 mil indígenas realizan una peregrinación de la pobreza. Vienen de los pueblos de la Montaña, en Guerrero, y son un ejemplo de la manipulación y efectismo de las ceremonias y anuncios oficiales de atención a los damnificados por mil causas. Ellos, en particular, por las tormentas Manuel e Ingrid, en septiembre pasado. Bla, bla, bla. Clap, clap, clap (perdón por la anglolicencia aplaudidora). Ataca la matraca de nuevo.
Veinticinco expedientes después, la impunidad demuestra su paso aplastante en el caso de los 49 niños muertos y los 70 lesionados en junio de 2009 en Hermosillo, Sonora, en la guarde- ría ABC. Nada por aquí, nada por acá. La chistera política y judicial no hace brotar conejos justicieros sino aberraciones como el hecho de que a la fecha no haya nadie castigado por las muertes infantiles que así se suman al catálogo de las vergüenzas históricas toleradas por una sociedad nacionalmente adormecida, indolente, a la que ni aquellas ni posteriores infamias parecen mover y conmover más que anecdóticamente.
Padres y madres de aquellos niños han sostenido una fatigosa lucha en pos de justicia, apoyados por grupos ciudadanos, pero hasta ahora los presuntos responsables directos de aquella desgracia sólo han sido procesados benévolamente en ámbitos penales y administrativos, de tal forma que uno tras otro han ido saliendo en libertad o enfrentan las acusaciones sin haber pisado la cárcel. Ayer se conoció la exoneración más reciente, la de Irma Crescencia Díaz Gómez, quien fue coordinadora de zona de guarderías del Instituto Mexicano del Seguro Social en Sonora y obtuvo su libertad por desvanecimiento de datos. También desde las alturas del poder han ido desvaneciendo cualquier posibilidad de castigo a personajes principales de esta tragedia, como la familiar de Margarita Zavala Gómez del Campo o los priistas relacionados con el entonces gobernador, Eduardo Bours.
Hoy, en el Monumento de la Revolución, se realizará un ejercicio de participación ciudadana en busca de nuevas formas de lucha. Se le ha denominado Congreso Popular (CP) y en su agenda destacan dos propuestas: una relacionada con la declaratoria política de revocación de las reformas aprobadas recientemente por el Congreso formal, el que despacha en San Lázaro o en Insurgentes y Reforma, en particular la concerniente a lo energético, y otra referida a la preparación de medidas de desobediencia civil el próximo 18 de marzo, cuando se cumpla un aniversario más de la expropiación petrolera que el peñismo y sus aliados están botando al cesto extranjero de la basura redituable. La sesión del CP se realizará en el citado monumento ante la invariable negativa de instituciones públicas y educativas a prestar algún inmueble adecuado para ese esfuerzo cívico.
Y, mientras AMLO y Morena solicitan a la mafia del poder que tramite y resuelva sobre una acusación de traición a la patria contra el jefe grupal, ¡hasta mañana, con los ajustes de cuentas contra panistas que exigen indagar y castigar los famosos moches!
Twitter: @julioastilleroFacebook: Julio AstilleroFax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx

Foto
Dicen que los niños –y las niñas, por supuesto– cuando nacen traen una ‘‘torta bajo el brazo’’. Eso será en otros países, porque en México les robaron su torta. En realidad, cada bebé mexicano nace con una deuda de 57 mil pesos. Es la parte proporcional que le corresponde de la deuda pública del país, la cual, según el más reciente reporte de la Secretaría de Hacienda, ya ha alcanzado 6 billones 500 mil millones de pesos (cifra redondeada), habida cuenta que somos alrededor de 113 millones de personas las que poblamos la República. No son números fijos, como placas de fotografías. Son dinámicos, porque los intereses incrementan la carga de la deuda cada segundo que transcurre. Lejos de aligerarla, Peña Nieto la hizo más pesada en su primer año de gobierno: contrajo nuevas deudas por 606 mil millones de pesos y fracción, de acuerdo con la documentada información de mi compañero José Antonio Zúñiga. Esta cifra integra la inversión de los capitales golondrinos, a los que habrá que devolverles su dinero cuando decidan emprender el vuelo. Sin embargo, a quien no hay que perder de vista es a Felipe Calderón. Cuestionado frecuentemente por la forma antidemocrática como se apoderó de la presidencia, y también por el río de sangre que corrió en su sexenio, pocas veces se analiza el aspecto administrativo. Prácticamene triplicó la deuda. ¿Qué hizo con la enorme suma de créditos que contrató? No se ve que pase apuros para pagar la renta de su casa en Cambridge. A los bebés mexicanos ya los dejaron sin la torta que solían traer bajo el brazo al nacer.
Tarjetas de crédito
Cuando se habla de intereses de tarjetas de crédito hay que tener en mente que existen dos clases de titulares: los ‘‘totaleros’’ y los ‘‘no totaleros’’. Los primeros no tienen de qué preocuparse, en los hechos no pagan intereses, son los que saldan su cuenta en su totalidad. Otra historia es la de los ‘‘no totaleros’’. No tienen dinero suficiente, van abonando a la tarjeta muchas veces en el esquema de los pagos mínimos. Banco de México dio a conocer ayer un detallado reporte sobre este negocio. En la gráfica anexa puede verse cómo las tasas de interés de los bancos han ido bajando progresivamente y hoy oscilan en 25 por ciento para ambos tipos de cliente. Puede ser que estos datos no coincidan con los que aparecen en tu estado de cuenta, en ese caso debes utilizarlos para pedir una aclaración. ¿Por qué te están cobrando más? Hay algunos muy agresivos como BanCoppel, CrediScotia y ConsuBanco. Capítulo aparte de los intereses son las comisiones. Desde lo que cobran por emitir una tarjeta de crédito hasta por demorarse en el pago. La tarjeta sigue siendo una de las principales fuentes de rendimiento bancario.





Con eso de que Petróleos Mexicanos tiene que ser competitiva (Peña Nieto dixit), la paraestatal puso las neuronas a trabajar y no deja de rescatar empresas privadas. Ya se conoce la historia de los astilleros gallegos y los miles de empleos que generará… en España. Pero ahora recompra ex paraestatales a precio inflado (al 3 x 1), y va en pos de un consorcio privatizado en el salinato, el cual, de acuerdo con los especialistas, no es más que un montón de fierros viejos.
Lo más interesante de todo esto es que en esta trama una vez más aparece el zar del carbón y propietario de Minera del Norte, una de las mineras denunciadas en los tejes y manejes entre templarios y autodefensas (ver la nota principal de La Jornada del domingo 2 de febrero y el México SA del lunes 3), que no es otro que Alonso Ancira (muy cercano a CSG, según presume), cabeza visible del Grupo Acerero del Norte, propietario de la también ex paraestatal Altos Hornos de México, entre otras.
Resulta que tres semanas atrás PMI, filial de Petróleos Mexicanos y la misma entidad que concretó el rescate de los astilleros gallegos, firmó un contrato para la compra de la empresa privada Agro Nitrogenados (subsidiaria de Minera del Norte y propiedad de Alonso Ancira), un consorcio del Estado que formó parte de Fertimex, privatizada por Carlos Salinas de Gortari en marzo de 1992, toda vez que, según él, se trataba de una paraestatal no estratégica.
En ese entonces, por tal venta el gobierno mexicano habría recibido algo así como 150 millones de dólares al tipo de cambio de la época (por cierto, la para entonces privatizada empresa Agro Nitrogenados dejó un regalito de 219 millones de pesos en la panza del Fobaproa, vía Comermex-Inverlat, monto que siguen pagando los mexicanos). Al empresario Alonso Ancira el gobierno mexicano le vendió una empresa productiva, en funcionamiento y con mercado garantizado.
Pues bien, casi 22 años después de aquella privatización (que los genios del salinato justificaron por el carácter no estratégico de la producción de fertilizantes nacionales), PMI (léase Petróleos Mexicanos) decidió recomprar Agro Nitrogenados por la friolera de 475 millones de dólares, es decir, a un precio tres veces mayor al que el propio Alonso Ancira (se supone) pagó más de dos décadas atrás por una empresa en plena operación. Es un negociazo, sin duda, aunque no para la nación: por cada dólar que el erario obtuvo en 1992 por la venta de la citada empresa, en 2014 Pemex paga poco más de tres para recuperarla, aunque se trate de un consorcio obsoleto e improductivo desde 1999.
La firma del contrato de compraventa se llevó a cabo el pasado 16 de enero en la torre de Marina Nacional, y en la fotografía que certifica la operación y el entusiasmo de los participantes aparecen más que sonrientes el director general de Pemex, Emilio Lozoya, y el presidente del Grupo Acerero del Norte, Alonso Ancira, rodeados de ejecutivos y funcionarios de la paraestatal y el consorcio privado. Así es: 475 millones de billetes verdes provenientes del erario para rescatar un montón de fierros viejos, con tecnología obsoleta, que hace 15 años no produce nada y que tendrán que rehabilitar para que sea operativa.
Eso sí, la paraestatal asegura que con “la compra de los activos de la empresa Agro Nitrogenados, Pemex reactivará la producción hasta de 990 mil toneladas anuales de urea en Pajaritos, Veracruz, a partir de 2015. La producción esperada de urea representa cerca de 75 por ciento de la demanda nacional actual de este insumo estratégico (resulta que ahora sí es estratégico) para el agro nacional. La producción potencial de la planta podría sustituir la importación de fertilizantes por más de 400 millones de dólares anuales. Sin embargo, se busca también reconstituir el mercado interno de esta industria y orientar el producto hacia los sectores de menor nivel de desarrollo económico en el país, ubicados en la región sur-sureste del país… Con esta operación, Pemex cumple su compromiso con el campo mexicano, el Plan Nacional de Desarrollo y con las iniciativas del presidente Peña Nieto de un México próspero”.
Un poco tarde, y a un precio exorbitante, se dieron cuenta de que la producción de fertilizantes sí es estratégica para México, como lo es para cualquier nación. Desde la privatización salinista de Fertimex y sus distintas plantas productoras (Agro Nitrogenados, entre ellas) la producción interna se desplomó, porque sus propietarios privados no pudieron, no entendieron o ni se enteraron qué es lo que habían comprado y para qué servía. Adujeron razones de altos precios de los insumos, y los productores privados dejaron en el abandono a esa industria y, por ende, al campo mexicano, y a corto plazo el país se convirtió en importador neto de fertilizantes, y de paso de alimentos. ¿Y quiénes decidieron importarlos para revenderlos en el mercado nacional? Los mismos a los que el salinato les entregó Fertimex, por tratarse de una paraestatal no estratégica, y a los que ahora se les recompra (tres por uno) lo que dos décadas atrás les vendieron.
Con ese rasero (sectores y paraestatales no estratégicos), desde los tiempos de Miguel de la Madrid (apertura de la venta de garaje) hasta los de Enrique Peña Nieto (cierre de la venta de garaje, con la modernización de Pemex y CFE) los gobiernos neoliberales se deshicieron de mil 155 entidades del Estado, sin beneficio alguno para el país y sus habitantes, aunque muy productivo para los amigos del régimen. Por allí pasaron la banca, los ferrocarriles, las petroquímicas, las mineras, los satélites, las aerolíneas, obviamente los fertilizantes y todo lo demás que se queda en el tintero, sin olvidar lo más reciente (crudo y energía eléctrica).
Dada la dinámica gubernamental de hacer negocios, nada raro sería que en breve, con recursos públicos, Pemex rescate a la industria petrolera, pues los inversionistas que vinieron por el oro negro mexicano decidieron importar y no producir crudo. De hecho, cómo olvidar la probadita que ya nos dieron: nada más aprobada la reforma energética, el gobierno que privatizó el petróleo y la electricidad pidió, y obtuvo, un crédito del Banco Interamericano de Desarrollo (450 millones de dólares) para financiar a empresas del sector privado para que cogeneren electricidad.
Las rebanadas del pastel
¿Dudas de cómo se hacen los negocios entre el poder público y el privado, en detrimento del país y de sus habitantes? ¿Y Alonso Ancira? Feliz e impune, una vez más.
Twitter: @cafevega


Ojalá que ahora sí sea cierto!, Ojalá cumpla!, “O fueron las frases que más se escucharon ayer entre los asistentes a la presentación en Morelia del plan de rescate económico y social de Michoacán que vino a anunciar el presidente Enrique Peña Nieto con su gabinete en pleno.

Porque ayer, más allá de la ambiciosa estrategia de inversión que anunció el titular del Ejecutivo federal, entre los representantes de los diversos sectores michoacanos salió a relucir el desencanto de tantas promesas no cumplidas, y el escepticismo, porque no faltó el empresario que advirtiera que debió abandonar Michoacán, o el mediano productor que no evitara comentar que ha tenido que pagar derecho de piso. La memoria –porque para estos casos sí la hay– de que ya antes se ha hablado de planes de rescate en la entidad provoca desconfianza por el discurso.
Y entonces esos ojalá que se escucharon en el Centro de Convenciones eran una especie de esperanza colectiva, catarsis manifiesta en sonoros aplausos que no eran huecos, sino que retumbaban ante cada medida que enumeraba el mandatario: que 3 mil 500 en créditos para mipymes (¡aplausos!) que habrá inversión en infraestructura carretera (¡aplausos!). Al final, la suma mayor: 45 mil 500 millones de pesos en recursos extraordinarios para rescatar la desplomada economía interna. Y Peña se lleva todas las palmas con ese anuncio, pero también en cada saludo y a cada paso, la petición: que esta vez sea cierto, que no haya engaño, que cumpla, que no sea sólo parafernalia mediática.


 

Ayer, en Morelia, al anunciar una estrategia gubernamental para atender la crisis de inseguridad y violencia que se vive en Michoacán, el presidente Enrique Peña Nieto informó que el gobierno federal destinará 45 mil 500 millones de pesos durante este año para diversas acciones en materia de desarrollo en la entidad: economía familiar y empleo, educación y cultura, infraestructura y vivienda, salud y seguridad social y desarrollo social y sustentabilidad. A renglón seguido, el político mexiquense instruyó a los titulares de las dependencias federales involucradas a que visiten la entidad por lo menos dos veces al mes.

Desea pronta recuperación de Federico Campbell
Frente a la grave situación de la salud de Federico Campbell, deseo con intensidad que este amigo escritor recupere su salud y podamos seguir disfrutando de su sentido del humor, de la originalidad de sus cuentos y ensayos, su calidad humana y la profundidad creativa de sus traducciones, y asimismo, continuar realizando los encuentros fortuitos en la Roma. Un abrazo solidario en este difícil momento para Carmen Gaitán y la familia.

Con la reforma energética impulsada y aprobada por las mayorías del PRI y del PAN, y con la complacencia de algunos integrantes del PRD, se ha dado el último adiós a la Constitución social y de principios revolucionarios que se proclamó el 5 de febrero de 1917.

Cuando los historiadores liberales evocan la creación de la Organización de Estados Americanos (OEA, Bogotá, abril de 1948) suelen subestimar el impacto de un par de acontecimientos simultáneos que tuvieron lugar en la capital de Colombia: la celebración del primer Congreso Continental de Estudiantes, y el estallido popular ocasionado por el asesinato del líder popular Jorge Eliécer Gaitán (el bogotazo), origen de la violencia política y social que continúa sacudiendo al país sudamericano.

Varios años después de que descalificó las acusaciones contra Marcial Maciel cambió de opinión. El ex cardenal Juan Sandoval Íñiguez declaró el 26 de enero que su amigo y fundador de los legionarios de Cristo fue un esquizofrénico y sicópata.

Este miércoles 5 de febrero, tanto el Congreso como el Ejecutivo federal y los partidos políticos que participaron en las recientes reformas legislativas (llamadas estructurales) deben una explicación a la nación. Y la deben porque recientes hallazgos apuntan, con claridad, no hacia una visión abarcante propia que las explique, sino a las exigencias de intereses concentradores dictados por las cúspides hegemónicas. El conjunto de cambios legislativos y de políticas públicas (austeridad) obedece, ciertamente, a una estrategia de los centros de poder mundial que los esparcen por doquier. Aquí en México encuentran gustosos aliados en el oficialismo local que los hacen, por completo, suyos. Una estrategia globalizada donde los intereses de la mayoría de los mexicanos no están considerados o, mejor dicho, son, en efecto, contrariados. Así como la Constitución de 1917 respondió a las pulsiones revolucionarias de carácter social, la nueva que emerge hoy en día no encuentra el envolvente requerido que la haga aceptable al ciudadano.

En su intento por mitigar los efectos de la crisis financiera mundial, la Reserva Federal adoptó una postura de flexibilización monetaria desde 2008. Mantuvo tasas de interés cercanas a cero y abrió un programa de compras de títulos del Tesoro estadunidense para inyectar liquidez al sistema bancario y permitir el flujo de crédito a la economía. La realidad es que la inyección de liquidez mantuvo vivo el sistema de pagos interbancario, pero esos recursos nunca encontraron el camino del crédito a los consumidores y empresas. En cambio sí sirvieron para apuntalar una mayor actividad especulativa de los bancos y otros agentes financieros.

Lo sabemos: nada viene de nada, pero no deja de asombrarnos que escritores de distintas latitudes y épocas influyan en otros. Eso hizo el colombiano Gabriel García Márquez con el novelista chino Mo Yan y un autor polaco del siglo XIX –quien publicara por entregas una historia de amor que transcurre en la Roma de Nerón– emocionó tanto al adolescente José Emilio Pacheco que lo impulsó a escribir para continuar esa novela.

No se espera nunca la muerte. Todo, sin embargo, nos prepara a ella y ella nos sorprende cuando llega. Sorpresa violenta, quizás la más grave de todas las sorpresas de la vida.

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