5/15/2014

Los periodistas pal café. . .


¿Para qué tanto brinco, estando el suelo tan Toluco? El grupo Atlacomulco va por una de las cadenas de televisión abierta que el actual jefe político está subastando (¿la clave de identificación de esa nueva señal sería XH-KPT?)
Para ello se han aliado y alineado oportunamente Roberto Alcántara Rojas, accionista mayoritario de Inversionistas en Autotransportes Mexicanos (IAMSA), principal consorcio nacional de autobuses (con unas nueve mil unidades) y de la línea aérea VivaAerobús; Prisa, el expansivo pero económicamente atribulado grupo español de medios de comunicación que tiene como emblema el diario El País; Reporte Índigo, la publicación impresa y digital que dirige Ramón Alberto Garza García, acompañado por Antonio Navalón, de origen español, quien ha representado los intereses de Prisa, y el grupo Mac Multimedia (la revista Cambio, Diario DF, Rumbo de México y Diario de Toluca, como sus principales productos), encabezado por los hermanos Luis y Anuar Maccise, cuya cobertura periodística ha tenido como principal plataforma y destino el estado de México, donde gobernadores como Arturo Montiel y Enrique Peña Nieto han agradecido el estilo informativo.
El eventual (a)salto a las pantallas televisivas había dejado demasiadas huellas obvias (de las cuales esta columna astillada ofreció una relatoría el pasado 27 de febrero http://goo.gl/2fYDDF), pero este martes el propio Roberto Alcántara Rojas informó que el grupo (Toluca) está interesado en las dos nuevas cadenas de televisión abierta que serán licitadas por el gobierno. Mencionó que es necesario conocer los detalles de las bases de licitación para armar de lleno la propuesta, aunque no especificó si será en alianza con el español Grupo Prisa (http://goo.gl/jSolHw).
Alcántara, presidente del Grupo Toluca, va a cumplir tres meses como extraño miembro del consejo de administración de Promotora de Informaciones S.A. de C.V (Prisa), el consorcio presidido por Juan Luis Cebrián. Prisa se define como una compañía líder en creación y distribución de contenidos culturales, educativos, de información y entretenimiento en los mercados de habla española y portuguesa, la cual, con presencia “en 22 países, llega a más de 52 millones de usuarios a través de sus marcas globales El País, 40 Principales, Santillana o Alfaguara” (http://goo.gl/eJMVZ4).
En México, por ejemplo (donde durante el anterior gobierno federal tuvo como ejecutivo a un cuñado de Calderón), Prisa es dueña al 50 por ciento de Televisa Radio, con sus señales específicas de W Radio y Las 40 principales, y junto con la empresa de Emilio Azcárraga Jean maneja la edición mexicana de la revista Rolling Stone, en cuya portada más reciente apareció Peña Nieto como El reformador, con un subtítulo de presunta reivindicación operativa ante presunciones de subnormalidad, ¿Tonto?... ni tanto, a partir de un texto escrito por Enrique Hernández Alcázar, un irreverente y bien informado periodista que conduce en W Radio el interesante programa de humor político y análisis denominado El weso. Cuando menos en cuanto al título de portada, Rolling Stone fue obsequiosa con EPN, pues no utilizó el encabezado original del texto de Hernández Alcázar: “EPN, el reformador… incompleto”.
A ese entramado mediático internacional ha llegado el presidente del Grupo Toluca, el pro priísta y pro peñista Alcántara Rojas, empresario mexiquense cuya experiencia no tiene absolutamente nada que ver con prensa, radio, televisión y libros, pues se ha dedicado al manejo de su enorme flotilla de autobuses y a otra variante de la transportación, la de los vuelos de bajo costo en alianza con RyanAir y, décadas atrás, al manejo de un banco, Bancrecer, favorecido en naufragios y rescates por el Fobaproa.
Es entendible que los periodistas Garza y Navalón, a nombre de Reporte Índigo, hagan alianzas, aunque parezcan disparejas, con el gigante español. Incluso, con amplitud de criterio, puede sobrellevarse el hecho de que Prisa haga acuerdos de colaboración con el grupo Mac Multimedia, cuyo historial periodístico parecería circunscrito al estado de México (donde Arturo Montiel fue generoso gobernador, al igual que el sobrino luego sucesor: el tecleador astillado se disculpa por este inexplicable ataque de memoriosidad senil, que le ha hecho insistir torpemente en algo que ya había pergeñado líneas atrás) y ciertas incursiones en el DF.
Pero, ¿Alcántara Rojas en el consejo de administración de Prisa? Pues sí, con una aportación de capital que le otorga 0.025 por ciento de los derechos de voto de esa sociedad anónima, el empresario mexiquense es desde el pasado 25 de febrero uno de los 14 vocales del mencionado consejo. Otro de esos vocales es el ex presidente Ernesto Zedillo Ponce de León, quien preside el comité de gobierno corporativo. Alcántara es, además, uno de los seis vocales de la comisión delegada que preside el mero mero Cebrián (http://goo.gl/SV1SzP).
Un asomo a la imprescindible columna México SA, de Carlos Fernández-Vega, arroja luz, desde 2002 (http://goo.gl/iPkSiG), sobre los usos y costumbres del nuevo periodista Alcántara, eventualmente armador del proyecto financiero de apropiación atlacomulquense de una nueva cadena de televisión abierta: “Roberto Alcántara Rojas, uno de los dilectos y costosísimos hijos del Fondo Bancario de Protección al Ahorro (Fobaproa), ex cabeza del grupo empresarial al que la reprivatización salinista le asignó el otrora Banco de Crédito y Servicios (originalmente Bancreser, ahora conocido como Bancrecer) y dueño –entre otras muchas cosas– de una enorme flotilla de camiones de pasajeros que durante muchos años dio servicio gustosa y generosamente a candidatos, comitivas y acarreados en distintas campañas políticas del otrora invencible partido tricolor. Por una mera casualidad de la vida, una de esas campañas fue la del reprivatizador de la banca” (Zedillo).
Todo listo, pues, para la puja por el nuevo canal, con bendecidas alianzas sugerentes y un gel marca Paisano que parece unirlas. ¡Hasta mañana!
Twitter: @julioastillero
Facebook: Julio Astillero


Desde el sexenio de la renovación moral los genios gubernamentales repiten alegremente que el drástico giro en la política económica, los draconianos ajustes estructurales, la imposición de un modelo económico depredador y las ya innumerables reformas aplicadas en el país sólo perseguían un objetivo: abrir nuevas oportunidades para los mexicanos.
Y a lo largo de seis sexenios (32 años acumulados hasta ahora, de Miguel de la Madrid a Enrique Peña Nieto) aquello de las oportunidades se ha repetido hasta el aburrimiento porque, prometieron, a estas alturas el éxito de tales transformaciones, amén de rotundo, sería incuestionable, a tal grado que la única preocupación de los mexicanos sería la de escoger entre la infinidad de oportunidades generadas.
Desde luego que los habitantes de este país se mantienen en espera de la catarata de beneficios que, según lo prometido, caería sobre ellos tras el riguroso giro en la política económica, los ajustes fondomonetaristas, la imposición, a capa y espada, del modelito y la aprobación de ya no se sabe cuántas reformas.
Pero, ¡sorpresa! Luego de tres décadas de modernización permanente y de reformas sobre reformas (sin mayores beneficios para el grueso de la población), el brillantísimo ministro del año tomó el micrófono ya no para desmentir a los detractores de la política económica del régimen (que es la de él mismo), sino para notificar a los mexicanos que si saben esperar, pues que cómodamente esperen más porque, como diría Clavillazo, la cosa es calmada. Si los pacientes habitantes de esta nación ya se cansaron de no obtener nada a cambio de la modernización, pues es su problema.
Lo anterior, porque el desmentidor oficial de la realidad ya dijo que el proceso de reformas, de cambio, que encabeza el presidente Enrique Peña Nieto, está pensando en los próximos 30 años, donde México debe ser una tierra de oportunidades, una tierra de crecimiento y una tierra de creación de empleos, cada vez mejor remunerados en beneficio de las familias mexicanas, porque en México seguimos teniendo una gran asignatura pendiente que es el crecimiento económico, y cuando hablo de crecimiento económico no me refiero en este momento al crecimiento del último trimestre o del último año, me refiero al crecimiento de los últimos 30 años (La Jornada, Víctor Cardoso).
Entonces, si para los mexicanos los últimos 30 años fueron como cinco minutos, pero abajo del agua, pues que se aguanten, porque deberán transcurrir tres décadas adicionales para que México se convierta en esa tierra de oportunidades que les vienen prometiendo desde 1982. De ese año y a la fecha, no ha habido informe de gobierno, discurso, comunicado oficial, entrevista banquetera y conexos, en los que el funcionario declarante –el que sea, del inquilino de Los Pinos para abajo– haya olvidado pronunciar la palabra oportunidades (independientemente del programa de la Sedesol que lleva el mismo nombre).
Por ejemplo, revísense los informes de gobierno de los últimos seis inquilinos de Los Pinos. Ninguno de ellos dejó a un lado la palabra oportunidades (reitero, independiente del citado programa electoral… perdón, social). Entre las joyas que todo discurso presidencial contiene (de MMH a EPN) aparecen todo tipo de oportunidades gracias a los cambios citados: educativas, de empleo, crecimiento, desarrollo, bienestar, para mitigar la crisis, de superación de la pobreza, de entrar al primer mundo, de comercio exterior, de abrir más mercados, de esparcimiento, de cambio, de vivir mejor, de mover a México, de salud, alimentación, vivienda, seguridad, ambiente sano, autoestima, superación personal, de justicia social y así hasta el infinito.




Un tribunal colegiado en materia administrativa rechazó ayer la solicitud de amparo interpuesta por un grupo de legisladores encabezados por el senador Manuel Bartlett, del Partido del Trabajo, en contra de la reforma constitucional en materia energética aprobada el año pasado por el Congreso de la Unión. El rechazo judicial se suma al que se dio en enero pasado respecto de la solicitud de amparo interpuesta por 23 intelectuales, académicos y artistas, todos ellos galardonados con el Premio Nacional de Ciencias y Artes .

Acerca del Día del maestro
Estadísticas. Promesas. Declaraciones de que el barco va viento en popa y de que tenemos al capitán adecuado. Pero la realidad es otra. La miseria lastimosa de muchos mexicanos no se resuelve con programas asistencialistas y discriminatorios. La violencia no se acaba con comisionados, ni con militares, ni con balas. La ruta educativa tendría que ser una de las salidas a estos y muchos males más que padecemos. Pero el gobierno insiste en estrangular a los maestros ofreciendo un pingüe aumento de 3.5 por ciento directo al salario, al doblegar a un SNTE sumiso y dócil que nos avergüenza y nos entrega, y con ello a muchas generaciones de niños, para quienes la golpeada escuela pública es la única oportunidad de encontrar una luz en la oscuridad en la que vivimos.

Al grito de mujeres unidas jamás serán vencidas, el 2 de mayo se inició la Primera Conferencia Internacional de Mujeres Trabajadoras en la ciudad de México, en el marco de la Convención General del Sindicato de Mineros, Metalúrgicos y Siderúrgicos de México. La fuerza y la energía que demostró este grupo tan importante se sintió en todo el edificio y la organización completa se cimbró ante el entusiasmo y deseos sinceros de participar cada vez más en la responsabilidad y las tareas de la sociedad.

¿Dónde están todas las fuerzas políticas que se unieron para formar el Partido de la Revolución Democrática en 1989? Poco a poco unas se han salido y otras jamás lograron la unidad que les planteaba, hace 25 años, ese partido.

La enjundia con que el gobierno de Peña Nieto emprendió el sexenio no solamente ha venido declinando con el paso de los meses, como lo comprueban los rostros austeros de los políticos oficialistas ante las cifras de la economía que no levanta, muy a pesar del discurso del optimismo galopante que ya se sabe aturde pero no convence. En cierta forma, el gobierno es víctima de las prisas que marcaron los acuerdos para las reformas, los cuales se asumieron como si ya se hubieran obtenido los resultados que en todo caso dependerían de su hasta ahora incierta aplicación. Se reformó la Constitución, pero en el aire quedaron pendientes los temas cruciales, la negociación con los intereses en juego, la perspectiva de introducir cambios estratégicos en un proyecto coherente de nación. Cambios que exigirían el mayor rigor, serenidad de todas las partes, se tramitaron a última hora, como si estuviéramos en el cierre de tianguis pueblerino, sin atender a la jerarquía de los problemas y la urgencia de resolverlos.

Hace unos días murió Gary Becker. Prestar atención a este académico de la Universidad de Chicago se justifica por su influencia en ciertos ámbitos (véase por ejemplo el Financial Times y el Washington Post de estos días) a pesar del nulo valor intrínseco de sus teorías, calificadas por algunos de sus críticos como charlatanería. Becker, premio Nobel de Economía, fue el exponente más crudo de la ideología que constituye el cemento subjetivo del criminal sistema político-económico que domina el mundo, ideología que se presenta como una ciencia que invade ámbitos públicos y privados. Incluso en la otrora crítica Facultad de Economía de la UNAM hoy se atribuye en exclusiva el título de teoría económica a la corriente ideológica llevada por Becker a sus extremos; en el plan de estudios de esa escuela todo lo demás –Keynes, Marx y muchos otros– se amontona en un amasijo sin concierto titulado economía política, cuyas propuestas ahí no reciben siquiera la categoría de otras teorías económicas.

En los años recientes hemos sido testigos de cómo la violencia, la corrupción, la discriminación, la injusticia, la intolerancia, el cinismo, la deshonestidad o la envidia se han ido apoderando de la sociedad y de los espacios que compartimos; cada día hombres y mujeres atentamos contra nuestra dignidad humana, contra los valores y principios que deberíamos defender.

El deshielo de los glaciares en la Antártida occidental ha cruzado el punto de no retorno y ya es irreversible, a consecuencia del calentamiento global. Dos estudios presentados esta semana por científicos de la NASA y de la Universidad de California en Irvine mostraron el resultado de investigaciones de más de cuatro décadas con información aérea, terrestre y satelital que evidencian un lento pero imparable colapso de la estructura de hielo que hará subir el nivel del mar más de 10 centímetros por siglo.

La figura de servidumbre legal de los hidrocarburos, contenida en la nueva legislación del ramo, es parte del paquete de leyes secundarias de la contrarreforma energética gerenciada por EPN en consonancia con las demandas e intereses de la IP local y de las grandes petroleras Exxon, Shell, BP, Chevron. Otorga a la Secretaría de Energía facultades para expropiar los terrenos privados, comunales y ejidales que sean necesarios para consumar negociazos vinculados a la la exploración y explotación de gas y petróleo. (La Jornada-LJ-11/5/14, p.9). Dada la enorme toxicidad y voracidad territorial de la explotación shale, y por conllevar la magna operación privatizadora la creación de oportunidades para el capitalismo de amiguetes, con el tránsito de un régimen de propiedad nacional y social a otro privado –el robo del siglo, lo llamó AMLO– se acentuará la concentración de la riqueza, la polarización, los riesgos contra la población y el debilitamiento del Estado mexicano.

Acasi 40 años de haber llegado a París, donde me fui quedando sin ver pasar el tiempo, recorro sus calles cada día con más asombro. O, al menos, un sentimiento de sorpresa lejano al que me provocó la armonía de esta ciudad donde no era capaz de distinguir matices, y menos aún diferencias, en esa igualdad –con la cual parecía cumplirse al menos uno de los principios del lema revolucionario: Libertad, igualdad, fraternidad.

67 Festival Internacional de Cine de Cannes
Cannes. 13 de mayo. Había pocas expectativas en torno a Grace de Mónaco, del francés Olivier Dahan, que fue seleccionada para inaugurar el festival, tal vez para seguir con la tradición –pocas veces contravenida– de abrir boca con algo decididamente inferior.

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