1/21/2016

Los periodistas pal café. . . .



Cierto es que las turbulencias recientes de la economía mexicana tienen como principal fuente factores externos respecto de los cuales el gobierno federal no tiene mayor culpa o responsabilidad. La caída del precio del petróleo, la desaceleración de la economía china y los problemas de otras naciones punteras en el escenario mundial son circunstancias absolutamente ajenas a la capacidad de influencia o manejo por parte del equipo a cuyo frente está el viajero Enrique Peña Nieto.
Pero esa premisa general no debe ocultar o disimular los específicos factores internos de la crisis que hoy tiene como eje el número veinte (el precio del barril de petróleo por debajo de los veinte dólares y el precio del dólar colocándose en la cercanía de los veinte pesos; irónico punto cabalístico de encuentro de los indicadores que caen, pues ambos, barril de crudo y peso, se dieron amargamente la mano en el nivel de los 18.90). Los pronósticos son densos por lo que sucede fuera de México pero, particularmente, porque ese posible huracán pegará en una tierra devastada por la corrupción y el despilfarro, sin las adecuadas defensas naturales, agudizados los eventuales desastres por el desmantelamiento y la pillería históricamente practicadas, por el adelgazamiento de la cobertura social y el grave deterioro funcional de las instituciones, los gobiernos y la clase política y empresarial en general.
Una lista apresurada de los factores externos que tienen postrada a la economía mexicana puede comenzar por el excesivo gasto de dinero público en el sostenimiento de un sistema político y electoral que a fin de cuentas sólo sirve para mantener a las élites en su posición predominante. Partidos y elecciones son rubros sumamente costosos, además del saqueo de recursos públicos por parte de administraciones de todos los niveles para apuntalar campañas de sus favoritos.
La gran mayoría de esos gobernantes, llegados al poder gracias a los ríos de dinero que en sus campañas y comicios fueron invertidos, se han dedicado al enriquecimiento personal, familiar y grupal, entre otras vías por la contratación de deuda pública que pagarán las siguientes administraciones. En su primer trienio, el peñismo ha endeudado al país más que otras administraciones juntas durante sus sexenios, y los estados están repletos de gobernadores que han comprometido las finanzas y el futuro de sus entidades con tal de regalarse banquetes de corrupción (y no sólo es el caso escandaloso del coahuilense Humberto Moreira, cuyo récord de endeudamiento ya ha sido rebasado en otros estados de la República). La construcción de la candidatura presidencial de Aurelio Nuño, por ejemplo, descansa en el reparto de dinero que hará a cuenta de los Certificados de Infraestructura Escolar Nacional (CIEN). Es decir, AN hará precampaña de santaclós escolar con cargo a una especie de endeudamiento que técnicamente no es deuda porque dejará en manos de un fideicomiso de particulares el cobro a futuro, en una privatización pensada para tener dinero líquido de aquí al 2018.
También ha debilitado a la economía nacional la sangría ya institucionalizada de las caravanas de policías federales, militares y marinos que se desplazan por todo el país a propósito del crimen organizado. El mantenimiento de un virtual ejército itinerante, conformado por elementos de diversas corporaciones, conlleva un alto gasto causado por la ineficacia política y las complicidades de autoridades municipales, estatales y federales. Además, esos rubros de difícil comprobación (viáticos, hospedajes, etcétera) pueden convertirse en camino fácil para tretas de adulteración presupuestal.
Al sostenimiento de gobiernos despilfarradores, corruptos e ineficaces, los mexicanos económicamente activos han de sumar una suerte de duplicidad fiscal. En muchas ciudades y ámbitos, los ciudadanos no han de pagar solamente los impuestos tradicionales, sino que están sujetos a la recaudación violenta de los grupos del (otro) crimen organizado, en forma de pago de piso, bajo amenaza de secuestros, torturas o asesinatos ante los cuales los gobernantes sólo responden con demagogia de catálogo o con frases de extrema torpeza, como el gobernador de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa, quien dijo, a propósito de los cinco jóvenes secuestrados por policías en Tierra Blanca, que lo sucedido ahí fue una cosa mala entre 99 que según él sí salen bien.
Ése es el México que hoy ve con preocupación su lamentable situación, que resultaría agravada si se cumplen las advertencias del profeta de los catarros luego devenidos en pulmonías, Agustín Carstens, quien dijo al Financial Times que los países emergentes deben estar preparados para una crisis potencialmente severa y de consecuencias violentas, debido a los estragos que pudiera causar el retiro de las políticas monetarias no convencionales en países ricos y la desaceleración de China.
Junto a esa viable amenaza de una crisis económica global, el sistema político mexicano se adentra en un escenario oscuro para sí mismo y para sus presuntos gobernados, en una cita inevitable con su realidad. Ah, pero todo está listo para que en estas inmejorables condiciones llegue a México el palacio flotante que moverá por el mundo a la realeza peñista, y todo está preparado para la cómoda visita del papa Francisco.
El poeta y periodista Mardonio Carballo (nahuatlaco y chilangazo, se autodefine en su cuenta de Twitter) emprendió una batalla judicial contra la discriminación que significaba el artículo 230 de la ley federal de radio y televisión, al constreñir el uso de las lenguas originarias mexicanas a los medios de uso social indígena. La Suprema Corte de Justicia de la Nación recordó que en México no hay un idioma oficial y único, y aceptó, por unanimidad en una de sus salas, el recurso de amparo presentado por Carballo, quien a esta columna dijo: sentamos un precedente y ya hay camino para caminar: todas las lenguas en todos los medios, porque el espacio radioeléctrico mexicano es de todos. ¡Hasta mañana!
Twitter: @julioastillero, Facebook: Julio Astillero, Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx



En la Comisión de Cambios (Secretaría de Hacienda y Banco de México) no saben de qué forma podrían contener lo que sus integrantes gustan en denominar volatilidad pasajera. Duro y tupido le han pegado a la divisa nacional en el transcurso del gobierno peñanietista, pues el peso se ha devaluado frente al dólar en alrededor de 46 por ciento, y ayer el tipo de cambio no sólo impuso récord, sino que rozó las 19 unidades por billete verde.
En ese lapso tal Comisión (integrada por el ministro del (d) año, Luis Videgaray, y dos de sus subsecretarios, más el gobernador del Banco de México, el afamado doctor catarrito Agustín Carstens, y dos subgobernadores de esa institución) no ha dejado de meter mano a las reservas internacionales en su intento (fallido, por lo demás) de atemperar el golpe, pero el tipo de cambio no deja de hundirse.
Ayer, al filo del mediodía, el billete verde se vendió a 18.95 pesos en ventanilla bancaria, lo que provocó un ataque de nervios entre los integrantes de la citada Comisión (cuando menos dos de ellos, el dúo dinámico, se encuentran en Davos, Suiza, para asistir al Foro Económico Mundial de Davos, Suiza). Los 400 millones de dólares que se inyectaron al mercado cambiario no resultaron suficientes para contener la depreciación de la moneda mexicana. De hecho, lo único que se logró fue que la cotización no rebasara la llamada barrera sicológica de los 19 pesos por dólar, muro que de cualquier suerte, por lo visto, se superará fácilmente.
Mientras son peras o manzanas, y la Comisión de Cambios resuelve si aumenta a 700 millones de dólares diarios la subasta de billetes verdes en el mercado cambiario nacional, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) divulgó ayer sus Perspectivas sociales y del empleo en el mundo, tendencias 2016, de las que se toman los siguientes pasajes:
Al disminuir el ritmo de crecimiento en las economías emergentes y en desarrollo, el malestar social ha subido. Tras años turbulentos después de la crisis mundial (2008-2009) las manifestaciones de descontento con la situación económica y social empezaron a reducirse en muchas regiones, pero como la actual situación económica ha empezado otra vez a deteriorarse, principalmente en los países en desarrollo, el malestar social se hace de nuevo más patente. En las economías desarrolladas, donde la recuperación se ha consolidado, la estabilidad social ha seguido mejorando, mientras las economías emergentes han experimentado pequeños cambios. Si las mejoras actuales en el mercado de trabajo fueran de corta duración, la situación podría revertirse rápidamente. En ambos grupos de países, el desempleo generalizado entre los hombres jóvenes, que se mantiene en altos niveles en las economías desarrolladas, es a menudo un factor determinante en los movimientos políticos y sociales.
Las más recientes previsiones de crecimiento económico estiman que el número de desempleados a nivel mundial se incrementará en 2.3 millones durante 2016 y 1.1 millones en 2017. La mayor parte de este crecimiento tendrá lugar en las economías emergentes. Las que contribuirían serían las de Brasil (con 700 mil) y China (800 mil). Se estima que el número de desempleados en los países emergentes y en desarrollo crezca en 4.8 millones durante estos dos años. Parte de dicho incremento se verá compensado por la mejora continua en las economías desarrolladas.



En general, la experiencia de Radio Zacatecas ha sido positiva: cuenta con programas de alta calidad y diversidad de públicos. Sin embargo, el inicio de la televisión pública impone retos, sobre todo porque está marcado por la contienda electoral de 2016.
La televisión pública debe superar las tres críticas al duopolio de televisión privada: programación chatarra, sesgo en la formación de opinión política y formato de comunicación difusionista o unidireccional. La programación de la televisión pública zacatecana deberá considerar opciones educativas, culturales y sociales. La televisión educativa tiene como misión contribuir a la ilustración general de la población en temas de lo más diverso. En el ámbito cultural, no se limita a la llamada alta cultura, sino que debe abarcar las diversas expresiones de cultura popular del territorio estatal. Y en la arena social, tendrá la obligación de poner en claro los diferentes conflictos de la vida en sociedad. En la televisión abierta privada, hasta ahora, vemos basura.
Mención especial merece la formación de opinión pública sobre los acontecimientos político-sociales nacionales y estatales. El manejo transparente de la información y las garantías de expresión de la pluralidad son vitales. Si la televisión pública cae en manos de facciones políticas y se impone una sola visión este interesante proyecto se echará a perder.




Con el telón de fondo de la incertidumbre y el pesimismo económicos que recorren el planeta, la jornada de ayer representó un nuevo episodio de pérdidas para los principales mercados bursátiles del mundo: las bolsas europeas sufrieron caídas diversas (Londres, 3.46 por ciento; Fráncfort, 2.82 por ciento; París, 3.45 por ciento; Milán, 4.83 por ciento, y Madrid, 3.20 por ciento), lo mismo que la de Nueva York (3.01 por ciento) y Tokio (3.7 por ciento). Esta nueva oleada de pérdidas en los mercados de valores fue atribuida a la erosión de las cotizaciones internacionales del petróleo y a las persistentes inquietudes sobre el estado de la economía mundial.

Rechazan recortes a fondos del INAH
Los profesores-investigadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) firmantes nos manifestamos en contra de recortar los fondos para investigación en la nueva Secretaría de Cultura, lo que precariza aún más la condición laboral de los investigadores y auxiliares de investigación bajo contrato que realizan labores sustantivas sin prestaciones ni incrementos salariales.

Al comienzo del periodo neoliberal, las adhesiones al nuevo modelo fueron muy amplias y rápidas. Empezando con la dictadura de Pinochet en Chile, el nuevo modelo fue incorporando a nacionalismos, como el del PRI en México y el peronismo de Menem en Argentina, a partidos socialdemócratas como en Chile, Venezuela y Brasil. Fue un comienzo avasallador, del que parecía que ninguna corriente podría escapar. El Consenso de Washington y el pensamiento único han buscado consolidar teóricamente la conversión de casi todas las fuerzas políticas a ese modelo.

El 27 de julio del año pasado, el papa Francisco concedió una indulgencia plenaria a legionarios de Cristo y miembros del movimiento Regnum Christi que practiquen determinadas devociones, con ocasión de los 75 años de su fundación, en el contexto del año de la misericordia y respondiendo a una solicitud de su actual director general, P. Eduardo Robles-Gil, L.C.

México se prepara para la visita del papa Francisco, quien llegará a la capital de la República el próximo 12 de febrero. Como siempre, la gran mayoría de los católicos mexicanos espera del Papa, quien quiera que sea, milagros. Juan Pablo II nos visitó tres veces y en cada ocasión lo recibimos como si fuera el portador de la salvación no del alma, sino de la miseria, la desigualdad, la corrupción y todos los males que agobiaban a la República. Por unos días nos creímos protegidos por la capa roja de un pontífice del que esperábamos solidaridad, pero ese sentimiento quedó fuera del programa del Papa.

El 14 de enero de este año murió de cáncer la politóloga e historiadora Ellen Meiksins Wood. De origen letón, nació en Estados Unidos y vivió tanto ahí como en Canadá y Gran Bretaña. Fue una de las marxistas más lúcidas y reconocidas de la segunda mitad del siglo pasado. Su esposo, fallecido en 2003, fue también coautor de Meiksins y se llamaba Neal Wood.

Pakistán como Turquía. Si la matanza en la universidad de las afueras de la antigua frontera noroeste de Pakistán no fuera indicio suficiente de que el primer ministro Nawaz Sharif aún está lejos de conquistar el terrorismo, es también un vaticinio de lo que le espera a Turquía, donde gobierna el aún más arrogante presidente Recep Tayip Erdogan. El mandatario permitió que las fronteras de su país fueran usadas como paso seguro de combatientes extranjeros y contrabandistas en camino a Siria, de la misma forma en que Pakistán obró contra Afganistán tras la invasión soviética de 1979.

Evo Morales llegó a la presidencia de Bolivia hace diez años. Pocos países en el mundo han logrado en tan corto tiempo los notables cambios económicos, sociales, culturales y políticos operados desde aquel 22 de enero de 2006.
A pesar de la creciente sensación de estar al borde del abismo por los impactos del calentamiento global, por ejemplo el retroceso de glaciares en Groenlandia, aumentos no previstos por el IPCC de la ONU en el nivel de los océanos, hasta las grandes inundaciones en el Cono Sur, la megasequía en California o el desprendimiento en curso de enorme placa de hielo en la Antártida Occidental, en París las corporaciones de los combustibles fósiles se salieron con la suya. El estado de excepción en vigor por los ataques del 13/11 inhibió de manera severa la presencia y presión popular facilitando el cabildeo corporativo en la COP 21. Sin duda el orden de magnitud del daño a los esfuerzos para evitar un colapso climático antropogénico (CCA) fue mayor. Ello por el éxito del alto capital enlazado al big oil y sus aliados en el Congreso de Estados Unidos para evitar a toda costa un acuerdo vinculante para la drástica y urgente regulación en las emisiones de gases con efecto invernadero (GEI).

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