9/05/2020

Visión instrumentalista y conservadora la de AMLO en la agenda de género


Ciudad de México. El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, negó la agenda de las mujeres en su segundo informe de gobierno, pero en estos dos años de gobierno las funcionarias en su gabinete y los partidos políticos de oposición también la han hecho invisible o la han instrumentalizado.
En ello coincidieron las periodistas feministas Ivonne Melgar, autora del portal “Mujeres Más” y en “Excélsior”; Almudena Barragán, periodista en México del diario español “El Paí”s; Diana Juárez, editora de la sección la Cadera de Eva, de La Silla Rota; y Lucía Lagunes Huerta, directora de Comunicación e Información de la Mujer (CIMAC A.C.), al participar en el foro “Nosotras Tenemos Otro Informe”, que organizó este 3 de septiembre la plataforma “Nosotras tenemos otros datos”.
El presidente de México ha creado una narrativa a favor de erradicar la pobreza y la desigualdad, pero no de las mujeres. Al no nombrar a esta población y sus problemáticas en su segundo informe de gobierno, el mandatario negó la agenda de las mujeres, observó la periodista Ivonne Melgar.
No obstante, durante las reacciones y críticas las bancadas de los partidos de oposición en el Congreso –que son quienes reciben el informe presidencial– tampoco pusieron el acento en las omisiones del Jefe del Ejecutivo con respecto a las mujeres.  “La burbuja legislativa no tiene ninguna voz que nos represente”, detalló la periodista.
A esto se suma, dijo, que las acciones de las actuales funcionarias feministas en el gabinete de gobierno demuestran que se ha perdido la capacidad de diálogo de ellas con el poder presidencial.
Este es el balance a dos años, pero para Melgar un ápice de esperanza para el 2021 es que las cuatro décadas anteriores, cuando distintas mujeres políticas pelearon con los presidentes porque se respetaran los recursos y las funciones de las instituciones para las mujeres que ahora tenemos, se consiguió un avance inercial. “Eso sigue caminando”.
Por su parte, la periodista de “El País” en México, Almudena Barragán, destacó que a dos años de este gobierno hay que prestar atención a las repercusiones que traiga la política de austeridad que, con recortes a mecanismos como las Alertas de Violencia de Género o el Instituto Nacional de las Mujeres, se está desmantelando la política pública de igualdad. Estos recortes, dijo, “pueden poner en peligro la vida de las mujeres”
No obstante, la esperanza para 2021 reside en el movimiento organizado de las mujeres, ya que ellas van a seguir defendiendo la agenda feminista porque no es una cuestión de clientelismo político, para ellas es una cuestión de vida o muerte.
En su participación, la editora de la Cadera de Eva, de la Silla Rota, Diana Juárez, señaló que tras analizar la versión amplia del segundo informe de gobierno pudo constatar que de 700 páginas que lo componen, a las mujeres se le dedicaron tres. En ese informe, el gobierno adoptó palabras o conceptos de la agenda feminista pero no enlistó acciones claras que ya estén haciendo para las mexicanas.
Para la periodista, López Obrador y su gobierno no ha asimilado esta narrativa feminista que se expuso en el informe y parece no entender de fondo los problemas de la desigualdad de género y de las mujeres porque, en dos años, no ha dado una respuesta pensada que responda a estas exigencias. Nuestro presidente tiene que entender que ya no es un orador, sino que es un presidente y tiene que tomar acción con respecto a las mujeres”, dijo la editora.
Por su parte, la impulsora de “Las Constituyentes”, Yndira Sandoval, enfatizó que los dichos  del presidente son importantes y tienen un peso en la agenda institucional porque es el Jefe de Estado; sin embargo, López Obrador se ha mostrado como el principal impulsor de una narrativa que niega la violencia y es conservadora.
Para la defensora de los derechos de las mujeres, en estos dos años de gobierno lo que se ha observado por parte del gobierno es el no reconocimiento de las organizaciones de la sociedad civil, debilitamiento de las instituciones encargadas de la protección de los Derechos Humanos (como la CEAV,la  CNDH, Inmujeres y la Conavim), la militarización del país y la falta de acceso a la justicia y reparación del daño. En contraste, a dos años de gobierno aún no hay un programa nacional para la prevención, atención y erradicación de la violencia contra las mujeres.
Si el tema de las mujeres no es un asunto de Presidencia, de la Conferencia Nacional de Gobernadores, de todas las instituciones, si las mujeres en el poder tienen un pacto de impunidad, si el poder legislativo está sometido al Ejecutivo, esto tiene consecuencias en todo el territorio. “Tenemos un gobierno con una línea política e institucional feminicida, porque se es feminicida por acción y omisión”, puntualizó Sandoval.
Para la defensora, estas omisiones no son exclusivas del partido del presidente, sino que la oposición también se suma a fortalecer el esquema del presidente. “No puede ser que la agenda de la oposición sea el antimanuelismo y no tengan una respuesta clara en los Derechos Humanos, detalló.
Por su parte, la periodista Lucía Lagunes observó que lo que se ha visto en estos años es que el gobierno sí mira la agenda de  las mujeres pero desde una visión instrumentalista y conservadora y desde ahí se genera la política pública.
Hasta ahora lo que demuestra la narrativa presidencial es que las mujeres tienen un papel de cuidadoras en las familias, sin embargo, lo que quiere el movimiento feminista es que las mujeres seamos reconocidas como ciudadanas plenas.
“Sí hay una lectura de género, pero patriarcal, del presidente y del gobierno. Tienen claro que garantizar la autonomía de las mujeres, y las condiciones para que ejerzamos los Derechos Humanos, ponen en riesgo sus privilegios; por eso intentan desmantelar la agenda feminista”, dijo la periodista.
A esta narrativa se suma un desgaste por parte del movimiento organizado de las mujeres en la credibilidad de quienes ocupan un puesto en el gobierno y los Congresos. “Cada vez cuesta más trabajo ver a las funcionarias como interlocutoras válidas”, detalló.
Para la periodista, este momento es clave para el gobierno porque se acerca la renovación de la Cámara baja y un nuevo proceso electoral; sin embargo, el costo de las decisiones de Estado, que demuestran una escisión entre el gobierno y las mujeres, se podría ver reflejado en un voto de castigo contra el partido en el poder.
“El feminismo es una fuerza política histórica, sin eso no tendríamos todas las leyes, instituciones y programas que se han creado no sólo en México, sino en el mundo. Esto ha sido gracias a una estrategia política del feminismo”, declaró.
20/AJSE/LGL

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