12/17/2012

Pernicioso, concentrar funciones en una súper secretaría, dice Edgardo Buscaglia


En las democracias modernas es dañino el control político de la policía, dice el académico

La represión amedrenta futuros movimientos, dice sobre lo ocurrido el 1º de diciembre
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En imagen de archivo, el académico Edgardo Buscaglia opina que es nocivo para la endeble democracia mexicana concentrar funciones de inteligencia y seguridad pública en una súper secretaríaFoto Carlos Cisneros
Alfredo Méndez
 
Periódico La Jornada
Lunes 17 de diciembre de 2012, p. 12
El especialista en seguridad nacional y delincuencia organizada, Edgardo Buscaglia, sostiene que en las democracias modernas es muy dañino tener el control político de la policía. Habla sobre la reforma a la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal, que se aprobó la semana pasada, la cual faculta a la Secretaría de Gobernación para encargarse de todos los asuntos de seguridad pública.
En opinión del académico y presidente del Instituto de Acción Ciudadana para la Justicia y la Democracia, es absolutamente pernicioso para la endeble democracia mexicana concentrar funciones de inteligencia, de ministerio del interior, de seguridad pública, de sistema penitenciario y de seguridad nacional, bajo el control de un súper secretario de Gobernación que decida, desde su oficina en Bucareli, el futuro de los líderes e integrantes de movimientos sociales opuestos al gobierno de Enrique Peña Nieto.
Me hace recordar a los regímenes autoritarios de Latinoamérica, en la década de los 70 del siglo pasado, o a los regímenes autoritarios de Europa Oriental, en los 60, donde había ministerios del interior que concentraban infinidad de funciones y terminaban reprimiendo a la población y a los líderes de la disidencia, refiere el especialista durante una entrevista con La Jornada, en la que aceptó hablar de la actual coyuntura política y de seguridad pública.
Sobre la detención masiva de jóvenes inocentes que permanecieron una semana presos tras los disturbios del 1º de diciembre, Buscaglia apunta: “Hubo un limbo en la transferencia de poderes entre PAN y PRI. Los órganos de inteligencia de las policías, la federal y la del Distrito Federal, cometieron un grave error de cálculo al verse asustados por los idiotas útiles que estaban gobernando y que entregaron el poder ese día.
–¿En qué consistió ese error?
–Asustaron al gobierno del Distrito Federal y al de Enrique Peña Nieto con la posibilidad de levantamientos armados en la capital del país. Entonces hubo un guiño de ojos para que las policías estableciesen un cerco represivo, de enormes proporciones, que yo no he visto ni en Afganistán cuando Bush visitaba Kabul, y eso se conjugó con el hecho de que movimientos pacíficos como #YoSoy132, y otros que estaban presentes ahí, se vieran infiltrados, a la vieja usanza, por porros, por gente pagada por partidos y por los propios órganos de inteligencia del Estado mexicano que tenía ahí su gente generando violencia.
“Esta es una técnica que se utilizó mucho en México durante los años 70 y 80 del siglo pasado, y que se utiliza mucho en Rusia, por ejemplo, cuando un gobierno en turno quiere desprestigiar a los movimientos pacíficos que han sido tradicionalmente opositores.
–¿A quién se debe responsabilizar de los hechos del 1º de diciembre?
–El ex secretario de Gobernación, Alejandro Poiré, se lavó las manos y dijo yo no lo autorice. Y quizás otro funcionario que estaba bajo su organigrama sí lo autorizó. Entonces esta gente de la administración de (Felipe) Calderón terminó actuando como idiotas útiles, sin saber por qué se estaban abusando de los derechos humanos desde su propia institución.
–¿Lo que vivimos en la transferencia de poderes es la antesala de lo que veremos durante la nueva administración federal?
–Sí, exactamente. Se espera que sea así. Los órganos de inteligencia de Estado normalmente hacen eso en Rusia, en Nigeria, en Pakistán, como para poder neutralizar movimientos genuinos. Y la represión sirve como segundo beneficio para amedrentar a futuros movimientos, para que no salgan a la calle. Esas son típicas técnicas de estados mafiosos.
–¿Qué sugerencia hay para llenar estos vacíos del Estado mexicano a los que se refiere?
–Entiendo que el presidente Peña Nieto quiera concentrar funciones de control político, eso es bueno, porque tiene que controlar a sus mismos gobernadores priístas para que cada uno de ellos no sea un señor feudal; pero para hacer eso no necesita tener una megasecretaría, debe tener una Secretaría de Justicia, por ejemplo, que elabore las políticas criminales adecuadamente, asignando recursos coordinadamente con los tres poderes de la Unión.
“Peña Nieto tiene que cambiar su chip, debe pasar de la doctrina represiva de los 60 y 70 del siglo pasado, a la doctrina democrática de un Estado garantista moderno que enarbola la bandera del respeto a los derechos humanos.
“En México no es casual ni extraño que los tres poderes de la Unión, durante los últimos seis años, hayan violado en perjuicio de los gobernados 44 de los 58 derechos humanos reconocidos por la Organización de Naciones Unidas.
No sólo es responsabilidad de Felipe Calderón, es responsabilidad de los tres poderes del Estado. El Poder Judicial está colapsado: tiene ministros de la Suprema Corte ganando 40 mil dólares al mes, algo totalmente obsceno en un país como México con 70 millones de pobres: es corrupción legalizada con un sistema judicial debajo de ellos colapsado, sin generar sentencias. Es una vergüenza. Yo si fuera un juez mexicano escondería la cabeza debajo de la almohada, y digo de la almohada porque parece que los jueces mexicanos duermen todo el día. Y lo mismo sucede con los otros dos poderes, el Legislativo y el Ejecutivo: hay una alta burocracia ganando salarios estratosféricos, pero con pobres resultados de políticas públicas y con un nivel de corrupción política que enferma.”
Buscaglia sugiere, antes de despedirse, que el presidente Peña Nieto rectifique el camino y no opte por ser cabeza de un gobierno represor de movimientos sociales, porque está muy a tiempo de hacerlo.

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