3/17/2014

Los periodistas pal café . . .



El comisionado nacional de seguridad, el polémico Manuel Mondragón y Kalb, renunció a su cargo justamente cuando ha entrado en crisis la relación del gobierno federal con las autodefensas michoacanas, específicamente a causa de la detención del emblemático Hipólito Mora.
El factor de la edad y la salud del comisionado ha estado presente desde tiempo atrás, pero el momento y los antecedentes dan pie a especulaciones relacionadas con pugnas internas e inconformidades. El pasado primero de febrero, el siempre bien informado reportero de La Jornada Gustavo Castillo escribió una nota que así fue titulada: En riesgo, la permanencia de Mondragón y Kalb en la CNS; critican funcionarios falta de resultados de alto impacto (http://bit.ly/1fOP2GL).
Castillo señalaba en ese texto que los entrevistados señalaron que Mondragón y Kalb ya no participa activamente y en varias ocasiones no ha sido invitado a las reuniones de gabinete, y que las decisiones sobre temas como el despliegue de la Policía Federal (PF) en Michoacán ya no pasan por su manos (...) Refirieron que en la CNS existen corrientes que chocan con la visión del comisionado, entre ellas las del llamado grupo Hidalgo, surgido tras la designación de Damián Canales Sánchez como jefe de la división de investigación de la PF, y hombre cercano al secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong.
El propio ex gobernador de Hidalgo agradeció vía Twitter al médico Mondragón los servicios prestados, pero puntualizó que se retira del campo operativo para incorporarse a tareas de diseño estratégico en materia de seguridad. Ya se verá si la reacción de Osorio en Internet sólo busca disolver las inmediatas percepciones sobre desacuerdos en las cúpulas federales respecto a la manera de enfrentar al crimen organizado, de diseñar y ejecutar el retardado proyecto de la gendarmería nacional y de relacionarse con las autodefensas michoacanas.
Apenas unas horas atrás, el personaje más significativo de esas fuerzas civiles, el también médico Juan Manuel Mireles, había dado lectura, para difusión en video (http://bit.ly/1fOSv86), de los acuerdos tomados en el Concejo General de Autodefensas de Michoacán. Reinstalado como vocero de esos grupos armados, junto con Estanislao Beltrán, conocido como Papá Pitufo (Mireles había sido depuesto luego de una reunión entre otros dirigentes y el comisionado Alfredo Castillo, a instancias de éste), realizó en esa grabación un análisis sumamente crítico de lo hecho hasta ahora en esas tierras en largo conflicto. Dijo que no hay gobierno, habló de traiciones federales y criticó que los aliados de ayer sean los perseguidos de ahora, en una maniobra que pretende descabezar y desintegrar a tales autodefensores. Mireles aseguró que los templarios son los que mandan en Michoacán, y que las fuerzas federales, policías, soldados y marinos, van tras quienes se levantaron en busca de la seguridad que ninguna autoridad les daba. En ese contexto, buenas pistas de lo que viene habrán de producirse el próximo martes, cuando el hidalguense Osorio anuncie quién será el nuevo comisionado de seguridad nacional.
El próximo jueves, a las 19 horas, será presentado en Casa Lamm de la ciudad de México el libro de Ediciones Proceso titulado Colosio: el futuro que no fue, con 18 artículos de amigos y colaboradores de quien fue candidato presidencial, más textos de Mariana y Luis Donaldo Colosio Riojas, quienes participarán en la presentación del volumen, que será moderada por Rafael Rodríguez Castañeda, director de la revista que así inaugura una nueva faceta editorial. El libro fue coordinado por Alfonso Durazo, quien fue leal y eficaz secretario particular de su paisano sonorense.
Entre las líneas que este columnista astillado aportó para el mencionado libro se señala: “Una visión empeñosamente difundida desde cúpulas partícipes de los forcejeos macabros de 1994 ha buscado excluir a Colosio del retablo de la conceptualidad reformista, tratando de colocarlo solamente como un operador práctico, un dócil ejecutor de instrucciones superiores, una pieza móvil sin proyecto personal valioso, de tal manera que su ejecución en Lomas Taurinas pareciera casi un accidente de trabajo, una desgracia obviamente lamentable pero sin mayores consecuencias de fondo. Ese propósito de aligeramiento de la figura del sonorense, que en el fondo ha significado la conveniente dilución de significados políticos trascendentes en el episodio oscuro sucedido en Tijuana, ha tratado de despojar a Colosio de contenido crítico, ignorar su visión y compromiso con el cambio democrático impulsado desde dentro del PRI, insinuar que sólo era anecdótica o inmadura su enojada resistencia ante las pretensiones de cacicazgo transexenal y suponer que el discurso del Monumento a la Revolución fue una treta retórica, sin compromiso personal ni riesgo asumido”.
Así dice la parte final del artículo astilloso: “A la distancia, sigo creyendo que el asesinato de Colosio fue una maniobra que sólo pudo ser concebida, ejecutada y mantenida en la impunidad por el propio poder supremo que en ese momento constituía el salinismo, en sus dos vertientes más notables, la del propio Carlos como cara política reformista y la de Raúl como operador financiero comprometido con intereses oscuros tanto en negocios con recursos públicos como de otra índole. También creo que el sonorense Colosio se resistió a ser la pieza dócil, manipulable, que ese salinismo pretendía llevar a Los Pinos para instaurar un caciquismo transexenal que devendría en el intento de facilitar la reelección del propio Carlos Salinas de Gortari (...) La ejecución de Colosio frenó el proceso de reforma democrática y arrojó al país a un torbellino altamente lesivo para los intereses populares, hasta llegar al neosalinismo encopetado que hoy se vive”.
Adiós a don Carlos Narváez, el héroe silencioso de la mesa de redacción que coordinaba con amabilidad y sapiencia en La Jornada, el respetado contralor de edición que contribuyó tanto al buen periodismo desde aquel unomásuno. ¡Hasta mañana!
Twitter: @julioastillero
Facebook: Julio Hernández



Hay millones de viviendas abandonadas y vandalizadas por todos los rumbos de la República. Una empresa privada que hubiera financiado su construcción estaría en quiebra total. Pero es el Infonavit el que no ha podido recuperar los créditos. Sin embargo, el director general del instituto, Alejandro Murat, dice que el organismo goza de salud financiera, por tanto, está en la aptitud de cargar con el seguro de desempleo. Para tal fin crearán una subcuenta mixta que será alimentada con 3% de las aportaciones patronales. Será suficiente para pagar el seguro, para financiar el crédito de vivienda y para la pensión al momento del retiro, dice el Infonavit en un comunicado. La iniciativa no modifica el monto de las cuotas que las empresas pagan actualmente, por lo que no tendrán mayores costos por concepto de seguridad social y los trabajadores no verán afectados sus ingresos ni su patrimonio. Infonavit asegura que ‘‘tras haber analizado las implicaciones financieras, hipotecarias y operativas de la implementación del seguro de desempleo, se concluyó que su aplicación no sólo es viable (...) sino que permite satisfacer el 100% de la demanda de vivienda de los trabajadores que actualmente no han solicitado un crédito, al tiempo que ofrecerá un nuevo beneficio a través del seguro’’.
Seguro ¿de cuánto?
El gobierno federal aportaría recursos adicionales por 0.5% del salario base de cotización de los trabajadores a un fondo solidario, mismo que cubrirá los pagos del seguro que no alcancen a ser cubiertos por la subcuenta mixta. Después de escuchar el subcuento de hadas surge una pregunta: ¿de cuánto será la paga por desempleo y a cuántos trabajadores podrá cubrir? Astutamente el PRI nunca se comprometió con los ciudadanos mencionando una cantidad. ¿Será de mil y tantos pesos mensuales y cubrirá a los trabajadores que hipotequen sus credenciales del IFE para votar por el PRI? ¿O cómo?
El dólar en la frontera
Siempre ha habido una diferencia en el precio que el dólar tiene en las ciudades de la frontera norte y la capital del país. Sin embargo, hoy día es enorme. En casas de cambio de Mexicali puede comprarse un dólar en 12.65 pesos. En contraste, en las semanas recientes en la ciudad de México ha alcanzado precios que van de 12.30 a 12.70 pesos. El fenómeno se observa de Mexicali a Matamoros. ¿A qué se debe? Hay un mercado local que se alimenta con los dólares de los sueldos de los trabajadores que laboran del lado estadunidense. Tienen que cambiar sus cheques a pesos en las casas de cambio, porque es el gasto de la familia. Evidentemente hay un ‘‘sobrante’’ que está siendo absorbido ¿por quién o quiénes? Los bancos, en primer lugar. Es un buen negocio comprarlos baratos y revenderlos un dólar más caros. También por las casas de cambio que tienen algún tipo de conexión con sus colegas capitalinos. Y, aunque sea difícil probarlo, no es buen negocio para la mafia. Opera con dólares, necesita pesos. Y le dan muy pocos pesos por sus billetes verdes.



La campaña en contra de la reforma al sistema de salud en Estados Unidos, conocida como ObamaCare, no cesa. Sus enemigos más conspicuos ya hacen cuentas sobre el costo que en las próximas elecciones tendrá para los candidatos que la han apoyado, la mayoría de ellos pertenecientes al Partido Demócrata. La complejidad de la reforma, la deficiente información sobre sus beneficios y, sobre todo, las maquinaciones y las falsedades que sobre ella se han propagado han tenido como consecuencia una incorporación menor de lo esperado a los planes de seguridad que ofrece.
Como es sabido, uno de sus principales objetivos es beneficiar a millones de personas que han carecido de atención médica por falta de recursos. Por cierto, entre estos últimos está la mayoría de la población de origen latino que, de acuerdo con un informe de la organización Gallup, es el grupo con menor porcentaje de incorporación a las diferentes categorías de seguros que ofrece dicha reforma. Las causas principales de la abstención entre los latinos son la limitada información que sobre la reforma se ha ofrecido en español y el temor de que entre las familias que solicitan un seguro para integrarse al sistema de salud haya algún miembro que carece de documentos, se le identifique como tal y sea deportado.



A partir del mediodía del lunes comencé a recibir comentarios sobre El libro de las adivinanzas, al que me referí en la anterior columneta. Algunos lectores ya lo conocían y les daba mucho gusto ver, en este periódico, la exaltación merecidísima que de él se hacía. Otros lo compraron durante la semana y todavía hoy (domingo), por la mañana, gustosos, me lo comunicaron. Mención especial merece un cuate que me dice: no tengo hijos, menos nietos (me aplastó la lógica), pero desde niño me encantan las adivinanzas.
Detesto que me den consejos, sobre todo con aire sentencioso, moralino. Esto me obliga a actuar en consecuencia, por eso, lo que a continuación platico es el simple relato de una ocurrencia personal, en lo absoluto una sugerencia.
Para Navidad les regalé a mis tres nietos un ejemplar del mentado Libro de las adivinanzas. De ellos, sólo el mayor sabe leer, sin embargo, cuando yo se los leí y les mostré las ilustraciones, le atinaron a muchas de ellas. Ya entrado en gastos, escribí –con pretensión de adivinanza– una dedicatoria para cada uno. Las soluciones de ellas eran sus propios nombres. Recalqué, al leérselas, la palabra con la que éstos tenían consonancia. Ante mi asombro y gran satisfacción, al segundo, tercer intento, me dieron la respuesta. Conclusión personal: más allá del ADN terrible con el que marquemos a nuestros descendientes, si somos responsables y le echamos ganas, mucho tenemos que ver en su desarrollo, evolución y superación.



El futuro de Estados Unidos se puede ver hoy en la generación de jóvenes más diversa en raza, cultura y origen, que para 2043 transformará este país en uno donde por primera vez los blancos pasarán a ser una minoría más, algo que invita cambios bienvenidos por muchos, pero que también asusta a otros y que en parte explica algunas de las tensiones políticas y sociales hoy día.
La llamada generación de los milenarios, como se ha apodado a los nacidos después de 1980, se distingue no sólo por su diversidad racial y/o étnica, sino también por lo que comparten entre sí, incluyendo una mayor desconfianza en instituciones políticas y sociales, como por crecer con la revolución cibernética y sus implicaciones, y por una visión más liberal en asuntos sociales, según registra una extensa investigación sobre ellos del Centro de Investigación Pew.



Agarraos, mexicanos crédulos, que todo pinta para que en 2014 se repita el ingrato juego de las sumas y restas que tanto costó al país en el primer año de estancia peñanietista en Los Pinos, durante el cual –de la misma forma que en los cinco sexenios previos– el gabinetazo alegremente se dedicó a sumar y la cruda realidad a restar.
Tal juego no es nuevo, cierto es. Se hizo vicio desde el arranque mismo del ya extenso periodo neoliberal, a lo largo del cual, y por decreto, a la calculadora gubernamental se le borró la función de restar. Sólo sumas alegres y listones rosas, aunque sea con números imaginarios. Y después dicen no entender por qué los índices de credibilidad en las presuntas autoridades se mantienen en el suelo.
Allí están las cifras oficiales y la realidad: Miguel de la Madrid ofreció un crecimiento sostenido a tasa anual promedio de 5.5 por ciento, pero no llegó más allá de 0.34 por ciento; Carlos Salinas de Gortari prometió 6 por ciento anual, pero lo cierto es que no pasó de 3.9; Ernesto Zedillo aseguró que sería de 5 por ciento, y se quedó en 3.5; Vicente Fox, tal vez el más alegre de todos, dijo que llegaría a 7 por ciento para, a duras penas, aterrizar 2.3, y el inefable Felipe Calderón garantizó 5 por ciento anual y con las uñas llegó a 1.8 por ciento. Así, en ese periodo (1982-2012) la economía creció a un ritmo casi 2.5 veces menor al oficialmente prometido.
Ya en el sexto sexenio de la temporada, Enrique Peña Nieto aseguró que en su primer año de estancia en Los Pinos la economía crecería 3.5 por ciento, pero la realidad se impuso una vez más y milagrosamente se alcanzó 1.1 por ciento. Para el segundo, el que corre, ofrece 3.9 por ciento. Aún en el lejanísimo caso que tal oferta se concretara, el promedio de su primer bienio en la residencia oficial alcanzaría una tasa de 2.5 por ciento, cuando se sabe que lo mínimo para arrancar es 6 por ciento.
Lo anterior, claro está, en un balance idílico, porque aún no concluye el primer trimestre de 2014, y ya se practican todo tipo de tijeretazos a la proyección de crecimiento económico… salvo en el ámbito gubernamental, donde mantienen el discurso del futuro venturoso, el navío de gran calado, el sostenido avance del bienestar social y el cada día más cercano nivel de vida estilo noruego, producto, dicen, de las reformas ya aprobadas que cambiarán al país, las cuales, dicho sea de paso, deben ser aterrizadas por medio de leyes reglamentarias que ni siquiera calendarizadas están.



El festinado primer superávit en la Balanza Comercial en más de tres lustros (163 millones de dólares en 2012 según las cifras de hace un año) ha sido corregido a un déficit de -46 millones en ese año, con un aumento a -1 mil 022 millones en 2013, otro año inercial. Con ello, el déficit acumulado del quinquenio (2009-13) es de -10 mil 225 millones, mismo que sin las exportaciones de petróleo habría sido de -242 mil millones de dólares (Gráfico 1).
En 2013, la balanza petrolera ya sólo dejó a México un saldo positivo de 8 mil 706 millones, pues a pesar de una exportación por 49 mil 574 m, las importaciones petroleras ascendieron a -40 mil 868 m, mientras el gobierno y Pemex no muestran avances sustantivos ni en refinación ni en otros frentes



Lejos de los reflectores de las guardias comunitarias michoacanas y guerrerenses, vecinos de la marginal colonia El Coyol del puerto jarocho organizaron una muy particular forma de autodefensa en contra de la delincuencia común que asuela esa área urbana.
Los índices delictivos no bajan y la desconfianza en las policías los obligó a emprender acciones que se han traducido en la disminución de los atracos a la mitad.
Aparte de medidas como proteger ventanas y puertas con barrotes, minar azoteas con alambres de púas, comunicarse por teléfono celular y usar redes sociales, alrededor de 50 familias, niños incluidos, crearon un sistema de vigilancia para actuar contra los asaltantes, que acechan todos los días del año.



Recuperado el camino por los que saben, ¿cuál es el nuevo peligro para México? La falsa democracia, la impunidad y el atolondramiento colectivo, donde niños y ancianos siguen a merced de las instituciones, es decir, del antiservicio, y sus inobservados derechos son compartidos con los de los animales. Así, en el teléfono del Inapam o Instituto Nacional de las Personas Adultas Mayores (56 34 88 90), una grabación invariablemente contesta: Lo siento, esta línea está ocupada. Y hágale como quiera, podría añadir.

El sistema económico se empeña en ver la salud, la enfermedad y la muerte sólo como un negocio más –la farmafia asesina, le empiezan a decir–, mientras los gobiernos asumen éstas como fastidiosa responsabilidad sin reflectores ni obras de relumbrón, pues crear centros deportivos, hospitales e instituciones de servicio es menos rentable que entreguistas asociaciones petroleras.




En un referendo realizado ayer con una participación cercana a 80 por ciento, la abrumadora mayoría de los habitantes de Crimea (entre 93 y 95 por ciento) votaron en contra de que ese territorio sea una república autónoma ucrania y en favor de su unión a la Federación Rusa. La sorpresa de la consulta no es el resultado, sino su contundencia, habida cuenta de que la postura anexionista se impuso por una proporción mucho mayor que la de los hablantes de ruso en esa península del mar Negro, que suman cerca de 60 por ciento de la población.

El país, atrapado sin salida
Nuestro país está atrapado en un remolino sin fondo de delincuencias: organizada, desorganizada, privada, oficial.. así como de autodefensas, templarios y destemplarios. En perseguir todo tipo de Gastones Azcárragas, Bibriescas, Chapos, Chayos y Mayos, Oceanografías, boquetes en el Metro, boquetes en Pemex, y por todos lados y de todo tipo.

Cada día se descubren más trapacerías cometidas durante los dos sexenios en que el Partido Acción Nacional (PAN) ocupó la Presidencia de la República y puso a sus afiliados y favorecedores en importantes cargos de la administración pública. Le aprendieron las malas mañas a los del Partido Revolucionario Institucional (PRI). Ahora se confirma que la enorme fortuna que amasa la familia Mouriño (una de las más acaudaladas del sureste) se debe a negocios hechos con Petróleos Mexicanos (Pemex). Uno de los ejes de esa fortuna mal habida fue Juan Camilo Mouriño, a quien el becario de Harvard convirtió casi en un niño héroe y le organizó un funeral de Estado. Se jala la hebra de la corrupción y salen salpicados más personajes del PAN y sus amigos.

Se ha anunciado ya el despojo final que intentará la actual administración: cambiar el régimen de propiedad de la tierra del país, que es aún ejidal y comunal, para hacerla privada.

El reclamo de la autoridad moral para uno mismo, para unas u otras preferencias ideológicas, o bien, para los llamados intereses especiales es una condición social bastante evidente; sobre todo en épocas de abiertos conflictos políticos, económicos o territoriales.

1.- Del natural
Un hombre duerme la siesta junto a tres o cuatro metros cuadrados de granos de café secándose al sol. Su mujer en una butaquita, casi en cuclillas, borda algo primoroso. Él viste calzón blanco y camisola, como un griego antiguo, como un tzotzil moderno. Ella, el huipil morado y azul de la región. La composición del cuadro es clásica, y su proporción áurea. El hombre duerme a gusto sobre el suelo duro, como si fuera su petate. Alguna bruma en los campos. El sol, constante.


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