3/19/2014

Balcanización de Ucrania: ajedrez ruso frente a las canicas de EU y la Unión Europea


Bajo la Lupa

Alfredo Jalife-Rahme

FotoVehículos de transporte de tropas, ayer en la ciudad de Salkovo, Ucrania. Vladimir Putin firmó un tratado que reconoce a Crimea como parte de RusiaFoto Reuters

Al día siguiente de la masiva votación en Crimea a favor de su retorno a Rusia, las bolsas reflejaron la charla entre los mandatarios de Estados Unidos y Rusia para una des-escalada y limitar los daños: descenso del oro negro y amarillo, y alza de las acciones. ¿Se acentúan las grietas globales?

Existe una balcanización de facto en el seno de la Unión Europea (UE) que ya se reflejó económica y financieramente entre su norte avasallante y los humillados del sur, menos hostiles a Rusia.
Crimea se separaba mientras se realizaba un silenciado referendum de secesión de Venecia, en espera de los próximos referenda de Cataluña y Escocia, sin contar Quebec ni el contencioso incandescente de Transnistria/Moldova.

No fue una buena semana para Estados Unidos/OTAN/UE desde Crimea hasta Serbia, donde resucitaron los rusófilos en las urnas. ¿Efecto dominó de balcanizaciones?

Se fractura también la santa alianza nor atlántica hasta en las sanciones, de por sí emasculadas, contra el Kremlin: Gran Bretaña, inigualable en la perfidia geopolítica, juega doble financieramente, mientras Francia no desea romper sus ventas militares a Rusia, cuando la canciller Angela Merkel exhibe su patética novatez geoestratégica.

Las balcanizaciones y sus respectivas cajas de Pandora son de doble vuelta y también se pueden diseminar a la región islámica del Cáucaso: Daguestán y Chechenia, lo cual obliga a un acomodamiento de Rusia con Turquía y Arabia Saudita, no se diga con Irán.

Dimitry Rogozin, viceprimer ministro sancionado y mandamás de la industria militar rusa, colocó en Twitter un mensaje sarcástico para el presidente de Estados Unidos: “Camarada (sic) @BarackObama, ¿qué haremos aquellos que no tenemos cuentas ni propiedades en el extranjero. ¿No pensó en ello?” Agrega en otro twitt: pienso que algún bromista preparó el borrador de las sanciones del presidente de EU.

El arquitecto conceptual de la política de Estados Unidos hacia Ucrania, Rusia y sus alrededores, Zbigniew Brzezinski –ex asesor de Seguridad Nacional de Carter e íntimo de Obama–, después de su silencio de una semana, comentó en Twitter que la decisión de China para no sumarse a Rusia al veto de la resolución de la ONU es un golpe mayúsculo (sic) a Putin.

A mi juicio, China no votó en contra para no indisponer a Putin y su abstención se debió al prurito que le provocan las potenciales balcanizaciones en sus tres relevantes provincias: la budista Tíbet, la islámica Xinjiang y Mongolia, en donde se encuentran las sicalípticas huellas centrífugas de Estados Unidos.

Se equivoca de nuevo el rusófobo Zbigniew Brzezinski, a quien desmienten los mismos chinos: China cooperará con Crimea (¡supersic!) después de que la situación se estabilice (ITARTASS, 18/3/14).

Marina Koren ( National Journal, 18/3/14) comenta que el aislamiento de Putin por Occidente no lo detendrá, ya que su nueva jugada muestra que está listo para un nuevo orden global.

En forma convergente con el académico israelí-estadunidense Stephen Cohen (ver Bajo la Lupa, 16/3/14), el zar geoenergético global Vlady Putin afirmó en su mensaje sobre el retorno de Crimea a la madre Rusia que Occidente había cruzado la línea roja en Ucrania al apoyar a la oposición y al poner en peligro a los rusos, lo cual obligó a Moscú a defender sus intereses.

El regaño de Vlady es severo a sus socios occidentales, quienes habían sido poco profesionales e irresponsables con su corta visión. No pensaron las consecuencias. Rusia se encontró en un estadio en donde no podía rendirse. Si uno oprime el colchón muy fuerte, rebota. ¡Superuf!

Vlady se quejó amargamente de que Moscú, mientras buscaba un diálogo cordial, era engañado (sic) todo el tiempo por Occidente. Fustigó a Occidente de aceptar la balcanización de Yugoslavia, por la vía militar, y luego la secesión de Kosovo, así como de haber azuzado la primavera árabe que se tornó un invierno árabe. ¡ Troppo forte!

Sara Carter ( The Blaze, 18/3/14) aduce que las sanciones contra Rusia pueden señalar el inicio de la tercera guerra mundial y cita a Kevin Freeman, analista financiero global versado en guerra financiera y terrorismo –consultor del Pentágono, la CIA y la FBI–, quien advirtió que Rusia, con sus aliados como China, puede mutilar (sic) el sistema financiero de EU.

Kevin Freeman comenta que el verdadero riesgo con las armas (sic) económicas es que los rusos reaccionarán y crearán una tercera guerra mundial, ya que este es un juego de pollos (¡supersic!) muy rudo al que estamos jugando, mientras Putin es muy serio.

Pues sí: Vlady Putin juega magistralmente al ajedrez en el tablero global, mientras Occidente (whatever that means) juega a las canicas bajo los reflectores propagandísticos multimediáticos que forman parte de su panoplia bélica desinformativa.

La visión desde Irán, país multisancionado por Estados Unidos/UE, es que las sanciones sin dientes (¡supersic!) de Washing ton tendrán respuesta similar en Rusia.

La tripleta Estados Unidos/UE/OTAN se malacostumbró a los kakistocráticos Gorbachov y Yeltsin, y ahora habrá entendido a su cuenta y riesgo que Rusia, en la fase de su resurrección con Putin, no se deja(rá) humillar como sus antecesores.

La advertencia del portavoz de la presidencia rusa, Dmitry Peskov, es prístina: Rusia cambiará de socios (¡supersic!) en caso que se impongan sanciones económicas de Estados Unidos y la UE (BBC, 18/3/14).
¿Los nuevos socios de Rusia serían los BRICS y el Movimiento de los No Alineados de 120 países y, en un descuido, hasta la Organización de la Conferencia Islámica?

Más allá de la cacofonía desinformativa de los multimedia occidentales, Red Voltaire (18/3/14) adelanta que existe un acuerdo tras bambalinas entre Estados Unidos y Rusia sobre tres aspectos fundamentales:

 1) la redacción de una nueva Constitución en Ucrania, que definirá los siguientes parámetros: el idioma ruso será oficial junto al ucranio, y las regiones dispondrán de amplia (sic) autonomía (sic); 

2) la federación protegerá a los rusófilos de la parte oriental de Ucrania, y 

3) la neutralidad de Ucrania entre Estados Unidos y Rusia, la cual epitomizará, a mi juicio, su finlandización de facto.

Red Voltaire se da el lujo de publicar un documento de trabajo de Rusia que al parecer aceptó John Kerry, secretario del Departamento de Estado.

El portal galo comenta que Obama ha tirado la toalla. El complot (sic) estadunidense destinado a poner fin a la influencia de Rusia en Ucrania y a incluir a este último país en la UE parece haber fracasado. El regreso de Crimea a la Federación Rusa y el voto masivo de la población a favor de ese paso han confirmado el fracaso total de los planes de Estados Unidos y su principal objetivo: sacar a los rusos de Sebastopol y cerrarles a la vez la puerta del Medio Oriente. Ni más ni menos que la tesis de Bajo la Lupa.

Concluye Red Voltaire: Habrá que ver los golpes bajos (sic) que van a tratar de inventar los neoconservadores para modificar la situación.

¿Se trasladó el añejo Muro de Berlín a Kiev?
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