3/19/2014

Feminismo comunitario, propuesta de lucha de mujeres indígenas


NACIONAL
   Conocimiento generado en la academia es insuficiente

CIMACFoto: César Martínez López
Por: Anaiz Zamora Márquez
Cimacnoticias | México, DF.- 

El feminismo que nació en la academia y en los países desarrollados ha minimizado las luchas y resistencias de las mujeres integrantes de pueblos indígenas, quienes son poseedoras de conocimientos y saberes que procuran a toda la comunidad e incluso a la naturaleza.  

Las feministas comunitarias y autónomas Julieta Paredes y Adriana Guzmán sostienen que es necesario enriquecer los trabajos que ha realizado el feminismo (que ellas identifican como “occidental”), para transitar a un movimiento “que supere las envidias, el racismo, el oportunismo y las competitividades entre mujeres, pues todas somas imprescindibles, un movimiento (feminista) que nos una en confianza política y coherencia”.

Tras cuatro años de acompañamiento del proceso de cambio en Bolivia, quienes se definen como transgresoras, se enfrentaron al reto de escribir sus ideas, pensamientos y propuestas en el libro “El tejido de la rebeldía. ¿Qué es el feminismo comunitario?”, presentado en el Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades de la UNAM.

Julieta Paredes sostuvo que las mujeres indígenas usan un lenguaje oral que tiene la complejidad necesaria para expresar conceptos abstractos como la energía o la felicidad, pero al no haberse escrito en texto o papel, esos saberes fueron desestimados por la academia.
“Escribir es defendernos de la extracción del conocimiento, es decir lo que pensamos y defender nuestras visiones”, expuso. Desde esa postura es que nació el feminismo comunitario, que no debe reducirse a un feminismo indígena.

Paredes explicó que el libro no busca un pleito con las académicas del feminismo occidental, ni tampoco desestimar los conocimientos que ellas crearon, sino que es “para colocar la postura y pensamientos de las mujeres indígenas, y también para exigirles la generación de conocimientos realmente útiles para la sociedad y la comunidad, pues con esos conocimientos se podrían evitar muchos sufrimientos”.

Por lo que invitó a hablar del feminismo desde la historia de las mujeres, de las indígenas, de las integrantes de otros sectores, pues esa historia no ha sido la misma que el desarrollo de las mujeres europeas.
Adriana Guzmán, pensadora y activista, denunció que la academia y la sociedad han convencido a las mujeres indígenas de “que no tenemos nada importante que decir, y si lo hacemos, lo haremos mal porque no sabemos cómo decirlo adecuadamente”.

Y señaló que desde la propuesta de feminismo comunitario no están planteando un nuevo paradigma, “sino que reconocemos a todas las feministas, agradecemos los conocimientos que abrieron brecha, pero señalamos que el conocimiento acumulado por las feministas anteriores no nos alcanza ni nos es suficiente”.
Por eso, las autoras dijeron que se dieron a la tarea de plantear desde sus sabidurías y memorias nuevas propuestas y aportar algo para cuestionar el llamado mestizaje.

El feminismo comunitario, entre otras cosas –como se asienta en el libro– es “un movimiento social que responde a la forma circular del conocimiento y del pensamiento, que recuperamos críticamente de nuestros pueblos originarios; es una propuesta revolucionaria desde las mujeres, que se une a las luchas, propuestas y deseos de los pueblos y de la humanidad por lograr su liberación de estructuras de violencia, opresión, discriminación, explotación y muerte”.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario