4/05/2014

La socialista Anne Hidalgo gana la alcaldía de París



Foto: EFE

Una española, alcaldesa de París. Lo nunca visto. La socialista Anne Hidalgo (1959, San Fernando, Cádiz) sucederá al veterano Bertrand Delanoë al frente del Ayuntamiento de la capital francesa.

Con su victoria por un 54,3% de votos contra el 43,2% de su rival conservadora, Nathalie Kosciusko-Morizet, la ex número dos del hôtel de ville parisino conserva para la izquierda el poder en la ciudad de la luz, perpetuando una tradición que se remonta a 2001. Y sienta igualmente dos precedentes históricos muy del gusto de François Hollande. A saber: París tendrá por primera vez una mujer en el sillón de primer edil y se trata, además, de una ciudadana originaria de otro país, redundando en los conceptos de paridad y diversidad racial que tanto preconiza el presidente de la República.

Poco importa que Hidalgo apoyase en las primarias ciudadanas a Martine Aubry, finalmente perdedora. A pesar de no pertenecer al círculo de íntimos del jefe del Estado, la gaditana vendría a convertirse en un icono de esa Francia renovada, igualitaria y multicultural que Hollande prometió durante su campaña. Ya el primer Gobierno de Jean-Marc Ayrault, presentado en mayo de 2012 con un 50% de ministras y una docena de miembros originarios del Magreb o los departamentos de ultramar, recalcaba esa voluntad de cambio. Poco después, se torció el proyecto de poner a una dama al frente de la Asamblea Nacional debido al batacazo en las legislativas de Segolène Royal. Pero lo de Anne en el Ayuntamiento parisino le da un nuevo empuje a ese modelo hollandista, además de ser un consuelo para el batacazo general de la izquierda en esos comicios municipales, donde la Unión por un Movimiento Popular y sus aliados centristas le han arrebatado la mayoría de las grandes metrópolis del Hexágono.

«Pienso en París todas las mañanas cuando me maquillo», dijo hace año y medio esta abogada de 55 años, cuando anunció su candidatura al sillón consistorial. Ahora tiene ante sí el reto para el que llevaba 12 años preparándose, desde que salió elegida concejala de distrito en las municipales de 2001 y el nuevo alcalde la nombró adjunta y responsable de Igualdad primero y de Urbanismo después. Antes, había ocupado puestos intermedios en el Gobierno de cohabitación de Lionel Jospin (1997-2002), con especial vinculación a los asuntos sociales y un papel determinante en la ley de paridad.

«Estoy orgullosa de la labor que llevamos a cabo en el Ayuntamiento para combatir la violencia de género y las injusticias, incrementar el número de plazas en las guarderías infantiles, favorecer la inserción social… temas que la derecha tenía abandonados», declaró al iniciarse la campaña esta inspectora de trabajo en excedencia que milita en el PS desde 1998, a semejanza de su padre Antonio, con carné del PSOE a pesar de haber emigrado a Lyon en 1961.

Hija pequeña de un electricista y una costurera, nacida en el mismo barrio isleño que Camarón, casada en segundas nupcias con el dirigente socialista Jean-Marc Germain -íntimo colaborador de Aubry-, madre de tres hijos, Anne Hidalgo nunca ha sido un personaje mediático al uso. Hasta que se presentó a alcaldesa, ni siquiera figuraba en el Barómetro Ipsos que mide mensualmente la popularidad de los políticos galos.

Pero la intensa campaña municipal ha hecho que todos los franceses la conozcan y muchos la admiren. A pesar de su aspecto serio, ella defiende que en privado no le falta gracejo celtibérico. Fan de Almodóvar, Luz Casal y el flamenco, amante de la paella y el gazpacho, lectora devota de Alberti y García Lorca, amiga de Carmen Maura, Rossy de Palma, Blanca Li, y toda la inteligentsia española radicada a orillas del Sena, la nueva alcaldesa vive en el 15ème arrondissement parisino pero nunca ha renunciado a sus raíces.

«Semprún me enseñó que se pueden tener dos lenguas maternas, que se puede amar a dos países, sin que eso sea un problema», dijo en la ceremonia funeraria del ex ministro. Preguntada hace unas semanas por Le Parisien sobre su campaña electoral algo sosa, esta gaditana nacionalizada a los 14 años reivindicó entonces sus orígenes familiares, aduciendo: «La gente no me conoce. En política, soy muy seria. Pero en mi vida personal me gusta la fiesta. ¡Soy andaluza y los andaluces no son aburridos!». Así pues, con Anne Hidalgo, París volverá a ser una fiesta.

Fuente: El Mundo

No hay comentarios.:

Publicar un comentario