9/23/2014

Dos actos políticos en la gira de AMLO en Yucatán y una obra escultórica



1. El viernes presencié dos mítines de López Obrador (AMLO) en las poblaciones -ya casi integradas a Mérida, la ciudad capital de Yucatán- Umán y Conkal. Asistieron alrededor de 200 personas en cada mitin y escucharon mensajes de AMLO de por lo menos una hora los pobladores de esos bellos lugares. AMLO es el único político mexicano que ha visitado en sus giras de propaganda y politización de 2005 a 2014, transportándose en una camioneta, cuatro o cinco veces todos los municipios de la República mexicana.

2. He presenciado varias decenas de mítines de él en la ciudad de México, Yucatán y Oaxaca, pero desde que fue operado de cateterismo hace algunos meses –como el que personalmente sufrí hace siete años- no lo había visto de cerca. Cuando lo miré llegar a Umán, después de bajar de la camioneta que lo trajo del puerto de Celestún, lo encontré muy agotado; sin embargo al tomar el micrófono (que sería su diezmilésima vez) frente a mis ojos se transformó en el político crítico y rebelde que ha sido por lo menos desde 1989. Pienso que aunque su cuerpo llegara a debilitarse su mente seguirá brillante.

3. Lo que veo es que AMLO denuncia y reitera sus acusaciones contra el presidente y sus funcionarios, contra el saqueo gubernamental y la miseria del pueblo en cada discurso y la respuesta de la gente es mínima en combatividad. Pareciera que piensan: “¡Está bien, tiene razón AMLO en lo que dice!, ¿Pero qué y cómo vamos a remediar la situación ante la represión?” En los dos mítines la gente escuchaba, muchos asentían con la cabeza, pero en Yucatán no se registran gritos emotivos, ni de consigna, ni nada. ¿Tendrá que ver con su conservadurismo?

4. En López Obrador no hay ningún signo de desánimo; todo en él es ir para adelante, es confianza en que las cosas en este país cambiarán para bien del pueblo cuando su partido Morena asuma el gobierno. Es el motor que lo mueve y –aunque cada día esté más lejano su triunfo (sobre todo porque nuevamente el monopolio del PRI ha tomado la Presidencia) sigue siendo su optimismo inquebrantable. Las elecciones de julio próximo (aunque se cometan mil anomalías y luego mil denuncias) será importante para medir sus alcances como partido y las futuras elecciones presidenciales.

5. AMLO lo sabe y lo reitera: “aunque no llegue a la Presidencia sé que estoy poniendo las bases para la liberación del pueblo”. Yo no sé lo que pasará en este México y en este continente convulso porque no soy adivino y sólo puede hablar de una ley de tendencias. No es lo mismo –como en aritmética o matemáticas- decir que dos más dos son cuatro, que observar los imprevistos cambios sociales. No sé si la enorme violencia desatada por la burguesía y el imperialismo en el mundo no sea respondida por los explotados y miserables cansados ya de tanto sufrimiento. Pero todo lo que hagamos será “sentar bases de rebeldía”.

6. Terminado el mitin en Umán, mi amigo por más de 54 años, Róger Aguilar, secretario general del PRD en el estado (en medio de nuestros comentarios políticos), nos trasladamos juntos en su modesto coche para observar el mitin de Conkal, de donde él es originario. Antes del acto político pude recorrer la plaza principal y visitar el templo parroquial porque al parecer en esa población –a unos 20 kilómetros de Mérida- pasó su niñez y adolescencia mi madre. Aquí López Obrador extendió más aún su discurso (el tercero del día), para luego acudir a una entrevista en un medio periodístico local.

7. Nota aparte del acto político: Entre el mitin y mis recorridos por el centro de la población de Umán –que igual a Kanasín son los municipios del estado que exageradamente han crecido en población- me encontré bajo los corredores del palacio municipal con una escultura en madera que me despertó un gran interés por su “barroquismo”, o no sé como se diga en este campo. El autor es Eduardo Cámara Alonzo y lleva dos años y medio (día y noche) trabajándola. Es reamente una obra majestuosa que representa la cosmogonía maya, el dios de la lluvia (Chac), el rey Balam; tiene la obra alrededor de 600 kilos, una altura de 1.35 metros y un diámetro de 1.10

8. Puede verse en la complicada escultura: el Cenote Sagrado, a doncellas, a parte de la rica fauna yucateca: el guacamayo, el faisán, el venado, la tortuga, los armadillos, el hormiguero, tres jaguares y un jabalí. Además al frente están unas escalinatas del que podría ser el Castillo (bajando de él Quetzalcóatl), así como el Observatorio (o Caracol) de Chichén Itzá. A parte de lo fantástico de la obra artística, que supongo será ampliamente exhibida e incluso bien vendida, lo que más me llamó la atención fue la total entrega del autor (día y noche) rodeado de sus herramientas, para concluir su obra. Espero que la autoridad municipal dé más facilidades al artista.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario