5/16/2020

México: Las artesanas encuentran un camino para sobrevivir, servir y crear

Ante la pandemia del COVID 19 buscan el ingreso en la confección de cubrebocas artesanales




Organizadas, dan talleres de creatividad y para identificar la violencia de género. En Chihuahua no sólo se confeccionan prenda, se dan cursos para empoderar a las mujeres. Reconvierten talleres, usan imaginación, creatividad, capacidad y dan trabajo a otras mujeres

Cd. de México. 11 de mayo de 2020 SemMéxico.- Las mujeres mexicanas, artesanas, indígenas, pequeñas empresarias, en forma individual o en grupo, y de diversas entidades del país, ante las medidas de confinamiento en casa por el COVID-19 y la necesidad de tener ingresos diarios, se pusieron a elaborar cubrebocas de tela, con bordados artesanales, incluso de palma o innovadores con careta, los cuales realizan en casa y distribuyen a través de las redes sociales, incluso en portales oficiales se les promueve para que tengan ingresos como es el caso del estado de Chihuahua con la empresa “Sinibí Jipe”, integrada por mujeres rarámuris.

Joloviletik, grupo de Chiapas, indígenas que ya hasta han exportado sus trabajos artesanales

Desde comunidades de Chihuahua hasta Chiapas, pasando por Puebla, Oaxaca y Zacatecas las mujeres, muchas de ellas dedicadas a la confección y venta de prendas y piezas artesanales, ante la escasez del dinero que comenzó a mediados de marzo y se acentuó en abril, encontraron en la confección de cubrebocas la forma de obtener ingresos, a partir de un artículo que conforme avanzaba la cuarentena sanitaria comenzó a utilizarse de forma obligatoria en algunos de los estados de la República.

Creación de Gabriela Flores Cano, en Zacatecas

Las mujeres aprovecharon su habilidad creativa y artesanal para confeccionar un nuevo producto con las características requeridas de protección e higiene para no esparcir saliva mientras se habla y cubrir con filtros, lavables, resistentes e impermeables boca y nariz, y en algunos casos hasta los ojos como el modelo de Gabriela Flores Gasca que de confeccionar disfraces, pasó a elaborar cubrebocas más completos con protección para los ojos, y los comercializa sin salir de casa en su red de Facebook o por teléfono.
Imaginación y creatividad, reconversión de talleres que hoy viaja por la publicidad de boca a boca, en redes sociales y el celular, y que ayudaron a agilizar que se conocieran, tanto como su venta, aún fuera de sus localidades. Ayudan los familiares y oficinas de promoción artesanal estatales como La Casa Otomí en Querétaro, cuyo director Eduardo Paulin Nardoni, logró el primer pedido de un centenar de piezas para ser distribuidas en la capital del estado de Querétaro, y debido a ello María de Lourdes Pérez Jacinto pudo ofrecer trabajo a cinco mujeres más, que de igual manera no tenían ingresos familiares.

María de Lourdes Pérez Jacinto Bordados Otomíes

Pérez Jacinto, es una artesana de textiles de la comunidad de San Ildefonso Tultepec, en Amealco de Bonfil, quien al ya no poder acudir a las plazas públicas a ofrecer sus creaciones por la propagación del COVID-19, optó por cambiar momentáneamente las muñecas otomíes por cubrebocas de tela con los bordados característicos de la zona indígena. Ante la buena respuesta este proyecto actualmente ha logrado beneficiar a 20 mujeres artesanas de la localidad, quienes le han ayudado a cumplir con pedidos. El más elevado al momento ha sido cerca de 300 cubrebocas, los cuales ha mandado a lugares como Toluca, Torreón y Guadalajara entre otros. Apenas está buscando la estrategia de entrega, pero se le puede contactar al Facebook Esperanza Pascual o al comunicarse al número 448 108 2705.

Sinibé Jipe en Chihuahua

En el caso de la pequeña empresa rarámuri Sinibé Jipe, cuatro mujeres tarahumaras y una joven emprendedora están haciendo cubrebocas únicos con diseños coloridos de la cultura rarámuri y disponibles para lucirlos, se pueden hacer envíos, incluso en el portal del gobierno del estado de Chihuahua las promocionan, ya que reconocen que la elaboración de su producto ayuda en gran medida a detener la propagación del COVID-19, además de que las mantiene en su actividad artesanal con la que generan sus propios recursos. Están hechos con 65% de tela poliéster y 35% de algodón; son lavables, impermeables y pasaron las pruebas para ser funcionales”.
La historia de la empresa constituida por Luisa Fernanda Martínez, una joven administradora de empresas, con experiencia en desarrollo social, y cuatro artesanas rarámuris; Marcelina, Lupita, Esperanza y Cuquita, comenzó como proyecto en el 2007 y es hasta el 7 de marzo del 2019 que se constituyó como “Sinibí Jipe” en donde laboran prendas de vestir con diseños característicos de su cultura.
El artículo estrella de esta empresa son las sudaderas con diseños de pico, los patrones de picos representan las montañas, son prendas frescas y coloridas confeccionadas totalmente a mano, por lo que no hay una exactamente igual a otra. Su venta la realizan por Facebook donde comparten sus creaciones y rápidamente atrajeron a los cibernautas por el colorido de sus diseños. Trabajan desde casa por la contingencia y se les puede contactar en sus redes sociales, cada pieza cuesta 100 pesos y a partir de 12 cubrebocas el envío es gratuito.
En tiempos normales en el taller en Chihuahua no solo se confeccionan prendas, sino que se imparten cursos para poder detectar la violencia y se dan herramientas para salir de ella; se dan talleres de superación personal, se remiendan corazones, se ambienta con risas y se diseñan ambiciones. Una de las mayores ambiciones de Luisa es generar empleos en la sierra, y que se sumen muchísimas más tarahumaras, incluso más jóvenes pues ahora la media de edad son 40 años.
Diario 24 horas. Luisa Fernanda Martínez, administradora de empresas y cuatro artesanas rarámuris; Marcelina, Lupita, Esperanza y Cuquita. Cubrebocas con diseños rarámuris.

Cubrebocas de palma por mujeres mixtecas

Destaca en Oaxaca el grupo de mujeres mixtecas de la región de Nochixtlán en el estado de Oaxaca, quienes realizaron los cubrebocas, a partir de la hoja de palma nativa de la región, que es un conocimiento milenario que van heredando. Son mascarillas lavables que pueden reutilizarse. Es más rápido y económico, dijo una de las artesanas, Serapia López. Juana López de 70 años dijo que la idea surgió para vender y ante la escasez de los cubrebocas en plena contingencia sanitaria. El costo es de 5 pesos.
La región mixteca es una de las ocho regiones de Oaxaca y la gran mayoría de las comunidades que la integran se dedican a la elaboración de artesanías con la hoja de palma, como sombreros y esterillas. Es su única fuente de ingresos la palma y es el trabajo que día a día, desde ir a cortarla, secarla, plancharla, blanquearla y posteriormente darle paso a su creatividad. La actividad de las mujeres indígenas se dio a conocer en las redes sociales y la gente comenzó a buscarlos.

Puebla. Chiquihites de palma a cubrebocas, ingenio y creatividad

En el estado de Puebla, artesanas de San Gabriel Chilac y la diseñadora Erika Maldonado Hernández, “una sociedad de mujeres amantes del arte” como se lee en su red social, fundadora de Mahe Moda Artesanal incursionaron en la elaboración de cubrebocas bordados para ponerlos a la venta para que la gente los use como medida de prevención y como una manera de seguir trabajando y tener ingresos.
Por la contingencia tuvieron que cerrar algunas tiendas de venta de ropa artesanal con pérdidas hasta del 70%, por lo que la opción fueron los cubrebocas bordados en una tela especial, para que no deje pasar los estornudos y para que evite entre algún virus, que sea lavable y no se maltrate.
Las artesanas realizan el bordado en telas de distintos colores, posteriormente se maquilan para darles forma. Diario elaboran 50 cubrebocas, los costos rondan los 75 pesos y en la entidad ya han vendido cubrebocas, pero también pueden enviarlos al extranjero. Están en las redes sociales como “Mahe Moda Artesanal” o al teléfono 22 22 39 65 98.

Zona de Cuetzalan Puebla, también, son bordados distintos, bellísimos

Artesanas de Tenango, Hidalgo confeccionan cubrebocas


Ante la crisis del coronavirus y la caída en las ventas de artesanías, surgió en el estado de Hidalgo, la confección de cubre bocas. Las artesanas de tenangos, que es el bordado originario del municipio de Tenango de Doria, cuya característica es la combinación de colores y la representación de la flora y la fauna, dan vida y colorido a diversas piezas como manteles, blusas, quexquemétl, rebozos, sombreros, entre otras piezas, y ahora ante la pandemia del COVID 19 se dedican a la confección de cubrebocas.

Artesanas hidalguenses como Janet García, originarias de la Sierra Tepehua de Hidalgo, explica que como las ventas se cayeron ante las medidas de confinamiento de la pandemia del Coronavirus, se dieron a la tarea de confeccionar cubrebocas y bordarles tenangos otomíes para darle colorido a estos días tan grises. Explica que se llevan de tres a cuatro horas en bordar y lo que más les piden son colibríes y flores, que dan mucho color y dan esperanza e ilusión ante la emergencia sanitaria. Los ofrecen a través de sus redes sociales “Bordados Tenangos ñühü”, y les piden los clientes les tengan paciencia para atender los pedidos.
Mientras que Paulina Linares, fundadora del negocio familiar, Arte Maxikaj, elabora artesanías del Estado, explica que como las ventas se cayeron se quedó sin recursos para trasladarse a Tenango de Doria para comprar la tela de manta bordada. Entonces recordó que “hace tiempo compró un cuadro de tela bordada, de uno por un metro y con esa tela hizo el experimento de hacer cubrebocas, lo cual resultó un éxito».
Paulina ha tenido el apoyo de su madre, experta costurera y el de una máquina de coser, con la que logró fabricar un lote de 30 cubrebocas: “Hubo muchos desperdicios de tela. Las artesanas de Tenango de Doria primero elaboran el producto, sombrero o blusa y después tejen el bordado. Ella utilizó una tela bordada de antemano, de la que recorté los cubrebocas sobre cada dibujo». Los cubrebocas son completamente lavables y reutilizables, con doble tela para evitar el paso de fluidos y, además, tienen cinco filtros quirúrgicos. Los comercializa por sus redes sociales y específicas que es por tiempo limitado.
Norma Gallegos Santos diseña vestidos y mantas, pero también mascarillas, con bordado de Tenango, los hace en un solo color, los de azul celeste ya se agotaron y le quedan cubrebocas verdes en existencia. Señala que está elaborando cubrebocas al ver que las ventas bajaron a raíz de la contingencia sanitaria. “Un cliente me preguntó si hacía cubrebocas y dije que sí, me puse a trabajar en ellos y los hice. Cuál fue mi sorpresa que todos quieren usar un cubrebocas artesanal. Me dicen, si vamos a traer la cara cubierta por lo menos vamos a lucir esta belleza».
Los pone a disposición en su red social de “Bordados Tenangos” en Facebook. Las mascarillas hechas por Norma Gallegos cuentan con dos capas: un filtro, una capa de algodón y la manda bordada. Y son lavables, apunta. También realiza envíos.
“Amantoli Mexicanos” formada por tres familias artesanas en el estado de Hidalgo elaboran los cubrebocas bordados con figuras de tenangos. Es un grupo de artesanos que por tradición viven para su arte, su amor y su riqueza cultural en cada pieza que elaboran. Los cubrebocas que elaboran son lavables y reutilizables están hechos con doble tela, por lo que evita el paso de fluidos. Tienen diversos modelos, y cuentan con envíos a domicilio. “En esta tienda lo recaudado si llega a las comunidades indígenas quienes reciben un pago justo por su trabajo” se lee en su perfil de Facebook “Amantoli”.

Chiapas. La creatividad y colores de sus artesanas

También en Chiapas las artesanas mexicanas han puesto «manos a la obra» para diseñar cubrebocas con bordados en medio de la pandemia de COVID-19, los cuales tienen características de sus respectivas regiones. Las artesanas del ejido Arcotete de San Cristóbal las Casas, cambiaron la confección de blusas, faldas y otras artesanías para elaborar cubrebocas bordados a manos. Cada pieza tiene precio de 50 pesos y 30 pesos al mayoreo mínima una docena de esta actividad dependen 15 familias. Los cubrebocas están hechos a mano, con tela de manta de colores y son lavables.
Slumalil Joloviletik, crea bordados hechos a mano. Daira originaria de San Juan Chamula explica que usualmente vende junto a otros artesanos en una plaza, pero por la pandemia empezaron a vender cubrebocas de tela, y se les vino la idea de hacerlos bordados. Los hechos de tela de manta verde con doble filtro por dentro tarda dos días, y ya se encuentran realizando envíos.
También Artesanía Ta Rococo que usualmente confecciona blusas bordadas a mano y adornos con chaquiras, también ya han comenzado a diseñar mascarillas con flores coloridas bordadas.

Jalisco

En Guadalajara la tienda de Trajes Típicos Jimmy, que por la contingencia sanitaria del COVID tuvo que cerrar en el Mercado Libertad de Guadalajara también conocido como San Juan de Dios, opto por maquilar cubrebocas artesanales, en lugar de los trajes típicos que elaboran unas 140 familias tapatías que forman la cadena productiva. Han logrado producir más de mil 200 piezas de mascarillas con diferentes bordados tradicionales como las típicas muñecas otomíes de Amealco, diseños florales y hasta iconografías aztecas.
«Las máquinas que usamos para bordar vestidos, ahora están haciendo cubrebocas», dice con emoción Miguel, uno de los propietarios del negocio que también que han recibido múltiples reacciones favorables sobre sus diseños. con tela de algodón y cuentan con doble capa de pellón, lo que los hace completamente lavables y reutilizables. Los pedidos se reciben a través de un número de WhatsApp y previo depósito o transferencia bancaria, se hacen envíos gratis a todo México e incluso fuera del país con costos preferenciales. Cabe señalar que ya se enviaron los primeros pedidos de cubrebocas artesanales a Estados Unidos, donde el dueño de un restaurante típico mexicano se entusiasmó al encontrar esta opción que además de proteger a sus empleados, le dará un toque de color a su negocio, en medio de las complicaciones.
Y lo industrial, lo de siempre, sin color mexicano, en máquinas, también da trabajo a muchas personas.
Fotos: SemMéxico.

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