1/29/2012

Los periodistas pal café.....




Se aproxima la guerra de encuestas. Las más serias no se publican. Son pagadas a altos precios por gobiernos, mandos políticos y magnates. Las que revelan la verdad son muy valiosas. Como conocimiento es poder, sus propietarios las guardan celosamente y usan para tomar decisiones. Los sondeos electorales que se publicitan a tambor batiente son, por lo general, tendenciosos. Intentan manipular a la opinión pública. Usan ciertas cifras, ajustan los parámetros y manipulan la percepción de los legos sin tener que falsear los datos. Las encuestas, como las estadísticas, son, más que una investigación seria, una obra de arte visual, como decía nuestro inolvidable amigo Josué Sáenz.
Tomemos por ejemplo la última de Televisa, bajo la firma de Mitofsky. Es evidente que en semanas recientes se ha posicionado AMLO. Sus alianzas son un éxito. Sus reuniones atraen multitudes. Las adhesiones de empresarios y de militantes priístas y panistas son contundentes. También los deslices de Peña Nieto. Se ha revelado como personalidad política mediocre, sin programa serio ni habilidad ni conocimientos. El PAN no concluye su debate para definir candidato, quien se posicionará en los próximos días restándole vigor a la candidatura de Peña. Es lógico que Peña baje y sus contrincantes suban. Quizá notaron que en varias semanas no aparecieron encuestas. Ahora aparecen para demostrar que Peña no sufrió daño ni sus adversarios han tenido avance, que su ventaja es abrumadora y que no será rebasado.
Pero un experto puede desenmascarar la fragilidad de la encuesta de Televisa. Eso se hace en una nota muy interesante que recomiendo consultar (cómo mentir con estadísticas, firmada por Ergo, accesible en
http://bll51w.blu151.mail.live.com/mail/PrintMessages.aspx?cpids=3dd79f9f-46b2-11el...). En ésta se hace ver que de 100% del universo encuestado 22% no declaró preferencia y 52% rechazó la entrevista. Por tanto, la muestra se reduce, en el mejor de los casos, a un segmento de 26% que representa el voto duro de PRI, PAN y PRD. Entonces, la ventaja del PRI se diluye hasta volverse 22% del electorado, el porcentaje que obtuvo Madrazo en 2006.
La verdad es que una cuota electoral así sería un desastre si tomamos en cuenta el costo para promover a Peña en televisión, radio o periódicos. Además del generoso reparto a los comunicadores que están repercutiendo la encuesta de Televisa como si fuera verdad inobjetable. Es muy probable que PAN y PRD saquen pronto sus encuestas y empiece la guerra de sondeos, lo que hará confuso el panorama. Nadie debe cantar victoria ni desanimarse. La mayoría de la gente parece no saber por quién votará o prefiere no expresarlo, lo que es lógico en esta etapa. El resultado depende de qué tan bien organizados estén los contendientes y qué tan clara y favorable sea la percepción de la población de sus propuestas.


A juicio de The Economist (ver Bajo la Lupa, 25/1/12), portavoz del neoliberalismo global, el capitalismo de Estado exhibe un tema con variaciones idiosincráticas.
Adrian Wooldridge considera que lo más sorprendente de las empresas estatales es su pleno poder colectivo en el mundo emergente, que las ha hechomás ricas que en la década pasada: las 121 principales empresas estatales de China aumentaron sus activos totales de 360 mil millones de dólares en 2002 a casi 3 billones de dólares en 2010. Un año después a la crisis de 2008, 85 por ciento de 1.4 billones de dólares de préstamos bancarios fueron para las empresas estatales. No es por nada, pero es mi hipótesis sobre el éxito poco auscultado de China y Brasil, quienes conservaron su banca estatal (a diferencia de la mediocridad del México neoliberal: ver Bajo la Lupa, 18 y 20/1/12).
Aduce que los gobiernos se han vuelto más sofisticados y prefieren ejercer el control a través de la propiedad de sus acciones y a veces poseen todas las acciones (v.gr. Petronas de Malasia).


Aquí nadie se va a morir de hambre, nadie se va a morir de sed, dijo Felipe Calderón. Y los funcionarios que atienden lo social, desde elegantes despachos donde se acumulan las estadísticas de asesorías y consultorías nativas y extranjeras, apresuraron el paso para solicitar apoyos, despensas, cobijas, maíz, frijol y algunas latas de atún para los rarámuris atrapados en la vieja miseria y por la hambruna que vino con la sequía más cruel de los últimos 70 años.
En Davos, Felipe Calderón recibió honores y el título de Estadista Global tallado en el cristal de esa distante montaña mágica. Y habló en inglés el mandatario de los millones que se suman a la pobreza creciente mexicana y se aproximan al hambre y la desolación de las tierras flacas, de la aridez de la incuria y el desdén, donde los niños que llegan a los tres años de edad no han visto llover, donde el ganado mayor y menor deja de ser semoviente para convertirse en mojoneras cadavéricas del desierto que navegan los mexicanos desde Sonora y Chihuahua hasta Coahuila, Nuevo León, Tamaulipas, Zacatecas y San Luis Potosí. En Zongolica, Veracruz, y en las serranías poblanas de Huauchinango y Teziutlán, los pobres cuentan sus granos de maíz y ven las cumbres del Popocatépetl sin nieve, gris la blancura eterna del guardián de la región más transparente.
Durango es prueba de la prepotencia ignara de la tecnocrática mochería que sembró la falacia de los dos Méxicos: el norte criollo y próspero, el sur indio y miserable. Y Chihuahua, la Tarahumara de leyenda, de paisajes deslumbrantes y fantasías sobre la conversión de los rarámuris que corren tras el venado hasta agotarlo, en competidores de maratonistas que compiten por medallas de oro en juegos olímpicos. Hoy bajan lentamente, amargamente, huyendo de la hambruna que los alcanzó, que nos alcanzó. Miles de hombres, mujeres y niños han llegado a Chihuahua, ciudad capital, tierra de Abraham González. Miles se acercan a los poblados más o menos bien comunicados de la sierra en espera de maíz para sus tortillas, para el pinole, para sobrevivir. ¿Qué necesitan?, preguntó un reportero de la televisión. Comida, respondió una mujer con la sobria dignidad de quienes saben compartir y no quieren pedir.
En Davos, los discursos de los dueños del dinero y los estadistas a su servicio: la insistencia en la austeridad en el gasto público, la disciplina fiscal, el orden que asegure la estabilidad, así sea la del pasmo ante la recesión que llega y la fatalidad decretada por la tozudez de aplicar los mismos remedios que produjeron la más reciente y las crisis revolventes anteriores. Deslumbrantes las nieves y las luminarias de la riqueza concentrada, los generosos, preocupados, integrantes del uno por ciento al que repudian los indignados, los de la ocupación de Wall Street, los del 99 por ciento que han alzado la voz. Ahí, Joseph Stiglitz, premio Nobel de Economía, expuso lacónicamente, certeramente, las razones para desesperar: basta escuchar lo que dicen los discursos de gobernantes y banqueros.
Aquí nadie se va a morir de hambre. La desnutrición mata y condena al que la sobrevive a padecer sus efectos destructores de por vida. Aunque lo hiciera al calor de las filantrópicas medidas que en México confunden con políticas sociales, la caridad del programa pomposa, engañosamente, llamado Oportunidades; buenas intenciones que han empedrado el camino al infierno de la pobreza que se reproduce a sí misma. Y a perpetuar la injusticia, la profunda herida de la desigualdad, el olvido de la permeabilidad social. Da lo mismo un oidor virreinal que un burócrata decimonónico o un aspirante a tecnócrata. Inflexibles las reglas. Los pobres tienen que aceptar su condición, cumplir los requisitos amorosamente diseñados a mil años luz de distancia, desde el pavimento urbano. Los funcionarios disfuncionales, en los meses de secano que anunciaba cultivos perdidos, ganado muerto, hambre en la población de la Tarahumara, excluyeron a 20 mil rarámuris del generoso programa.
Veinte mil del censo de nuestra fábrica de pobres, 20 mil que se acuestan sin cenar y no desayunan, fueron excluidos de los programas alimentarios, energéticos, de becas escolares y atención sanitaria. Además, de ser privados de 950 pesos mensuales, porque no cumplen con las reglas de operación, no han sido corresponsables, no asisten con regularidad a las consultas médicas. Las clínicas más cercanas a las rancherías de los excluidos están a 12 horas de camino, de caminata, y no acuden con regularidad, no cumplen con las reglas. Hoy, todos padecen el hambre y la desesperanza, los que cumplen y los que no cumplieron. Pero ya llegan helicópteros con despensas a los sitios de más difícil acceso. Ya habrá tiempo de volver a imponer la obediencia a las reglas.
Pero este es el momento de exigir que se cambien los programas caritativos por una política social de Estado y que los funcionarios vayan a la montaña y no exijan que los indios caminen 12, 24 horas para asistir a las consultas. Para que nadie muera de hambre hay que producir alimentos, rehacer las instituciones de atención al agro, de crédito, de sanidad, de asistencia técnica, de apoyos y servicios, desde semillas hasta bodegas para los cultivos y accesos al mercado. No es tolerable que un senador de la República, ex secretario de Agricultura y ex gobernador de Jalisco, entidad que fuera granero del país, haga declaraciones de apabullante estulticia: No faltarán alimentos, porque Estados Unidos de América nos venderá lo que necesitemos, dijo Alberto Cárdenas.
Francisco Ramírez Acuña, también ex gobernador de Jalisco, líder panista en San Lázaro, atento a la campaña presidencial en marcha, a 152 días de la elección del sucesor de Felipe Calderón Hinojosa, convoca a los suyos a combatir las falacias del PRI en las curules y en las calles. No dijo que desde el púlpito, porque hay interregno cardenalicio y en su tierra los del tricolor han postulado a Aristóteles Sandoval, joven con nombre de filósofo que puede capitalizar el fracaso que niegan todos los hombres del que despacha en Los Pinos y esgrime bastón de mariscal para aconsejar en Davos recurrir a los bazucazos antes que se humedezca la pólvora. Nada más falta que baje Zaratustra de la montaña y en lugar de Dios ha muerto anuncie los funerales del fugaz imperio ultraderechista.
A estas alturas parece inevitable el retorno del PRI a Los Pinos. Los tres precandidatos del PAN se han empeñado en combate imaginario que no entusiasma ni a sus respectivos padrinos, financieros y adherentes. Para su desgracia, los mexicanos agobiados por el desempleo son asiduos de las llamadas redes sociales y al debate sobre los debates en México, pero ajenos a los debates de los aspirantes a candidatos presidenciales del Partido Republicano del vecino del norte. A esa penosa exhibición de ignorancia, desprecio a la razón, maniqueísmo, intolerancia religiosa, racista, clasista, no los invitarían ni a tomar el té. Pero nuestra derecha es aliada del norte en la guerra de Calderón, pero fiel al hispanismo: leal a la doctrina de Aznar, aplaude el llamado de Rajoy al déficit cero.
No les queda más remedio que soñar con que el PRI decida hacer todo lo posible por perder. De la izquierda, Dios dirá. Ahí pueden reclamar primacía para insistir en que los pobres siempre estarán con nosotros.


Los problemas de la mandataria argentina: La presidenta Cristina Fernández de Kirchner superó felizmente una operación que le extirpó la tiroides que se presumía tenía un tumor canceroso. Pero ahora, sana ya y con un apoyo popular sin precedentes, está siendo jaqueada en el campo de sus expectativas económicas y, sobre todo, en el social. No pasa día, en efecto, en que no acuse a grandes compañías extranjeras (subsidiadas) de no reinvertir ganancias (como la siderúrgica Techint) o de cobrar precios exagerados y monopólicos (a las petroleras), y la prensa oficial, como Página 12, se hace eco de esas quejas. Ahora también tiene problemas en el campo sindical y en el de la defensa del medio ambiente. Página 12 y Clarín, por ejemplo, publican en primera página que el gobernador de La Rioja, ante las continuas manifestaciones populares, tuvo que suspender un gran proyecto canadiense de extracción de oro a cielo abierto, apoyado por la presidenta, que hubiera acabado con el cerro de Famatina. El gobernador cristinista (y del Opus Dei) de la vecina provincia de San Juan, que contra viento y marea lleva adelante dos proyectos mineros canadiense enormes –el Pascua Lama y el Veladero– acusa a los pobladores y a los ambientalistas que se oponen a los mismos de émulos de Hitler. Al mismo tiempo, ambos diarios destacan el conflicto entre el gobierno nacional y el sindicato de camioneros (cuyo dirigente, Hugo Moyano, es secretario de la CGT, la principal central obrera de Argentina, y fue vicepresidente del partido oficial) por el despido de 200 trabajadores por parte de una empresa italiana. Clarín dice que Moyano, que decretó movilizaciones, acusa al gobierno de ofrecer porcentajes vergonzosos de aumentos salariales en las paritarias, y La Nación agrega que dijo hemos luchado contra todos los gobiernos y no haremos ninguna excepción.


Así como París es reconocida por tener el mayor número proporcional de alojamientos unipersonales en el mundo, congruente con este hecho, es la urbe donde el comercio al menudeo se mantiene con base en miles de consumidores cotidianos de, por ejemplo, media baguette de pan y un cuerno, una rebanada de jamón o un bistec, una naranja o una manzana, dos jitomates y una lechuga, terciados porque alcanzan para dos días, así como 150 gramos de queso. Es por esta razón y por la crisis económica que ha alcanzado a todos los sectores, que trata de popularizarse la compra de despensas para una o dos semanas en grandes supermercados como Metro o Cash, proveedores de comerciantes, o en Rungis, la central de abastos, utilizando una credencial de profesionales prestada o mediante la formación de asociaciones de consumidores. Sin embargo, esta iniciativa no podrá tener éxito en París donde los alojamientos pueden tener desde 12 o incluso 9 metros cuadrados de superficie hasta 60 como máximo para la inmensa mayoría de su población. Esto, sin contar con los hábitos bien arraigados en el espíritu francés de comprar justo lo que se consume (no como la cultura de los mexicanos que exige dejar sobras de comida en el refrigerador para un hipotético taco y que en realidad se dejan envejecer para poder tirarlas sin remordimiento).


El Correo Ilustrado
Aniversario de movimiento estudiantil en la UNAM
El día de hoy 29 de enero se cumplen 25 años de que miles de estudiantes universitarios, agrupados en el Consejo Estudiantil Universitario (CEU), decidieron estallar una huelga general en la UNAM en defensa de la universidad pública. De ese momento a la fecha han ocurrido muchas cosas, pero ese fue el momento cumbre de unidad de acción en torno de las demandas originales que le dieron una legitimidad bien ganada a un grupo diverso y plural que fue la riqueza del CEU. Hoy que nuevamente se ciernen amenazas contra la educación superior pública y gratuita, como los privilegios fiscales a las escuelas privadas, los reiterados intentos de recortar el presupuesto a las universidades públicas y el programa de financiamiento de la educación superior a través de becas crédito otorgadas por la banca privada, hacemos un llamado a encontrarnos para conmemorar y reivindicar la defensa de lo público, en especial de la educación, este jueves 2 de febrero a las 18 horas en el auditorio Ho Chi Minh de la Facultad de Economía de la UNAM. Pedimos llevar un mensaje de un minuto alusivo a la ocasión.


Davos terminará y las profecías de Soros podrán cumplirse o no, pero lo que parece inevitable es la afirmación de una perspectiva de letargo económico, que también de modo inevitable se desplegará en grandes cuotas de desempleo abierto que afectarán en mayor medida a los más vulnerables. La obcecación europea con el déficit, advierte nada menos que el FMI, puede resultar en su contrario, es decir, en mayores brechas fiscales, y el sueño civilizatorio de una Unión Europea dinámica, y a la vez justa y estable, puede hacerse añicos o iniciar un periodo igualmente largo de desmantelamiento de resortes y mecanismos institucionales, sin los cuales la solidaridad moderna que requiere todo Estado social se vuelve impensable.

Antonio Gershenson: Crisis, o impulso a la economía nacional

Tanto en el plano internacional como en el nacional se ve, por un lado, la crisis en diferentes expresiones, como el impulso a la economía, a pesar de la influencia de la crisis.


El derrumbe sin gloria del régimen burocrático y opresivo llamado socialismo real, a finales de los 80, dio al capital financiero mundial enormes oportunidades, con nuevos mercados y vasta cantidad de mano de obra calificada muy barata y, al mismo tiempo, un enorme impulso al capitalismo en China, ya en curso desde la visita de Nixon a Pekín, en plena guerra de Vietnam, y desde el triunfo de la política de Deng Xiaoping.


Amedida que las primarias republicanas se mueven de norte a sur, el tema del voto latino se vuelve crucial. En la Florida hispana, de amplia tradición republicana, las opiniones están divididas, pero una mayoría considera el tema migratorio como prioritario, lo cual no deja de ser significativo porque para los cubanos el problema migratorio no existe, son prácticamente los únicos que acceden al asilo y a la documentación de manera casi automática.


En cuestión de comer, poco o mucho, una cosa está clara; cada vez todo es más homogéneo. Hemos perdido sabores y saberes paralelamente al desarrollo de una agricultura intensificada centrada en muy pocos cultivos. Lo que ahora llamamos así, agricultura intensificada, es el resultado de la llamada revolución verde que en los años 60 –y con financiación de la Fundación Rockefeller– introdujo cultivos por casi todo el mundo en base a semillas mejoradas que crecían rápido en suelos tratados con fertilizantes minerales.
África quedó excluida de este modelo agrícola hasta que, primero en 2003 con el Programa Detallado para el Desarrollo de la Agricultura Africana, después en 2006 con la Declaración de Abuja en el marco de la Cumbre de África sobre fertilizantes, y finalmente ese mismo año con la creación del AGRA (Alianza para una Revolución Verde en África) por parte de la Fundación Rockefeller (otra vez) y la Fundación Bill y Melinda Gates, llega la hora –dicen que verde y revolucionaria– para el continente.


El capitalismo ha atravesado otras crisis de legitimidad antes, pero ésta no tiene precedentes. Las causas son complejas, pero el resultado es simple: la desigualdad es enorme y va en aumento. Hoy en día, 61 millones de personas poseen una riqueza equivalente a lo que logran reunir 3 mil 500 millones de personas.



Es lo que proporciona una visita al antiguo Colegio de San Ildefonso, situado entre las calles de San Ildefonso y Justo Sierra, en el corazón del Centro Histórico. La entrada es por esta última vía; no se fije en esa fachada que es una pobre imitación del estilo barroco original del edificio. La de a de veras, sobria e imponente, está sobre la calle de San Ildefonso, no deje de verla.


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