Paris Cervantes
Durante las últimas semanas uno de los temas más comentados por la opinión pública, principalmente en las redes sociales, fue la posible aprobación en la cámara de representantes de Estados Unidos de la Ley SOPA y otra que había sido presentado en el Senado conocida como PIPA.
Ambas legislaciones buscan regular los contenidos en la red con el fin de proteger los derechos de autor. Afortunadamente, en Estados Unidos la presión de los ciudadanos y algunas empresas funcionó retrasando su discusión y evitando –desde mi punto de vista—despojar de la libertad que le da sentido a Internet.
Sin embargo, en México no podíamos quedarnos atrás e incluso hasta las malas ideas del primer mundo las copiamos o las adaptamos a nuestra conveniencia. El pasado 15 de diciembre el senador del PAN Federico Döring Casar presentó una reforma a la Ley Federal del Derecho de Autor y la incorporación de algunos artículos a la Ley de Propiedad Industrial.
Mejor conocida como “Ley Döring”, esta iniciativa según los dichos del senador busca: “inhibir las conductas de puesta a disposición de obras protegidas por la Ley Federal del Derecho de Autor, mismas que por su cantidad y volumen, aún sin contar con un ánimo de lucro directo o indirecto, o una ganancia a escala comercial, afectan la normal explotación de la obra en el entorno digital”. Es decir, evitar que los inconscientes cibernautas mexicanos que intenten compartir y descargar cualquier tipo de archivos (música, películas, libros digitales) en la red de manera ilegal y que sean sancionados por esta grave falta.
Mi pregunta es: ¿Por qué así como protegen los intereses de las empresas propietarias de las obras, no cuidan los de los usuarios de internet en México que pagan por un servicio caro y deficiente en muchos casos?
Para curarse en salud el @senadoring ha manifestado que su propuesta sólo contempla avisos y una multa en caso de que el infractor reincida ( a diferencia de SOPA y SINDE, una ley española similar que puede imponer sanciones penales).
Asimismo, creyéndonos ignorantes, señala que esta ley aplicara únicamente a las descargas que generen una ganancia directa o indirecta, como los sitios “P2P” (Peer to Peer donde cualquier usuario puede fungir como servidor) y los “cyberlockers” (servicios de almacenamiento digital), prácticamente todos los espacios donde están disponibles estos archivos.
En caso de ser aprobada, esta reforma afectaría a los usuarios de redes como Ares, BitTorrent, eMule, y servicios de almacenamiento como Mediafire, Rapidshare, Deposit Files, entre otros.
¿Cómo funcionaría esta ley?
Bajo el concepto “infracción en contra de la explotación normal de la obra” cualquier denunciante que sienta que han sido violados los derechos de su obra, podrá denunciarlo ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI). Dicho organismo deberá seguir de oficio la investigación-como si fuera un verdadero crimen- y solicitar al proveedor del servicio de internet la información de la dirección IP infractora en un plazo de tres días. Posteriormente, el titular de la cuenta será notificado y tendrá un plazo de tres días para defenderse; si se acredita el delito, el usuario recibirá una amonestación, y en caso de reincidir será establecida una multa.
Las multas serán de entre 30 y 20 mil salarios mínimos. Es decir, entre $1800 y 1 millón 250 mil pesos.
Asimismo, de manera contradictoria y valiéndose del nacionalismo ramplón, @senadoring señala que la cultura es un bien universal y por lo tanto busca proteger el patrimonio cultural de nuestro país. ¿Si la cultura es un bien universal por qué se opone al intercambio de ésta por Internet?
Uno de los argumentos de este prominente panista es proteger los intereses de los autores, sin embargo la congruencia no es algo que se le dé al senador, ya que en días pasados en las redes sociales fue denunciado por violar los derechos de autor en su perfil de Twitter.
El hashtag #ositodöring sirvió para balconearlo, violando su propia ley aún sin ser aprobada, demostrando su “doble moral”.
No hay que olvidar el papel de paladín de la democracia que Federico Döring encarnó en esa tragicomedia del 2004, conocida como los “Videoescándalos” protagonizados por el “señor de la Ligas” René Bejarano.
La faceta de promotor de la cultura no es la única en Federico Döring, ya que también sufre de una “justiciera” en la que es consciente de los problemas que aquejan al país, como la baja recaudación de impuestos, pero desafortunadamente su visión es muy estrecha y considera que las descargas ilegales de internet causan un enorme daño al erario. Según sus cálculos la industria creativa genera 6% del PIB, por lo tanto considera que es necesario proteger sus intereses.
¡Muy bien! Me parecen dignas de reconocerse sus intenciones, sin embargo creo que sería contraproducente cerrar esta posibilidad en un país donde el acceso a la cultura es limitado debido a las condiciones económicas de muchos de sus habitantes.
Ahora, si el senador desea ponerse rudo con los posibles evasores de impuestos, mi pregunta es la siguiente: ¿Y todos los privilegios fiscales de los que goza un reducido grupo de empresarios gracias a sus pactos con el gobierno federal no sirven también para evadir impuestos? ¿Algunas de las campañas altruistas –léase Teletón– no son el pretexto perfecto para hacerlo?
Una muestra de su preocupación sería que buscará promover dentro de su partido y con el presidente medidas necesarias para atacar también este problema. Pero no le conviene, porque entonces no habrá dinero para las campañas electorales de este año o espacios en televisión y radio sin costo.
Creo que será muy difícil que esta iniciativa prospere en el Senado de la República, legisladores de varios partidos se han manifestado en contra de su aprobación y la opinión publica en las redes sociales también la rechaza. Incluso la red de hackers Anonymous realizó el pasado viernes 27 la llamada #OpDöring para expresar su descontento hacia esta ley, atacando los portales del Senado, SEGOB, el PAN y el IMPI y advirtiendo al gobierno mexicano lo que puede pasar en caso de que sea aplicada esta iniciativa.
De cualquier forma considero que debemos estar al pendiente del tema, porque sabemos que algunos de nuestros legisladores suelen aprobar en “lo oscurito” las leyes.
Entren aquí para leer la propuesta completa del senador Federico Döring.
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