7/08/2014

Las obsesiones de Calderón

Utopía

 Eduardo Ibarra Aguirre

Algunas de las obsesiones, entre políticas y personales, que angustiaron a Felipe Calderón durante 2006-2012, tras una toma de posesión sin precedente, o "a la fuerza" como confesó recientemente Gustavo Madero, fueron Andrés Manuel López Obrador, Enrique Peña Nieto y Marcelo Ebrard Casaubón.
La revelación es resultado de la investigación periodística de Zorayda Gallegos, quien señala: "A cada acción o expresión de López Obrador seguía una encuesta para conocer el impacto en la opinión pública".
Calderón Hinojosa estaba no sólo muy consciente sino sellado como ningún político de las extraordinarias condiciones en que le fue colocada la banda presidencial en el Palacio Legislativo: con francotiradores en el salón de plenos y en una ceremonia con militares en el primer segundo del 1 de diciembre en Los Pinos, donde también le fue entregada por si fuera imposible realizarla en el Congreso. Otros actores clave que seguramente no desean que los recuerden son Vicente Fox ("Al final yo le gané a López Obrador", confesó con cinismo el nuevo multimillonario de Guanajuato) y Manlio Fabio Beltrones, coordinador de los diputados del partido tricolor y quien ahora pontifica como demócrata. Por algo sus detractores lo llaman de manera natural como Don Beltrone.
El hecho es que desde el primer día de su gobierno (1-XII-06), Felipe del Sagrado Corazón de Jesús mandó hacer la primera de sus muchas encuestas sobre el tabasqueño de Macuspana, con la siguiente pregunta: "Para usted ¿quién es ahora el Presidente legítimo de México?"
Y la respuesta favorable a su persona y cargo del 93.1 por ciento de los encuestados le permitió dormir más tranquilo, por lo menos en este gravísimo problema de legitimidad que nunca remontó, y lo llevó a buscar el reconocimiento de Washington, donde despachaba en la Casa Blanca George W. Bush (el otrora alcohólico que decía hablar con Dios para sembrar el terror y la muerte en Afganistán e Iraq). Y le dio su temprano apoyo, pero a cambio le arrancó la Iniciativa Mérida con amplia injerencia en México y muy escaso apoyo material, y la inolvidable guerra contra el narcotráfico, como si el mundo viviera en tiempos de Richard Nixon.
Las respuestas que recabaron Encuestadores Profesionales con una pregunta formulada así, parece que no daba margen más que para una abultada respuesta favorable para el destacadísimo alcohólico (no hablo de oídas sino en base a testimonios de sus otrora compañeros), pero en todo caso ilustra el realismo de una ciudadanía que sólo se permitió el margen de soñar con su selección tricolor. Que no sueña en términos políticos porque sabe que el empleo cuando menos, sino es que la familia y su libertad pueden sufrir consecuencias negativas, en un país que abusa del uso del concepto democracia, pero cuatro de cada 10  mexicanos no creen en ella como forma de gobierno. Y seguramente la incredulidad no es ajena a la plutocracia que padecen y una autodenominada clase política esencialmente a su servicio, además ineficiente, brutalmente corrupta e incompetente.
Durante el sexenio que más loas se hicieron al gobierno de leyes y un desastre en materia de derechos humanos lo caracterizó, nada más se realizaron mil 368 encuestas (incluidas sobre Margarita Zavala y hasta el cantante Kalimba) con un costo para los bolsillos de los causantes de 275.7 millones de pesos, de acuerdo con las cifras obtenidas por medio de la Ley de Acceso a la Información Pública por la reportera de El Universal. Sería muy oportuno que los directivos del Gran Diario de México se ocuparán también del presente y no tengamos que esperar seis años.
Acuse de recibo 
"El mayor monopolio de México no es Telmex ni Bimbo ni Televisa ni Cemex ni Comex ni Carso... Más poderoso que todos ellos juntos es el monopolio del Banco de México". Lo anterior sostiene Guillermo Fárber Bejarano sobre  Acotar un monopolio para apuntalar otro (7-VII-14)… En tanto que Héctor Barragán Valencia plantea: "Pobre de nuestro país. Estamos gobernados por gente que promueve el interés particular. Nadie repara en el interés general. Tarde o temprano pagaremos un alto costo por esta aberración"… "Gracias por tu buen artículo", dice Guillermo Pérez Velasco… Raúl Espinosa Gamboa añade: "Sin ganas de polemizar, me parece que tienes una confusión con Morelos, pues creo que fue Juárez quien dijo: 'No se puede gobernar a base de impulsos de una voluntad caprichosa, sino con sujeción a las leyes. No se pueden improvisar fortunas, ni entregarse al ocio y a la disipación, sino consagrarse asiduamente al trabajo, disponiéndose a vivir, en la honrada medianía que proporciona la retribución que la ley les señala'"… Y Abigail Bello Gallardo concluye: "Leí tu Utopía de hoy, y la verdad ya no tengo palabras para felicitarte. Tu capacidad de trabajo intelectual es muy difícil de comprender para mí"… Entrega del Premio Amalia Solórzano de Cárdenas a Raúl Álvarez Garín. Palacio de Minería (Tacuba 5, Centro Histórico), el día 10 a las 17:30 horas.

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