7/08/2014

Pobre México, tan cerca del duopolio

Alberto Aziz Nassif
La misma noche en la que estaba el proceso de aprobación de la reforma en telecomunicaciones y radiodifusión en el Senado, fuimos testigos de lo que significa la manipulación informativa por parte de una de las cadenas del duopolio televisivo. 
No es una novedad que los noticieros de Televisa usen la pantalla para proteger sus intereses y descalificar a sus adversarios, pero la noche del 4 de julio pasado se construyó un caso para libro de texto. Para dar la nota de cómo iba el debate, el noticiero de López Dóriga pasó al aire exclusivamente a los senadores con una posición favorable a la reforma, les dio voz e imagen; en cambio, a los que defendieron una postura crítica, simplemente los borró, los ignoró, no existieron. Unos días antes escuché en el noticiero matutino de MVS —que conduce Carmen Aristegui— la petición de Televisa de que se le diera espacio a una carta de la empresa, como una suerte de derecho de réplica. Por supuesto la conductora leyó de forma íntegra la carta y mencionó las diversas invitaciones que han hecho para que Televisa vaya a los debates en MVS. Qué esperanza que Televisa abra un espacio similar a las voces que piensan diferente. Imposible un debate en el canal 2 entre Javier Corral y Gil Zuarth, sería impensable; sin embargo sí lo escuchamos con Aristegui, esa es la diferencia.
El senador Corral afirmó en la tribuna que una buena parte de los votos a favor del dictamen se había emitido sin conocer las más de 600 páginas del texto. No hay que especular mucho, simplemente había que escuchar a los senadores que votaron en favor de la reforma, prácticamente todos justificaron su acción mediante los argumentos que apoyan las ventajas en telecomunicaciones: ya no se pagará larga distancia, podrá haber cambio de compañía de celular con el mismo número, los consumidores se ahorrarán miles de millones de pesos. Ese era el coro de los senadores y ese era el centro de la nota en el noticiero de Televisa, como si a los senadores les hubieran distribuido un apunte de examen para ser repetido como una consigna. Pero no todo terminó así; además, López Dóriga en varias ocasiones dijo: el PRD votó en contra por la línea de su dirigente nacional y su conclusión manipuladora fue que el PRD se oponía al abaratamiento de las telecomunicaciones: “no quiere que los mexicanos paguen menos por los servicios de Telmex y Telcel”, fue un burdo linchamiento mediático.
Esa noche Televisa estaba de fiesta, se había logrado que las ventajas para su monopolio permanecieran y algunas crecieran, gracias a una coalición que se originó con Peña Nieto en Los Pinos, se hizo proyecto con Lozano, un panista cercano a Calderón, con la telebancada y se sumaron los votos necesarios para una mayoría de 80 senadores que votó sin saber qué votaba, salvo algunos. Sin un debate abierto, sin público, porque se prohibió la entrada de ciudadanos a las galerías del Senado, para que los gritos ciudadanos no les echaran a perder la aburrida sesión. La doble vara se consumó, a las telecomunicaciones se les reguló, a la radiodifusión se le dejó llena de privilegios.
Una reforma que fue prometedora en su versión constitucional terminó con vacíos, regalos, ambigüedades, autonomías recortadas y con promesas que se esfumaron. Nos quedaron a deber mucho: quedó un Ifetel rasurado, la permanencia del duopolio televisivo, sin derechos de las audiencias, sin posibilidad de una competencia real, sin un pluralismo en serio, sin un sistema de medios públicos que haga los contrapesos necesarios, con medios sociales y comunitarios en estado agónico, y, al final, la historia seguirá por la vía del litigio y de la posible controversia constitucional. Mientras tanto los ganadores tienen tiempo para seguir con sus privilegios y negocios.
Esa noche del 4 de julio el Canal del Congreso mostró de cuerpo completo a la clase política que tenemos, vimos la retórica de los que siguen la línea, los merolicos del derecho y los farsantes que quisieron hacernos creer que aprobaron la mejor reforma del mundo. Como en el dicho futbolero: legislaron en la Constitución como nunca, y perdimos en las secundarias, como siempre…
@AzizNassif

Investigador del CIESAS

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