9/24/2010

Estrategias asertivas y reformas legales para combatir la trata


Demanda directora de la CATWLAC en II encuentro regional


Por la Redacción

México, DF. 23 sep 10 (CIMAC).- Para hacer frente al delito de trata de personas con fines de explotación sexual y laboral, del que cada año son víctimas 100 mil latinoamericanas y caribeñas, México y el resto de los Estados de la región requieren un plan nacional de lucha, que incluya una ley y políticas en la materia.

La directora Regional de la coalición Contra la Trata y el Tráfico de Mujeres y Niñas en América Latina y el Caribe (CATWLAC), Teresa Ulloa Ziaurris, expuso durante el Segundo Encuentro Latinoamericano sobre Trata y Tráfico de Personas: Migración, Género y Derechos Humanos, que se realiza en Puebla que el problema de la trata es muy complejo, y por tanto requiere de una solución de la misma magnitud.

En el panel “Legislación y políticas públicas relacionadas con trata y trafico de personas”, la especialista aseguró que en el mundo 4 millones de personas son víctimas de explotación sexual, este delito arroja ganancias de hasta 7 mil millones de dólares a “proxenetas, contrabandistas y oficiales corruptos de servicios públicos” .

En América Latina y el Caribe, cerca de 100 mil mujeres son llevadas con engaños y falsas promesas de empleo a distintos países para ser esclavizadas sexual y laboralmente, según información dada a conocer en el Segundo Encuentro por diversos especialistas (Cimacnoticias 21 septiembre 2010).

Teresa Ulloa refirió que la planeación de políticas de Estado debe reconocer, entre otros aspectos, que Estados Unidos “es el mayor mercado para el sexo en nuestra región, por lo que las rutas más frecuentes apuntan hacia el norte de nuestro país”.

Según el informe sobre trata del Departamento de Estado de ese país norteamericano, en 2004 el 39 por ciento de las víctimas de este delito llevados a la corte de Estados Unidos provenían de Perú y 17 por ciento eran mexicanas.

Para hacer frente a esta problemática, que afecta principalmente a mujeres, niñas y niños, las autoridades de la región deben llevar a cabo “medidas permanentes denominadas políticas de Estado, que antecedan un plan nacional de lucha contra la trata y una ley nacional en la materia”.

Dichas políticas deben tener en cuenta los factores que propician terreno fértil para las redes de trata de personas, entre éstos está la prostitución y los usos y costumbres que permiten la venta de niñas y mujeres, señaló la directora de CATWLAC, durante el tercer día de trabajos del foro.

Otro detonante de este delito es la desigualdad entre mujeres y hombres, que las coloca en una situación más vulnerable de ser víctimas de trata.

Para que las acciones sean asertivas, los Estados de la región deben incluir en su análisis y diagnóstico la complicidad permisiva del delito de trata, entre el crimen organizado, el poder político y económico.

Las estrategias y programas deben ir acompañadas de reformas legislativas, así como del presupuesto suficiente para llevarlas a cabo, mencionó la directora de CATWLAC.

De igual modo, precisó que las políticas de Estado y el plan de lucha contra este crimen necesitan incluir acciones de prevención, persecución del delito y de protección y asistencia a víctimas.

Si se busca frenar esta problemática, los gobiernos deberán contar con datos fidedignos y una proyección del comportamiento y expansión de la trata en la región.

Mientras que la ley de trata debe facilitar la persecución del delito, mediante la distribución de competencias, planteando los derechos de las víctimas, de quienes pueden serlo, y de las personas que funjan como testigos.

También debe evitar que la carga probatoria recaiga en la víctima y que se garantice el trato igualitario para ellas, sin importar su edad u origen étnico.

Otra característica que debe tener una ley de trata, es la prohibición de que los tres órdenes de gobierno contraten publicidad en medios de comunicación que incluyan en sus medios anuncios de contacto sexual.

Para que estas acciones sean una realidad en México y América Latina debe haber voluntad política, que además de materializar las acciones y leyes en contra de la trata, avance en el combate de la violencia contra niñas y mujeres, teniendo en cuenta que la prostitución y la pornografía “son manifestaciones de violencia hacia ellas, pues permiten perpetuar estereotipos de accesibilidad a sus cuerpos”, concluyó la especialista.

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