10/30/2013

Los periodistas pal café . . . .

La medalla Belisario Domínguez ha sido asignada esta vez al fundador del Partido Acción Nacional, Manuel Gómez Morín, quien nació en 1897 en Batopilas, Chihuahua, y murió en la ciudad de México en 1972. Egresado de la Escuela Nacional de Jurisprudencia, ocupó diversos cargos en la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, donde llegó a ser subsecretario, y de 1921 a 1922 fue agente financiero de México en Nueva York, con la difícil encomienda de renegociar la deuda mexicana con los banqueros y petroleros norteamericanos (http://bit.ly/197RuEj). También fue el primer presidente del consejo de administración del Banco de México y rector de la universidad nacional ya con autonomía (su lema, al frente de la UNAM: austeridad y trabajo). De 1939 a 1949 fue presidente del partido que fundó, el de Acción Nacional.
Aun cuando es censurable el sistema de repartición anual de esta medalla mediante acuerdos entre los tres principales partidos (cada uno decide el nombre de quien será beneficiado cada año, en un burdo reparto de cuotas que empaña ese proceso de premiación cívica que debería ser tan ejemplar como el personaje chiapaneco al que así pretende honrar), la figura de Gómez Morín cuenta con atributos suficientes para tan importante reconocimiento público. Originalmente la bancada senatorial del PAN había considerado que la presea debería entregarse a otro difunto, el sinaloense Manuel J. Clouthier (cuyo nombre queda en lista de espera para el siguiente turno en que corresponda al PAN designar ganador), pero a última hora los derechistas optaron por el sentido fundacional y doctrinal de Gómez Morín.
El recuerdo y las enseñanzas de quien fue miembro de Los siete sabios y cuyos restos descansan en la Rotonda de las Personas Ilustres harían mucho bien a quienes hoy libran una batalla nada sorda por el control del partido de blanco y azul, inmersos los calderonistas en las sucias aguas acumuladas durante el segundo periodo de ocupación de Los Pinos (violencia desatada y violaciones cotidianas de derechos y libertades a cuenta de la terrible guerra contra el narcotráfico, corrupción en el ejercicio de gobierno, sometimiento del PAN a Los Pinos, clientelismo y fraudes electorales internos y contra el adversario de izquierda, entre otras características), y los maderistas en el pragmático adosamiento a las políticas priístas y al pacto con EPN (no es necesario insistir en el apabullante fracaso del primer militante que colocaron en el poder, Vicente Fox, quien vive hoy entregado declarativamente a Peña Nieto y dedicado a sueños empresariales relacionados con la mariguana).
Todo ha quedado listo para que Enrique Peña Nieto indulte al profesor Alberto Patishtán Gómez, encarcelado desde trece años atrás en el contexto de los poderes caciquiles que frente a luchas organizadas de campesinos e indígenas (en Chiapas, en este caso) suelen utilizar facciosamente los mecanismos políticos, policiacos y judiciales para castigar a los disidentes. La decisión de reformar el código penal federal y reiterar la facultad presidencial de indulto fue tomada ayer por unanimidad en San Lázaro, a pesar de que en el artículo 89 de la Constitución existe similar figura jurídica que podría dar libertad a Patishtán. Tan evidente es la injusticia cometida contra el profesor bilingüe y tan necesario el ponerlo a salvo de las rejas que los diputados federales prefirieron dejar de lado reparos jurídicos y colocar el asunto en el ámbito de Los Pinos que podrá presumir vocación justiciera a partir de este expediente. Es evidente que a Patishtán no hay nada qué perdonarle, pues el proceso judicial en su contra está lleno de pifias y abusos. Pero su libertad debe alentar la lucha en defensa de miles que siguen en las prisiones por causas similares.
Por si hubiera duda de que la violencia michoacana relacionada con el narcotráfico tiene objetivos regionales relacionados con la seguridad nacional, la Policía Federal instaló en Salamanca, Guanajuato, un mecanismo de vigilancia especial ante la posibilidad de que haya atentados contra instalaciones petroleras. A la beligerancia tradicional de los cárteles en pugna ha de añadirse el activismo de las policías comunitarias y nuevas tácticas que parecieran añadir tonos insurreccionales, como ha sucedido en la historia de otros países donde se han fundido las actividades de los traficantes de droga y ciertos grupos con definiciones ideológicas y políticas.
El confuso panorama ofreció ribetes de confrontación entre los gobernadores recientes, Fausto Vallejo, quien ha retomado la gubernatura luego de un trasplante hepático, y Jesús Reyna, el interino que actualmente está de vacaciones. Vallejo dijo que en su ausencia se dejaron de hacer ciertas cosas, lo que habría propiciado el llegar a la explosiva situación actual. El responsable de esas omisiones ha de entenderse que fue el interino Reyna, a quien diversas voces adjudican cercanía y relación con determinados grupos de poder fáctico, de la misma manera que otras versiones enlazan los intereses de Vallejo con esos mismos grupos, aunque desde distinto plano de negociación, o con opositores a estos. Lo cierto es que la política en Michoacán ha sido determinada a lo largo de varias administraciones gubernamentales, perredistas y priístas, por la influencia del dinero oscuro que financia campañas electorales y compra seguridad e impunidad y por la rigurosa fuerza de las armas que controla regiones enteras y a los altos funcionarios estatales que así solamente fungen como entes decorativos y declarativos.
Y, mientras el canciller cubano, Bruno Rodríguez Parrilla, tiene días de trabajo en México que incluirán una reunión con el titular de la SRE, José Antonio Meade, y en tanto en Los Pinos hacen cálculos sobre visitas de alto nivel, ¡hasta mañana, con más mexicanos naciendo en calles, andenes o antesalas hospitalarias, y con enfermos que mueren luego de días en espera de atención médica no otorgada!
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La chuchada perredista, por conducto del voto del guerrerense Armando Ríos Piter, avaló la propuesta fiscal del presidente Peña Nieto, la cual incluye que los contribuyentes sigan padeciendo gasolinazos, que la clase media pague hasta 35 por ciento de sus ingresos como impuesto sobre la renta y que suba a 16 por ciento el IVA en la frontera. La madrugada de ayer se reunieron las comisiones de Hacienda y Estudios Legislativos II para discutir y votar la miscelánea fiscal que ya había aprobado la Cámara de Diputados. Había la posibilidad de que sus miembros rechazaran el documento y regresara a San Lázaro para un nuevo análisis, aun de modificar su contenido Sin embargo, el voto de Ríos Piter inclinó la balanza en favor de Peña Nieto. También ayudó la abstención del senador petista Marco Antonio Blázquez Salinas. No es de suponerse que la votación haya sido espontánea. Ya estaba todo planchado. Hay que mencionar que los panistas se mantuvieron firmes ‘‘como una roca’’ –tal cual dijera Gustavo Madero– contra el aumento, en particular contra el IVA en las fronteras. El dictamen de las comisiones pasó al pleno ayer. A las 7 pm que envié este texto a la mesa de redacción lo estaban discutiendo. No se esperaban sorpresas. Sería aprobado el paquetazo fiscal.
¿Para qué sirven las reservas?
Las reservas internacionales de la nación –se supone que bien administradas por el Banco de México, aunque es un secreto cómo lo hace– alcanzaron un nuevo récord: 174 mil 261 millones de dólares, un incremento de poco más de mil millones de dólares respecto de la semana anterior. ¿Y para qué sirven las reservas? Es una buena pregunta. Sabemos por información, no del BdeM sino del gobierno de Estados Unidos, que tiene invertidos alrededor de 60 mil millones en bonos de su tesorería, es decir, nuestro dinero está financiando la economía del vecino. Vive momentos de apuro. La pregunta inevitable es: ¿por qué no invierte esos recursos en México? No falta quien opine, y razón le sobra, que en manos de la insaciable clase política se esfumarían. Primero tendría que ponerse un alto a la corrupción, lo cual es tarea casi imposible. Pero en un escenario distinto, de probidad, lo ideal sería que se invirtieran en la industria petrolera nacional, sin necesidad de que Pemex comparta ganancias con empresas privadas dizque por falta de recursos. En la reciente celebración de los 20 años de autonomía del Banco de México, tres ex secretarios de Hacienda –Pedro Aspe, Guillermo Ortiz y Francisco Gil Díaz– coincidieron en que el Banco Central debe concentrarse en su meta principal: la estabilidad de precios y la contención de la inflación, y olvidarse de la promoción de la economía, es decir, de Pemex.
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Titán herido
El departamento de publicidad de The New York Times está luchando por remplazar su ingreso de publicidad impresa por anuncios digitales, siguiendo los pasos de Google y Facebook, de acuerdo con un nuevo reporte de Bloomberg. Sus ingresos cayeron el pasado trimestre a su peor nivel desde 1998. Ha hecho algunos ajustes de gastos, incluso recorte de nómina, pero no los suficientes. La moral de la gente ha ido decayendo. El periódico ha perdido más de 500 millones de ventas anuales desde el año 2000, cuando generaba 1,300 millones. El año pasado sólo alcanzó 711.

 La economía nacional está desinflada, deprimida, desconchinflada, pero tiene la gracia de que sus efectos negativos no peguen a todos por igual. Por el contrario, se dan casos –como el documentado ayer por La Jornada (Víctor Cardoso)– en los que el paraíso se quedaría corto para ejemplificar lo bien que marchan las cosas para los grandes corporativos que operan en México, los cuales obtienen abultadísimas utilidades netas y algo más.
Resulta que “un selecto grupo de 30 grandes corporativos empresariales obtuvieron utilidades por casi 60 mil millones de pesos durante el tercer trimestre del año, pese a la desaceleración de la economía del país entre enero y septiembre… Con base en los resultados financieros que presentaron a la Bolsa Mexicana de Valores, un reporte de los especialistas de Santander México revela que incluso hubo casos, como los del Grupo Carso y Grupo Bimbo, en el que el incremento de sus ganancias creció a un ritmo de 370 y 315 por ciento, respectivamente. El primer consorcio reportó beneficios por 8 mil 694 millones de pesos, lo que contrasta significativamente con los mil 850 millones también del tercer trimestre, pero de 2012. En el caso de Grupo Bimbo, las utilidades reportadas se ubicaron en mil 527 millones de pesos, contra 368 millones del mismo periodo del año pasado” (La Jornada, Víctor Cardoso).
El edén, pues, porque entre los maravillosos resultados que reporta esa treintena de corporativos no sólo destacan los 60 mil millones de pesos en utilidades netas en apenas tres meses (julio-septiembre de 2013), sino lo que los analistas de Santander no alcanzaron a revisar, o simplemente dejaron fuera del reporte, es decir, el beneficio fiscal, que al cierre de dicho periodo no fue menor a 20 mil millones de pesos en impuestos a su favor (una muestra de 19 corporativos), igual a una ganancia agregada a la oficialmente reconocida de 33.33 por ciento.
¿Quién puede quejarse de ese mágico resultado? Obvio es que los millones de mexicanos que –quiéranlo o no– sí pagan completo al fisco, los que reciben su quincena ya ordeñada por Hacienda o aquellos que nada más cobrar el cheque por honorarios ya tienen al SAT encima. Pero también, a últimas fechas, se retuercen los propios barones que, con todo y sus cabildeo$ en el Congreso, ven cómo de una u otra suerte corren el riesgo de pagar más impuestos, o simplemente pagarlos.
Como parte de la propia información financiera que los consorcios, por ley, hacen pública a través de la Bolsa Mexicana de Valores, aparecen no sólo las ventas y utilidades netas de un periodo dado, sino el saldo (a favor o en contra) de los impuestos diferidos (los que deben al fisco y lo que éste les debe); es decir, causados y no enterados, mecanismo del que no gozan todos los causantes de este país (los menos, de hecho), pero que a los beneficiarios les sirve para muchas cosas.
Así, y más allá de los 60 mil millones de pesos en utilidades netas consignadas en el reporte de Santander, aparecen pasivos por 67 mil 440 millones de pesos en impuestos diferidos (registrados en los pasivos de las empresas) de cuando menos 19 corporativos –los más de ellos citados en dicho reporte–, es decir, lo que esas empresas adeudaban al fisco al cierre de septiembre pasado. Lo anterior resulta escandaloso, sobre todo cuando por estas fechas y dejando a un lado sus diferencias, los barones, el gran capital ha desatado una campaña, por medio de la cual se quejan amargamente de que nos quieren hacer pagar más impuestos.
Si lo anterior resulta escalofriante, la segunda parte es peor, porque, según sus respectivos estados financieros, el fisco les adeuda 87 mil 690 millones de pesos en impuestos diferidos (registrados en los activos de cada una de las empresas), es decir, lo que la autoridad fiscal les debía hasta septiembre pasado, de tal suerte que, en el mejor de los casos, Hacienda no recibiría un centavo, pero sí tendría que desembolsar 20 mil 250 millones de pesos para saldar el asunto.
El Grupo Bimbo, de la siempre pía familia Servitje, adeudaba impuestos diferidos por mil 352.6 millones de pesos al cierre de septiembre pasado, pero el fisco le debía al consorcio 5 mil 163.75 millones, con lo que el moroso resultaría el gobierno y no la empresa. Así, este corporativo reportó utilidades netas, limpias de polvo y paja, por mil 658.6 millones de pesos en dicho periodo, más un remanente fiscal superior a 3 mil 811 millones que administra a conveniencia. Entonces, lejos de que pague impuestos, se los pagan.
Ejemplo sobresaliente, por los montos involucrados, es el de América Móvil, de Carlos Slim, empresa que en el tercer trimestre de 2013 reportó utilidades netas por 16 mil 651 millones de pesos, nada mal en una economía desinflada. Al cierre de septiembre pasado, este consorcio adeudaba al fisco 3 mil 787 millones de pesos, pero éste le debía 52 mil 212 millones de pesos, en números cerrados. ¿En qué momento acumuló tal cantidad, o quién lo permitió?
También se dan casos no tan abismales, como el de Cemex, de Lorenzo Zambrano, cuyo adeudo fiscal al cierre de septiembre pasado ascendió a 13 mil 878 millones de pesos. Un mundo de dinero, cierto es, pero resulta que el fisco le debe al corporativo cementero 13 mil 300 millones, con lo que si a la firma privada algún decreto presidencial no le cancela el adeudo, apenas tendría que pagar 4.16 por ciento de diferencia.
Televisa no podía quedar fuera: al cierre del tercer trimestre del año, el consorcio reportó utilidades netas por 2 mil 632 millones de pesos, y su información financiera revela adeudos al fisco por cero pesos cero centavos, pero el fisco le debe 2 mil 502 millones. El caso de Tv Azteca nos es tan cómodo, pero tiene lo suyo: adeuda 3 mil 463 millones en impuestos diferidos, pero el fisco le debe 4 mil 672 millones, es decir, un poco más de mil 200 millones.
Mientras todo ello sucede, la autoridad fiscal se dedica a corretear a los causantes de a pie.
Las rebanadas del pastel
Y sobre el mismo tema, de nueva cuenta el Ifai ordenó al SAT revelar los nombres de los beneficiarios por la cancelación de créditos fiscales en los últimos seis años. El recaudador se negó, pero el instituto le revira: la condonación es un gasto fiscal que comprende, en términos generales, los montos que deja de recaudar el Estado, por lo que constituye una transferencia de recursos públicos en sentido negativo. También es un beneficio a favor del contribuyente, que implica un gasto público y que como tal debe reportarse.
Twitter: @cafevega

La CFE se llevó su medidor
Al llegar ayer por la tarde a mi casa me encontré con la sorpresa de que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) se llevó mi medidor de luz y cortó el servicio estando yo ausente. Creo que si se cuenta con un amparo no deben hacerlo. ¿A quién debo dirigirme para recuperar el servicio? Además, el medidor yo lo pagué, ¿por qué me lo roban los que se dicen pertenecer a una empresa de nivel mundial?

Requirió menos de un año para calar hasta el fondo las capacidades del priísmo dizque renovado. En ese corto periodo, dos de sus conspicuos adalides han salido renqueando de la baraúnda que deforma la actualidad nacional. Uno, porque las protestas populares, por cientos de justificados motivos, no han cesado ni tampoco han recibido, desde las cúpulas decisorias, las respuestas adecuadas. El otro, porque una reforma presumida hasta el cansancio como hacendaria terminó en una poquitera miscelánea fiscal. Y, por si no fuera suficiente el rijoso peloteo con los afectados, la desfalleciente economía abre incertidumbres futuras de crecimiento y, por tanto, profundiza los pesares del grueso de la población. Lo cierto es que ambos funcionarios, entronizados como esperanzas renovadoras, representativos del círculo íntimo de la actual administración federal, han ido perdiendo el lustre con que el aparato de convencimiento los fue, cuidadosa y convenencieramente, tapizando. Poco queda de sus presumidas habilidades. El deterioro se ha dado sin clemencia para las ambiciones que, ambos, se supone, albergan en sus íntimos fueros de figuras del mañana.

El gran teólogo suizo ha expresado públicamente que tiene mal de Parkinson. Ante tan devastadora noticia, Hans Küng analiza la posibilidad de recurrir al suicidio asistido. Cerca de cumplir 90 años no quiere, dice, seguir viviendo como una sombra de mí mismo.

El peronismo continúa siendo un movimiento político a tal punto versátil, que nada de lo irracional, conjetural o racional le resulta ajeno. Épico, pragmático y reflexivo a la vez; especulativo, democrático o autoritario, el peronismo siempre ha sido encuentro de lo nacional y popular, y lugar de confrontación frente a las oligarquías que, si acaso merodeaban por sus pagos, terminaban invariablemente siendo pájaros de otro cantar.

Vicious! / You hit me with a flower…
isis serio permite correr su velo de mentiras.


 

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