Es inaceptable la carencia de garantías para los abogados laborales independientes que tienen como única arma la ley laboral, la jurisprudencia y su alegato ante una autoridad.
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Mal
andan las cosas en Monclova, Coahuila cuando grupos empresariales
quieren arreglar la inconformidad sindical con grupos de choque; las
cosas ocurren como si no hubiera autoridad. En esa zona los
trabajadores y los abogados laborales están en constante riesgo porque
la violencia es una manera de apaciguar las protestas laborales.
Los patrones de la zona le apuestan a métodos que violentan la
legalidad, se sienten hasta dueños de la voluntad sindical de los
trabajadores.
Apenas el pasado jueves 22 de enero en las instalaciones de la Junta
Local de Conciliación y Arbitraje de Monclova Coahuila, aparecieron muy
temprano más de un centenar de sujetos amenazantes, amparados en las
siglas cetemistas que operan a conveniencia de patrones.
Esperaban a los abogados laborales Nahir Velasco, Daniel González y
Cristian Ponce para intimidarlos y hacer lo posible para suspender una
audiencia en la que se fijaría una fecha de recuento de votos. Para
las 8:30 am ese grupo porril había incrementado su número en más de 350
sujetos. Se arremolinaban en las oficinas de la Junta de Conciliación y
Arbitraje, en los pasillos y en la acera de la calle para provocar lo
necesario y evitar la realización de la audiencia.
Se sorprendieron de la petición de los abogados de pedir que el
expediente de ese conflicto colectivo no lo conociera más esa Junta
Local de Monclova al estar controlada por las fuerzas caciquiles de la
región. Se había tardado 8 meses para notificar la primera audiencia.
Un acto de complicidad frecuente en los tribunales laborales.
Monclova, es un lugar bajo control de Jorge Carlos Mata, quien
además de ser regidor es dueño de varios registros sindicales que los
maneja de la mano con empresarios de la zona, uno de ellos, Alonso
Ancira, a quien no es de su gusto la existencia de sindicatos autónomos.
La inquietud en la zona, de la protesta obrera, vino de los errores
de los administradores de empresas como Teksid, que cuenta con 900
trabajadores, Gunderson con 1,800 y Pytco con 450 trabajadores. Se
negaron a pagar utilidades a pesar la producción y venta constante de
sus productos. Siguieron el viejo método de burlar al fisco y a los
trabajadores, a través de artimañas de sus contadores. Pero los
trabajadores en vez de aceptar esta explicación (de falta de
utilidades) se indignaron y exigieron una respuesta a sus demandas.
Al negarse a atender su reclamo de utilidades, la rebelión obrera
estalló en ocho centros de trabajo, por el engaño patronal, se
suspendieron labores a pesar de todas las amenazas recibidas. A pie de
máquina se escuchaba decir a los obreros:
–Podrán engañar al fisco pero a nosotros no.
En las empresas Teksid, Gunderson y Pytco los trabajadores en paro
exigieron además la salida del dueño de las siglas cetemistas como su
representante y solicitaron al mismo tiempo su incorporación al
sindicato minero.
Esta demanda obrera, la movilización y el reto de no aceptar burlas
así, causaron la furia y al mismo tiempo el temor de algunos
empresarios. Temor porque el esquema de control que les funcionó por
muchos años se les venía abajo. Cuando supieron de la existencia de
una demanda de titularidad por parte del sindicato minero hicieron lo
posible para que los trabajadores se desistieran. Buscaron a los
líderes de ese grupo obrero para deshacerse de ellos a como diera
lugar. Pero no lo lograron.
Cuando el abogado laboral Nahir Velasco llegó el miércoles pasado a
Monclova para acudir al día siguiente a la audiencia fijada por las
autoridades laborales se enteró que un grupo de sujetos mal encarados
lo buscaba en todos los hoteles de la zona. No precisamente sus amigos
sino sujetos ligados al regidor cetemista.
El día anterior a la audiencia ese grupo gansteril buscó al abogado
Nahir en todo Monclova. En cuanto se enteraron que se encontraba en un
café con otros asesores jurídicos revisando la estrategia legal del día
siguiente, llegaron gritándoles para enfrentarlos. Los abogados como
pudieron salieron del lugar para evitar un encuentro desigual. Fue un
aviso de los empresarios de la zona para decirles que su presencia no
era bien recibida.
El gobierno del estado de Coahuila debe asumir su responsabilidad
evitando ese tipo de actos violentos; actuar como garante de la
legalidad y de respeto a los derechos humanos.
Es inaceptable la carencia de garantías para los abogados laborales
independientes que tienen como única arma la ley laboral, la
jurisprudencia y su alegato ante una autoridad. Enfrentarlos con
grupos de choque es no menos que una acción cobarde e inadmisible y no
la aceptamos de ninguna manera.
Exigimos respeto a la labor de los abogados de trabajadores que defienden la libertad sindical y dignidad obrera.
Correo: mfuentesmz@yahoo.com.mx
Twitter: @Manuel_FuentesM
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