5/04/2016

Reunión de la CIDH y Claudia Ruiz

Utopía

Eduardo Ibarra Aguirre


Salieron de México los integrantes del GIEI para satisfacer a los portadores de las ansias “patrióticas” que Carlos Beristain no tuvo empacho en llamar “halcones” desde el gobierno y el periodismo, y a las 48 horas Claudia Ruiz Massieu Salinas (apellido que oculta pero sin el cual no estaría encumbrada en el gobierno federal), anunció que tendrá una reunión con la Comisión Interamericana de Derechos Humanos en la que establecerán el mecanismo para darle seguimiento al informe y a las recomendaciones de los expertos.
Es conocida la enérgica crítica al gobierno de Enrique Peña Nieto por no permitir que el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes concluyera con su trabajo de coadyuvancia en la investigación ministerial de la barbarie en Iguala, tal y como se estableció en el documento suscrito el 18 de noviembre de 2014.
La oportuna respuesta de la titular de Relaciones Exteriores es impensable sin la severa crítica proveniente de instituciones de gobiernos aliados al mexicano y supranacionales y medios de comunicación de los cinco continentes, y es tan abundante que sería deseable fuera más dosificada para no estimular el surgimiento de actitudes “nacionalistas” en aquellos que se envuelven en el lábaro patrio, pero no muestran capacidad para someter al análisis y la crítica El cambio de rumbo (le llamó en su libro Miguel de la Madrid) que subordinó a México como nunca a la geopolítica imperial de Estados Unidos.
Debió ser un respiro, por lo anterior, el reconocimiento del liderazgo de Peña Nieto que formularon legisladores estadunidenses, demócratas y republicanos, que a iniciativa del primero aplaudieron la disculpa formulada el 17 de abril por el general secretario con motivo de las torturas sufridas en Guerrero para no variar, por Elvira Santibáñez y dos campesinos, a cargo de soldados y agentes de la Policía Federal, práctica común desde que la impusieron los conquistadores hace más de cinco siglos.
Disculpa de Salvador Cienfuegos Zepeda que no obstó para que “el gobierno de Estados Unidos contrató los servicios del polémico despacho de ese país John Reid & Associates, a fin de que capacite a 45 funcionarios mexicanos en la utilización de técnicas policiacas para obtener confesiones”, mediante “el uso de presiones sicológicas o métodos que pueden asemejarse a actos de tortura”; reportó Alfredo Méndez en el diario La Jornada (2-V-16). Pero los diputados y senadores dejaron constancia de su preocupación por los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos.
Como debe ser estimulante, por lo anterior, para el de Atlacomulco y su grupo gobernante –sobre el que trascienden más versiones de enriquecimiento como el subsecretario que acumula 47 casas–, el anuncio del secretario general de la Organización Mundial de Turismo, Taleb Rifai, que México ascendió al noveno lugar en la clasificación de llegada de turistas internacionales al superar a Rusia.
No tiene el mismo efecto el anuncio sobre la recuperación del poder adquisitivo del salario en 5 por ciento en los primeros tres años de su gobierno y por primera vez en 36 años, ya que es sabido que su credibilidad es baja y las cifras oficiales aún más.
Resulta plausible que Ruiz Massieu delibere y analice con la CIDH “a detalle las recomendaciones” que hizo al Estado mexicano lo que ella denominó “Grupo Internacional de Expertos Independientes”. Para empezar sería adecuado se aprenda bien el nombre, pues a ella le molestaría que la llamen Ruiz Salinas, como acaso es su nombre original.
@IbarraAguirreEd

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