Abelardo
Ávila, investigador del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y
Nutrición Salvador Zubirán declaró que la estructura de la Cruzada contra el Hambre se desintegró, dejó de funcionar yaque actualmente “no se hace nada”.
El también integrante del comité de
expertos integrado por nueve académicos e investigadores (Universidad
Autónoma Metropolitana, institutos nacionales de Salud Pública y de
Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán, del Programa
Universitario de Estudios del Desarrollo y otros especialistas
independientes), que se encargaron de la organización de foros y
elaboración de propuestas para superar la inseguridad alimentaria en 400
municipios, denunció para La Jornada que el abandono de la
Cruzada contra el Hambre se debe a que el principal interés es mejorar
los indicadores para “dar buenas noticias” aunque no sean verdad.
Lo cual también explica los cambios, sin
explicación, en la medición de pobreza de este año realizados por el
Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), acción que motivo
que el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo
Social (Coneval)
no quisiera publicar este año los datos oficiales ya que no son
comparables con la información que se ha recopilado durante ocho años,
irreal la disminución de pobres, calificó el Consejo.
El especialista explicó que el informe
oficial explica que la Cruzada se creó como un modelo para atacar las
causas de pobreza extrema e inseguridad alimentaria con un enfoque que
atienda todas las dimensiones del bienestar.
Agregó que el Sistema de Focalización de
Desarrollo (Sifode) tienen información casa por casa de 13.6 millones
de personas, que refiere principalmente a carencias, servicios, nivel de
rezago, calidad del agua, grados de educación, entre otros puntos, los
cuales permiten un diseño y aplicación de programas específicos de
atención, sin embargo, no se ha hecho nada, desde hace más de un año,
con dicha información.
“El trabajo se empezó a desdibujar y la
principal preocupación de los funcionarios de Sedesol se centró en
cambiar los indicadores. En educación, por ejemplo, ‘agilizaron’ la
obtención de certificados de primaria para adultos, con lo que ya pueden
anunciar el abatimiento del rezago educativo en las comunidades
beneficiarias de Prospera”, detalló el especialista quien añadió que él
creyó que cuando convocaron al grupo de expertos habrían posibilidades
de avanzar en las condiciones de vida de los más pobres.
El comité especializado asegura que para
obtener resultados positivos se debe impulsar la agricultura, cambiar
modelo de desarrollo económico y modificar desde la pobreza extrema las
condiciones de bienestar, proceso largo que no responde a la obtención
de resultados a corto plazo.
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