EN DIÁLOGO
Por: Leticia Burgos Ochoa*
La resolución denegando a la petición de Alerta de Violencia de Género
para Cajeme, Sonora, por parte de la Secretaria de Gobernación (Segob)
es un despropósito a todas luces impune, transcurrido dos años y tres
meses de su solicitud.
En Cajeme se encuentran operando los tres órdenes de gobierno con la
Estrategia de Seguridad Pública Nacional desde la pasada administración y
en ésta faltaba la Gendarmería; ante los hechos funestos de estos meses
que van del año, el propio presidente municipal Faustino Félix Chávez y
el cabildo del Ayuntamiento en pleno recién actúa en la localidad.
Difícil refutar realidades que configuran alertas de facto, la misma
autoridad procura estar a la altura del reclamo social y acude a pedir
ayuda a los demás órdenes de gobierno para atender Cajeme, y el mismo
Congreso Local lo respalda en su momento.
Los pronunciamientos de los diversos sectores, civiles, feministas,
redes nacionales de defensa de los Derechos Humanos de las mujeres, del
Congreso local, del Congreso de la Unión y de los partidos, constatan la
urgente necesidad de la declaratoria.
Cajeme es parte de los 50 municipios más violentos del país, los delitos
de orden común y de crimen organizado han colocado en alto riesgo a la
población entera, y en extrema vulnerabilidad a las mujeres, las niñas,
niños, adolescentes y sus familias.
La perturbación de la paz social es innegable por parte de la propia
autoridad, que en el dictamen prueba que de 2015 a 2016 aumentaron los
homicidios según los Censos Nacionales de Procuración de Justicia
Estatal, en el que registra un incremento de homicidios de mujeres,
pasando de 133 casos en 2015 a 280 en 2016. Cajeme ocupa el primer lugar
de prevalencia de feminicidio de 2015 al 2017.
En el periodo de la prórroga otorgada a Sonora del 9 de septiembre de
2016 a la fecha, se han registrado 41 hechos de violencia feminicida y
de ellos 20 feminicidios consumados (el último reportado en el momento
que estoy por concluir el artículo), 5 intentos, 6 mujeres
desaparecidas, 5 desapariciones-presentadas y 5 suicidios de mujeres,
esto sin considerar el semáforo rojo que reporta un ascenso de la
violencia sexual y violaciones a niñas y niños en la localidad.
Resulta incomprensible que en el mismo resolutivo se reconozca la
gravedad de la violencia y la califique de “generalizada”, a la vez que
pide atender la problemática de violencia contra las mujeres en Cajeme y
dicta “las medidas específicas”, lo que en la Ley de Acceso de las
Mujeres a una Vida Libre de Violencia se define como Alerta de Género,
“el conjunto de acciones gubernamentales de emergencia para enfrentar y
erradicar la violencia feminicida en un territorio determinado, ya sea
ejercida por individuos o por la propia comunidad”. (Artículo 22).
Concluye el resolutivo, definiendo un plan de acción de emergencia y su
temporalidad de cumplimiento. Otorga seis meses más para que rinda
cuentas Sonora a la Segob. ¡Bueno!, ¿qué es esto pues? Una declaratoria
de facto, sin presupuesto.
Los dos votos razonados a favor de la Alerta de Violencia de Género para
Cajeme de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos y de la doctora
Mercedes Zuñiga Elizalde, académica de El Colegio de Sonora, son
inequívocos.
Algo hay detrás con éste resolutivo que no cuadra, gato encerrado. A los
tribunales y la sociedad cajemense les toca juzgar. La Alerta de
Violencia de Género para Cajeme está acreditada por las mismas
actuaciones de las autoridades y el propio resolutivo de la Secretaría
de Gobernación.
* Ex legisladora federal e integrante de la Red Feminista Sonorense
Imagen de Silvia Núñez Esquer
Cimacnoticias | Hermosillo, Son.-
No hay comentarios.:
Publicar un comentario