1/14/2014

Los periodistas pal café . . .


La toma federal de Michoacán, anunciada ayer por Miguel Ángel Osorio Chong (MAO) en Morelia, tiene en los expansivos grupos de autodefensa uno de los puntos más delicados. Hasta ahora, la administración peñista ha tolerado abiertamente (lo que en los hechos es una forma de promoción) el avance impetuoso de contingentes extraordinariamente bien equipados que van barriendo a los Caballeros templarios de sus zonas tradicionales de dominio (diversas crónicas periodísticas dejaron constancia, por ejemplo, del papel meramente observador, de virtual cobertura o asentimiento, que cumplieron las fuerzas militares mientras las tropas autodefensivas se hacían del control de Nueva Italia, el escalón más alto hasta ahora en la ruta trazada hacia la capital templaria, Apatzingán).
Osorio Chong ha alentado sesgadamente a esos grupos y ha dialogado con sus líderes, al grado de pretender la justificación de la insólita protección hospitalaria a Juan Manuel Mireles con el argumento expresado en una entrevista el pasado 8, cuando reconoció que el gobierno federal cuidaba al michoacano “porque son de las personas que han venido lastimando a los cárteles, particularmente a los templarios, y claro que tienen instrucciones de que se diera el cuidado, se le apoyara y es lo que ha venido sucediendo”, dijo el titular de Gobernación a Ciro Gómez Leyva en Radiofórmula.
Antes del accidente aéreo que le colocó bajo redoblada protección de fuerzas federales en el hospital Médica Sur de la capital del país, Mireles había negociado con Osorio Chong, según revelaciones de éste: se les había dicho que no podían estar actuando armados, al margen de la ley, y acordaron que se metieran a la legalidad, que si querían participar pudieran hacerlo dentro de las instituciones con capacitación y por supuesto ayudando a las fuerzas de seguridad, así que se comprometían totalmente a pasar al apoyo a las autoridades y no tratar de hacer actos al margen de la ley.
Esa negociación mostró al secretario de Gobernación en una flagrante violación de sus obligaciones básicas, una de las cuales es la de cumplir y hacer cumplir las leyes. Dificilísimo sería para el ex gobernador de Hidalgo justificar el hecho de dialogar y hacer convenios con ciudadanos que se han levantado en armas sin que hubiera una ley (como la expedida en el caso de los neozapatistas) que lo autorizara. Indispensable sería, además de disolver la percepción de que ese tratamiento excepcional proviene de una estrategia gubernamental de impulso a formas de paramilitarismo, que Osorio Chong precisara las razones que le han llevado a utilizar dos varas para tratar un fenómeno de violencia pública, entablando conversaciones y dando privilegios a una de las partes en pugna, como si Los Pinos tuviera en curso una estrategia de aprovechamiento de la legítima indignación social contra determinados cárteles (no oficiales, según una hipotética clasificación gubernamental federal) para limpiar esas zonas de bandas no autorizadas (los templarios en Michoacán, como los Zetas en otras partes del país, agrupaciones sanguinarias, desbordadas, que con sus excesos enturbian e impiden el funcionamiento fluido del negocio tradicional del narcotráfico), lo que en los hechos abriría el camino para la consolidación de otras agrupaciones casi institucionales (sobre todo el hegemónico cártel de Sinaloa y vertientes como el Nueva Generación de Jalisco).
Entre esas contradicciones operativas y conceptuales Osorio Chong se permitió ayer el lanzamiento de una pieza oratoria presuntamente categórica. Frente a un doblegado gobernador, Fausto Vallejo, habló de decisiones federales implacables para someter al orden a todos aquellos que violenten el marco legal vigente, lo cual ha de entenderse que valdría para los Caballeros sabidamente adversarios, pero también para las autodefensas hasta ahora aliadas. En una entidad inundada de armamento de alto calibre (las más recientes remesas sirvieron para equipar a las autodefensas), donde carreteras y caminos secundarios son transitados sin gran problema por caravanas de vehículos con civiles con capacidad de fuego a la vista, el titular de Gobernación ha prometido una suerte de tolerancia cero, lo cual implicaría un histórico desarme masivo.
Además, el responsable de la política interna del país ha solicitado a los mismos con los que antes negociaba, y en los mismos términos que había dado a conocer cinco días atrás en entrevista radiofónica, que depongan las armas, que regresen a sus comunidades de origen y colaboren abiertamente con la administración federal, dando información de lo que saben e incluso alistándose en los cuerpos policiacos para desde allí regularizar su vocación vigilante.
Una primera respuesta de uno de los líderes de las autodefensas, Estanislao Beltrán, de Tepalcatepec, advirtió que el llamado de MAO no podría ser atendido en tanto no fuesen detenidos los líderes de los templarios. Hoy se conocerá la postura colectiva de esas fuerzas, pero no pareciera que el discurso ceremonial de Osorio Chong fuese suficiente para devolver a sus casas (o uniformar como policías) al ejército regional irregular que hasta ahora ha sido usado por Los Pinos para enfrentar a los Templarios como si fuese una confrontación entre dos bandos ante la mirada falsamente neutra de un gobierno federal que estaría abdicando de sus responsabilidades.
Por lo pronto, Peña Nieto recurre al expediente simplista del envío masivo de fuerzas presuntamente apabullantes a la misma zona donde Felipe Calderón inició su historial funerario progresivo, Osorio Chong se enreda con los mismos hilos que antes suponía manejar, Fausto Vallejo confirma su condición política espectral, los templarios enfrentan una ofensiva que se anuncia descomunal y las autodefensas arriban al punto en que deben definir si constituyen una insurrección social legítima o forman parte de un paramilitarismo inducido desde el poder federal asesorado por el general colombiano Naranjo. ¡Hasta mañana, con los panistas y sus moches!
Twitter: @julioastillero
Facebook: Julio Hernández


No le alcanza al gobierno el ingreso de Pemex para cubrir sus gastos, de ahí que siempre pide prestado. Ahora que abrió las puertas a las grandes trasnacionales, y deberá compartir con ellas su ingreso, se abrirá un agujero enorme. De ahí que esté exprimiendo a las familias y a los negocios medianos y pequeños. Se maquina en la esfera gubernamental un aumento a la electricidad y al agua. ¿Qué no prometió Peña Nieto que bajaría la luz? Sí, eso dijo, es un compromiso si se aprobaba la reforma petrolera y energética. También prometió agua en muchas ciudades del país. En particular, a los habitantes del Distrito Federal les ofreció incrementar el abastecimiento de agua potable, mediante la modernización y construcción de infraestructura hidráulica. Si pensó que eso implicaba un incremento de la tarifa no lo mencionó. Acaba de presentar la Estrategia Nacional de Cambio Climático. Y medio perdida en la parrafada del nuevo plan –que se suma al millón de palabras que contienen las reformas estructurales– asoma la idea de quitar el subsidio a las tarifas de luz y agua. El pretexto es ‘incentivar el incremento de la eficiencia” del consumo energético y del líquido. ¿Cuál subsidio, en primer lugar? ¿Será como el de la gasolina? Es más cara en México que en Estados Unidos y todavía dicen que subsidian la diferencia para que no nos salga tan cara. En el Distrito Federal no hay agua suficiente. La construcción de hoteles y condominios ha dejado sin suministro a colonias como la Roma, la Juárez, la Cuauhtémoc. En la periferia las hogares compran agua a las pipas al precio que se les antoja. Y en cuanto a la electricidad, aparte de que es un compromiso presidencial que se ha repetido día y noche en los medios, bastaría con ponerle alto a la corrupción en la CFE.
¿Dónde guardar los ahorritos?
¿Inversión bancaria, centenarios, monedas de plata, dólares, bitcoins? La gente se pregunta cómo invertir sus ahorros al comenzar el año. Los cambios fiscales no han sido bien explicados por las autoridades, menos entendidos por los ciudadanos. Las tasas de interés que pagan los bancos no entusiasman, además ahora la vigilancia del SAT podría derivar en una sorpresa desagradable. Muchas personas continúan pensando en el dólar como primera opción. ¿Qué tal les fue el año pasado a quienes guardaron algunos dolaritos? Depende de la fecha cuando los compraste. Cerró el año con una cotización de 13.11 pesos, pero a principios se cotizó a 12.66 pesos por dólar. Si compraste en enero y vendiste en diciembre ganaste, no mucho, algo. Les fue mejor a los que compraron en mayo, cuando el dólar bajó a 12 pesos por breve tiempo. En el nuevo año habrá mucha volatilidad. El precio del dólar se moverá entre 12.60 y 13.20. Ayer perdió 15 centavos. Se vendió a 13.40 y se compró en 12.80 pesos en Banamex.
Muy dura la cuesta de enero
¿Se preguntan por qué la cuesta de enero está tan empinada? Es la continuación de la desaceleración económica del primer año del nuevo PRI, agravada por un disparo inflacionario histórico. Se suponía que el año pasado tendrían que haberse construido 500 mil viviendas. Sin embargo, sólo fue la mitad. Este sector es uno de los motores de la economía. La recuperación dependerá ya no tanto de los programas de vivienda barata de Infonavit, sino de calidad. Es decir, habrá financiamiento para quien perciba un ingreso superior a 5 salarios mínimos. Y esos clientes escasean. La recuperación del sector vivienda en México tardará un año más en detonarse y dependerá de la generación de empleos bien remunerados, pronosticó BBVA Bancomer. Si no se generan empleos bien remunerados será difícil que se coloquen más hipotecas, en opinión de Samuel Vázquez, analista de BBVA Bancomer.



Con eso de que el problema de la deuda pública quedó resuelto (Salinas dixit, obviamente) desde hace poco más de dos décadas, el gobierno federal en turno dio rienda suelta a la contratación de débito –interno y externo– hasta llevarlo a un nivel histórico, con ganas de superar, y por mucho, a la administración previa, la cual también rompió récord.
Se supone que el gobierno federal se endeuda con el fin de utilizar esos dineros para impulsar la economía, generar empleo formal, crear bienestar para la población y demás románticas hipótesis. Pero en el caso de la administración peñanietista el débito público creció y creció, pero los tres renglones referidos (crecimiento, empleo y bienestar) reportaron un comportamiento inversamente proporcional al aumento de la deuda.
¿Qué sucedió? Que el gobierno federal se sigue endeudando sólo para pagar deuda y los voluminosos intereses que ella genera, tanto interna como externa, es decir, exactamente lo mismo que hizo el inefable Felipe Calderón, quien en tiempos de su campaña electoral a los mexicanos prometió no endeudar a tu familia. ¡Y de qué manera lo hizo!
Pues bien, información de la Secretaría de Hacienda revela que al cierre de noviembre de 2013 el saldo de la deuda del sector público (interna y externa) llegó a 5 billones 695 mil millones de pesos, lo que representa un incremento de 343 mil millones de bilimbiques con respecto al último día de 2012. ¿Dónde quedó esa carretada de dinero? No en el impulso al crecimiento económico, el cual, si bien va, será de 1.2 por ciento, o lo que es lo mismo, tres veces menos que en el año previo. Tampoco en la generación de empleo formal, la que, en el mejor de los casos, sólo incluyó a uno de cada dos solicitantes. Y menos en el bienestar de los mexicanos, quienes ya no sienten lo duro sino lo tupido.
¿Quién se endeuda a razón de 42.8 millones de pesos por hora (mil 27 millones por día)? El gobierno federal, que mayoritariamente destinó esos recursos a tapar hoyos, para abrir otros más profundos. La buena noticia es que este problema se resolvió poco más de dos décadas atrás, según la versión oficial. Y tal cifra no incluye otros pasivos contingentes (como el IPAB-Fobaproa, el rescate carretero y los Pidiregas de la CFE, entre otros; por cierto, la amortización de estos últimos está calendarizada para 2042 –de aquí a 28 años–, siempre y cuando no se contraten más). Si se incluyen el saldo se eleva a 6.5 billones de pesos, aproximadamente.
(Perdón: también se endeuda para financiar la privatización energética). Al cierre del inefable sexenio calderonista, en este espacio se comentó que el triste personaje que en el discurso prometió a los mexicanos, entre tantas otras cosas, no endeudar a sus familias, procedió exactamente en sentido contrario, y en los hechos no sólo incrementó la deuda pública hasta niveles verdaderamente peligrosos, sino que lo hizo para (¡sorpresa!) pagar intereses de la deuda, de tal suerte que de cada peso de endeudamiento contratado durante su sexenio casi 70 centavos se destinaron a tal fin.
Se anotaba que el balance era espléndido, en especial cuando se recuerda que en los dorados tiempos de la campaña electoral 2006 el candidato panista al hueso mayor y su aparato propagandístico aseguraban que “hay formas de que México avance sin deudas… ¡Felipe Calderón te dirá cómo!” Nunca lo dijo, desde luego, pero lo que sí hizo, ya como inquilino de Los Pinos, fue incrementar la deuda pública en la friolera de 141 por ciento, al pasar de 2.22 billones de pesos en diciembre de 2006 a 5.35 billones al cierre de 2012 (las cifras son de la Secretaría de Hacienda).
Con Calderón en la residencia oficial, la deuda pública creció a un ritmo anual promedio de casi 20 por ciento, mientras la economía lo hizo a una tasa anual promedio de 1.8 por ciento. Así, el saldo del débito público avanzó a un ritmo más de 11 veces superior al de la economía, y la Auditoría Superior de la Federación documentó que 70 por ciento de la nueva deuda contratada por el gobierno federal se destinó a pagar los intereses y cubrir los gastos de la propia deuda pública, lo que resulta extraño al recordar que tanto Carlos Salinas de Gortari (en 1990) como Vicente Fox (en 2004) decretaron que el de la deuda pública es un problema superado.
Por aquellas fechas, la Auditoría Superior de la Federación recordaba que el artículo 73 constitucional (fracción VIII) establece que ningún empréstito podrá celebrarse sino para la ejecución de obras que directamente produzcan un incremento en los ingresos públicos, salvo los que se realicen con propósitos de regulación monetaria, las operaciones de conversión y los que se contraten durante alguna emergencia declarada por el presidente de la República en los términos del artículo 29. Hasta donde se sabe, ninguno de los supuestos se presentó (versión oficial), pero el inquilino de Los Pinos y sus operadores se sirvieron con la cuchara más grande que encontraron. Hasta aquí el recordatorio de cifras, proporciones y leyes.
Sirva lo anterior para constatar que la estrategia peñanietista de deuda pública no se ha movido un milímetro con respecto a la del sexenio calderonista (cuyo titular también prometió reducir tarifas eléctricas, precio del gas y otras gracias, que obviamente incumplió). Así, al cierre de noviembre de 2013 la deuda por habitante –incluyendo los recién nacidos– supera los 48 mil 263 pesos, y contando. Pero tranquilos, que el problema se resolvió dos décadas atrás.
La Secretaría de Hacienda asegura que es totalmente administrable la deuda pública (interna y externa) del sector público y que el riesgo se desvanece, por constituir la mayoría de ella un débito a mediano y largo plazos. Pero de cualquier hay que pagarla, y más si se contrata más débito para pagar los intereses de préstamos anteriores. Y eso sucede todos los años.
Las rebanadas del pastel
De partidos políticos, líderes legislativos y amigos que los acompañan, mediante cochupos, diezmos, pellizcos y contratos impuestos a producto de gallina. Los panistas, especialmente, habían logrado silenciar a quienes los denunciaban por tales prácticas, pero ¡zas!, que aparece un espontáneo: el presidente municipal de Celaya, Guanajuato, Ismael Pérez Ordaz, reveló que un grupo de diputados federales del PAN ofreció aprobar una partida presupuestal de 160 millones de pesos a cambio de que la administración local contratara a una constructora allegada al líder de los legisladores panistas, Luis Alberto Villarrreal, y el pago de una comisión de 35 por ciento. Y en los otros partidos nada mal lo hacen.
Twitter: @cafevega



Los datos que ofrecen los organismos que miden la transparencia de las instancias encargadas de garantizarla son síntoma de algo mucho más complejo: se trata de un estudio muy sencillo sobre ciertas virtudes elementales que debe tener todo órgano público, y que confirma la autorreferencia negativa del Estado mexicano: es como la policía que tiene en su seno a los delincuentes a los cuales debe combatir, o la Secretaría de Educación Pública, que quiere combatir la ignorancia con perfiles y programas invadidos de este problema, y así sucesivamente.
Si se diagnosticara al Estado mexicano se diría que tiene una enfermedad autoinmune, porque el sistema ataca a las células de su propio organismo. Asimismo, los órganos encargados de protegernos de la corrupción se convierten en promotores de ella. Tenemos cáncer (corrupción) autoinmune.
El mayor problema está no solamente en los datos disponibles en portales de Internet y la calidad de estos datos, sino en toda la estructura de rendición de cuentas de México, y en especial de Zacatecas. La carencia de autonomía plena provoca que la actividad de los organismos vigilantes y fiscalizadores esté viciada de origen. Las contralorías, auditorías y las propias cámaras legislativas están controladas por los poderes ejecutivos, a los que deberían vigilar.



Los temas sobre México enel libro Identidad a través de la cultura alimentaria (Conabio, 2013) son, como hemos visto, de gran interés. Los temas mesoamericanos inician con un artículo de Alfredo López Austin, interesante reflexión sobre la taxonomía que responde a la necesidad del hombre para comprender y apropiarse de la naturaleza dándole un orden a su clasificación; la identidad que “evoca un caro juego de pertenencias, grandes y pequeñas con las que formamos nuestros nosotros con la contrastada formación de los otros, y la alimentación, que nunca evoca lo suficiente porque ha trascendido “su carácter de necesidad física para convertirse en símbolo omnipresente…”
López Austin se centra en el maíz como el elemento que definió la tradición mesoamericana. Esta planta ha establecido desde hace milenios un vínculo precioso entre el hombre y el maíz, que ha dado lugar a decenas de testimonios míticos. En varios de estos mitos se identifica la sustancia del grano con el cuerpo del hombre, al punto que el somos lo que comemos, se convierte en el comemos lo que somos. El autor afirma después de una amplia discusión, que toda clasificación es resultado de una cultura, de la observación de la naturaleza y el trato cotidiano de quien la utiliza y transforma.


 

Ayer fue enterrado en Israel el militar, político y ex primer ministro Ariel Sharon, fallecido el sábado pasado tras ocho años de permaner en estado de coma a consecuencia del derrame cerebral masivo que sufrió a comienzos de 2006. Al informar sobre su muerte fueron pocos los medios occidentales que destacaron su papel de responsable de masacres de civiles palestinos, como destructor del proceso de paz emprendido por Yitzhak Rabin y Yasser Arafat en 1993 y como uno de los principales culpables políticos de que el pueblo israelí no haya conseguido, hasta la fecha, el estatuto de paz que anhela con sus vecinos.

Los errores en los libros de texto de la SEP
Nuestro secretario de Educación Pública, Emilio Chuayffet, ha condenado y dado a conocer que los actuales libros de la SEP para educación básica están plagados de errores conceptuales y pedagógicos. Eso ya lo habíamos manifestados muchos, pero nadie nos hizo caso, así que Chuayffet está descubriendo el hilo negro. Pero esta no es la única vez que los llamados libros de texto están mal (porque realmente no son libros, sino cuadernos de trabajo), ya que todas las anteriores versiones han incluido también errores conceptuales o pedagógicos, aunque contienen igualmente aciertos, porque no hay obra escrita perfecta.

Fui alumna en la escuelita zapatista del 3 al 7 de enero. Lo de alumna no es retórico; realmente los zapatistas se toman muy en serio su propósito de enseñar las lecciones que les han dejado los 19 años del proyecto que hoy conocemos como juntas de buen gobierno y que se inició con la declaración de municipios autónomos a partir de las tierras recuperadas en diciembre de 1994. El empeño y la organización de maestras y maestros, así como las y los votanes (guardianes), dan cuenta de la convicción del zapatismo sobre el sentido del diseño de un proyecto que aspira a compartir con amplios sectores sociales su experiencia de construcción social de la autonomía, sus aciertos, pero también sus tropiezos. En la segunda y tercera vueltas, diciembre y enero, participamos alrededor de 4 mil personas de diversas regiones del país y fuera de él. Jóvenes en su gran mayoría. Sólo imaginemos el esfuerzo que significó para las comunidades zapatistas.

Hace unas semanas el Observatorio de la Historia (OH) publicó el informe Un año de historia (http://issuu.com/elpresentedelpasado/ docs/informe_2013), que analiza el uso de la historia por el gobierno de Peña, entendiendo que la historia es un conocimiento social, porque como todo saber científico se construye colectivamente, se financia mayoritariamente con dinero público, se ocupa del pasado y el presente de las sociedades humanas, y se usa para definir realidades políticas, sociales y culturales que inciden significativamente en la vida de todos.

En los casi 30 años de vida de La Jornada, sólo en una ocasión ocupé este espacio con un problema personal; un problema con Telmex. Ahora se trata del Gobierno del DF, pero no espero nada del mismo. Me parece importante, sin embargo, compartir mi asunto porque esta vez tiene que ver no sólo conmigo, sino con una buena cantidad de vecinos de la zona de Tlalpan en la que vivo (Arenal 253), que vivió este diciembre mi misma suerte.

Para Rebeca González Rudo
Son impactantes las fotografías de Aaron Hcarris publicadas recientemente en La Jornada. Las cataratas de Niágara parcialmente congeladas. La imponente belleza de la caída de agua en las épocas cálidas sufre una metamorfosis que la convierte en escultura de sobrecogedora hermosura. La gravedad detenida. Líneas líquidas se mezclan con seres otrora invisibles que aparecen con formas caprichosas. Cristales suspendidos… Espejos.

Llegar a París durante las fiestas navideñas permite vivir con ilusiones. Las personas hacen fila en almacenes para comprar regalos, pinos, esferas, ropa, novedosos teléfonos, surtirse de productos lujosos, o no habituales, para las cenas: foie gras, cangrejo moro, langosta, ostras, trufas.

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