El partido que más dinero obtendrá este año será el PRI, con 1,060 millones de pesos, seguido del PAN, con 890 millones, y del PRD, con 678 millones.
La distribución entre los cuatro partidos más pequeños quedó en 335 millones de pesos para el Partido Verde Ecologista de México (PVEM), 292 millones para el Partido del Trabajo (PT), 277 millones para el Partido Nueva Alianza (Panal) y 275 millones para Movimiento Ciudadano.
El consejero Lorenzo Córdova, presidente provisional del IFE, aclaró durante la sesión del Consejo General que la distribución de recursos tendrá que modificarse si la autoridad electoral avala registrar a otros partidos.
En 2013, unas 50 organizaciones solicitaron registro ante el IFE; entre ellas destaca el Movimiento Regeneración Nacional (Morena), que ha mostrado avance en el cumplimiento de requisitos como la celebración de asambleas estatales y la afiliación de alrededor de 220,000 militantes.
El excandidato presidencial Andrés Manuel López Obrador, fundador de Morena, afirma que la agrupación cumplirá los requerimientos y logrará registrarse este año para competir en las elecciones intermedias de 2015, cuando se renovará la Cámara de Diputados.
Durante 2013, los partidos obtuvieron un total de 3,563 millones de pesos. El monto de financiamiento público para los partidos crece anualmente porque se calcula con base en el aumento del padrón de electores.
Una vez calculada la bolsa total, el 30% se distribuye de forma igualitaria entre todos los partidos, y el 70% a partir de la votación que cada uno haya obtenido en la anterior elección de diputados federales.
A partir de la reforma electoral de 2007-2008, los partidos reciben anualmente tiempo del Estado en radio y televisión, y tienen prohibido comprarlo para promocionarse.
Organizaciones como Alianza Cívica y la Asamblea Nacional Ciudadana exigen que se reduzca el financiamiento público a los partidos, pero hasta ahora sus demandas no han prosperado.
Al respecto, el consejero Córdova dijo este martes que el monto que cada año se entrega a los partidos puede parecer “excesivo y desproporcionado”, pero mencionó que es necesario para mantener condiciones de equidad en las contiendas políticas.
“La aparente generosidad del financiamiento público a los partidos ha blindado a la competencia electoral de la intromisión de recursos de procedencia ilícita, y con ello ha evitado el que intereses ajenos a las contiendas electorales influyan en las elecciones. Por ello, considero que el dinero invertido en la democracia, y particularmente en la competencia democrática, es dinero bien invertido”, señaló.
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