Son víctimas inocentes de una guerra sin cuartel y nadie voltea a verlos. Aunque no existen cifras oficiales, se presume que podrían ser más de 7 mil niños entre los 0 a los 15 años de edad, los que se han quedado sin padre. Esto a partir de la ola de violencia que comenzó en 2006
Los menores de edad desamparados, sumidos en la pobreza se convierten en
cantera de talento para reclutadores
En Tierra Caliente ha quedado un saldo de casi 30 mil muertos, según datos
de la iglesia católica de la región michoacana
Los diputados proponen que se aplique con urgencia un programa de apoyo del
gobierno para la atención a niños
3,063- Víctimas de desaparición forzada según el Comité de Familiares de Personas Detenidas y Desaparecidas en México, en Michoacán
670- Víctimas de desaparición forzada según la Comisión Estatal de Derechos Humanos
320- Cartas municipales pidiendo asilo político a EU para hijos de presos
1,173- Cartas municipales para huérfanos pidiendo asilo político a EU
3,419 - Peticiones de residencia a EU de menores desamparados
16,536 - Total de peticiones de asilo político a EU de todos los mexicanos
400% - Aumento de peticiones de asilo en seis años
2,500 -Viudas de la violencia
2,300 -Muertos en Michoacán durante la administración de Fausto Vallejo
Nadie
voltea a verlos, no hay programas oficiales que los contabilicen, mucho
menos existen acciones tendientes a resolver la situación de abandono
en que se encuentran. Son los niños huérfanos de Michoacán, que podrían
ser más de 7 mil.
Ellos son víctimas de la ola de violencia que se vive en ese estado desde el 2006, cuando el Gobierno Federal de Felipe Calderón comenzó a aplicar su llamada guerra contra el narcotráfico.
No hay cifras oficiales exactas que puedan dimensionar el problema social de los huérfanos de la violencia en este estado que se ha ganado a pulso la atención nacional y mundial de los medios de comunicación.
Aunque se presume que solo en la región de Tierra Caliente ya son poco más de 5 mil niños, entre los 0 a los 15 años de edad, los que se han quedado sin padre, las autoridades no han asumido la cifra como oficial.
Pese a la magnitud del problema, este no ha merecido la atención de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, pues en Michoacán, a pesar de los índices de violencia en que vive tres cuartas partes de la población, no se lleva a cabo ningún programa sobre asuntos de la niñez y la familia, como en otras entidades del país.
El gobierno estatal tampoco atiende la problemática de los menores que han quedado sin sustento material y emocional.
Lo que más se aproxima a las acciones de respaldo de estos niños es la entrega de un juguete cada día de reyes, o día del niño. En forma extraordinaria algunos huérfanos han sido incluidos en la lista del DIF estatal para otorgarles una despensa cada dos meses.
El Gobierno Federal ha perdido de vista el fenómeno social de los niños a los que la violencia, y la volatilidad social que se vive en la entidad, les ha arrancado del seno familiar a su padre o a su madre, en la mayoría de los casos víctimas de homicidio, en otras por desaparición forzada, o por encarcelamiento.
Solo en los 30 municipios que integran la zona de Tierra Caliente, se contabiliza –en forma arbitraria, con datos de las comandancias de policía, oficinas locales del DIF, presidencias municipales, tenencias de gobierno y secretarías de ayuntamientos– un estimado a los 5 mil 10 huérfanos, de los cuales el 60 por ciento han quedado en esa condición en los últimos dos años.
Otra de las regiones de Michoacán que registran una elevada cantidad de huérfanos, a partir del 2012, es la zona de la Meseta Purépecha, en donde la cifra ya supera a los mil 325 menores que se han tenido que incorporar al trabajo para poder subsistir, ante el abandono del que son víctimas también por parte del gobierno estatal y federal.
En los municipios que integran la región de la Costa Sierra, el número de huérfanos por la violencia ya llega a los 732 menores, en tanto que en la zona centro, en donde se ubica la ciudad de Morelia, el número de niños huérfanos alcanza los 631.
La regiones con menor número de menores en orfandad, víctimas colaterales de la violencia en Michoacán, son el Bajío con 582, y la zona Oriente con 392 niños que han perdido a su padre o madre, o ambos, en actos relativos a la violencia.
De los datos obtenidos por Reporte Indigo, en cada uno de los 113 municipios de Michoacán resalta que la cifra total de huérfanos víctimas de la guerra contra el narcotráfico, ya llega a 7 mil 262 menores de edad.
De estos al menos el 12 por ciento se encuentran en esa condición luego de que el jefe de familia está en proceso penal, recluido en la cárcel por delitos relacionados con narcotráfico, delincuencia organizada y/o portación de arma de uso exclusivo del Ejército.
Saldos de Guerra
Aun cuando por política oficial del gobierno estatal de Michoacán no se lleva un conteo de las cifras de muertes resultantes de los enfrentamientos que a diario ocurren en diversos puntos de la entidad, se calcula que en lo que va de la actual administración de Fausto Vallejo Figueroa, ya son más de 2 mil 300 muertos, de los que casi el 62 por ciento ocurrieron en la zona de Tierra Caliente, en los últimos 12 meses.
La federación ha detenido y procesado, en la misma región de Tierra Caliente, a cerca de 2 mil 120 personas como presuntos responsables de delitos que tienen que ver con delincuencia organizada y narcotráfico, sujetándoles a proceso penal en cárceles de máxima seguridad, en donde su proceso se habrá de desahogar en por lo menos de tres a cinco años, lo que les hace deslindarse de sus hijos, que quedan en la orfandad.
Datos de la Comisión de Atención a Grupos Vulnerables de la Cámara de Diputados a nivel federal, indican que en Michoacán se carece de un programa de atención eficiente para los niños víctimas colaterales de la violencia.
Hacen referencia a que en esta entidad va en aumento la participación de menores en los actos delincuenciales, que tienen que ver en la mayoría de las veces con delitos de alto impacto, como delincuencia organizada y narcotráfico.
Los menores de edad desamparados, sumidos, la mayoría de las veces, en la pobreza, huérfanos y con necesidades de sostenimiento de la familia –y de venganza en no pocas ocasiones– se convierten en cantera de talento para los reclutadores de los grupos de civiles armados que operan y chocan en la entidad, en donde, se asegura, siempre hay vacantes para cubrir.
El destino para las niñas no es más alentador. La mayoría se casa a una edad temprana, no llegados aun a los 16 años, en muchas ocasiones con hombres mucho mayores que ellas, aspirando como única finalidad a un sustento económico para ellas y sus hermanos.
La orfandad de niñas que buscan matrimonio a temprana edad es un campo de cultivo para la proliferación de los grupos dedicados a la trata de personas. De ese fenómeno, la Procuraduría de Justicia del Estado de Michoacán ni siquiera se entera, mucho menos aplica acciones preventivas.
siga leyendo en este link --->http://www.reporteindigo.com/reporte/mexico/los-huerfanos-de-la-guerra
Ellos son víctimas de la ola de violencia que se vive en ese estado desde el 2006, cuando el Gobierno Federal de Felipe Calderón comenzó a aplicar su llamada guerra contra el narcotráfico.
No hay cifras oficiales exactas que puedan dimensionar el problema social de los huérfanos de la violencia en este estado que se ha ganado a pulso la atención nacional y mundial de los medios de comunicación.
Aunque se presume que solo en la región de Tierra Caliente ya son poco más de 5 mil niños, entre los 0 a los 15 años de edad, los que se han quedado sin padre, las autoridades no han asumido la cifra como oficial.
Pese a la magnitud del problema, este no ha merecido la atención de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, pues en Michoacán, a pesar de los índices de violencia en que vive tres cuartas partes de la población, no se lleva a cabo ningún programa sobre asuntos de la niñez y la familia, como en otras entidades del país.
El gobierno estatal tampoco atiende la problemática de los menores que han quedado sin sustento material y emocional.
Lo que más se aproxima a las acciones de respaldo de estos niños es la entrega de un juguete cada día de reyes, o día del niño. En forma extraordinaria algunos huérfanos han sido incluidos en la lista del DIF estatal para otorgarles una despensa cada dos meses.
El Gobierno Federal ha perdido de vista el fenómeno social de los niños a los que la violencia, y la volatilidad social que se vive en la entidad, les ha arrancado del seno familiar a su padre o a su madre, en la mayoría de los casos víctimas de homicidio, en otras por desaparición forzada, o por encarcelamiento.
Solo en los 30 municipios que integran la zona de Tierra Caliente, se contabiliza –en forma arbitraria, con datos de las comandancias de policía, oficinas locales del DIF, presidencias municipales, tenencias de gobierno y secretarías de ayuntamientos– un estimado a los 5 mil 10 huérfanos, de los cuales el 60 por ciento han quedado en esa condición en los últimos dos años.
Otra de las regiones de Michoacán que registran una elevada cantidad de huérfanos, a partir del 2012, es la zona de la Meseta Purépecha, en donde la cifra ya supera a los mil 325 menores que se han tenido que incorporar al trabajo para poder subsistir, ante el abandono del que son víctimas también por parte del gobierno estatal y federal.
En los municipios que integran la región de la Costa Sierra, el número de huérfanos por la violencia ya llega a los 732 menores, en tanto que en la zona centro, en donde se ubica la ciudad de Morelia, el número de niños huérfanos alcanza los 631.
La regiones con menor número de menores en orfandad, víctimas colaterales de la violencia en Michoacán, son el Bajío con 582, y la zona Oriente con 392 niños que han perdido a su padre o madre, o ambos, en actos relativos a la violencia.
De los datos obtenidos por Reporte Indigo, en cada uno de los 113 municipios de Michoacán resalta que la cifra total de huérfanos víctimas de la guerra contra el narcotráfico, ya llega a 7 mil 262 menores de edad.
De estos al menos el 12 por ciento se encuentran en esa condición luego de que el jefe de familia está en proceso penal, recluido en la cárcel por delitos relacionados con narcotráfico, delincuencia organizada y/o portación de arma de uso exclusivo del Ejército.
Saldos de Guerra
Aun cuando por política oficial del gobierno estatal de Michoacán no se lleva un conteo de las cifras de muertes resultantes de los enfrentamientos que a diario ocurren en diversos puntos de la entidad, se calcula que en lo que va de la actual administración de Fausto Vallejo Figueroa, ya son más de 2 mil 300 muertos, de los que casi el 62 por ciento ocurrieron en la zona de Tierra Caliente, en los últimos 12 meses.
La federación ha detenido y procesado, en la misma región de Tierra Caliente, a cerca de 2 mil 120 personas como presuntos responsables de delitos que tienen que ver con delincuencia organizada y narcotráfico, sujetándoles a proceso penal en cárceles de máxima seguridad, en donde su proceso se habrá de desahogar en por lo menos de tres a cinco años, lo que les hace deslindarse de sus hijos, que quedan en la orfandad.
Datos de la Comisión de Atención a Grupos Vulnerables de la Cámara de Diputados a nivel federal, indican que en Michoacán se carece de un programa de atención eficiente para los niños víctimas colaterales de la violencia.
Hacen referencia a que en esta entidad va en aumento la participación de menores en los actos delincuenciales, que tienen que ver en la mayoría de las veces con delitos de alto impacto, como delincuencia organizada y narcotráfico.
Los menores de edad desamparados, sumidos, la mayoría de las veces, en la pobreza, huérfanos y con necesidades de sostenimiento de la familia –y de venganza en no pocas ocasiones– se convierten en cantera de talento para los reclutadores de los grupos de civiles armados que operan y chocan en la entidad, en donde, se asegura, siempre hay vacantes para cubrir.
El destino para las niñas no es más alentador. La mayoría se casa a una edad temprana, no llegados aun a los 16 años, en muchas ocasiones con hombres mucho mayores que ellas, aspirando como única finalidad a un sustento económico para ellas y sus hermanos.
La orfandad de niñas que buscan matrimonio a temprana edad es un campo de cultivo para la proliferación de los grupos dedicados a la trata de personas. De ese fenómeno, la Procuraduría de Justicia del Estado de Michoacán ni siquiera se entera, mucho menos aplica acciones preventivas.
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