1/30/2016

Películas para jóvenes reproducen estereotipos sexistas



   Mujeres “castas y bellas”; varones “rebeldes y protectores”
Una investigación de la Universidad de Salamanca demuestra que las películas españolas contemporáneas dirigidas al público adolescente y protagonizadas por jóvenes reproducen una imagen de género desigual.

El papel reservado para mujeres y hombres es muy diferente y contribuye a perpetuar viejos estereotipos que, según especialistas, están en la raíz de la violencia de género.

Los papeles protagonistas se reservan especialmente a los varones, personajes activos con objetivos claros no sólo en el terreno del amor, sino también en el terreno profesional. Por el contrario, las mujeres se presentan como un objeto de conquista, sus metas se circunscriben al ámbito amoroso y actúan de forma pasiva.

El estudio revisó las películas nacionales más taquilleras de entre 2009 y 2014 y se centró en las que buscan espectadoras y espectadores adolescentes a través de actores y actrices muy jóvenes con los que se pueden identificar.

Las investigadoras eligieron cuatro películas representativas para su análisis: “Fuga de cerebros” (2009); “Tres metros sobre el cielo” (2010); “Promoción fantasma” (2012), y “Perdona si te llamo amor” (2014).

Todas se encuentran entre las 10 más vistas de sus respectivos años de estreno. Partiendo de estudios previos sobre la representación de género en medios audiovisuales, las responsables de este trabajo, publicado en la Revista Latina de Comunicación Social, analizaron exhaustivamente a los personajes y su comportamiento, que responde a clichés aparentemente ya superados por la sociedad.

De las películas analizadas, la que más variables de desigualdad de género cumple es “Tres metros sobre el cielo”, que además es la más vista, con más de un millón 300 mil espectadores.

Ella, “Babi”, pura, “joven buena”, casta, bella y dulce, sin objetivos, delimitada a espacios privados y familiares, y sensual para su protagonista varón; él, “H”, rebelde, activo, protector-conquistador, con iniciativa y rasgos de líder y dueño de espacios públicos.

En cuanto a la hipersexualización, si bien en las películas mostradas hay un equilibrio en la cosificación de los personajes en relación al sexo, sí es importante mencionar que, comparando, el grado de sexualización de ellas es mayor y más explícito que el de ellos, con desnudos integrales o partición de partes del cuerpo en primeros planos frente a torsos masculinos desnudos.

También es remarcable, si bien no ha sido cuantificado expresamente por el estudio, cómo a los personajes femeninos se les ha otorgado una apariencia física que cumple con los cánones de belleza occidentales actuales, con características como feminidad en el vestir y las maneras o la delgadez y la belleza.

Ello alimenta la consideración de las mujeres como objeto simbólico observado. También contribuye a perpetuar la idea de esa delgadez y belleza “como signos de prestigio y éxito social para las mujeres (…)”.

Insistimos, así, en lo relevante de prescindir en los personajes femeninos de los largometrajes cualquier tipo de cualidad moral, humana o intelectual para, en cambio, destacar su apariencia física.

El asunto que las y los especialistas ven como más problemático es el mito del amor romántico y sus consecuencias, vinculadas a la violencia de género, debido al ideal de un modelo de actuación asociado a los sentimientos que se deben tener, el cómo, el cuándo… y a “amores patéticos y llenos de sufrimientos, sacrificios personales y renuncias (…), limitaciones a la libertad, algún que otro desprecio, presiones…”, que traspasan las narraciones audiovisuales y se materializan en la realidad.
 

Por: la Redacción Cimacnoticias/AmecoPress | Madrid, Esp.- 

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