Margarita Zavala en la sede del PAN. Foto: Miguel Dimayuga Álvaro Delgado |
MÉXICO,
DF (apro).- Los esposos, socios y cómplices Felipe Calderón y Margarita
Zavala han puesto ventilador a la inmundicia del narcotráfico en el
Partido Acción Nacional (PAN), pero si a muchos ya salpica, como a
Gustavo Madero y a Jorge Villalobos, a ellos los embarra de cuerpo
entero.
Si alguien dio protección a Joaquín El Chapo
Guzmán y pactó con él fue precisamente Calderón, avalado de principio a
fin de su sangrienta guerra sexenal por Margarita Zavala, quien va
dejando los ropajes panistas para irse enfundando el atuendo
“ciudadano”.
Desde julio del año pasado, un mes después de la
derrota que fue suya también, Calderón culpó a Madero, expresidente del
PAN, y a Villalobos, su operador político y financiero, de haber
postulado en Sinaloa a la diputada Lucero Guadalupe Sánchez López,
ligada por el gobierno de Enrique Peña Nieto a El Chapo.
“Quienes
hicieron esta inadmisible designación deben rendir cuentas: Gustavo
Madero y el diputado por Sinaloa Jorge Villalobos”, acusó directamente
Calderón en su cuenta de Twitter, el 21 de julio de 2015.
Y este
sábado, luego de otro ostentoso acto de propaganda de su proyecto
presidencial, Zavala afirmó que la postulación de la diputada Sánchez
López es sólo un ejemplo de cómo el crimen organizado afectó, “desde
hace tiempo”, las estructuras del PAN, que debería pedir perdón por
haberlo hecho.
“Desde hace tiempo”, subraya la aspirante
presidencial, pero debe precisar si desde que su marido estaba al frente
del gobierno y, si fue así, por qué no procedió contra esos panistas, y
si fue después del sexenio, por qué no lo denunció.
Quizá se
refiera a personajes del PAN que han estado en el entorno del propio
Calderón, como el senador Francisco García Cabeza de Vaca, el futuro
candidato a gobernador de Tamaulipas, o el diputado Ulises Ramírez, jefe
de asesores de Juan Camilo Mouriño y acusado de vender la plaza del
Estado de México a Guzmán Loera.
Más aún: Calderón y Zavala se han
convertido en jueces y han declarado culpable a la diputada Sánchez
López, sin especificar los delitos, y cuando ni siquiera la Procuraduría
General de la República ha ejercitado acción penal en su contra. ¡Vaya
manera de entender el Estado de derecho de este par!
¿Pero no fue
Calderón el que no atrapó a Guzmán Loera en todo el sexenio, con todo el
poder del Ejército, La Marina y la Policía Federal bajo sus órdenes y
toda la parafernalia de su “guerra”? ¿No fue Calderón el que no movió ni
un dedo para combatir la narcopolítica, por ejemplo en Sinaloa, como
puntualmente lo señaló Manuel Clouthier, a quien hizo castigar por
llamarlo “cabrón irresponsable”?
¿No fue Calderón quien, junto con
Mouriño, pidió al general retirado Mario Arturo Acosta Chaparro
entrevistarse en su nombre con todos los líderes de los cárteles, entre
ellos El Chapo Guzmán, para disminuir la violencia? ¿No fue
Calderón quien mantuvo a un rufián al frente de la Secretaría de
Seguridad Pública, Genaro García Luna, pese a complicidades con los
criminales?
¿Tuvo Margarita Zavala por lo menos palabras de
consuelo para las víctimas de la violencia, sobre todo para los
centenares, miles de muertos, heridos y desplazados inocentes, llamados
“daños colaterales” por su marido? ¿Alguna vez pidió perdón esta señora
por las violaciones a los derechos humanos de la población que quedaba
entre las fuerzas del Estado y criminales?
Calderón y su mujer,
socia y cómplice han activado el ventilador ante la porquería del crimen
organizado en el PAN, pero aunque se vayan de este partido, del que han
vivido toda su vida, están completamente embadurnados…
Apuntes
“México
enfrenta un grave problema: Los ciudadanos están hartos de los
políticos y de la política en general”, postula Margarita en el arranque
de su proyecto “Yo con México”, su plataforma para irse despojando de
los ropajes panistas e iniciar su conversión como “candidata ciudadana”.
Zavala imita a los del Partido Verde que decían no ser políticos, sino
ecologistas. A ver quién le cree…
Comentarios en Twitter: @alvaro_delgado
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