Antonio Gershenson
Periódico La Jornada
Se sigue hablando aquí
de otras causas de la baja petrolera. Les encanta echarle la culpa a
China, pero para ellos sigue sin existir la Organización de Países
Exportadores de Petróleo (OPEP). Pero los medios de comunicación
internacionales los siguen tomando en cuenta, y creo que ustedes se
merecen conocer aunque sea lo que yo considero importante. Nos basamos
en la información de medios ingleses como la BBC y publicaciones como The Telegraph, así como el documento mensual de la OPEP.
Uno de los aspectos importantes que toman en cuenta es que la OPEP
considere un blanco de la baja de precios a las empresas productoras de fracking, del procesamiento de medios sólidos (como rocas) en lugar del petróleo para producir combustibles líquidos y gaseosos.
Esa industria tuvo apoyo de su gobierno para su desarrollo, pero
también rechazo, por lo menos de una parte de la población, por los
daños que causa su actividad o la contaminación. Hemos mencionado que
Nueva York la prohibió y en otros lados ha habido varias formas de
rechazo.
Su costo era m≠enor que el uso del petróleo convencional, y eso fue
afectando a la industria petrolera existente en varias formas. De ahí el
rechazo también de la OPEP.
Se inició la baja de precios del petróleo. Ya vimos que la OPEP la
aceleró con su producción, que de un tope de 30 millones de barriles
diarios llegó a casi 33 millones en diciembre pasado. Es muy posible que
en enero esto siga; lo veremos pronto.
Ya en noviembre del año pasado se había despedido a 93 mil 800 trabajadores de la industria energética de Estados Unidos.
En 2015 iniciaron trámite de bancarrota 42 compañías de petróleo y
gas. Se espera que el número aumente este año, con la continuación de la
baja de precios. Esto se refuerza con la decisión de la OPEP de
mantener altos niveles de producción. Esta organización rectificó su
cálculo del monto de reducción de la producción de los países fuera de
la OPEP, de 660 mil diarios este año, en vez del anterior cálculo de 270
mil.
La canasta de precios de la OPEP pasó de 60 dólares por barril
el primero de julio del año pasado a 25 dólares por barril el 13 de
enero (son números cerrados porque los tomamos de una gráfica).
Las empresas productoras en fracking están más afectadas
porque se endeudaron al principio para invertir, basando los créditos en
el precio de su producción de entonces, y con las bajas de precios
tienen problemas con los bancos que les prestaron, para nuevos préstamos
para poder pagar.
Tienen otro problema próximo, que es la entrada de Irán a la exportación de petróleo.
Arabia Saudita procura dar una imagen de reducir la producción para
ayudar a las potencias, pero la absoluta mayoría de la OPEP se ha
impuesto.
Hasta aquí la información basada en nuestras fuentes.
En cuanto a la posición de México la del gobierno se ajusta a la del
imperio, ignorar a la OPEP como si no existiera, y si a alguien hay que
culpar, ahí está China, aunque no tenga nada que ver en todo esto.
Ya dijimos que debemos tener una política energética más
independiente, reducir la importación de combustibles elaborados
produciendo aquí, suprimir la importación de crudo ligero y aprovechar y
aumentar su producción.
Ya dijimos que hay que producir con las fuentes alternas que tenemos,
como agua, viento y geotermia, y eliminar la importación de gas
natural. Y, claro, suspender la construcción de gasoductos, carísimos.
También insisto en nuestro derecho a la información en materia
energética. Todo lo dicho en los dos artículos pasados, debimos saberlo
en el momento en que ocurrió cada caso.
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