Democracia Cristiana y funcionarios bloquean despenalización
El
opositor Partido Demócrata Cristiano (PDC) de Chile logró retrasar la
discusión –y eventual aprobación– del proyecto de ley que busca
despenalizar el aborto en la nación sudamericana por tres causales: en
caso de violación, peligro de vida para la mujer e inviabilidad del
feto.
Se tenía previsto que ayer la Comisión de Salud de la Cámara de
Diputados discutiera el proyecto –que responde a una promesa de la
presidenta Michelle Bachelet al asumir su mandato– que podría modificar
una de las legislaciones más restrictivas en el mundo en materia de
aborto.
Un día antes de la fecha prevista para la discusión, un equipo del PDC
entregó a la Comisión de Salud un análisis del proyecto de ley mediante
el cual pidió se aplazara su votación.
En el documento se argumenta que aún era necesario “especificar y
explicitar” cuál sería el proceso de acompañamiento que se brindaría a
las mujeres antes de que se permita el procedimiento, así como revisar
los “principios orientadores del proyecto”, ya que “se funda mucho en
la autonomía de la mujer” dejando fuera la orientación que requieren,
consideró la oposición demócrata cristiana.
Al mismo tiempo manifestó su desacuerdo con permitir el aborto en casos de violación.
Ayer, horas antes de que el proyecto fuera debatido, el PDC pidió al
recién nombrado ministro de la Secretaría General de la Presidencia,
Nicolás Eyzaguirre, que el Ejecutivo chileno postergue la votación.
Eyzaguirre acudió a la Comisión de Salud acompañado del ministro de
Gobierno, Marcelo Díaz, y de las ministras de Salud, Carmen Castillo, y
del Servicio Nacional de la Mujer, Claudia Pascual Grau, para solicitar
a las y los diputados postergar la votación en general del proyecto por
dos semanas, lo que fue aceptado en la Cámara de Diputados.
El presidente de la Comisión de Salud y diputado del Partido
Socialista, Juan Luis Castro, si bien manifestó su satisfacción “de que
el Gobierno asuma un compromiso definitivo de colocar urgencia sobre el
proyecto”, también criticó que el aplazamiento y la solicitud del
Ejecutivo se desprenda de una petición de un partido político.
“No puede ser que un partido político coloque a último minuto un
condicionante que obligue al conjunto del Gobierno a remover los plazos
preestablecidos, las peticiones hechas, y así afectar de algún modo la
labor legislativa de la Cámara”, reprochó el político en un comunicado.
El legislador socialista enfatizó que no se puede perder de vista
que en Chile ocurren cada año 30 mil abortos, y que “rechazar la idea
de legislar hubiera significado decir como que aquí nada ha sucedido, y
la historia y los hechos indican que tenemos que hacernos cargo de esta
situación de una vez por todas”.
Previo al aplazamiento de la discusión, las diputadas e integrantes de
la Comisión de Salud, Loreto Carvajal Ambiado (Partido Por la
Democracia), Marcela Hernando (Partido Radical Social Demócrata), y
Karol Cariola (Partido Comunista) llamaron a sus colegas en el
Parlamento a votar a favor del proyecto de aborto terapéutico, toda vez
que con ello “se sanaría una deuda pendiente que Chile tiene con sus
mujeres”.
Apenas en junio pasado, el Comité de Derechos Económicos, Sociales y
Culturales de la ONU, tras examinar a la nación sobre la manera en la
que protege los derechos de su población, pidió al Estado chileno
“agilice la adopción del proyecto de Ley de IVE (Interrupción
Voluntaria del Embarazo), y garantice su compatibilidad con derechos
fundamentales como el de la salud y la vida de la mujer, considerando
la ampliación de las circunstancias permitidas”.
El aborto era legal en Chile con base en el Código de Salud de 1931,
pero fue prohibido totalmente en septiembre de 1989 en las postrimerías
de la dictadura militar de Augusto Pinochet.
Servicio Nacional de la Mujer, Claudia Pascual Grau, para solicitar
a las y los diputados postergar la votación en general del proyecto por
dos semanas, lo que fue aceptado en la Cámara de Diputados.
El presidente de la Comisión de Salud y diputado del Partido
Socialista, Juan Luis Castro, si bien manifestó su satisfacción “de que
el Gobierno asuma un compromiso definitivo de colocar urgencia sobre el
proyecto”, también criticó que el aplazamiento y la solicitud del
Ejecutivo se desprenda de una petición de un partido político.
“No puede ser que un partido político coloque a último minuto un
condicionante que obligue al conjunto del Gobierno a remover los plazos
preestablecidos, las peticiones hechas, y así afectar de algún modo la
labor legislativa de la Cámara”, reprochó el político en un comunicado.
El legislador socialista enfatizó que no se puede perder de vista
que en Chile ocurren cada año 30 mil abortos, y que “rechazar la idea
de legislar hubiera significado decir como que aquí nada ha sucedido, y
la historia y los hechos indican que tenemos que hacernos cargo de esta
situación de una vez por todas”.
Previo al aplazamiento de la discusión, las diputadas e integrantes de
la Comisión de Salud, Loreto Carvajal Ambiado (Partido Por la
Democracia), Marcela Hernando (Partido Radical Social Demócrata), y
Karol Cariola (Partido Comunista) llamaron a sus colegas en el
Parlamento a votar a favor del proyecto de aborto terapéutico, toda vez
que con ello “se sanaría una deuda pendiente que Chile tiene con sus
mujeres”.
Apenas en junio pasado, el Comité de Derechos Económicos, Sociales y
Culturales de la ONU, tras examinar a la nación sobre la manera en la
que protege los derechos de su población, pidió al Estado chileno
“agilice la adopción del proyecto de Ley de IVE (Interrupción
Voluntaria del Embarazo), y garantice su compatibilidad con derechos
fundamentales como el de la salud y la vida de la mujer, considerando
la ampliación de las circunstancias permitidas”.
El aborto era legal en Chile con base en el Código de Salud de 1931,
pero fue prohibido totalmente en septiembre de 1989 en las postrimerías
de la dictadura militar de Augusto Pinochet.
Por: Anaiz Zamora Márquez, Cimacnoticias | México, DF.-
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