Más temprano que tarde se
trasladaríaal sector privado, ni duda cabe, pero el movimiento de José Antonio Meade resulta por demás oportuno –llamémoslo así–, ante la eventual prohibición (AMLO dixit) de que ex funcionarios puedan vincularse –oficialmente y por tratarse de una
práctica totalmente inmoral, y de un obvio conflicto de interés– con consorcios empresariales ligados al ámbito de su responsabilidad gubernamental inmediata anterior sin haber transcurrido 10 años, cuando menos.
En el caso del ex secretario de Hacienda tal vinculación
prohibidasería con el sector financiero nacional y foráneo, de tal suerte que, bajo la norma considerada por el presidente López Obrador, podría contratarse hasta el 28 de noviembre del año 2027 con empresas ligadas a dicha área, en el que ha trabajado prácticamente toda su vida profesional.
Pero Meade es consciente de que, hasta ahora, tal
prohibiciónno pasa de lo hipotético, pues hasta donde se sabe AMLO no ha dado pasos concretos para modificar la ley, y ésta inhabilita sólo por un año a los ex funcionarios para su contratación en las áreas ligadas a su última chamba en el gobierno. Sabedor de ello, Meade pacientemente esperó un año y casi tres meses para que se anunciara su contratación por la trasnacional financiera HSBC, o si se prefiere que aplicará la técnica de la puerta giratoria (en la rotación sale del gobierno y entra a la iniciativa privada a la que, supuestamente, regulaba y
vigilaba).
Ayer, la citada trasnacional británica anunció públicamente
el nombramiento de José Antonio Meade Kuribreña como director no ejecutivo independiente, que entrará en vigor el 1º de marzo de 2019. También será nombrado miembro del Comité de Nominación y Gobierno Corporativo. Meade es actualmente integrante de la Comisión Global de Adaptación y realiza actividades de consultoría, financiamiento de proyectos y actividades académicas. La designación será por un periodo inicial de tres años, sujeto a la elección de los accionistas en la asamblea general anual del próximo 12 de abril.
Entonces, ¡felicidades, Meade! ya tiene chamba y con sueldo generoso:
110 mil libras esterlinas por año, equivalentes a 2 millones 762 mil
cien pesos (al tipo de cambio de ayer), o si se prefiere 230 mil 175
pesos mensuales (prestaciones aparte).
A Meade le fue mucho mejor que a otro
giratorioex secretario de Hacienda (con Fox), Francisco Gil Díaz, quien apenas 33 días después de dejar el puesto público, y en clara violación de la ley aplicable, se convirtió en miembro del consejo de administración de… HSBC. Es el mismo que a la banca permitió absolutamente todo y que adelantó la amortización de los pagarés Fobaproa. Pero fue tal el escándalo por su impaciencia que su tan ansiado puesto en HSBC se le apestó, sólo para terminar como director en México de otra trasnacional, española ella, pero del ramo de las telecomunicaciones.
Cierto que no es novedad, porque la
puerta giratoriaes norma en la feliz cuan compacta famiglia financiera del sector público, especialmente en la etapa neoliberal, cuyos integrantes comparten puestos y secretos, e indistintamente brincan de un lado para el otro (del ámbito gubernamental al privado y viceversa). Y que la fiesta siga, porque si se trata de una
práctica totalmente inmoral, pues a los ex funcionarios les vale una pura y dos con sal.
Las rebanadas del pastel
Respecto del Conacyt, la lectoría comenta:
Valdría la pena aludir a que, por un lado, se destinaban cantidades millonarias para las empresas (para supuesta investigación y desarrollo de tecnología privada) y, por el otro, se tienen congeladas las becas de posgrado y los estímulos a quienes en realidad hacen la (poca) ciencia del país, los investigadores nacionales, con la extra legal desindexación de los pagos al salario mínimo, ahora que éste empieza a tener aumentos menos indignantes, los montos que cubre Conacyt cada vez son menores(Víctor Amaury Simental Franco, simental_franco@yahoo.com.mx).
Twitter: @cafevega
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