Pedro Echeverría V.
1. “El Partido Acción Nacional (PAN) es un partido liberal y humanista”, gritó su presidente nacional Marco Cortés el día de ayer. “Los conservadores –encabezados por el presidente López Obrador- son los que quieren militarizar al país, concentrar el poder y controlar absolutamente todo... hoy vemos un presidente conservador”. Con ese grito encabezó la ceremonia por el 122 aniversario del natalicio del fundador del PAN, Manuel Gómez Morín, y el inicio de los festejos del 80 aniversario de ese partido político. Cortés Mendoza dijo que “Acción Nacional ha sido quien ha impulsado diversas libertades, como la de prensa y credo; quien cree en el esfuerzo individual y no en el populismo y el clientelismo”.
2. El PAN quiere quitarse el calificativo de partido de derecha, conservador y reaccionario, con el que nació en 1939, es decir, hace 80 años. Nunca podrá porque se cobijó gracias al apoyo de la Iglesia, de los grandes hacendados y de todos los empresarios muy “encabronados”, “cabreados”, ultra enojados, con el gobierno de Lázaro Cárdenas (1934-40) que había expropiado tierras para convertirlas en ejidos colectivos, que había aceptado que se hable de “educación socialista”, que fundó el politécnico y expropió el petróleo de manos inglesas y yanquis. El PAN nació bautizado como conservador, clerical y se nutrió con dinero y militancia de los sectores empresariales y anticomunistas. Sólo fue rebasado por la derecha por el partido Sinarquista de los años 50 y 60.
3. La izquierda, que históricamente fue débil en el país, fue siempre enemiga del PAN; pero la principal oposición al PAN fue el PRI que, aunque permanentemente fue el partido-gobierno, mantuvo hasta 1982 una posición política de centro buscando no ofender a la derecha panista ni a la izquierda. La política conciliadora y de reparto de abundantes subsidios millonarios del PRI-gobierno impidió que el PAN creciera y ayudó a que se estancara en los años de 1939 a 1989 (50 años). Fue sólo cuando los dirigentes del PAN: Álvarez, Cevallos y Castillo firmaron con el presidente Salinas el pacto de reconocimiento, cuando el PAN obtuvo su primera gubernatura y comenzó su vida como partido, aunque ya en 1964 les habían regalado por el PRI, “20 diputados de partido”.
4. En México y en el mundo el conservadurismo es lo más atrasado en la ideología y práctica de los seres humanos porque se oponen, sufren, enloquecen, por los cambios que se dan en el orbe. Dado que todos ellos los altos directivos del PAN pertenecen a la clase dominante, son propietarios de haciendas, grandes empresas, de altísimos ingresos, luchan, gritan, manotean para que todas las cosas sigan igual, es decir, para que todo se conserve y nada cambie. Quisieran parar para siempre cualquier cambio que ponga en peligro sus enormes privilegios. A esos conservadores les llaman también reaccionarios porque pretenden frenar las ruedas de la historia para conservar su dominio como propietarios con el fin de heredarlo para siempre a sus hijos y familias.
5. Nuestra revolución mexicana de 1910-17 fue burguesa porque fue heredera directa de la gran revolución industrial inglesa, de la lucha de independencia de los EEUU y de la gran revolución francesa. Era el tiempo en que la gran burguesía –revolucionaria entonces- buscaba derrotar en México a los conservadores agrupados por la iglesia, los terratenientes, militares y todo el conservadurismo que batalló contra el liberalismo de la nueva burguesía encabezada por Juárez, Ocampo, Lerdo y otros. México lleva más de 100 años (un largo siglo) viviendo bajo la sombre de esa revolución que sigue manteniendo al 80 por ciento de la población en la pobreza y la miseria. Hoy los conservadores se han multiplicado con la estrecha unidad del PAN y PRI.
6. Hoy, aunque más de 30 millones de mexicanos hayan votado por López Obrador por ser el político con mucho, más honesto, el único que ha recorrido todos los rincones del país por lo menos en cinco ocasiones, no se puede decir que votaron por la ideología de izquierda. México, a pesar de ello, ha sido “educado” con los ideales de la derecha, de la iglesia, de los empresarios, del racismo, de la competencia, del individualismo. Lo importante es que López Obrador que es de centro-izquierda, es muy inteligente y entiende todo el campo en que se mueve. Tengo esperanzas en que su enorme inteligencia le permita educar a miles de cuadros necesarios que lo ayuden a gobernar. Si no camina por ahí AMLO, dudo en que avance lo necesario su obra. (28/II/19)
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