1. Son seis meses de gracia para todos aquellos altos funcionarios de salud, educación, burocracia, etcétera que se sigan pasando de vivos y violando la ley creyendo que nadie se dará cuenta del fraude que le hacen a la nación, es decir, al presupuesto del pueblo. A partir del primero de junio –según han comentado decenas de legisladores, pasará la tijera cortando cabezas y nadie se salvará. Los amparos servirán muy poco porque se han convertido en una salida fácil para seguir violando retadoramente la ley. ¿Será tan vacía la mente, habrá crecido tanto el cinismo, se habrá enterrado la vergüenza ante los hijos y la sociedad, estará tan desbocado el intestino que ya no se tiene llenadera?
2. Se está pensando el clausurar la Suprema Corte para poner a elección otra donde los jueces respondan a los intereses de la población; lo mismo se comenta sobre el Instituto Electoral (INE) formado por representantes de partidos políticos; al ratito se revisarán los enormes negocios multimillonarios de las empresas de comunicación. Me comentan varios legisladores amigos ya muy mayores de edad que ellos seguirán empujando a López Obrador para “que no habrá más frentes y profundice en lo más urgente”. ¿Qué va a pasar con la huelga universitaria? Sencillo: se revisarán los salarios y compensaciones altas de la misma universidad para el aumento de salarios bajos. Los altos salarios tienen que bajar para que los bajos salarios puedan aumentar.
3. Me comentan: así como la derecha, los conservadores, buscan organizarse para golpear –si es posible derrocar- a López Obrador, nosotros en la izquierda de Morena –con el total apoyo de otras izquierdas libres- nos estamos organizando para presionar a López Obrador para que profundice sus reformas y no se deje intimidar. Más aún trabajamos para que sectores que aún están radicalizados como los zapatistas, los maestros de la CNTE, y en general la izquierda más radicalizada, se acerque más a nosotros con el fin de realizar grandes movilizaciones en las calles para demostrar que AMLO no dará ningún paso atrás. Por el contrario, tenemos la convicción de que los izquierdistas no confían del todo en López Obrador porque lo ven muy tibio, “perdonavidas”.
4. López Obrador tiene que acelerar el paso porque la gente ha soportado mucho y ha esperado siglos para lograr alguna transformación importante. Las promesas de López Obrador no pueden quedar a medias. La derecha conservadora comienza a reírse porque todo parece quedar en palabras. Todo tiene que revisarse a fondo, pero hay que castigar a los culpables de la profunda corrupción extendida en todo México. No puede haber ninguna queja de que no se pudo transformar México porque se acabó el tiempo. La condena del pueblo y de todos los humanos, será total porque ahora todo está en nuestras manos y no aprovechar la coyuntura de apoyo del pueblo, será porque fuimos incapaces, cobardes y traidores. (27/II/19)
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