4/14/2020

Columnas y opinión del periódico La Jornada


No subió el petróleo; necesario, otro recorte
La mezcla de Pemex aumentó sólo centavitos 
El virus esfuma el dinero de los magnates
Por ahora el acuerdo que puso fin a la guerra del petróleo tiene más efectos políticos que económicos. El presidente ruso Putin y su colega Trump coincidieron en un plan que abre la puerta a otros proyectos; el presidente López Obrador quedó de algún modo comprometido con Trump, ayer el mandatario estadunidense le agradeció su esfuerzo (y la factura no tardará en llegar); la realeza de Arabia Saudita limó asperezas con Putin y con el mismo Trump. Hubiera sido normal que tras el acuerdo se registrara una subida espectacular en los precios del petróleo, pero no ocurrió. (La mezcla de exportación de Pemex mejoró unos centavitos: de 16.54 a 17.16 el barril). La explicación podría ser, por un lado, que el mercado había descontado el recorte (o incluso uno mayor) durante la semana pasada con algunas alzas. Por otro, los 9.7 millones de barriles por día que se recortarán a la producción son insuficientes, el mercado está inundado y el consumo caído. Trump comenzó ya a hablar de otro recorte hasta de 20 millones de barriles. ¿Cómo quedaría Mexico? ¿Sería respetado el acuerdo de sólo disminuir 100 mil barriles diarios?
Aplausos, no agresiones
En París, al caer la noche, la gente sale a sus ventanas a aplaudir a su cuerpo médico. Sabe que doctores, enfermeras, laboratoristas, camilleros, se están jugando la vida. En Madrid sucede algo semajante. En Nueva York, una ciudad herida dolorosamente, igual. En California algunos hospitales ofrecen una paga extra de 4 mil dólares a la semana a médicos y enfermeras que acepten trabajar en las salas donde reciben atención los infectados, pero deben firmar un documento que releva de responsabilidad a la institución. Es una injusticia que en México el personal médico sea objeto de agresiones físicas y verbales. Al contrario, deberíamos seguir el ejemplo de otros lugares y tambien salir a aplaudirles. Ya teníamos una candidata al Premio Nobel de Economía surgida de Televisa. Ahora tenemos a un candidato al Nobel de Medicina, el doctor Eugenio Derbez.
FotoEl dinero se esfuma
De acuerdo con la publicación española Expansión, el coronavirus ha sacudido a los titanes de las Bolsas. Las 100 empresas más valiosas del mundo han perdido durante el primer trimestre del año 3.9 billones de dólares de su capitalización, cantidad equivalente, por ejemplo, al PIB de Alemania o a casi tres veces el de España.
La valoración bursátil conjunta de esa élite internacional ascendía a 21.5 billones de dólares al cierre de marzo, frente a 25.4 billones del primero de enero. Sólo las primeras 50 cotizadas del ranking se han dejado 2.8 billones –cantidad similar en este caso al PIB de un país como Francia– para sumar hoy en total 16 billones, según el análisis realizado por Expansión a partir de los datos de Bloomberg.
Derbez, Bonilla y el IMSS
Gobernador contra Zoé 
Insuficiencias y peligros
Médicos caen como moscas
El análisis crítico de la realidad mexicana se ha empantanado, sobre todo en las redes sociales que usan Internet, a causa de la polarización política e ideológica que califica o descalifica, apoya o rechaza determinados hechos, posturas o declaraciones, conforme a la adscripción partidista o electoral escogida, de tal manera que se ataca sin miramientos lo difundido o postulado por un adversario de la misma manera que se defiende con energía y sin matices lo reivindicado por la bandería propia, sin atenerse a la sustancia específica, a la valía o lo vacío de la exposición puesta bajo la lupa.
Ayer se produjo uno de esos episodios embrollados. Conocido masivamente como actor especializado en comedia, aunque ha ejercido otras tareas relacionadas con ese tipo de espectáculos, Eugenio Derbez publicó en la mañana del domingo un mensaje en Twitter que, a la hora de teclear la presente columna, llevaba casi 72 mil aprobaciones ( likes), más de cuarenta mil retuiteos y unos 9 mil 700 comentarios.
Derbez leyó una carta que le habían enviado, en la que se describe la falta de equipo adecuado para el personal médico en una clínica del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Tijuana, Baja California, la insuficiencia de espacios para la adecuada atención a positivos en Covid-19 y la desesperada solicitud de apoyo en especie (mascarillas, batas, etcétera) que se hace a la población en general. El actor añadió consideraciones personales críticas respecto a la reacción del gobierno mexicano ante una crisis prevista.
Como sucede casi con cualquier posicionamiento público en redes sociales sobre temas polémicos, el video, de cinco minutos y 36 segundos, cayó en el ácido de la polarización. Unos lo utilizaron para apuntalar su rechazo a las políticas obradoristas y otros lo repudiaron al tacharlo como una más de las noticias falsas y exageraciones con las que se pretende dañar al citado obradorismo. Cada bando aportó las presuntas pruebas que consideró convincentes para apreciar o depreciar los señalamientos sobre la mencionada clínica y su equipamiento médico.
La propia representante del Seguro Social en Baja California (antes se les llamaba delegaciones, ya desaparecidas), la médica Desiree Sagarnaga Durante, respondió con otro video, para desmentir a Derbez y pedir que no se abone a la otra pandemia, la de las falsas noticias ( fake news, en inglés). Luego el propio Derbez, en otro video, sostuvo que su postura era apegada a la verdad.
En medio de la guerra tuitera y mediática apareció el gobernador de Baja California, llegado al poder a través de Morena y amigo, según se ha precisado en actos públicos, del Presidente de la República. Descalificó a la representante del IMSS con señalamientos que validan no sólo lo denunciado en aquella clínica tijuanense, sino muchos de los señalamientos hechos en otras ciudades: el Seguro Social en Baja California iba a ser el talón de Aquiles de la estrategia frente al Covid-19, pues, dijo Bonilla, él veía mucho desprendimiento, no había la preocupación, no veía yo honestamente a la delegación del Seguro Social preocupada por los problemas.
Llegó a decir el gobernador que los mismos médicos están cayendo como moscas, se refirió a lo dicho por Derbez y reconoció que “esos señalamientos, muchos de ellos son ciertos, algunos son imprecisos pero el fondo es cierto. Sí ha habido un descuido del IMSS, no se ha ‘puesto las pilas’; el IMSS no se aplicó en Baja California”. Y llamó al director nacional, Zoé Robledo, a dar conferencia de prensa y admitir lo que está mal, porque si no admitimos que está mal y que estamos viendo el problema, vamos a tratar de tapar nada más, y la gente está cayendo como moscas (bit.ly/2RzO9KS).
El círculo vicioso
En materia empresarial se vive actualmente una situación nunca vista: la mayor parte de los negocios se encuentran cerrados o producen poco, pero tienen la necesidad de pagar impuestos, salarios y deudas. Este proceso, más temprano que tarde, se romperá por el eslabón más débil, y mientras más se retrase la apertura de los establecimientos más empresas quebrarán.
Se entiende que antes que cualquier cosa está la salud, pero en el encierro que vivimos no sólo quebrarán miles de empresas que despedirán a millones de asalariados; además, hay una cantidad creciente de trabajadores independientes que no cuentan con los recursos necesarios para aguantar hasta mayo sin obtener ingresos.
El grave problema es que la fase tres de la contingencia ni siquiera ha iniciado y, de acuerdo con la experiencia internacional, durará entre dos semanas y un mes. En estas condiciones el gobierno planea comenzar la apertura de actividades productivas para el 10 de mayo, cuando el número de enfermos graves por coronavirus podría alcanzar el pico más alto.
La salida no es fácil, pero lo único que no se puede hacer en México es mantener el encierro por mucho tiempo, por lo que con todos los cuidados y recomendaciones posibles es necesario que comience la reapertura de los negocios.
Gobernadores chantajistas
Vocingleros e ineficientes
El numerito se repite, aunque mermado, como en la canción de los perritos: si siete meses atrás 11 eran los gobernadores quejosos (todos de Acción Nacional), a estas alturas sólo quedan cuatro (un blanquiazul, otro priísta, uno de MC y el independiente) que reclaman por el maltrato y abuso de la Federación a la hora del reparto presupuestal, por lo que exigen más dinero por ser, dicen, las entidades que más producen. De lo contrario, chantajean, abandonarán el pacto de coordinación fiscal.
En septiembre pasado 11 mandatarios estatales (agrupados en lo que denominaron Asociación de Gobernadores de Acción Nacional) amenazaban con lo mismo, porque, según ellos, en el presupuesto de egresos 2020 los diputados recortaron el monto de las participaciones y aportaciones federales que (según decían) les correspondía a cada una de las entidades por ellas representadas. Algo sucedió, porque ahorita están calladitos.
A estas alturas, de esos 11 sólo uno (Francisco García Cabeza de Vaca, Tamaulipas) mantiene la pataleta, a la que se han sumado tres mandatarios (Enrique Alfaro, Jalisco, quien ya no sabe qué inventar en su intento por tapar la enorme cantidad de estupideces que comete; Jaime Rodríguez, Nuevo León, y Miguel Ángel Riquelme, Coahuila) –por cierto, ninguno de ellos es sinónimo de eficiencia– que exigen más dinero, so pena de abandonar el pacto de coordinación fiscal.
Bien, pero como pasó en septiembre de 2019, los hoy quejosos (todos de la mano de la cúpula empresarial) no han explicado a sus gobernados de dónde obtendrían los recursos que ya no percibirían si dejan el pacto de coordinación fiscal, porque internamente ni con un milagro, pues los mandatarios estatales nada han hecho para aumentar la captación estatal (realidad que se repite a lo largo y ancho de la República) y se han limitado a permanecer pegados a la ubre federal para su alimentación.
El Centro de Estudios de las Finanzas Públicas documenta de qué se trata. Jalisco, por ejemplo, de la Federación obtiene 89 por ciento de sus ingresos, mientras apenas el 11 por ciento restante lo capta de los impuestos estatales que cobra el gobierno local y de otros renglones de la actividad económica local (7 y 4 por ciento, respectivamente). A lo largo de las décadas, los mandataros de esta entidad nada hicieron para elevar la captación local, y el gritón Enrique Alfaro no es la excepción. Sólo chilla y estira la mano, por mucho que –lágrimas de cocodrilo– diga que “ya estuvo bueno del maltrato –fiscal– que se nos da a los estados”.

Enraizado, el pensamiento neoliberal
La secuela neoliberal en el quehacer político cotidiano está muy lejos de caer en desuso. Es más, sigue siendo una forma de percibir ese quehacer de algunos partidos y de los funcionarios que dependen de ellos.
De esa manera no es raro que PAN, PRD y hasta PRI visualicen el futuro inmediato a partir de las normas que dictaron las leyes del mercado neoliberal –aunque suene a pleonasmo–, sin considerar que su realidad y los tiempos que ahora diseñan nuevas alternativas políticas formulan retos que no figuran en las agendas de ese pensamiento.
Acción Nacional, ya casi sin militantes, grita y vocifera en contra de cualquier medida que se tome desde el gobierno de Claudia Sheinbaum o del presidente López Obrador, por descolorida que pueda ser, pero llama a la unidad nacional si supone que de ahí puede jalar agua para su molino; el PRD patalea y patalea, pero sigue hundiéndose, y del PRI no hay nada que rescatar. Por ahí un alcalde de mente carcelaria se niega también a aceptar las medidas que, según él, pueden beneficiar a Morena.
No es posible decir que Morena y su dirigencia sean un dechado de rectitud ideológica. Por el contrario, si nos atuviéramos a la cúpula actual bien podríamos decir que las viejas prácticas no dejan de formar parte del día a día de ese organismo, que como se puede ver cada vez está más lejos del gobierno de la ciudad y de la Presidencia de la República.


Editorial
El presidente Andrés Manuel López Obrador atestiguó en su conferencia matutina de ayer un acuerdo de colaboración entre la Secretaría de Salud y los principales grupos hospitalarios privados del país –la Asociación Nacional de Hospitales Privados y el Consorcio Mexicano de Hospitales– para hacer frente a la emergencia sanitaria por la pandemia de Covid-19.

Tras el Covid-19 se debe luchar por otro mundo
Gracias a La Jornada por regalarnos ayer el texto de la escritora india Arundhati Roy La pandemia es un portal. Ese bicho que nos ha mantenido arrinconados habrá de terminar. Al menos así lo esperamos. Volveremos. ¿Pero a la misma normalidad? ¿Con los mismos chunches y pesados de equipaje innecesario?

Este día entra en vigor la Ley Federal para el Fomento y Protección del Maíz Nativo, publicada en el Diario Oficial de la Federación apenas ayer, 13 de abril de 2020.
El coronavirus está mostrando en América Latina que pese a las conquistas de derechos logrados con las luchas de los pueblos indígenas, los estados de la región no los respetan integralmente. En esta crisis, diversos organismos específicos de la Organización de las Naciones Unidas y el sistema interamericano han colocado la mira en los pueblos. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos ­(CIDH) adoptó una resolución que llama al pleno respeto, denominada Pandemia y Derechos Humanos en las Américas; pide una atención especial a la población vulnerable donde incluye a los pueblos indígenas y a quienes viven en extrema pobreza (10/4/20). Lamentable y crudo sinónimo para el caso de los pueblos.
La histeria electrizada de las oposiciones a la 4T expresa impotencia desesperada. Les urge un fracaso catastrófico de las autoridades sanitarias que no llega, pero pugnarán sin descanso por conseguirlo. Guardianes del neoliberalismo, grupos empresariales y mediáticos, grupos de clases medias ideológicamente devorados por esos poderes fácticos, más las ruinas de los partidos antes dominantes, quieren ver cadáveres apilados y sangre en todas partes, hospitales colmados y médicos exhaustos. Sus deposiciones hablan de la ruindad de sus intereses. Como payasos trágicos no atienden a lo que en el mundo ocurre, y atribuyen ya al gobierno el drama que sin remedio viviremos.
Los tiempos del coronavirus han permitido tomar una radiografía del estado de salud de nuestro sistema de educación básica pública. Lo que la placa muestra es muy delicado: el sistema está infartado y la mayoría de los funcionarios que están al frente no tienen idea de cómo enfrentar la crisis. Su respuesta ha sido burocrática, insensible y desinformada.
En abril de 1520, hace exactamente cinco siglos, se presentó en el Anáhuac una pandemia de viruela que afectó profundamente a los pueblos originarios de la región y marcó su futuro inmediato y mediato. De acuerdo con los testimonios de la época, la pandemia apareció un año antes en la isla de Santo Domingo, de ahí pasó a la de Cuba, de donde se propagó a la península de Yucatán y Cozumel, transportada por los indígenas que Pánfilo Narváez llevó a esas tierras con la intención de apresar a Hernán Cortés, por órdenes de Diego Velásquez. De Co­zumel los españoles avanza­ron hasta Cempoala, adonde llega­ron en marzo de 1520 y la pandemia comenzó a propagarse entre sus habitantes; a ello contribuyó que Hernán Cortés fue al encuentro de su perseguidor, lo hizo prisionero junto con su gente y lo trasladó a Tenochtitlan. De ahí se propagó entre los pueblos del valle y para septiembre de ese año ya azotaba a sus habitantes.
Aunque parezca extraño, un gran beneficio de la epidemia de Covid-19 es que la salud ha pasado a ocupar un lugar importante en la agenda nacional. Muchos comentaristas que jamás se habían preocupado por la situación de salud de la población ni por la política de los gobiernos en ese sector hoy no dejan de hablar al respecto. La salud era casi un asunto privado, aunque para la mayoría de atención doméstica o pública, bastante deficiente, en franca violación de la Constitución y su garantía de protección de la salud.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario