Del Twitter de Óscar González Ramírez
El texto que AMLO nos compartió no tiene desperdicio. Es una carta dirigida al mundo, en donde plantea en unas cuantas cuartillas el espíritu de la transformación que encabeza y sus propuestas para escalarla a nivel global.
Vale la pena leerlo a profundidad.
Entre los sectores académicos e intelectuales del país se ha intentado constantemente mostrar a AMLO como un personaje limitado, sin mucho que ofrecer y lleno de lugares comunes que repite como mantra. No se detienen a analizar por un sólo momento si plantea algo más profundo.
Se presume que estira el concepto de neoliberalismo hasta el punto de vaciarlo de contenido. No es así, y en este texto se demuestra.
AMLO tiene una visión muy amplia del modelo neoliberal y la manera en que ha afectado a las sociedades.
Primero, este texto es una crítica al neoliberalismo y a las instituciones que lo sostienen. Denuncia los efectos negativos que ha tenido para la humanidad y los contrasta con una serie de objetivos que se enmarcan en los valores y principios de la Cuarta Transformación.
Señala el abandono de los estudiantes a través de un modelo excluyente; las consecuencias de debilitar las capacidades del Estado para garantizar seguridad social; el trágico desenlace de dejar la salud pública a instituciones privadas; entre otras cosas.
En suma, desafía los postulados del fundamentalismo de mercado y lanza una serie de propuestas en donde enfatiza la importancia de la solidaridad y reivindica el valor de lo colectivo en la sociedad.
No sólo denuncia el vergonzoso papel de los exgobernantes mexicanos, también
señala la poca solidaridad que ha mostrado el mundo ante la pandemia. Esto, también, producto del neoliberalismo. El "sálvese quien pueda" bien puede servir para describir la visión tanto de individuos como de naciones en el mundo neoliberal.
Otra cosa: habla de África.
Es una intervención histórica, en donde muestra su sensibilidad hacia los más desprotegidos (plantea la necesidad de cuidar mejor a nuestros ancianos e involucrarlos en la vida familiar/social en lugar de marginarlos) y hace un llamado a la cooperación y a la solidaridad.
Además, nos expone su concepción de justicia y modernidad.
Dice que debemos reconsiderar las formas de medir el desarrollo y el bienestar, bajo las premisas de que progreso sin justicia es retroceso y que la modernidad debe forjarse desde abajo y para todos.
Probablemente ese extracto sea el más importante del texto.
Está claro que para él la justicia es lo más importante y lo justo es el bienestar. Por el bien de todos (justicia/paz/dignidad/felicidad) primero los pobres (bienestar).
Apela a las enseñanzas de modelos de convivencia comunitarios y los usa como muestra de que una modernidad distinta es posible.
Hace 30 años Barry Carr sostenía que una tarea de la izquierda mexicana sería ofrecer una modernidad no neoliberal. Pues ahí está.
Invita al mundo desarrollado a colaborar con los países no desarrollados y garantizar sus derechos colectivos e individuales ¡a cambio de sus enseñanzas sobre la vida buena y solidaria! Vaya dinámica que propone de ganar-ganar.
Antes de pasar a sus medidas, AMLO nos ofreció un párrafo sin desperdicio alguno sobre las consecuencias de ceder ante las recetas neoliberales. Párrafo que coincide íntegramente con lo que pensaba el General Cárdenas hace más de 50 años sobre los capitales extranjeros.
Cárdenas no sólo señalaba el grado de penetración que podrían tener en la economía mexicana y de vulnerar la soberanía, sino además de influir en los aparatos culturales y académicos que terminarían por modificar la identidad del mexicano. Sostengo que lo hicieron al grado de disolver a la nación.
Finaliza con ocho medidas puntuales que plantean una reconfiguración del sistema internacional y que agrupadas forman un horizonte. Se le critica mucho su nacionalismo -porque confunden el término- pero AMLO demostró ser también un internacionalista.
En resumen, el presidente es un intelectual con una concepción amplia de los problemas nacionales y globales.
La flojera intelectual y soberbia de muchos, en cada quien pesa más una que la otra, llevan a simplificar el pensamiento de uno de los personajes más complejos de hoy.
El texto reúne, sin hacerlo explícito, los componentes más importantes del proyecto obradorista. Que antes que proyecto, creo, es una serie de principios y valores.
Se diga lo que se diga, AMLO tiene mucho que decir no sólo al país, también al mundo.
FIN
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Óscar González Ramírez
@OscarGR93
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