9/10/2014

Progresa: programa electorero a costa de la pobreza femenina


   MONEDERO


Especial
Por: Carmen R. Ponce Meléndez*


El 1 de septiembre se entregó en el Congreso el Segundo Informe de Gobierno (21 meses), y al día siguiente Enrique Peña Nieto (EPN) dio un mensaje en Palacio Nacional, como se ha venido haciendo en los últimos ocho años.

Es una lástima que se cancelara la posibilidad del diálogo entre los poderes Legislativo y Ejecutivo, parte sustantiva de la vida republicana.

De esta forma el mensaje presidencial se ha convertido en un acto para la elite política y económica del país, y por supuesto es un discurso apologético y triunfalista, como los de la vieja escuela priista con puros aplausos.

Ése es el tono del discurso, pero contiene varios mensajes. Además es un discurso que se pronuncia en un entorno de desaprobación social, sustentada por diversas encuestas, prácticamente las mismas que en las elecciones lo declaraban total ganador.

De acuerdo con los resultados de la encuesta realizada por Pew Research (empresa estadounidense) y publicada este lunes 8 de septiembre en el diario La Jornada, es creciente la desaprobación  de la gestión de EPN, resultado de su reforma económica y el desempeño tan pobre que ha tenido la economía del país.

Una de las tantas omisiones del mensaje presidencial que junto con el problema de la corrupción generan descrédito y desaprobación, baste recordar que la percepción que se tiene del PRI es precisamente de mucha corrupción y poca transparencia; calificarla como un problema cultural es la mejor prueba de ello.

Para 2013 su actuación se calificó como “buena” por el 57 por ciento de la población, al año siguiente esta aprobación disminuye al 51 por ciento. Su manejo de la economía era aprobado en 2013 por el 46  por ciento; en 2014 esta aprobación cayó al 37 por ciento; la desaprobación creció al 60 por ciento.

Las 11 reformas realizadas por este gobierno no tienen credibilidad ni respaldo social. En el bolsillo de la ciudadanía hay inflación, bajos salarios y desempleo. Las brechas de desigualdad son enormes y siguen creciendo, no sólo las económicas, también las de género que tienen a las mujeres sumidas en la pobreza.

La madre de todas las reformas es la energética, y justamente ésa es la que genera más desaprobación. Datos de la Encuesta de Buendía & Laredo, publicada en el periódico El Universal este 8 de septiembre señala que:

Las modificaciones energéticas y hacendaria se asocian con algo negativo para el país: 51 por ciento de la población cree que las reformas avaladas van a perjudicar al país. Lo mismo piensan tres cuartas partes de los perredistas (76 por ciento) y más de la mitad de los panistas.

Tal parece que los únicos que piensan diferente fueron los asistentes al Palacio Nacional el 2 de septiembre, ellos y los intereses que representan, junto con sus camionetas suburban estacionadas en el Zócalo. Ésa es la población objetivo de estas reformas, ni siquiera la pequeña y mediana empresa, sólo los grandes capitales.

Se termina el Pacto por México, signado por los tres partidos principales, ya rindió sus frutos y se hace un llamado a un “pacto social” con un objetivo muy claro, las elecciones intermedias de 2015, y desde luego la presidencial al terminar este gobierno.

En ese contexto se inscriben los anuncios del mensaje presidencial. El primero es la construcción de un nuevo aeropuerto internacional para la Ciudad de México, una obra transexenal, como quien dice de continuidad, que implica una cuantiosa inversión de 169 mil millones de pesos, unos 10 mil millones de dólares.

Se apuesta a la inversión pública para dinamizar la economía y arrastrar a la inversión privada que no da golpe.

En segundo término está la ampliación a las líneas del Metro, algunas conectando al Estado de México con el DF; es reforzar el transporte público, generar obra pública con muchas posibilidades de mejorar los niveles de desempleo tan altos que se tienen en el DF y el Edomex.

Se trata de la extensión de la Línea 4 del Metro de Martín Carrera a Ecatepec; la prolongación de la Línea A, de La Paz a Chalco, y nuevas vías para unir las estaciones de Tacubaya y Mixcoac con la de Observatorio.

Estas obras tendrán una extensión total de 43.5 kilómetros; significan un crecimiento de casi 20 por ciento en el Sistema de Transporte Colectivo Metro

Pero también son obras que pueden significar importantes frutos políticos para el partido en el poder; la ciudad más importante del país está gobernada por un partido de la oposición y es muy importante recuperarla.
El tercer anuncio –pero no por eso el menos importante– es el cambio de nombre y funciones del programa Oportunidades a Progresa. Sus nuevas funciones incluyen becas a estudiantes y se reconoce que a pesar de 17 años con Oportunidades no se ha combatido eficientemente la pobreza.

A pesar de que ha sido constante el aumento de recursos destinados a este programa (ver gráfica), el punto es que posiblemente la situación económica es más dinámica en la generación de pobreza que los programas de política social y sus recursos.

Obviamente tiene un uso electoral para 2015 y afecta sensiblemente a las mujeres en condición de pobreza.

Por lo que concierne a la andanada de cifras que dio el presidente en su mensaje (regresando al estilo tradicional de los informes), éstas tienen el inconveniente de que  no están contextualizadas.

Por ejemplo, se dan datos sobre la población beneficiada con agua potable y alcantarillado en los estados en grados de pobreza extrema. Para saber qué avance representa frente al total de esta carencia, tendría que conocerse la dimensión de la demanda de este servicio.

Y lo mismo sucede con las cifras relativas a los programas destinados a las mujeres: es el caso de la cifra de personas usuarias activas de métodos de planificación familiar. Sin contar con que la mayoría de los datos no están desagregados por sexo.

Otro elemento a considerar: es sabido que si algunas cifras están maquilladas son las de los informes presidenciales, vieja práctica priista.

Al presidente le faltan cuatro años de gobierno y sus anuncios (incluyendo las 11 reformas) son de futuro; en algunos casos como la reforma energética futuro incierto. Su problema y el de la sociedad mexicana es el presente, el ahora y la falta de crecimiento económico, con cifras alarmantes de pobreza y desigualdad.

En este sentido es muy importante la propuesta alternativa que construyan las mujeres organizadas, la sociedad civil organizada, ya sea en partidos políticos o en otras expresiones de agrupación propositiva, tanto en política como en economía.

Twitter: @ramonaponce 
*Economista especializada en temas de género. 
Cimacnoticias | México, DF

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