8/03/2019

Igualdad de género, un pendiente de la agenda ODS 2030


Informe de la ONU llama a los países a cumplir compromisos



Erradicar la violencia, generar políticas públicas en favor del trabajo doméstico no remunerado e incrementar el poder de decisión de las mujeres; siguen siendo tareas pendientes a nivel global para alcanzar la meta “Igualdad de género” de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) 2030.
De acuerdo con el recién publicado Informe de los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2019, los gobiernos aún tienen una serie de pendientes para alcanzar la agenda 2030. Y pese a que el cambio climático es la principal preocupación, la igualdad de género continúa siendo un punto de atención obligatorio para los 193 países firmantes.
En el informe se detalla que la violencia contra mujeres y niñas aún persiste alrededor del mundo, pues siguen siendo víctimas de prácticas crueles que afectan su salud, integridad y desarrollo. Dicha violencia se concentra en Asía central y meridional, África subsahariana, América Latina y el Caribe.
Tal es el caso de la mutilación genital femenina (MGF), una violación que afecta a 200 millones de mujeres. Esta práctica se concentra en 30 países, la mitad de ellos pertenecen a África Occidental. En promedio, alrededor de una de cada tres niñas de entre 15 a 19 años han sido sometidas a MGF.
Otro aspecto que destaca el informe realizado por Naciones Unidas, es la brecha que existe entre mujeres y hombres al hablar de tiempo dedicado al trabajo doméstico y de cuidados no remunerado. Así como la falta de políticas públicas que beneficien al sector que destina la mayor parte de su día a estas tareas.
En promedio, las mujeres dedican aproximadamente el triple de tiempo que los hombres a actividades no remuneradas, que incluyen: cuidado de niños y personas de la tercera edad, así como tareas domésticas.
Los datos obtenidos por el informe estiman que la brecha de género aumenta cuando no se cuenta con saneamiento, transporte y agua, también cuando las mujeres tienen bajos niveles de escolaridad.
“Esta carga se ve agravada por las nociones tradicionales del papel de la mujer en la sociedad. Cuando las mujeres se dedican al cuidado de otras personas y a las tareas domésticas, tienen menos tiempo para el trabajo remunerado, la enseñanza y el ocio, lo que refuerza aún más su desventaja socioeconómica”.
Ante ello, Naciones Unidas destaca que los marcos jurídicos de los países no protegen los derechos de las mujeres; y que, además, hay una falta de legislación en favor de ellas, así como rezagos al otorgar presupuestos para la igualdad de género.
Se resalta que muchos países aún no han establecido un sistema integral para asignar recursos presupuestales, hacer un seguimiento de estos y tampoco para poner los datos a disposición de la sociedad. Un análisis realizado a 69 países reveló que únicamente 13 cumplían con estos criterios de rendición de cuentas u transparencia.
Dentro del mismo grupo de países, 90 por ciento cuenta con programas para hacer frente a las disparidades entre mujeres y hombres; pero sólo 43 por ciento informaron que habían asignado recursos suficientes para ponerlos en práctica.
Por ello, Naciones Unidas destaca como urgente la creación de leyes que promuevan la igualdad de género y que tengan un respaldo adecuado de recursos, así como una responsabilidad por los compromisos contraídos para los derechos de las mujeres.
Otra tarea pendiente, según el informe ODS 2019, es garantizar el poder de decisión de las mujeres en la vida pública, en el trabajo y en el hogar.  Esto se deriva de un análisis que encontró que, en el ámbito político, la representación de las mujeres en los parlamentos nacionales es, en promedio, de 24 por ciento. De 103 países, únicamente en 15 la representación de las mujeres alcanza 40 por ciento.
Por otra parte, en la esfera económica sigue existiendo una brecha de género. De acuerdo con el informe, las mujeres representan 39 por ciento de la fuerza de trabajo, pero sólo 27 por ciento de ellas ocupan cargos directivos.
Esta falta de poder de decisión se refleja también en el hogar. Según datos de 51 países, sólo 57 por ciento de las mujeres entre 15 y 49 años de edad, casadas o en pareja, toman sus propias decisiones sobre relaciones sexuales, uso de anticonceptivos y los servicios de salud.
Naciones Unidas destaca que la capacidad de las mujeres y niñas para tomar estas decisiones es esencial para su empoderamiento y el pleno ejercicio de sus derechos reproductivos. Ante estas tareas pendientes, instó a los gobiernos a poner en práctica medidas sostenibles que aborden los impedimentos estructurales y las causas fundamentales de la discriminación contra las mujeres.

Imagen retomada de Naciones Unidas
Por: Berenice Chavarría Tenorio
Cimacnoticias | Ciudad de México

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