Las consecuencias de estas malas prácticas las siguen resintiendo las
abogadas y la familia de Lesvy en el proceso de búsqueda de justicia. A
pesar de todo, la ruta jurídica que llevan, está dejando un precedente
en perspectiva de género en los juzgados mexicanos.
La constitución mexicana refiere como derecho que quienes cometieron
un delito deben ser juzgados en un periodo de dos años; la prisión
preventiva no debe exceder esa temporalidad.
De esta norma partió la defensa de Jorge Luis, el presunto
victimario, para solicitar su libertad, porque este mes cumple dos años
en detención preventiva sin sentencia y el juicio iniciará solo en
septiembre.
Durante la audiencia, las abogadas que llevan el caso de Lesvy,
Sayuri Herrera y Anayeli Pérez, le recordaron al juez que el artículo
que usó la defensa del imputado cuenta con una excepción: “no se
aplicará tal criterio cuando el periodo de tiempo se haya prolongado por
el ejercicio de defensa del imputado”.
La defensa de Jorge Luis utilizó varios recursos para prolongar, por
dos años, la llegada del juicio es por eso que su petición no procedió y
la respuesta del juez fue ratificar la medida cautelar de prisión
preventiva al imputado.
Ha sido un camino largo y las abogadas que acompañan a la familia de
Lesvy sospechan que después de que dicten sentencia, tendrán que seguir
litigando por lo menos un año más:
“Tiene que ver con un posicionamiento de los agresores en general, de
no aceptar la responsabilidad de los hechos que cometieron. La ley,
hasta antes de la apertura a juicio, les da el beneficio de reducir su
sentencia si aceptan los cargos, pero la regularidad es que quienes
cometen el delito responsabilizan a la víctima, se dan a la fuga, hacen
perdidizas pruebas o incluso ha pasado que privan de la vida a las
madres que exigen justicia por sus hijas” cuenta Herrera.
Esta consciencia de la violencia en se vive en México es la que las
hace creer que, posterior a la sentencia, se enfrentarán a más amparos.
“El caso de Lesvy no es el único pero es un ejemplo de lo mal que se
trabaja” expresa la abogada Sayuri Herrera. La abogada se refiere a la
mala diligencia por la que la Procuraduría General de Justicia (fiscalía
general) pidió una disculpa pública a la familia de Lesvy. Sin embargo,
reconocer y disculparse públicamente no aportó al juicio:
“La Procuraduría detuvo a esta persona y la llevó ante un juez para
ser vinculado a proceso sin haber agotado por completo las
investigaciones; sin mostrar evidencias; sin considerar nuestra teoría
del caso… Son violaciones a derechos humanos consumadas y nosotras
arrastramos las consecuencias: que la defensa del imputado promueva
amparos a partir de las malas diligencias”, explica Herrera.
Que la Procuraduría procesara en un principio a Jorge Luis por
homicidio simple por omisión dio entrada a que la defensa del acusado
impugnara cuando se reclasificó y por ende retrasara el inicio de
juicio.
Herrera siente que les fue bien en la audiencia en que lograron
frenar la petición del inculpado de seguir el proceso judicial en
libertad. Peor también considera que esa audiencia visibilizó cómo las
normas penales históricamente no son adecuadas para que las mujeres
alcancen justicia.
” En el día a día siguen agrediendo a las mujeres, desapareciéndolas,
asesinándolas, pero también están esos puntos de contraste, hemos
logrado avances en la aplicación de las normas, esperamos en algún
momento no sean necesarias pero por el momento se está avanzando”
reflexiona la abogada.
Las abogadas esperan que quienes se encuentran en una situación
similar, donde sus agresores fueron detenidos previo a la reforma,
puedan acceder al beneficio que hoy se le dio a la familia de Lesvy:
“una interpretación conforme y que considera tan grave un feminicidio
como un homicidio”, cuenta Herrera.
Antes de la audiencia Araceli Osorio, madre de Lesvy, convocó a
manifestarse en contra de la audiencia y a partir de la preocupación de
que Jorge Luis consiguiera salir de prisión preventiva. Durante la
mañana mujeres publicaron fotos con pancartas y compartieron mensajes de
apoyo con los hashtags “#Ningúnfeminicidalibre”, #JusticiaParaLesvy y
#JusticiaParaTodas.
“En el caso de Lesvy hay muchas esperanzas de por medio, hay una
fuerza de muchas compañeras y un clamor social e insistencia en el tema y
en la necesidad de que consideren que nuestra existencia como mujeres
es un factor cuando somos violentadas.
La decisión del juez fue así porque nos han tenido que escuchar y no
fue solo lo que dijimos en la audiencia sino lo que ellos están
escuchando fuera del juzgado también” sentencia Herrera.
Este articulo fue originalmente publicado por Pie de Página, un proyecto de Periodistas de a Pie . IPS-Inter Press Service tiene un acuerdo especial con Periodistas de a Pie para la difusión de sus materiales.
RV: EG
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