John Saxe-Fernández
La Jornada
Aunque ninguno de los dos
grandes retos existenciales que hoy amenazan a la biosfera, incluida la
humanidad como especie, son ajenos a cualquier nación, lo cierto es que
la colocación geoestratégica de México y Canadá, colindantes con EU,
epicentro imperialista, amerita atención por esa singularidad
territorial y demográfica. EU y México comparten y protagonizan
diariamente el escenario del mayor corredor transfronterizo del mundo,
repleto del pathos racista, neonazi y antiinmigrante del
nacional trumpismo, plagado de crueldad criminal hacia niños y niñas en
medio del enorme flujo de personas y mercancías, lo que impacta a la 4T,
como ya ocurrió en la historia mexicana signada por uno de los mayores,
sino es que el mayor, despojo territorial en la historia moderna.
Quien revise trabajos de calibre histórico y conceptual/explicativo
de Gastón García Cantú, Enrique Dussel y Lorenzo Meyer, encontrará de
alto peso el trabajo de Roberto Fernández Retamar, célebre cubano que
ejerció desde Casa de las Américas, un decanato de conciencia fraterna
de excepcional actualidad
nuestramericana, un aporte vital a una 4T cuya diplomacia resulta crucial frente a esos riesgos existenciales: el de una tercera guerra mundial y el del colapso bioclimático antropogénico. Vamos en paso acelerado hacia el abismo por la inacción internacional ante el urgente control y cese de los gases de efecto invernadero (GEI), dióxido de carbono y metano, entre otros. Estos son asuntos en que el papel de la política exterior de la 4T es de relevancia mayor, porque al Sur del Bravo EU colinda con la frontera norte de México, una nación que para su existencia misma, en medio de una abismal asimetría económico-militar, ha de ser
nuestramericana, es decir, es la frontera norte de América Latina y el Caribe con EU. Bajo la norma constitucional de la 4T,
el titular del Poder Ejecutivo observará los siguientes principios: la autodeterminación de los pueblos; la no intervención; la solución pacífica de controversias; la proscripción de la amenaza o el uso de la fuerza en las relaciones internacionales; la igualdad jurídica de los Estados; la cooperación internacional para el desarrollo y la lucha por la paz y la seguridad internacionales.
Yo podría ganar esa guerra en una semana, pero no quiero matar a 10 millones, dijo Trump en conferencia de prensa al primer ministro de Pakistán, Imarn Khan la semana pasada. Le mencionó, de paso, que
había revisado operaciones de guerra para aniquilar Afganistánagregando:
tengo planes sobre Afganistán que si yo quisiera ganar esa guerra, Afganistán sería borrado de la faz de la tierra, desaparecería. Pero no quiero tomar esa ruta. Así lo reportó Scott Ritter, del Cuerpo de Marinos de EU. Para Ritter la informalidad de Trump, al hablar de paso sobre la matanza de 10 millones de personas, es algo sin precedente –recordó que a los nazis les tomó 4 años matar a 6 millones de judíos. Eso me dejó atónito” pero, agregó
no fue algo espontáneo o casualPara Ritter fue un
te digo Afganistán para que entiendas tu Irán, es decir, en palabras de Ritter:
es una política de destrucción totalque podría dirigirse contra Irán en caso de un conflicto EU-Irán.
Está lejos de ser hipotético. Él sabía exactamente lo que estaba haciendo(ICH, 25/7/2019).
En un Mensaje Contra la Guerra Nuclear del 12 de octubre de 2010, Fidel Castro expresó que
hoy existe un riesgo inminente de guerra con empleo de ese tipo de armas y no albergo la menor duda de que un ataque de EU e Israel contra la República Islámica de Irán, se tornaría, inevitablemente, en un conflicto nuclear global. En estos días de 2019 los riesgos de guerra y las consecuencias catastróficas a la biosfera terrestre son aún mayores. De nuevo Fidel: “El propio Albert Einstein afirmó textualmente: ‘No sé qué armas se utilizarán en la Tercera Guerra Mundial, pero en la Cuarta Guerra Mundial usarán palos y piedras’. Sabemos lo que quiso expresar, y tenía toda la razón, sólo que no existirían ya quienes manejen los palos y las piedras”. http://www.fidelcastro.cu/es/correspondencia/mensaje-de-fidel-contra-la-guerra-nuclear.
De extraordinaria vigencia, esa percepción la captó en su profundidad irónica Fernández Retamar en Pensamiento anticolonial de nuestra América (Casa de las Américas/Clacso 2017).
La batalla por la humanidad ya ha comenzado pero “la atroz historia
de Occidente muestra a dónde conduce esa batalla: 1914 y 1939 no son
fechas vacías. Cuantos tenemos sentido moral debemos hacer todo lo que
podamos para inventar alternativas al venidero conflicto mayor, que
sería una catástrofe última. Alternativas que... nos abran a una
realidad posoccidental donde nuestra América tenga también su lugar, con
vistas a la
transmodernidadpostulada por Enrique Dussel, y la humanidad no desemboque en la barbarie,
cuyas últimas palabras podrían emitirse en inglés: pero el resto sería silencio interrumpido por crujir de insectos( ibid, 412)
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